2022-01-13

oración al ángel de la guarda que nos preserve de la peste Corona

 himno oración al ángel de la guarda


aeterne Rerum conditor

aeterne rector siderum

qui quid est potentia magna

creasti nec regis

minore providentia

adesto supplicantium

tibi reorum coetui

lucisque sub crepusculum

lucem novam da mentibus

tuusque nobis ángelus ad custodiam

hic adsit

a contagio criminum nos protegat

nobis draconis aemuli

versutias exterminet

ne rete fraudulentiae

incauta nectat pectora

mirum repellat hostium

nostris procul de finibus

pacemque procuret civium

fugetque pestilentiam

Deo patri sit gloria

Quos redemit Filius et sanctus unxit Spiritus

 

ADVERSATIVAS

 ADVERSATIVES

 

I love USA but I dislike Obama. I love Israel but I hate Zionism. They say that this assert is a contradiction,  but I don’t give a farthing to that. Kiss my ass.

I love Jews individually but I mistrust them as a bulk. They could become a dangerous lot.

I respect but not love Islam, the Coram is very poetic book with perverse teachings I love the good and humble Muslim but I hate fanatics and, off course, I hate Bin Laden and Alcaida but I don’t know what they are. That who-is-who perplexes me.

Propaganda do you mean?

I love Democracy but I hate certain democrats. On their tolerance they disguise intolerance.

I love Christ but some priests who use His teachings and the Gospel as a commodity are a pain on the neck.

About Popes let us not talk neither of the inquisition nor of the king. Del rey y de la inquisición chitón

I love the Church but a few of churchgoers are not my cup of tea.

I love Russia but I hate imperialism and communism. Russia is the pattern of a big enigma forged in the odd mould of counterpoint.

I love freedom and I hate gaols.

Freedom and freethinking has been part of me because I love life and I hate death. Love of life is one of the legacies of Judaism. Jewish always play chest and read. That is why they are so good at Maths.

The people of the Bible— the chosen ones— who abide by the rule of God’s word but the Bible the Talmud the Alcoran don’t guarantee preposterousness. We must be tolerant.

I loved also Mohammed Ali. He was the greatest

I love Germany (Deutsche Sprache perfection is) but I cant get rid of my misgivings towards Frau Merkel -they call her the German roach, too much power and the Deutsch as a mass can also become dangerous but they suffered too much in the Fall of Berlin… what a contradiction they lost the war and now they have beating their all rivals in technology, modernity, progress journalism television- and the possibility of a clash between German and Russian frightens me.

Drums of war I hear sounding in that classical enmity between the two greatest countries of the continent. ¡Bloody awful!

It is the old tactic: obscure forces used Hitler as a warhead arming Germany to the teeth against Europe, and here we go again with exaltation of Russian militarism.  We hear an old tune and watch worn out clichés.

There is a double language, amphibology of terms in that sentence. What they mean when Moscow talks about Nazism? Where are the Nazis nowdays?

In the Pentagon?

A confrontation in Europe could afford benefits to warmongers.

I love Billy Gates as much as I loved Mohammed Ali. They are good Americans. Writers owe him our gratitude but I hate people who use the Net in a bad way (extortions, pornography, vulgarity, mind control, mental shit)

Let me assert that I love life and I hate death, and life means peace for me. Yes, the wandering Jew, that I am, loves peace but I travel only through the rows and aisles of my Bibliotheca.

Books were my Jacobs staff, the golden steps of my ladder, and the spiritual walks of the staircase of my mind.

“Un libro Viejo quiero yo en mis lares y un amigo… leña seca que quemar libros viejos que leer y vino añejo a ser posible un jarro de tintorro mojando mis labios” and, off course, my good old pipe.

Puffing and reading always make me happy… ande yo caliente riase la gente. Gongora big nose bad priest and a little bit of a “puff” queer (maricón) was my poet, that Jewish priest (converso) who became a canon at Cordoba Cathedral and chanted with negligence,  even fell to sleep, during high Mass on his seat at the choir. He wrote:

—Cordoba ciudad bravia más de cien tabernas y una sola librería.

Neither pubs nor bookshops nowdays in Cordoba in Sevilla in Madrid, what pity. No milk today… my love is far away

The closing of libraries means for me a calamity.   

I love Spain but I hate the stupidity ignorance meekness of the Spaniards especially during electoral campaigns, the candidates big loud mouths shout too much.

My countrymen live in oblivion of the greatness of our country. We were a nation of giants and we became dwarfs, cynical idiots.  We are back to the wall. The rain in Spain… falls mainly in the plain. Mi país es un trabalenguas

Here they are my adversatives and my conditionals, if… but.

I am a melting pot of contradictions.

