2024-07-08

 TRISTEZA DE VERANO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El verano del 66 no fue un verano como los demás. Marcelino había marcado el gol a Yashin el arquero de la selección rusa, veintitrés meses antes. Tanto que fue histórico. Marcó aquel gol y empezó un tiempo dorado. Yo sólo tenía veinte años. Inglaterra ganó la copa Jules Rimet que, todo el estadio de Wembley vibrando al son del himno dios salve a la reina, alzó jubiloso aquel medio volante desdentado del United (se le cayó la dentadura postiza en un encontronazo), Nobby Stiles; las “palomitas” de Bank que perdió un ojo en una estirada, la  crencha alborotada de Bobby Charlton, que le escondía la calva, chuts desde medio campo, la tangana de aquel extremo argentino por nombre Mas (“entré un poco fuerte no más”), las torres platenses en que despuntaba como una barbacana el central Ratin, las internadas de aquel interior izquierdo del arsenal Hearst ▬el futbol era por entonces deporte de caballeros deporte rey sin moros ni mafiosos en la costa▬ y asistíamos emocionados al espectáculo de la TV en blanco y negro en cualquier tupi de la calle Ávila o de la glorieta de Cuatro Caminos, mientras nos minchábamos un bocata de calamares regado con una clara… ¡a ver que va a ser, los señoooores! La Reina de Inglaterra más joven y con un abrigo de entretiempo entregó la copa a los vencedores del equipo inglés.

 

Un tiempo fascinante una Inglaterra fascinante. Había que saber inglés para llegar a ser algo en la vida. Remigio Bermejo se compró un diccionario de bolsillo e iba aprendiendo palabras en el metro. Tarareábamos canciones de los Beatles y de los Rolling y se organizaban guateques en los pisos. La risa espectral iba por barrios entre comerciales de la Inter y las codas de la copla mañanera resonando en los patios de luces. Olía a pimientos fritos y a verano t a sudor de axilas no depiladas al agarrarse a la barra del autobús, los sobones aprovechaban el traqueteo para arrimar material al culo de una monja o al solomillo de una oronda ama de casa, oiga usted no se pase tío cerdo. Nos enervaban las caderas de las muchachas. La Puerta del Sol amanecía vigilada por el anuncio del Tío Pepe plagada de isidros, llegados al albur del kilómetro cero, de vino y de sol. Muchas ganas teníamos de vivir.

 

Eran un poco tristes sin embargo las tardes de verano sin amor a ritmo de tonadas del Dúo Dinámico cuando regresábamos a casa después del baile derrengados tras la consumición y los deseos de amar nunca colmados.

 

▬ ¿Qué tal se te dio?

 

▬No me he comido una rosca, chaval.

 

▬Otra vez será. Hay más días de longaniza Terminé la carrera de Periodismo y entré en prácticas a trabajar en RN. La plaza la obtuve sin recomendaciones de ningún tipo. No tuve que tocar muchos palillos. Fui donde me mandaron. Todo estaba más cerca, más asequible, la vida que nos salía al encuentro nos sonreía y todo era más fácil

 

▬Tú vete para allá. Y ya está. Te presentas y dices que vas de mi parte.

 

 

 

En tiempos de Franco todo era más fácil. Los españoles teníamos futuro. No existía castuza y mandaba la regla del trabajo bien hecho, la esperanza, la alegría y la igualdad de oportunidades, lo que quiere decirse que el hijo de un obrero podía escalar los primeros puestos de la administración a diferencia de 2015 cuando todas las vías están taponadas y los cupos están sin excedente, no hay salidas, se obturaron las cañerías, sólo unos pocos, los elegidos que pasen. Coto cerrado. Numerus claussus. Sólo los hijos de los mandamases como los funcionarios del Tribunal de Cuentas en los que se reparten las vacantes de padres a hijos. Es una tradición esta que arranca del tiempo de la Oprobiosa que cundió, acrecentada, en tiempos de Adolfo Suarez cuando todos parecían agarrados al enchufe. Aquel verano fue el verano de los grandes sueños y los suspiros de libertad. Fernando Onega, aquel gallego rubio con acento de Puente Deume joven promesa de aquellos tiempos que escribía editoriales en Arriba metió a la hija en el gabinete de Prensa después de convertirse en el gran valido de don Adolfo y doña Sonsoles que paz descanse. Paco Bartolomé el de Efe enchufó a Macarena su primogénita con ZP. Joaquín Prats dejó a su hijo bien colocado en Telepuñetas y la campos que solo era una mediocre locutora de la cadena Azul nombró a su hija Terelu adjunta al cargo de reina de las mañanas. Momios, dinastías, enchufes, nepotismo, el que venga atrás que arree, y así sucesivamente.

