PEDRO MÁRTIR DE ANGLERIA Y LA CRISTIANIZACIÓN DE
HISPANOAMERICA
Fue el gran difusor de los descubrimientos de los españoles en el nuevo mundo. Allá viajaron con la cruz a cuestas, ganas de conocer otros paisajes, encontrar otras culturas, deseos de servir al rey, la búsqueda del Paraíso o el Dorado, las fuentes de la eterna juventud do manaba leche y miel y un incentivo sexual nada desdeñable del cual nació el mestizaje.
En el siglo XVI
el del amor galante, pese a todo, no era fácil el acceso carnal y yacer con
hembra placentera. Algunos afortunados arriesgados como el arcipreste de Hita
lo encontraban, del mal el menos, pero la mayor parte se quedaban con las ganas
e idealizaban a las amadas que deseaban conocer, bien guardadas por sus padres
y sus maridos en casa, trastocándolas en ninfas y en hadas. Garcilaso pongamos
por caso.
Extraigo de un viejo cuaderno guardado en los altillos de mi chiscón unos apuntes tomados al desgaire de las clases que nos daba el profesor Sánchez Barba en la Complutense hará cosa de medio siglo y en tales notas me impresionó conocer la obra y la vida de Mártir de Angleria un fraile lombardo que fue cronista oficial de la Reina Isabel I. más tarde de doña Juana La Loca y por último dl emperador Carlos V.
Sus “Décadas de un mundo nuevo” son un argumento
contundente contra los profesionales de la calumnia y la hispanofobia ahora en
auge entre los cuales se encuentra el propio papa Francisco, López Obrador y la
señora Sheinbaum. Nos tienen omecillo, nos odian, quisieran vernos desaparecer
del mapa pero aquí estamos.
Cabeza de Vaca en sus incursiones a tierra firme entabló
luchas y concordias con los sioux y los propios jibaros cortadores de cabeza
pero no hubo genocidios ni matanzas como las de Gaza.
Hernán Cortés dominó
al imperio azteca sin apenas pegar un tiro de ballesta. Los amores de la india
Malinche y el terror que inspiraban aquellos guerreros de a caballo que se
rendían al ver cabalgar aquellos alazanes de cuatro patas que no habían visto
jamás y terror bastaron para acabar con un imperio que se estaba viniendo abajo.
Este clérigo milanés de la estirpe de los Sforza y los
Vivaldi venecianos llegó a España como embajador de la Santa Sede y tanto le
complació el país que se quedó a vivir en ella. Está enterrado en Granada. Aparte
de las Décadas en otro libro suyo “Legatio” refiere su viaje a Egipto, su
encuentro con el sultán y más tarde con el tamerlán de Persia pues consideraba
que era un objetivo irrevocable el encuentro entre la cruz y la media luna.
Esta idea la propaló el primero Raimundo Lulio y Anglería la recabó al pie de un dato: cristianos y muslimes y hebreos somos hijos de Dios y venimos del Padre Abrahán. Sin embargo, por desgracia no cuajó.
La reina de Castilla consideraba herética tal proposición y cuando se le propuso una nueva embajada a Tierra Santa la rehusó por lo cual fue nombrado canónigo de la recién construida catedral de Granada y suspendido de su cargo de capellán de Isabel la Católica.
Toda su obra la escribió en latín que era la lingua franca con la que se entendían los europeos entonces.
Justus
ut palma florebit.
23/10/2024