2017-03-06

contesto a una infamia de Raul del Pozo

RAUL DEL POZO NO SABE QUIEN ESCRIBIÓ EL LAZARILLO. DEBE DE SER COSA DE LA EDAD. PUES CHOCHEA
Se nota bien por tu artículo que adscribo que tú no has leído a Vives ni a Hurtado de Mendoza ni al Crotalón ni a Erasmo.  Estoy por decir que ni a Quevedo ni a Cervantes.Lo tuyo es hablar de oídas. Mero ruido de la calle y entre lo que profazas, profieres y predicas (antes predicabas  marxismo) te quedas a medias. Mira, chaval octogenario, llega la Pelona y tú sigues sin parlar el inglés como cuando decías que Londres, la cuna de la democracia, era un campo de concentración (sic). 
El padre de Vives nunca fue quemado por la Inquisición. Se estableció en Brujas como importador de naranjas al por mayor, paños y sedas y otros menesteres. Paralelamente, el suave estilo de  Luis Vives, de dulzuras valencianas, se compadece poco con el idioma crudo y zumbón, que parlaban los perailes bajo los arcos del acueducto, del que hace gala Laguna en el Crotalón y Viaje a Turquía. Tampoco tiene relación con el  de los hermanos Valdés ese chorbo de Cuenca paisano tuyo que le hacía la pelota al emperador Carlos V, ni el de ese fraile de Alcalá que ni tuvo tío ni tuvo "na" pueden ser los  padres putativos del genial Lazarillo. No hay color.  Ni  punto de relación . Yo demuestro en mi libro, (sin patriotismos de campanario) "Andrés Laguna autor del Lazarillo. La novela picaresca nació en Segovia" quien fue su verdadero autor. La novela salió de la pluma de este médico naturista segoviano, un cura de origen converso, que manejaba el castellano mejor que tú, sin impostar la voz ni refritando al Espasa,  o encargando que te escriba tus novelas un negro, . Pues ni era cursi ni pedante el autor del Dioscorides. Era de la noble  ciudad de Segovia, y no de la provincia del crimen como lo eres tú, donde daban mulé a los macarras desfenestrandoles  por los balcones de las casas colgantes. Agarrados por los mismísimos cojones. 





El Lazarillo de Tormes, de autor desconocido, tiene cien padres. El padre auténtico era molinero y le achacaron ciertas sangrías en los costales por lo cual fue hecho preso. La novela se publicó en tiempos del emperador Carlos V después de ser prohibida y luego expurgada por la Inquisición. Se le ha atribuido a Diego Hurtado de Mendoza, al fraile jerónimo Juan de Ortega, a Lope de Rueda, a Pedro de Rhúa, a Hernán Núñez de Toledo y hasta a Fernando de Rojas. Como es imposible hacer una prueba de paternidad con los vocablos y los estilos o lograr que intervenga la Fiscalía, tendremos que dejarnos trajinar por la pandilla de catedráticos que se inventan hijos ilustres pagados por el patriotismo de campanario. Me envía una de sus Hojas volanderas desde Cuenca mi amigo José Luis Muñoz para decirme que cobra fuerza la tesis de que el autor del Lazarillo es el conquense Alfonso de Valdés. La catedrática Rosa Navarro ha publicado una nueva edición de su obra -Alfonso de Valdés, autor del Lazarillo- en la que insiste, frente al silencio y sátiras de los del canon académico, con 600 notas nuevas, en que Alfonso Valdés fue el verdadero autor y no escribió la autobiografía de un pícaro, sino una sátira erasmista contra los clérigos bulderos y pederastas que daban cebolla al pobre Lázaro.
Pero enseguida surge otro posible padre: Luis Vives, que tenía motivos para atacar a la Iglesia y a la Inquisición. Francisco Calero, otro catedrático, le tira sus libros a la cabeza a Rosa Navarro negando que el padre biológico fuera Valdés. Para probarlo aporta un argumento chusco: "Si se le preguntara a Lázaro que quién preferiría como padre, seguro que elegiría a Vives". Luis Vives es un gran candidato y una víctima del brazo secular. Enseñó y aprendió en las universidades de Oxford y Lovaina. Nació en un año áureo, 1492 -tal día como ayer hace 525 años-, cuando Antonio de Nebrija publicaba la Gramática castellana y Cristóbal Colón, antiguo corsario, iniciaba la travesía del mar tenebroso. Pronto levantó el vuelo hacia el destierro, siempre con el temor a que lo quemasen. Fueron judíos sus padres, sus abuelos, sus bisabuelos. Cuando enseñaba en Oxford, Enrique VIII y Catalina de Aragón asistían a sus clases. Su estilo duro, pero sobrio, grave y notable, por la claridad, corrección y limpieza, bien pudiera ser el del Lazarillo. "Vives -piensa José Ortega y Gasset- no ejecutó ninguna hazaña monumental, como en sus días Gonzalo de Córdoba, Colón, Vasco de Gama, Magallanes y Elcano, ni organizó una magnífica fuerza religiosa, como San Ignacio de Loyola. No fue un divino poeta que en su andar levantase el vuelo del faisán verbal, de la expresión imprevista y maravillosa, vívida, dinámica, que se sostiene en el aire por la magia de la gracia o la precisión. Pero Vives es precisamente lo contrario de todo eso y -bajo cierto ángulo- algo más sutil que eso". Procuró pasar inadvertido, pero le dijo a Erasmo: "No se puede hablar ni callarse sin peligro". La Inquisición quemó a su padre, arrebató los bienes a su familia y Vives fue un exiliado constante; nunca volvió a Valencia