 

Sin un momio sin un poco de recomendación no vamos a ninguna parte. De lo que se trata es de obtener una granjería, una canonjía, una mayordomía, un beneficio que sea sinecura de por vida. Esto con Franco no sucedía, lamento decíroslo a vosotros, patres conscripti. Tampoco hubo saqueo de las cajas públicas y de ello puedo dar testimonio porque yo vi, trabajando en Archivos con mis propios ojos la última nómina del Caudillo: 275.355 pesetas con 33 céntimos, aunque tampoco faltaran gatuperios como los de Matesa o los enjuagues del Opus. Los socialistas y los peperos, instalados en la pomada o encaramados en la caja tonta, no sólo hicieron mangas y capirotes de ese norma sagrada de la función pública basada en la nitidez y transparencia de los libros de apeos, sino que nos han vendido la patria a trozos.

 

Ahí tenemos al millonario Felipe, al creso Bono con su trasplante capilar y  su cara de queso manchego hizo un pan como unas tortas, al honorable Pujol con maletas repletas de billetes rumbo a Berna o a Andorra, al multimillonario Alfonso Guerra y todo su clan. Ay, hermanos queridísimos, os subisteis al carro, vuestro padre era un maestro ajustador de la Maestranza y soldado de Franco que hizo la guerra de cabo primera. Aquí todo se queda en casa. Que venga el hermanísimo.

 

Creo que los que vienen los de Podemos otros lobos con diferentes collares con ansias de poder y pisar alfombra de planta noble en ministerio seguirán el mismo rumbo.

 

Esa es la fija porque aquí la política nunca se consideró un servicio al bien común sino granjería del lucro y la codicia. La redacción estaba emplazada en el segundo piso de aquel imponente edificio de estilo herreriano que construido por el ministro Arias Salgado en la calle Capitán Haya. Otro que se llamaba Albeniz y yo entramos en prácticas. Nos fogueábamos redactando el Parte de las dos para Radio Gaceta de los deportes cuyo director era un granadino Joaquín Ramos y, su segundo un tal Galende un señor que había sido árbitro, hombre muy bondadoso que liaba densos cigarros de caldo de gallina (en las redacciones de aquel entonces se fumaba sin parar y hasta las mecanógrafas echaban humo) lo hicimos bastante bien. A mí me cupo el honor de entrevistar a Bahamontes la primera y casi única entrevista que hice por radio. Nos ofrecieron entrar en la empresa fijos pero tanto Albeniz como yo acariciábamos otros planes. Se nos metió en la cabeza la idea de que para llegar a ser algo en la profesión había que dominar a la perfección el idioma de Shakespeare, no sabíamos, pobres de nos, que el diablo sacando su larga lengua nos engañaba con semejante traza y un largo calvario nos aguardaba. En mala hora.

 

Albeniz llegó a ocupar la delegación de Efe en Naciones Unidas pero el pobre, a causa de un problema personal tuvo una depresión y se suicidó tirándose desde el balcón de un sexto piso. No había cumplido treinta años. Era el más joven de nuestra promoción.