Oh Lord forgive my sins and long life to Mohammed Ali.

EN DEFENSA DE LA VIRILIDAD DE FRANCO Y DE LA VIRTUD DE CARMEN POLO CARTA A PAUL PRESTON QUE FUE MI ALUMNO EN HULL

 2 de octubre de 2001

CARTA A PAUL PRESTON.

Por Antonio Parra

Amigo Paúl, te escribo a cuenta de tu libro sobre las mujeres españolas que participaron en nuestra guerra civil: la mujer de Onésimo Redondo, la Pasionaria y otras cuantas más. Todo está muy en totum revolutum, las churras con las merinas, halcones y palomas, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, donde a ti te mandaron de becario de intercambio por el gobierno al colegio de irlandeses, ciudad de las que volviste diciendo pestes y metiendote con los cazurros de Delibes, pues entras a sangre y fuego contra Carmen Polo de Franco, una ovetense de pro, que tendría sus defectos como todo mortal, porque ya sabes aquello de “quien no perdona sus defectos no ama a los humanos” o “ni yantar sin desperdicio ni hombre sin vicio”, pero que fue mujer de gran corazón, afable y sencilla, esposa de un militar. Una verdadera señora de Oviedo. Como doña Jimena, doña Urraca la Asturiana o doña Gonterodo. Como mi mujer, como alguna de mis novias. 

Incurres en un defecto imperdonable a un historiador objetivo la saña, la vesania, el empecinado rememorar desde el desmelenamiento del vencido.

Merezcante, hombre, respeto los muertos. Además te metes con las mujeres por lo que incurrirías en algo muy corriente a la sazón en el acoso. Un acosador te llamarían aunque claro está en tu caso no tendría el sentido que se le suele dar, pero te expones en este país, donde no se permite a maltratar verbal o físicamente a las mujeres, a que algún hidalgo te rompa la cara. Por atentar contra el honor de alguien que no se encuentra entre los vivos y no se puede defender de tus especiosos y contumeliosos veredictos que descubren tu violencia y tu impotencia contra España. Una y otra vez insistes machaconamente desde tus delirantes entregas, pues no se podrá calificar de libros a tanta carnaza con refritos de medias verdades, morcillas que no vienen a cuento y otras butifarras, en el mono tema. Más de lo mismo. Parece que sangras por la herida. Joder ¿qué te pasa?



Me acuerdo de un Paul Preston al que yo di clases de pronunciación y conversación castellana en el Marist College de Hull curso 1966 con un acento cerrado de Liverpool que pugnaba por ganar una plaza en Oxford.   Era un pelitaheño de cabellos rizosos en melena leonina, muchas pecas, la pupila verde y algo de ectropión que se movía con andares de teddy boy, menos partidario de los Beatles que de los Rolling Stones y que en español, a pesar de que el director del centro me había encomiado su alto nivel, estaba pez. Si eres tú el Paul Preston de Liverpool al que yo traté de entusiasmar con la lengua y la cultura de Cervantes, tengo que decir que como estudiante pertenecías sino al pelotón de los torpes, al menos a los del montón. Para más inri, eras  gamberro a morir con alevosía y provocación. Hasta en una lección me soltaste sin venir a cuento de que Valladolid era un burdel, un inmenso cuartel y un enorme convento. Que todos los españoles eramos maricas, las chicas todas putas y que los únicos machos los había metido Franco en un campo de concentración. Traté de aparejarte a razones pero no hubo manera. La cabra tiraba al monte, fui incapaz de hacer gavilla de ti. No así de otro que se llamaba Sean, un irlandés, que consiguió el A level con proficiency lo que equivale a matricula de honor  “In Spanish”.

No te me despintas. Tú no puedes ser otro que aquel Paul Preston que hablaba con aquella voz cavernosa de los barrios del puerto de Liverpool. Era la misma dicción que la de Paul Mac Cartney, Ringo Star y John Lennon. Al igual que ellos tú tuviste que pulirte en la universidad aquel pelo de la dehesa y conseguir el inglés melifluo de la Bibisi. El mismo que viste y calza.

Tengo que decir que este sí que es mi Paúl. No me lo cambiaron.  Vuelves por donde solías. Haciendo el burro. Diciendo paridas contumaz y procaz hasta que te cansas pero sin pensamiento original pues eres uno de esos escritores que hablan por cartapacio. Piquitos de piñón y boca de ganso repitiendo aquello que oyen o recogen sus antenas. Volviendo a los lugares comunes y los manidos tópicos de la “Collares”, la “Franca”, la “cabeza de chorlito con menos inteligencia que un ratón” etc.

