2020-08-25

LA BESTIA GERMANA VUELVE A CARGAR CONTRA RUSIA. ES LA MERDELLONA MERKEL CON SU CARA DE CERDA

 LA HORA DE LA BESTIA 666


Cuando la noche del 24 de marzo de 1991 estaba yo pegado a mi aparato de radio de onda corta, escuché los estampidos de los cañonazos y el silbido de los misiles. Era la Noche de Pascua una noche sagrada para la Ortodoxia. Varias bombas hicieron blanco contra la catedral de Belgrado. La torre y las campanas dieron en tierra

Milagrosamente, el patriarca Pablo celebraba la eucaristía y salvó. No lo olvidarán jamás los yugoslavos.

Se me saltaron las lágrimas y maldije al cipayo de Javier Solana al que utilizaron los otanianos de emisario y correveidile de aquella destrucción. Siempre he tenido un gran amor al rito bizantino y a la iglesia rusa que frecuentaba en SouthKensigton los días de mi mocedad londinense.

Yo había leído a los rusos sobre todo a Chejov, Andreiev, Iván Bunin, Dostoyevski, Tolstoi y sobre todo al general Krasnoff que cantó la tragedia de los rusos blancos martirizados por la horda roja. Fue fusilado por Stalin al final de la Guerra Patria. Su voz emite en su novela testimonial el lamento de los popes que suenan como una letanía pidiendo a Cristo perdón y esperanza para el género humano. Rusia siempre me fascinó ya que es un misterio, el molde de un enigma.

¿Por qué atacan e insultan nuestros periódicos a Volodia Putin siendo así que es el único líder cristiano en este planeta dominado por el laicismo, la protervia y la soberbia materialista?

No lo sé pero creo que muchos españoles, decepcionados por la revolución vaticanista y los trastornos litúrgicos y teológicos, ese desbarajustepostconciliar, junto la confusión que nos aqueja, vuelven la mirada hacia Bizancio. Ex oriente lux.

Las iglesias rusas se colman de fieles y pese a la lentitud y duración de los oficios las cámaras de youtube nos muestran que el cristianismo ha vuelto a resurgir.

No en vano Rusia es el país de la Resurrección.

Yeltsin (el borracho Yeltsin) tan difamado, y escarnecido ─el antiguo gobernador soviético de la provincia de Sverdlok donde fueron fusilados los últimos Romanov en los bajos de una tahona ─ restauró el culto. Un milagro o una paradoja, porque muchos de los antiguos templos en la cruel década de los años 20 se habían convertido en graneros, garajes, o museos del ateísmo

Y, al igual que Constantino en Puente Milvio, Boris debió de tener una visión: vio grabado el mensaje en los cielos con la cruz flotando sobre las nubes y un epígrafe "in hoc signo vinces" y devolvió la libertad a la iglesia rusa.

Cesó la persecución aunque los patriarcados habían funcionado regularmente a lo largo de los años de persecución. Los rusos nunca perdieron la fe.

La cruz signo de esperanza. En la ortodoxia, a diferencia del catolicismo que es una fe más razonada e intelectualista, Dios se acerca al creyente por el corazón, la música, la filocalía y toda esa riqueza del culto divino de la que no se han despojado los rusos como incentivo a los ritos órficos. Para creer no hay que entender ni saber. Fides ex auditu (la fe entra por el oído) decían los Padres griegos.

El amor es bello y construye, crea, mientras el odio es destructivo y aniquila. En esas estamos.

Esta rehabilitación la realizó el presidente Yeltsin en comandita con el patriarca Alejo II.

Todo esto me conmovió animándome a redactar este voluminoso libro de 600 páginas en que se recoge mi estupor ante el intento de asesinar a Putin cuando regresaba de Naciones Unidas. Su avión que tenía el mismo fuselaje que el del avión holandés que volaba dirección Birmania fue abatido por un misil tierra aire. Lo confundieron.

La orden partió de Obama pero se culpó a los ucranianos pro rusos de haber perpetrado la masacre. Murió todo el pasaje de casi doscientas personas. Un súbito acto de guerra.

Actualmente la vieja historia se repite con Bielorrusa esta vez menos cruenta. Las calles de Minsk están invadidas por pichaflautas que piden "libertad y democracia" y abajo Lukachenko. PabloIglesias han reaparecido en la ciudad de los rusos blancos por lo visto. ¿Quién está detrás?

A lo que se ve los mundialistas, tan ternes y contumaces, no pierden el tiempo ni cambian de estrategia, tratan de alcanzar un mundo global y todas las naciones sometidas a su férula.

A mí estas movidas (así lo expongo en el libro) y maniobras ocultas me parecen tretas y ardides burdas y oscuras de la Bestia.

El mundo vive las angustias del 666 pero no hay que temer. Es mucho más fuerte que ellos el brazo de San Miguel el gran Psicagogo. Hay que encomendarse a él.

Renovemos pues al culto migueleño tan importante en la alta edad media.

"Niet bayotsa" (no tengamos miedo) reza un adagio ruso.



666 LA HORA DE LA BESTIA por Antonio Parra Galindo.

Editorial Circulo Rojo 6OO pp.

Precio 22€

Librería Hijos de Santiago Rodriguez

C/ Avellanos 4

09002

BURGOS