 

Ya SE VA LA PALOMA

 YA SE VA LA PALOMA


no se va la paloma no

no se va que la raigo yo

si se va que se vaya

que ya volverá

que dejó los pichones

a medio criar

no se va la paloma no

no se va que la traigo yo


 

A UNA HEBREA RUSA LA MÁS BELLA DEL BAILE

 

 

Cuello de cisne

Besos al aire

Champaña en Nochevieja

Dulce como el alcohol

Amargo alivio del recuerdo

Suspiro al ver tu mirada de sirena por el amor se fue y no vino

Ojos verdes de albahaca

Bailando la Hativka

Ala aguila aba aqui la bela

Moviendo tus caderas

Anunciabas que amanecía en el mundo

Otro año más

Entre recuerdos y suspiros

De la raza de Israel

Raza de Cristo

Gracias Billy Gates

Sólo en este blog restringido

Mis ideas contra corriente

pueden bailar la jota

De las veinte redondas blancas

Soy un judío errante

De la palabra

Como tú lo eres de la danzas

Gogogirl

El mundo es mi patria

Misteriosos senos

Que amamantan al mundo

Google me hizo escritor

Nada quiero de comunismos ni fascismos

Y de democracias empecinadas

De acusicas revanchas

Oh globo eterno de este planeta

Que de girar no para

Yo creo en Jesús y en Putin

Meteco en mi patria

Había en tu semblante toda la fuerza

De Rusia

Un portento de belleza

Un regalo (padarok)

De la Natura

Mientras en Belén

Lavaba pañales la Virgen pura

Alumbrarás pronto ese hijo que llevas en las entrañas

Un incordio que no oculta

El prieto corsé

Con te fajas

Quiero ser libre como tú

Voy a mi aire

Los judíos perseguidos

No nos rendimos jamás

Cuello de cisne

Y ojos pensativos

La más bella del chat

La gran bayadera de la danza

En este valle de tristezas Y LÁGRIMAS

Champán traiga el maestresala

En Nochevieja

Dando consuelo a los tristes

Por la pandemia

Bailad un año

alegría y paz

cabellos de azafrán

la risa y las lagrimas de Israel

en tus ojos y pupilas

 

A LA FLOR DEL MANZANO

 

Albura de la flor que nos trajo la pascua

En tanto las campanas bolean Pentecostés

Hay fuego en las lenguas y llama en las miradas

Que el poeta ve lo que ni el ojo vio

Ni el oído oyó

Por esos no entienden los que tienen las orejas embotadas

Y son sopistas y mundialistas

Apoltronados detrás de su tornera

Para lanzar el dardo envenenado.

Que la flor de la manzana ciegue y confunda las flechas de su aljaba.

Presea de amor y fianza de la salvación

Sean estos tallos que el tronco brotó

En el milagro de cada primavera

Bello está el jardín

Y brota la hierba

Las lenguas de fuego maten la llama

Del veneno del ojo y la lengua que se esconde detrás de la tapia

Yo les digo que mi alma es blanca.

Ningún recoveco secreto, pero la vida tiene

mucha recámara.

I speak my mind

Y me visto del alba de esta flor de los sueños puros

Días de mayo

Canta el gallo en la quintana

El masto cuida el corral, la cresta rojiza

Guardando su hembra

Y luego dirán que este gallo es un machista

Las lenguas del terrorismo feminista

Pues de maricón no tiene nada

El gallo de la quintana

Es él el amo de la baila

Indue mihi, domine ex alba vestimenta

Para que con corazón puro cante tus alabanzas

Y tenga a raya a las lenguas viciosas y malparadas

Esta flor corone las quimas

Y dentro de unos meses recogeré

Un escrinio repleto de manzanas

LAT EN AMERICA EL SEPTIMO ARTE EN CRISIS

 


Column: Guess what? Movies aren’t dead. So let’s stop with the prophecies of doom for a minute

Animated characters representing emotions in "Inside Out 2."
Anxiety (voiced by Maya Hawke) takes control in the animated movie “Inside Out 2.”
 
(Disney / Pixar)

When I became a television critic for the Los Angeles Times, way back in early 2007, many people told me it was a Very Bad Idea. Why would I give up a job as a film writer to review TV? Didn’t I know “The Sopranos” was ending? And that, with a few notable exceptions, original scripted television was dead, murdered by reality TV and endless internet content?

