2025-06-04

Adiós, amor

 

IRÁN Y SAN AGUSTIN

 

Que el mundo sea un reñidero de gallos es una verdad cíclica. No nos fiemos sin embargo de las apariencias porque en el medio del viento del desierto, ese simún huracanado, que nos trae guerras, oprobios, enfermedades, hambrunas, pestes, persecuciones y mentiras, sopla también el “pneuma” del Espíritu Santo. 

En el último conclave eligieron a un agustino, una de las grandes ordenes de la SRI. 

Son monjes contemplativos, grandes contemplativos pero a diferencia de los jesuitas no buscan el poder y la gloria, tienen coro y cantan las horas y se entregan a la lectura y la predicación siguiendo los pasos de san Agustín su fundador aquel obispo de Hipona que acuñó grandes frases (no del todo comprendidas por más que de inspiración bíblica “ama et fac quod vis”) y que derramaba lagrimas cuando supo de la caída del imperio romano y de la entrada de Alarico en Roma. 

Es el más humano y el más humanista de los PP de Occidente pero sus obras que he leído con veneración a lo largo de mi vida, desde aquellas obras completas suyas que me tocaron en una rifa en el seminario.

 Su lectura fue consuelo para mí en medio de las tribulaciones y desconsideraciones que padecí. 

Ama y haz lo que quieras. Esta frase es una carta de libertad para aquellos que a través de la escritura luchamos contra el mal.

 Cuando me pongo ante las cuartillas no me olvido de ser cristiano pero dejo aparcados mis prejuicios tratando de comprender a los hombres y mujeres que provienen de otras culturas ora musulmanes ora budistas ora ateos, al socaire de la idea de que todos somos hijos de Dios y pertenecemos a la estirpe humana que Él creó. 

Es una idea maniquea. El obispo norteafricano en su juventud estuvo fascinado por esta creencia iraní proveniente de los adoradores del Zoroastro. Ormuz y Ahriman se conjugan y rigen nuestras vidas.

 Irán fue la cuna de la civilización caldea. La que sojuzgó a los judíos que tanto temen a Babilonia porque hay una profecía que la destrucción de Irán puede llevar a la humanidad al fin de los tiempos. 

No sé. El mundo es un reñidero de gallos, un cockpit que dicen los ingleses. 

En lucha perpetua naciones contra naciones, pueblo contra pueblo, Ormuz y Ahriman. El bien   y el mal echando una partida.

 Leo la gran parenética de san Agustín, me regocijo con la elección de León XIV que ha venido a poner en orden al Vaticano y recapacito con otra frase de suma inspiración del gran obispo cartaginés. “Opportet esse haeresias” hace falta que haya herejías, bienvenidos sean los diferentes puntos de vista. 

De las discusiones brotará la luz; “sed virtus in medio est” pero la virtud está en los medios.

 Nestorio, los monotelitas, Arrio eran curas cristianos que ejercieron su ministerio en Teheran o el Cairo. 

Todo mi respeto, ninguna condena para el régimen de los ayatolas, que saben mucho de los orígenes del mundo a través de la sabiduría persa la cual hace temblar a Israel. 

Es presunción decir que somos los elegidos hijos de Dios. ¿De Dios o del diablo? Tenemos patente de corso para hacer lo que queramos incluso degollar a los niños palestinos.

 Dios elige para el dolor. Es el gran conciliador en la libertad y la libertad es amor

RUSIA IGUAL QUE LOS VIETCONG DERROTARÁ A LA BESTIA SIN ALMA NI HUMANIDAD

 

VIVA VIETNAM

Viva Vietnam

David que venció a Goliat

Luchando contra las bombas

Y los asesinos

Que contaminaron los bosques

Con napalm

Tengo en la memoria

La imagen de aquella niña

La piel despellejada

Por bombas fragmentadas

Huyendo de sus asesinos

Soy de aquella generación

Que tuvo un referente

En el santo Ho Chi Ming

Como padre de los parias

Del mundo

Un paradigma

Un ejemplo

Que a los poderosos

Hizo mascar el polvo

Y batirse en retirada

La razón venció

Y la sinrazón

Salió malparada

Por ese pueblo de valientes

Que supieron luchar

Y morir por su patria

Gloria siempre

Gloria a su memoria

 

miércoles, 4 de junio de 2025