2022-03-15

MIS RAZONES DE APOYO A PUTIN

 QUIZÁS YO SEA the odd man out o la oveja negra de la familia pero ceo que existe una campaña contra Vladimir Putin sujeto paciente de una guerra hibrida acusándole de genocida cuando el verdadero genocida es el pequeño Hitler de Lvod.

Los que hemos estudiado literatura rusa sabemos que Crimea y Odesa siempre fueron rusas, los cuarteles de invierno donde las familias adineradas de Petrogrado se guarecían del invierno ruso.

Ucrania se hizo independiente por una machada de Kruchev un día que le dio con ganas al vodka, un ucraniano que pegaba zapatazos en la ONU declarándola una republica de la URSS, banco de pruebas de su poderosa industria de guerras, granero de Rusia y centro artístico. 

Los mejores cuentos de Chejov se desarrollan en Odesa.

Otro aspecto es el cisma religioso que ha separado por una estratagema del patriarcado de Constantinopla que dicen que es masón en colusión con el papa Francisco, otro que tal baila, de la iglesia rusa y Kiev la "santa" era considerada la madre de todas las iglesias rusas y al atacar a la ciudad santa se ataca a las iglesias rusas. Esta desavenencia es el más formidable pues está fomentado por un sionista como Zelensky que se apoya en ideologías del caudillo nazi Bandera el cual fue apoyo de la invasión de la Wehrmacht todas las redes dominadas por  Israel y por los judeonazis  (qué terrible paradoja) quienes secundan a Zelinsky, el pequeño hitler de ideas napoleónicas que es el verdadero genocida y el causante de este conflicto el  nos aboque a una hecatombe, a un fin de fiesta, al termino de una civilización. Estoy seguro de que al atacar a los que liberaron Auschwitz de los nazis comete un error que le puede costar caro. Waldemar Zelinski es el verdadero genocida puesto que prefiere que mueran los pobres ucranianos y se produzca un éxodo de refugiados verdaderamente bíblico a capitular

ME QUISO ECHAR DEL TRABAJO

 

NOTAS DE MI DIARIO 4-11-1975 ME EXPEDIENTA JULIO MERINO

 

No sé cómo me las apaño, pero creo que la Providencia siempre se mostró del lado de este pobre plumilla. En aquel otoño de 1975 la gente estaba nerviosa y había dos personajes que me querían echar de la corresponsalía de Londres. El uno era Latorre, un aragonés mal encarado, que parece el doble de Ramón Jota Sender y el otro un cordobés Julio Merino que había sido seminarista.  En una ocasión sostuve con él una trifulca y casi llegamos a las manos.

Me tiene omecillo desde aquella, no me puede ver y dicen que me envidia porque yo hablo bien el inglés. España país de rencores que diría Unamuno. Lo malo es haber nacido en él.

Compulso esta entrada en mi diario:

4 de noviembre de 1975 Dia de San Carlos Borromeo

El Caudillo sigue en la UVI jaleo en Madrid. Me dicen que el director de Pyresa está muy nervioso pues quiere dar el pisotón y ser el primero que difunda la noticia de la muerte de Franco y colgarse esa medalla.

Viene de la escuela de Pueblo y es un lameculos baboso de Emilio Romero. Recibió una carta del Merino y me anuncia que ha suspendido de empleo y sueldo quince días, pues ya será menos.

 Y es que se cree que en Londres están tan nervios como en Madrid y aquí a los ingleses la vida del Dictador se las trae floja. Estoy seguro de que la inmediata será el despido porque con lo de la boda me tiré casi un verano de vacaciones. Y el Merino es un workaholic trabajador compulsivo

Llevó cinco días sin fumar y estoy un poco nervioso. A la Duquesa no le gusta nada Londres pero esta es la ciudad de mis sueños. Aquí he sido feliz. ¿Me casé y la cagué? Dios dirá.