Mercifully, I listened to none of it; instead I was able to watch and write about one of the most stunning artistic revolutions of our time. The pendulum (and Hollywood’s penchant for excess) being what it is, television is now facing a financial crisis due, in large part, to that marvelous period of growth. But though the industry is in a belt-tightening phase, no one is predicting the demise of the art form altogether.

I think of television in 2007 every time a consortium of pundits calls time of death on anything. I certainly thought about it a month ago when so many people were announcing the demise of moviegoing.

In May, “The Fall Guy,” “Furiosa: A Mad Max Saga” and “The Garfield Movie” failed to live up to prerelease expectations. Instead of questioning the wisdom of the expectations themselves, especially given crippling writers’ and actors’ strikes, the industry, and many of those who cover it, preferred to announce that the sky was falling.

“People just don’t want to go to the movies anymore,” is something more than one person said out loud and in public.

Then “Bad Boys: Ride or Die,” “A Quiet Place: Day One” and especially “Inside Out 2” premiered and suddenly everyone was, and is, going to the movies again. The box office has roared to life and “Deadpool & Wolverine” isn’t even out yet.

As it turns out, people do still want to go to the movies. Maybe not in the same numbers they did before streaming made television self-curating and available 24/7, or before a global pandemic shuttered theaters for more than a year and studios decided to make films available for home viewing mere weeks after their theatrical release. “A Quiet Place: Day One” has already grossed more than $100 million globally in its first five days, this despite Paramount announcing a streaming date of July 30.

As that film and other June or July releases prove, when there’s something (and this is important) that people actually want to see, there they all are, talking and laughing and waiting in line to pay $17 for a ticket and $10 for a bucket of popcorn. I saw “Inside Out 2” a full week after its release and it took me almost a half-hour just to find parking.

After last year’s strikes, this summer may not manage to meet the magic of “Barbenheimer” or whatever yardstick analysts want to use. But that’s not the point.

The point is: Why have we become so anxious to pronounce time of death when the patient is clearly still breathing?

This country has endured quite a bit of trauma in recent years, but we are not doing ourselves any favors by continually leaping from “problem” to “end-of-the-world-as-we-know-it catastrophe” about everything. (Don’t even get me started about the post-presidential-debate rush to madness but subtext, subtext, subtext.)

Not only is it exhausting, and occasionally embarrassing, but our addiction to hyperbole makes it impossible to delineate the actual DEFCON-1 emergencies — the climate crisis, the unhoused crisis, internal threats to our democracy — from lesser problems.

That’s not to downplay the state of affairs in Hollywood. For those working in the entertainment industry, this current period of constriction is a very immediate and livelihood-threatening problem. But looking at the failure of a few movies as the bellwether of not just the state of film but the mind-set of billions is not just unhelpful, it has been proven, by recent history, to be completely bone-headed.

TV was dead until it wasn’t. The summer box office was dead except it’s not. Publishing had no future until Oprah started a book club and “Harry Potter” appeared. Oh, and remember how people told Taylor Swift she was in danger of ruining her career by “overexposure”?

There is both pathos and poetic justice in the fact that “Inside Out 2” is currently “saving” summer. Much of the story revolves around how terrible life is when Anxiety takes control; Anxiety only knows how to imagine worst-case scenarios and inevitably spins out trying to prevent them.

That doesn’t mean some of those scenarios aren’t possible or even likely; it just means we are better off not relying solely on Anxiety to define life’s problems and supply the solutions. Give Joy a chance, or Sadness or even Embarrassment.

Pixar is not going to change the state of the nation (it has its own troubles, after all). But the pained laughter provoked by the movie’s climactic scene — in which Anxiety piles on one disastrous prediction after another — is telling. Between the state of American politics, social media (and legacy media’s attempts to keep up with it) and the trauma inflicted by the pandemic, we have become a nation of anxious adrenaline junkies, ignoring the good, pouncing on the bad and making sweeping generalizations about very complicated things the moment something appears to be going wrong.

Or even before it does. Like Anxiety, we are all increasingly in the business of prediction. Whether on Instagram or CNN, analysts (professional and self-appointed) behave like modern-day soothsayers, peering at the tea leaves of polls, social media, video clips and the general zeitgeist to utter words of prophecy and, increasingly, doom.