todavia el buen cid en mi corazón cabalga

TESTAMENTO DE Dª URRACA
 


Que a los moros por dinero y a los cristianos de gracia… callades hija callades no digais tales palabras que la mujer que lo dijere bien merecería ser quemada. Este dialogo creó una semblanza de una princesa castelana creo que fue la primera feminista de la historia de España. Lo hago con quien me apetece y porque me da la gana. Asustado el buen rey don Fernando escuchaba a la muchacha que se resitía a ser preterida y minusvalorada. Era allá `por el siglo XII y las de Podemos no eran ni siquiera un guiño en el ojo de su tatarabuelo.


De todas las maneras este hermoso poema injerto en el drama las Mocedades del Cid es todo un canto a Zamora la bien cercada por un lado la cerca el Duero y por otra peña tajada. De allí proviene el ínclito Pablo Iglesias y de allí era Rufo Gamazo y Mostaza y otros amigos míos que se me han muerto como Agustín García Calvo. El parlamento entre la infanta, el Cid Campeador que saca la cara por la princesa y el rey Fernando cuando hace sus mandas. A Sancho le deja Castilla a don Alonso León a don García Vizcaya “ y a mí porque soy mujer me dejáis desheredada siendo, padre, vuestra hija, siendo de Castilla infanta habré de ir de tierra a vender mi cuerpo como una mujer errada”… allá respondió el rey con tiernísimas entrañas dando aljófar de los ojos a la plata de las canas (bellísima imagen de un rey viejo que llora) “callades, hija, callades, no digais tales palabras aquella que lo dice merecería ser quemada; pues allá en Castilla la Vieja un rincón se me olvidaba; Zamora tiene por nombre Zamora la bien cercada y aquel que se la quitare mi maldición sobre él caiga… todos dicen amen, amen, pero tú don Sancho callas.


La pieza es toda una joya de nuestro teatro del siglo de oro. Guillén de Castro como una acuarelista de la época imprime energía y velocidad a la acción.  Esta comedia contribuyó a la glorificación de Rodrigo Díaz de Vivar como héroe epónimo de la historia de España. Un teatro que debiera representarse en todos nuestros colegios.


Los personajes no son de cartón piedra sino que viven con fuerza. Protagonista el Campeador y deuteragonista doña Urraca y la mora zaida se enfrentan a su destino. la mentalidad del héroe de los Cantares de Gesta y la de los de Kafka o Galdós no han variado demasiado. Se enfrentan a las mismas situaciones.


La trama se construye sobre la invicta Zamora la bien cercada. Al morir Fernando I hizo un reparto inequitativo a tenor con la costumbre arraigada entre los godos del derecho de primogenitura: A García Galicia y Vizcaya, a Alfonso León y Asturias pero Castilla que era la parte del león lega en heredad a Sancho; la pequeña ciudad de Toro y Zamora son para sus dos hijas Elvira y Urraca “a mí por ser mujer me has dejado, padre, desheredada”. El eco del lamento de doña Urraca, enamorada precisamente del de Vivar resuena a lo largo de la historia española.


Por encima de estas arbitrariedades está el honor y la lealtad representado por el Cid Campeador que sirve a su rey rey caiga quien caiga. Durante el cerco de la ciudad castellana mediante un ardid el traidor Bellido Dolfos entra en el campamento del monarca y conduciéndolo a un descampado cerca de la muralla cuando Sancho va a hacer una necesidad fisiológica.


