2021-10-22

 DENTRO DEL CRATER DEL VOLCÁN

 

Viernes de octubre sombra de la llama de los bailes de candil. La memoria exhala bocanadas de fuego fatuo. Argayo de lava que borra los paisajes. Los políticos vienen y van, se hacen fotos publicidad, prometen y prometen, la ayuda no llega, luego se olvidan y los palmeros evacuan despavoridos sus pobres pertenencias y enseres en la telera de camionetas japonesas.

 Mientras escupe fuego el cráter de Cumbre Vieja y enseña músculo y fuerza madre naturaleza, la vida sigue entre nosotros. 

Silba el jilguero su último canto del verano antes de volar a la emigración vísperas de san Frutos Pajarero, patrón de Segovia que también se fue al yermo y vivió emparedado en una cueva como yo en mi soledad. Huir y huir. Pasé la mayor parte de mi vida huyendo. 

Los hombres y las mujeres me dan miedo y pena con su locuacidad ciega. tanta confusión. Tanto embolismo. Quedo sobrancero y excedente de cupo viéndolas venir. Me duelen las traiciones y olvidos de la gente que quise. Me dicen que así es la vida. Recuerdo que entonces me sumergí en mi oratorio a vivir al calor de los libros y escuchando emisoras de onda corta. Mis favoritas eran la Deutsche Welle, Radio Helsinki en la cual los domingos escuchaba misa cantada, y la Voz de Rusia cuyas locutoras hablaban el lenguaje de las hadas with their soothing slavic accent

—¿Algún mensaje para mí? ¿Hay alguien ahí?

Escuchaba la voz del silencio, estampados en la pared estaban los cuadros de mis títulos académicos el camafeo de Cisneros con cerquillo ornando su franciscana cogulla  el certificado de MA master of Arts Filosofía y Letras, el documento enmarcado certificada mi condición de licenciado complutense. 

Estaban también adheridas con cita adhesiva y chinchetas las fotos de mis hijos. Helen siempre en el cuadro de honor. Su bello rostro otorgando preferencia. 

La luz de un icono a san Serafin Taroski el más milagrero del santoral ruso velaba por ella.   Más abajo, también en marco de cristal, el Diploma de Periodista abajo una estampa de san Frutos con un epígrafe así:

“Divino san Frutos

Intercede por nos

Ante el padre bendito

Líbranos del cancer laringeo 1986”

 

La fecha en que dejé de fumar que nunca observé pues siempre vuelvo al vicio. El tabaco es la compañía y el consuelo del escritor en su Tebaida. Aquel chiscón era mi Capadocia particular. Era vivir emboscado. Un cuarto de siglo embutido en mi tronera escuchando el canto de los pájaros y las conversaciones vecinales en el jardín central las trifulcas domesticas, las onomásticas de Feliz en tu día, del cumple de los niños.

Escribiendo siempre escribiendo y para qué. 

No sé pero aquel era mi refugio y mi cárcel el lazareto donde me lamía mis heridas. Pasaban los años. Yo veía nacer y fenecer la luz de auroras y ocasos. El aparato de radio me traía del éter palabras lejanas. La onda corta me libraba de la vulgaridad de las emisiones de las radios locales con su voz impostada largos programas oceánicos de divos de la comunicación verdaderos oráculos (Gabilondo Luis del Olmo que era el colmo, el Carlos Herrera con  sus quiquiriquies de misacantano y aquel Julio Cesar Iglesias el zamorano atronando vulgaridades de lo deja vu.) Propaganda y mensajes comerciales que me causaban fastidio. Vi entonces por un casual las mariposas negras, avispas y moscones aturdiendo mis oídos.

 Entretanto, yo me preguntaba donde estará ella, la diosa de mis sueños, la amada de mis días nunca escribiría. Yo estaba condenado a permanecer en mi destierro vida de topo y no salgas de la madriguera porque a la puerta anda al acecho el raposo. El gran Cofrade permanece siempre a la mira 

EL REY JUAN CARLOS POR LO VISTO EN LA CAMA UN FIERA. EN LA GUERRA NO GANÓ NINGUNA BATALLA LAS PERDIÓ TODAS Y A ESPAÑA- ES UN PICARO DIGNO DE UNA NOVELA DEL SIGLO XVI

 Vaya lo uno por lo otro el Emérito en la cama un fiera declaraciones del comisario Villarejo de la Ronda Secreta ante un juez de paz. España es una caja de sorpresas y yo me despendolo con estas historias. Está claro toda una maniobra de la Bestia había que contraponer la casta austeridad y valentía de Francisco Franco a la lujuria y a la cobardía de su sucesor. El campo de batalla del "Rubio" como le llamaban sus conejas era la cama. El primero un obtuso dictador, el segundo un alegre demócrata vivalavirgen,  truhan y burlón. El contraste es una inteligente maniobra de los Hijos de la Viuda a los que derrotó en el campo del honor y no perdonan y le siguen y persiguen y lo queman en efigie después de muerto con injuria babosa.

Sin embargo el lecho de Procusto del Caudillo eran las trincheras loas frías noches del desierto en campaña los ardores de los soles de Brunete. Franco ganó todas las guerras y el Rubio las pierde todas. Eso sí siempre en desfiles y medallas. Y trincar monedas del erario patrio y gastárselo luego en putas; la Corina esa call girl de alto standing, doña Barbara Rey poniéndole cuernos a su pobre marido Ángel Cristo una bellísima persona y luego la mallorquina esa Marta nosequé.

La biografía del juancarlismo no la tendrían que escribir ni Ansón ni Paul Peston, el inglés ese que no dejó de menear el incensario en torno al monarca lubrico y salaz sino Delicado Baeza el de la Lozana Andaluza que narró el gran putiferio de Roma en el Vaticano.

 Decía mi abuelo que a los hombres no se les mide de cintura para abajo donde está el aparato urinario, el excretorio, los cojones, el balano, la polla, sino de cintura para arriba do es el corazón, la mente inteligente, el valor. 

Es en lo único que nos diferencia de los animales y Franco al que acusan de emasculado por un tiro en el vientre que le impidió ser padre de su hija Carmencita a la cual él cariñosamente llamaba la Morucha (contumelias y maulas de sus enemigos  de la masonería) derrochó valor en las refriegas. Le echó cojones, tuvo lo que tiene que tener un hombre y no un garañón de parada.

Declara Villarejo que había que echarle bromuro al rey para que no se le emporrara por orden del primer ministro Rajoy. ¿Será verdad?