2015-10-25

GLORIOSO Y BENDITO SAN FRUTOS PATRÓN DE SEGOVIA





























Segovia se volcó en las honras al glorioso San Frutos

                     

Como es ya tradicional los 25/O, Segovia vibró en su celebración a san Frutos el eremita que huyó del mundo sus pompas y sus vanidades para encontrar a Dios en los riscos del yermo de la pedriza sepulvedana arribes arriba del Duratón.

La catedral estaba de bote. Los coros cantaron el himno y en la misa pontifical escuchó el sermón que les dirigió el nuevo obispo monseñor Franco que es una gran orador como buen escritor. La dama de las catedrales lució esa esplendorosa luz de octubre que acoge vida, tolerancia, solemnidad, y afán de vida. Tamizada su alegría con esa luz de Segovia que brilla como en ninguna otra parte del mundo. El sol sale con ganas de hacer algo y festejar. Pese a lo que algunos suponen el cristianismo católico no ha muerto en nuestra querida ciudad, tan fervorosa de su patrón y de la Virgen María que tiene un icono bellísimo presidiendo la baranda del  triforio de la nave del transepto, imagen venerando de estilo bizantino a la cual los segovianos invocamos en nuestras dificultades desde tiempo inmemorial. Día hermoso limpio y memorable sin política que infunde esperanza. Su simetría y altura deja a los visitantes boquiabiertos ante tanta belleza. El 25/O marcó siempre un encuentro con la belleza y el carisma de nuestra Fe. El bendito Jesús nos demuestra que no sólo hacía milagros con la palabra, también era un geómetra. Sollozaban los violines y todos cantábamos el himno a este héroe de la Tebaida que huyó al desierto cuando la morisma cercaba la ciudad. Fueron a por él pero con su cachava trazó una señal en la roca y los jinetes musulmanes que lo perseguían se precipitaron al abismo. Fue la famosa cuchillada de san Frutos, que podrá visualizarse en algunos de los cuadros que adjunto. Dios estaba de su parte. Y como estuvo entonces lo estará ahora por más que los tiempos sean más difíciles y aflige a la Iglesia un cierto donjulianismo. No tengáis miedo, no seáis enagüillas, ni maricomplejines: la verdad ha de defenderse con la sangre o con la espada. Mostrad vuestra virilidad y antonomasia ante la hueste que ataca.

La grandeza de la iglesia – cuidaré del esplendor de mi casa- se sentía en los empinos de las bóvedas de tracería, los macizos baquetones de Gil de Hontañón, el último suspiro del gótico tardío que nos hace pensar a los creyentes en la grandeza y poderío de Jesucristo Rey eternal alfa y omega, sustentáculo de la Redención. Yo pensaba mientras escuchaba el elocuente sermón del obispo en una frase que aprendí de niño:

-     Extra Ecclesia nulla salus (no hay salvación fuera de la iglesia. La religión católica es la verdadera sin lñas contaminaciones de la hojarasca con la que los malvados nos la presentan.

-     Bajo tu cayado, glorioso patrón nos acogemos y buscamos refugio dentro del manto de la Madre de Dios

-     Amen