2021-02-04

segun el testimonio del Cura de los Palacios SÓLO UNA PEQUEÑA MINORÍA DE JUDIOS SALIÓ DE ESPAÑA UN 90 POR CIENTO PREFIRIÓ QUEDARSE BAUTIZANDOSE PERO SEGUIAN PRACTICANDO EN SECRETO SU RELIGIÇN

 

 

 







El CURA DE LOS PALACIOS

 

 

 

Andrés Bernaldez 1488-1513 es el único historiador y lo cuenta de oídas que había oído decir a su abuelo lo que aconteció en el verano de 1492 cuando los Reyes Católicos promulgan el edicto de Destierro para todos aquellos que practicantes de la ley mosaica no quisiesen bautizarse. Nos informa que eran gente logrera de muchas artes y engaños.

 

La mayoría simuló su conversión… e quedaron en Castilla muchos dellos e sinagogas e los guarecieron los reyes y señores a causa del grande provecho y riquezas que tenían. A los que se bautizaron cristianos llamabanlos conversos por haberse convertido a la Santa Fe que ellos guardaban muy mal practicando de oculto la ley vieja e muchos fueron frailes, abades y obispos.

 

Sólo una pequeña minoría zarpó desde el Puerto de Santa María para Berbería y Argel. De estos una parte regresó a Castilla por no haber sido recibidos con bien por los alcaides. Otros siguieron ruta a Istambol. Los que no quedaron en Fez.

 

Si hay que creer el testimonio de este clérigo que ministraba una de las parroquias más importantes de la archidiócesis de Sevilla, las cifras que sustentan uno de los capítulos vesicantes por lo contrarios a España de la leyenda negra están infladas. Ahora bien a Bernaldez algunos casos le movieron a compasión. Refiere que malvendieron lo que tenían. Cambiaban la casa por un asno y daban a cambio de una manta una viña de tres obradas. Otro dato: eran gente adinerada. Se ayudaban unos a otros de modo que no había judíos pobres. Practicaban profesiones minerales la medicina la escribanía eran mercaderes. Pero apostilla: “dominaban por arte de engaño”. Comían pan cenceño y carnes tajales de animales sin pezuña hendida y llevaban vida holgada, no labraban la tierra como los moros ni marchaban a la guerra como los cristianos. Agrega un dato muy importante. No fue la diferencia e religión lo que suscitó la animadversión de otros coterráneos de credo distinto sino la envidia, la usura y en ocasiones el conocimiento de las plantas medicinales. Los rabíes eran también médicos y con frecuencia envenenaban a sus pacientes con pócimas.

 

El cura de los Palacios nos informa de sus aficiones culinarias con preferencia de la olla podrida y la adafina de los viernes, las berenjenas y las cebollas. “Les huele el resuello”, asegura el buen cura que debió de confesar a algunos conversos y de bautizar a media aljama “aunque cuando llegaban a casa se restregaban el agua bendita o escupían las hostias de la eucaristía sobre un muladar”.

 

Es un pueblo acérrimo en sus principios que dominan por arte de engaño. Abrahán Señor era el amo de media Castilla. Su abuelo los vio partir “unos cayendo otros levantando, unos naciendo y otro muriendo unos riendo y otros llorando camino del exilio iban a embarcarse a la nao de Pero Cabrón”.

 

En la travesía fueron desvalijados por los piratas. Una pregunta que ahora me ahoga mientras ruge la marabunta del volcán catalán es si los descendientes de aquellos que emigraron medio milenio no han vuelto para desbaratar la unidad creada por aquella reina castellana que los expulsó y a la cual llaman en hebreo “messhuge” (maldita). Cabe tener en cuenta que Abrahán Señor era catalán. Un dato muy importante

 

 

 MUJERES Y GALLINAS EN EL MUNDO LITERARIO DE FRANCISCO QUEVEDO

 

“Sabed vecinas que mujeres y gallinas todas ponemos unas cuernos y otras huevos. Vienese a diferenciar la gallina y la mujer en que ellas saben poner y nosotras quitar y en lo que es cacarear el mismo tono tenemos. Todas ponemos. Unas cuernos y otras huevos, doscientas hallo con un gallo  contentas mas cuando llega el fallo en cuclillos los volvemos”

La letrilla tan poco pudorosa descubre una realidad la inconstancia del amor carnal. Fue purgada por la inquisición y desde entonces pasó a la creencia del vulgo como padre de los chistes verdes. Cuentame uno de Quevedo se decía y entonces salían a relucir todos los vocablos sucios del lexicon patrio que es bastante extenso

CONVERSACIONES DE TRINCHERA A TRINCHERA LO QUE OCURRIÓ EN ROMANILLOS, CAPITULO NO PUBLICADO DE MI LIBRO LA BATALLA DE LA SED

 EL PORTORRIQUEÑO DE LA BRIGADA

LINCOLN MUERTO EN BRUNETE

 

Cuando preparaba mi texto recorría estos campos majariegos que vieron pasar a lo largo de siglos los rebaños de la mesta castellama buscando los pastos cálidos extremeños a la ida y los oteros frescos del Moncayo a la vuelta. Hace poco más de tres cuartos de siglo los reteles y tenadas donde acampaban las pacificas churras y merinas y se apartaron los corderos eran trincheras. El sector del antiguo pueblo de Romanillos en los altos peñascales del Guadarrma fue testigo de combates cuerpo a cuerpo y asaltos a bayoneta calada. El ejercito de maniobra rojo y unidades de la Brigada Lincoln defendían estas posiciones repeliendo el ataque de la Quinta brigada carlista de Navarra, dos compañías del Tercio de Melilla, un tabor de Ifni y escuadras falangistas.