Obviously, crises do exist and doom is something to be avoided. The film industry faces a host of challenges, as do many industries, just as they always have. Just as they always will. Alarm bells are important, but they become increasingly less effective if they are rung every hour on the hour.

Not every moment requires an instant call — even refs often go to replays on video. Some moments require calm assessment of the problem and of potential solutions. It’s easy to run around screaming that the sky is falling, more difficult to ascertain if what actually fell is an asteroid or an acorn and if something can be, or needs to be, done about it.

Many things change, for good and ill, but a few do not. The entertainment industry needs to find a firmer financial footing, certainly, but people will always want to be told stories in the dark.

Even if it’s quite difficult to find parking.

BAILANDO CON LA MÁS FEA

 

1981 vaya una nochebuena

pasaron tres décadas, un soplo, y aquel tiempo me llega enredado entre los bigotes de Lech Walesa, los mineros arrodillados en los astilleros de Gdansk, los curas oyendo confesiones. En las noches escuchaba la onda corta en aquella radio enorme y lujosa que tenía un ojo mágico con pestaña azul, algo siniestro que recordaba a la guerra y el guial daba vueltas en circunferencia… aquí Polonia hasta captar la señal… radio Varsovia. Ya están ahí, pero mentira. Todo era mentira. Los tanques rusos no acaban de llegar nunca. Las malas lenguas decían que Lech era hijo del propio papa pues es costumbre inveterada- acabo de leer a Gogol que se refiere a los polacos como herejes- de que toda polonesa tiene a gala (una bendición del Altísimo) ser fecundada por un “papiesa”. El general Jaruselski gastaba gafas negras y se parecía un poco a don Bienvenido, el magistral de la catedral de Segovia, pero los tanques soviéticos no llegaron nunca. Aquel fue el año del cambio o si se quiere el Apocalipsis. Ya se cuarteaba el muro y yo me entretenía velando radiofonías y comiendo turrón. Había escrito un par de novelas “el diablo en lo alto de la cornucopia de cobre” y “cónsul de España en nueva york” (fallidas) y de allí trajeron el “Guernica” un mural que tanta guerra dio con eso de las libertades y del que se han escrito hartas tonterías. Picasso lo pintó, más bien, garabateó  borracho. Mucho nos está durando aquella curda propagandística a los españoles. Fue el año en que estalló la guerra de las galaxias y Tejero subió a la tarima del Congreso de los Diputados. Quieto todo el mundo. Una mascarada. Agentes de la Cía, esos tipos de gabardina, la pipa y la “uzzi” bajo el halda, un bulto disimulado en el sobaco, cubrían carrera hacia la puerta de Alcalá. 23F la intoxicación etílica les duró hasta la madrugada. ¡Ay Jesús del gran poder! Fuese y no hubo nada pero lo de Polonia sí parece que iba en serio. Wojtyla, que ahora creo que es santo, estaba metido en aquel ajo. Las tusonas de siempre azotaban las aceras de Sol y calle la Cruz. Chicote sirvió un coctel a los recién llegados pero aún no habían aflorado las Mediawomen feminazis mediáticas emperatrices de los telediarios contándonos cosas macabras y el audiovisual estaba en mantillas. Yo estaba aprendiendo alemán por unos cursos que daba la RDA emitiendo desde Berlín. Pronto cerraron el chiringuito y yo me quedo como estaba esto es a buenas noches bailando siempre con la más fea

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DE LO QUE OCURRIERA ANTES DE 1989 LOS NUEVOS AMOS DEL MUNDO NADA QUIEREN SABER. HACEN MANGAS Y CAPIROTES DEL ACONTECER. LIBROS DE HISTORIA Y DE BUENA PRENSA FUERON A LA HOGUERA. TODO LO DEMÁS ES CRÓNICA NEGRA

 