Bellido Dolfos ha pasado junto con el obispo don Opas como símbolo de la felonía y de la traición que son parte también de nuestra historia. Lo mata por la espalda y huye a la plaza de Zamora gobernada por doña Urraca. Don Sancho se puso a hacer sus necesidades detrás de un valladar cuando le segó la cerviz el venablo de Doldos. Sin embargo, la carga dramática de la obra se fortalece con escenas como la visión que tuvo don Sancho antes de morirá cuando se le aparece su padre muerto y le reprocha su desobediencia. “pagaste hijo amores con desdén y lealtades con engaños”. Van implícitos en el argumento los amores de la infanta hacia el Cid y el de Alfonso VI con la mora Zaida hija de Miramamolín que le da hospedaje en Toledo.


Se trata pues de una novela fronteriza en la cual no se maldice al Islam sino que se enaltece el valor de aquellos reinados taifas a los que Rodrigo sirve — es un soldado de fortuna que peleando gana su pan y lo mismo lucha contra los moros que contra los cristianos— y tal galardón es todo un paradigma didáctico que hoy se desdeñaría por “impolítico”. Hay versos triunfales como “helo, helo por do viene el infante vengador” que nutren la rica savia heroica de nuestro romancero. Se insertan consejos que son perlas “no hay corona segura ni tiara” el buen rey don Sancho fue victima de la deslealtad a la palabra dada a su progenitor el cual lo maldijo. “Reto al agua, reto al vino. Reto a chicos y grandes. A las mujeres y a los niños. A los muertos y a los vivos. A las aves de los vientos y a los peces de los ríos". Alfonso le regala a la mora Zaida estos versos: “ tú fuiste después de los cielos gobierno de mi albedrío… tú serás reina de España” y la princesa mora contesta: “con ser tuya me contento”. El repto o duelo entre el Cid y Arias Gonzalo recuerdan pasajes de la Ilíada entre Aquiles y Agamenón. El hijo del infanzón frente a los muros de Zamora alcanza proporciones homéricas. Dolfos murió arrastrado por la cola de una yegua. Lo hicieron cuartos. Aquella Castilla no pagaba traidores. El mismo grandioso tono de tragedia griega alcanzan las maldiciones que profieren los personajes durante el duelo: “Abarcas traigan calzadas y no zapatos de lazo, villanos te hablen, Alonso, que no fijosdalgo, de las Asturias de Oviedo que no sean castellanos. Ojala te maten con cuchillos montañeses que no con puñales dorados y capas traigan aguaderas que no de contrai delicado y sáquenle el corazón por el siniestro costado si fuiste y si consentiste en la muerte de tu hermano. ¿Juraslo así? Así lo juro y es testigo el cielo santo”. Excelsa parrafada. Guillén de Castro escribe: Colérico el rey le ha mirado. El Cid parte al destierro Con unos cuantos vasallos”.


Es el formulario del juramento de Santa Gadea. El Cid perdió el hogar, sus lares, su mujer y sus dos hijas pero su honra quedó incólume. Telón.

SEÑORA MINISTRA DE DEFENSA TENGA LA BONDAD DE ECHAR UN VISTAZO A ESTAS FOTOS














DEPLORABLE ESTADO DEL CUARTEL REGIMIENTO ARTILLERIA Nº 41 DE MEDINA DEL CAMPO

 

Fue uno de los regimientos cuya bandera ondeó en las guerras de Flandes con mayor prestigio y en la metopa o insignia de la agrupación pone "ni del rey oficio ni del Papa beneficio" puesto que su lema era servir sin pedir nada a cambio. Una profunda tristeza me conmueve por el estado de abandono y la incuria en que se encuentra el recinto. Ya no suenan aquellas voces de "cabo guardia" ni asoman por la garita el gorro de los centinelas. A la entrada al lado de las bombetas y los dos obuses de artillería de costa (un verdadero milagro que no se lo hayan llevado) en la escalera imperial crecen árboles salvajes y la hiedra del olvido a las antiguas gestas se apodera. España indefensa. No viene por acá la señora ministra a hacerse la foto. Hay en el frontis una estatua de la diosa Niké degollada y un monumento a los caídos cubiertos por la madreselva. Imagen deplorable, pero a mí la guardia. Esto es un insulto al centinela que en el reglamento de justicia militar se castigaba con pena de muerte. España está indefensa. Estas fotos se las regalo a José Maria Aznar el premier que desarticuló el ejercito con uno de sus ukases a ver si se le mueve el bigotito. A mí como antiguo artillero se me caen los palos del sombrajo

COMO DEBIERA SER UN REY


AVISO A NAVEGANTES

 

Rey que no face justicia

No debiera de reinar

No montará a caballo

Ni con la reina folgar

Yo de amores me abraso

Viendo estoy al gavilán

Que vuela y vuela

Por lo alto del corral

Matome mis palomicas

Criadas y por criar

La sangre que sale dellas

Me ha salpicado el brial

Ay amor en tu sol me yelo

Ya no puedo sosegar

 

(lamento de doña Urraca en el romancero)