 En Villanueva del Pardillo Lister y Casado hicieron una maniobra envolvente en la cual fue hecho prisionero toda la fuerza del  regimiento de caballería alcarreño  Villaviciosa XIV que combatía por Franco pero la Legión se hizo fuerte en la Mocha Chica.

El valiente alférez Delma que mandaba a los tiradores de Ifni consiguió detener el avance de los gubernamentales. 

Estos encinares que hoy son alegres dehesas de encinares dando escolta al silencioso baluarte del castillo de Villafranca. No quedan restos apenas de la sangrienta batalla. Los conejos al pasar se esconden en sus pacificas madrigueras. años atrás eran trincheras y huras de la sangre y de la muerte.

 En tiempos hubo caza mayor pues oi decir que el rey Enrique IV frecuentaba estos parajes de la Despernada los cuales medio milenio después fueron el escenario sangriento de la cruel batalla de Brunete.

En mi libro sobre el tema que se titula “La Batalla de la Sed”  y que por falta de espacio no me vagó para narrar una anécdota muy interesante y que fue frecuente en la guerra de liberación: las conferencias a voces o con megáfono de trinchera a trinchera.

 Concertadamente, en Romanillos sector Vértice Mocha, donde hoy se está edificando una gran urbanización detrás de la fabrica eléctrica, se desarrolló este dialogo entre un portorriqueño de la brigada Lincoln y el alférez Delma.

La trinchera estaba emplazada en un altozano que llamaban Peña del Alemán en los pagos de Majadahonda rayando con el termino de Brunete. Las posiciones rojas distaban menos de trescientos metros de las nacionales.

Podían ser escuchadas las conversaciones a través de los sacos terreros de uno y otro ejercito. Para entretener el hastío cantaban los centinelas y se escuchaba la voz de alerta del imaginaria.

 Los hombres sacaban la cabeza detrás de los parapetos y empezaba el jaleo a boca de noche:

−Eh tú fascista

¿Que dices hijo de la pasionaria?

−¿Habéis comido hoy, muertos de hambre?

−Todo lo que nos dio la gana... dentro de un poco os mandaremos granadas rompedoras de postre.

−Nosotros pollo al ajillo y leche merengada. Y un poco de saltaparapetos. Dos copas dan mucho valor.

−¿De tabaco cómo andamos?

−Acá fumamos lucky de lu que hay y papirosi que nos han traído los camaradas rusos

−Pues si os pasáis aqui se puede llenar la petaca. Sobra el tabaco y la comida falta papel de fumar. Mi capitán le han regalado una caja de puros habanos, me ha querido regalar tres que me me reservo para cuando entremos en Madrid. Os vamos a tirar al mar rojos de mierda.

- Ji. ji. Nosotros contamos con el apoyo de las democracias libres y vosotros sois hijos del fascio y de Hitler.

-Eso se verá, hijo de la Pasionaria. Todas esas milicianas que están con vosotros os están dando sifilítico. Morareis de una venérea, cacho golfos

−Franco no fuma ni bebe ni folla por culpa de un tipo asi vais a perder la guerra.

−El caudillo, oye tú comunista de mierda, los tiene bien puestos no creas y ya sabes que en cuestión de cojones la milicia nunca hará distinciones.

Silbó en ese momento una rafaga de ametralladora, los de la quinta de Navarra a quienes el fuego les pillaba desprevenidos agacharon el melón agacharon pero el pepinazo cayó lejos porque el miliciano servidor de la Hotschkins iba de farol no tiraba a dar, disparaba contra la luna blanca, tenía ganas de fumar y no le quedaba ni un pitillo, estaba que los llevaban los demonios por las ganas de echar humo.

Se acabó el coloquio este tipo de conversaciones se desarrollaban por lo general entre centinelas a boca de noche, se intercambiaban insultos y noticias. A veces tabaco. En más de una ocasión algún soldado republicano herido de muerte pedía confesión y algún pater de la legión saltaba al otro bando, le tapaban los ojos con una venda y le presentaban al enfermo al que daba la extremaunción.

Por lo general estas treguas eran respetada por uno y potro bando pero también hubo hechos lamentables como el ametrallamiento del padre Huidobro en la cuesta las perdices. El alférez Delma era el encargado de conferenciar con los rojos en este sector del frente de Brunete. Moriría aquel verano aplastado por un tanque soviético.

El interlocutor republicano era un periodista borinqueño que se había alistado en nueva York en la brigada Lincoln. Se llamaba Pablo de la Torriente Brau. Pereció en un cañoneo de La artillería del general Asensio contra su blocao en Romanillos.

Ambos descansen en paz.