Muchas gracias por envío de catálogo, me es muy grato que se hayan acordado de mí. Os deseo una buena andadura en la nueva empresa que acabáis de iniciar y estoy seguro de su buen suceso bajo tu égida, contad con mi colaboración de bibliómano, filólogo y hombre de letras. A lo largo de mi vida, ya larga, he sido un comprador de libros compulsivo en todos lugares donde he vivido (Londres, Nueva York, París y, sobre todo, Madrid), circunstancia ésta por la cual en los bajos de mi vivienda obra una biblioteca bien prieta en la que yacen apilados o en hilera cerca de 5.000 tomos. Soy forofo del libro, pero no un fetichista, el texto leído carece de valor para mí, por lo que sería de mi interés recuperar algo de los dineros que yo he invertido en estos bienes espirituales y hasta podría ufanarme como Quevedo de “vivir en conversación con los difuntos y de hablar con los ojos a los muertos”.

Sin embargo, mi conocimiento de bibliofilia, su evaluación mercurial, no es muy veraz. Libros que yo tengo en precio a lo mejor no se cotizan o pujan poco de almoneda. Es por esto porque envío aquí una liste primera de algunos textos en mi poder al objeto de que sean evaluados por ojos más expertos.


Me gustaría me mandaréis a decir si son potenciales. Aquellos que consideréis de interés os lo llevo a vuestra casa. Sin otros preámbulos, paso a hacer relación del estadillo.

 

1. LA MISNA: (religiones) 1436 pp., biblia, Editora Nacional, 1981, edición de Carlos del Valle). Todos los preceptos del judaísmo, diferentes escuelas como la de Hillel, Maimónides, reglas y preceptos sobre el totafot y las fiestas. Tiene algunos subrayados que no afectan al texto, así como sello de caucho. 8.000 ptas.

2. MISSAL ROMÂ: (latino-catalán) I  tomo. Más de 1500 pp. (Paginación varia) papel biblia. Barcelona, 1921, piel. 5.000 ptas.

3. GENERAL KINDELÁN: “La próxima guerra”. Aguilar 1945, original cubierta de un bombardeo en acción sobre un globo terráqueo en llamas, 277 pp. Fue aliadófilo y estuvo por escribir este libro desterrado en Palma, revela amplios conocimientos del arte de la guerra moderna y poliorcética. 3.500 ptas.

4. JACINTO MIQUELARENA: “Un corresponsal en guerra”, Espasa Calpe 1942, pp. 190. Sucinta relación aportada por testigo de cargo de la invasión alemana de los Balkanes y la conquista de Grecia, publicadas en ABC. Sus observaciones son de interés y de actualidad. No puede faltar en la biblioteca de un buen historiador del periodismo de guerra. 2.000 ptas.

5. LUIS MENÉNDEZ DOMÍNGUEZ: “Tormenta sobre Francia”. Madrid 1944, 500 pp. Otro corresponsal de guerra acreditado ante el régimen de Vichy, narra la caída de Francia en manos de los alemanes; después, de los aliados. 2.000 ptas.

6. PENELLA DE SILVA: “Un año atroz”, Barcelona 146, 246 pp. Algunos subrayados nos afectando lectura texto. La situación del mundo a la caída del Reich. 1.000 ptas.

7. FRANCISCO PIÑOL: “El castillo de Naipes: Radiografía del Tío Sam”, prólogo de Antonio Royo Villanova, primera edición, Barcelona 1945, pp. 230, un buen estilista, visión crítica de los USA, muy interesante lectura y libro muy raro. 3000 ptas.

8. FRANCISCO CANTERA BURGOS, UNIVERSIDAD DE MADRID - FACULTAD DE LETRAS CÁTEDRA DE LENGUA HEBREA E HISTORIAS DE LOS JUDÍOS(AYUDA A LA INVESTIGACIÓN): “ JUDAIZANTES DEL ARZOBISPADO DE Toledo habilitados por la Inquisición en 1495 y 1497. 1969, 211 pp. Importante lista de apellidos muy comunes en la España 2001 que tienen origen converso. 2.000 ptas.

9. THE POPE SPEAKS with a preface by cardinal Hinsley. Londres, 1941, cubiertas tela, pp. 336, con una biografía del papa Pío XII, sus declaraciones acerca de Polonio, su correspondencia con el presidente Roosevelt y los cinco famosos puntos de plan de paz. Valioso documento histórico que coloca la figura del gran pontífice en su lugar y desmiente las acusaciones de colaboracionismo con alemanes. 2.000 ptas.

10. TEODORO PALACIOS CUETO: “Embajadores en el infierno”, Madrid 1956. Memorias del capitán Palacios y sus once años de cautiverio ruso, en colaboración con Torcuato Luca de Tena, cubierta algo fatigada. 1.000 ptas.

11. FELIPE SASSONE: “España, madre nuestra”. Madrid, 1939, pp 287. Hermoso texto del escritor peruano, redactor de ABC, y un impresionante testimonio de su huida de la checa. Habían puesto precio a su cabeza. Son interesantes sus opiniones sobre las causas que desencadenaron nuestra guerra civil. 3.000 ptas.

12. EL CABALLERO AUDAZ: “Rusia...¡jamás!” (estampas de la pasión de España). Madrid 1946, pp. 338. 1.500 ptas.

13. LUIS DE GALINSOGA: “Centinela de Occidente” (biografía autorizada del general Franco). AHR, 1956, pp. 467. 4.000 ptas.

14. JUAN J. MIRA: “En la noche no hay caminos”, Planeta 1953. Poderosa novela en la cual se relata la peripecia de un militante socialista que se pasa al bando de los nacionales, 304 pp. 2.000 ptas.

15. F. BERMÚDEZ DE CASTRO “ Pasos sin huellas”. Planeta 1969. Gran relato y una de las mejores novelas de la generación de los 50, narra la peripecia de un gallego que viaja a Londres a aprender inglés y allí le ocurren cosas. Capta con acuidad el ambiente estudiantil y plasma sus impresiones con prosa diáfana y elegante.  El hecho de que sea poco conocido no es óbice para reconocerle la categoría de uno de los mejores. 2.000 ptas.

16. JESÚS TORBADO: “Las corrupciones”, Alfaguara, 1966, segunda edición, tela, 433 pp. Otra gran novela que lleva la marca y el espíritu de la casa de los jóvenes del 68, a la descubierta del sexo, del amor, la rebelión política, la desbandada de los seminarios, estilo directo pero de un gran fuelle y ternura, escrita por su autor a los veinte años; con todo no cae en los defectos habituales en novela primeriza. Es otro “must” imprescindible para tomar el pulso a una época importante por sus cambios en la mentalidad de los españoles, material con el que han de trabajar historiadores venideros. 2.000 ptas.

17. JESÚS MARÍA AMILIBIA: “Los fantasmas de barro” (métodos carcelarios en los colegios de los años 40), Madrid 1975, segunda edición, 203 pp. Asombrosa crónica del ambiente educativo en los colegios del franquismo, que muchos de nosotros hubimos de padecer, garra narrativa y tono directo y al grano a cargo de uno de los mejores reporteros que hayan salido de la Escuela de Emilio Romero. 1.500 ptas.

18. BARTOLOMÉ SOLES: “Patapalo” y “Marcos Villarí. Editorial Juventud, 1961, estado impecable, dos hermosas novelas de ambiente campesino y vagabundo, con injertos de drama rural, ubérrimo lenguaje castellano con catalanismos. En el caso de “Patapalo” es una de las mejores novelas de postguerra a la que la crítica sigue sin hacer justicia.

19. ANTONIO ROGER: “El imperio otomano”, Madrid, editorial Atlas, 1943, pp. 163. Narración puntual de los usos y costumbres de los turcos, la práctica del trato de blancas, los castigos severos, la destrucción de media Europa, los baños, los derviches, la jerarquía del serrallo, sus diferencias religiosas con los árabes, la concepción sufí del alcorán. El tema vuelve a estar de actualidad. 1.500 ptas.

20. P. RIBADENEYRA: “Vida de Diego Laínez”. Atlas, 1944, pp 170. Jesuítica. 1.500 ptas.

21. ALBERTO INSÚA: “ En tierra de santos”. Madrid, 1915, Renacimiento, pp. 254. Interesante alegato del autor cubano contra el falso misticismo, muy amena y diserta escritura que prende el interés del lector. 1000 ptas.