Sin demostrar que ni una sola vez echase la mano al cajón como hace ahora tanta gente ni incurriendo en los cohechos y peculados ahora tan habituales. Ni a ella ni a su marido les habéis podido coger en un solo renuncio de un afer secreto o un hijo entenado o extramatrimonial  los porno cronistas que no historiadores, los jornal/listos, retrateros mirones, la tribu cursi de la prensa sural, cotillas del con quién se acuesta ésa y con quién se levanta la otra, que no periodistas oportunistas de la revancha. A moro muerto gran lanzada. Desde luego, pero eso no tiene poco mérito.

 Os han dado una chifla, y todos capadores. Lo fácil es aullar con el lobo, lo difícil es enfrentarse a la muta. Y vosotros más que muta sois jauría que arrasa con más ahínco que las manadas de gochus que bajan a  estos valles desde la Cerceda y la Rondiella o el Picu la Puerca con los recios plenilunio de enero hozando como rayones detrás del morueco. No quedará títere con cabeza ni quintana ni corral que no se abrasen acusando los destrozos de vuestros colmillos envenenados.

“Yo siempre estuve reservada para Paco”, afirmaba en una de las escasas entrevistas que concedió por su cuenta  ya fallecido el Caudillo. No le gustaban los protagonismos y fue la mujer de un soldado, su sombra fiel, desde que se conocieron en un baile por San Mateo del año 17 recién incorporado Francisco Franco al Regimiento del Príncipe - venía convaleciente de una bala que casi le perfora el hígado en Tiduf- hasta el 20 de noviembre de 1975. Sin ningún altibajo. Juntos del principio al fin.

A doña Carmen Polo Martínez Valdés, digan lo que quieran las lenguas viperinas, tanto en el Pardo como la Calle Uría siempre se la conoció por el cognomen de la “señora”. 

Con esto está dicho todo: la elegancia, la casta, el linaje de una asturianía apacible y bondosa sin otras pretensiones que las del concepto del deber y la vocación de servicio a España. Era aquella eterna sonrisa con que aparece retratada el día de su boda saliendo de la iglesia de San Juan en 1923 y con la que acompaña a su marido a los actos oficiales nunca en primer plano.

La ceremonia tuvo que ser aplazada en dos ocasiones (“Carmencita bien puede esperar; España no”) la primera cuando tuvo que salir zumbando para ayudar a Millán Astray a organizar los cuadros de la Legión con mehalas marroquíes y voluntarios internacionales y la segunda cuando lo de Annual en 1921. 

Ya se sabe lo que decía Mola “la bala que te ha de matar no la sentirás venir, pero todas ellas, como las cartas tienen un matasellos, una fecha y un destinatario, hay que abrir el correo”. 

Con el laconismo que le caracterizaba aquel discreto oficial gallego, pequeño y de infantería, cuando recibe el telegrama ordenando rápida incorporación al Ejército de Tareas del Rif bajo las ordenes de Sanjurjo, que le saca de su “Oviedín”,  no disimula su sorna “Otra vez a torear”.

Y parte raudo a presentar batalla contra Abdel Krim.    

Las personas que se quieren llegan a parecerse físicamente.  El roce hace el cariño y Franco y su mujer, si no enamorados y acaramelados a la tontuna, debieron de sentir un amor profundo el uno por el otro. Se parecían en la sonrisa. Nunca lo dejó solo. Incluso durante las operaciones bélicas lo acompañaba de un frente a otro.  Hicieron la guerra en una rulot. 

Creo haber oído decir a un periodista, José María Zugazaga, que perteneció a la Casa de Su Excelencia, que Franco el humor que le gustaba no era tanto el gallego como el de la calle Uría. Llevaba a Asturias en el corazón. Quería profundamente a esta región donde fue feliz, donde estudió a conciencia. Por eso venía a pescar aguas arriba del Narcea todos los años.

En una ocasión le preguntaron cuáles habían sido los mejores soldados de su escuadra y dio la siguiente réplica: “La guerra me la ganaron los gallegos y los moros; los navarros echaron el resto, ninguna tropa más segura que la de los castellanos, pero los más valientes no te quepa la menor duda, José Mari, los asturianos. Los de Simancas y los del Cerco de Oviedo”.

Cerca de Oviedo se sentía radiante y hasta recuperaba la buena forma física. Allí nació su única hija Mari Carmen a la que llamaba “mi nenuca” y la “morucha” por ser muy morena. Hay una entrevista que concede a Life en  abril de 1937 en la finca de los Polo en San Cucufate de Llanera.



Allí se muestra al matrimonio Franco como un paradigma de armonía conyugal. Carmen y Paco sonríen sin parar y por allí anda la “Morucha” que aparece escalando un manzano de la frondosa pumarada. Y este artículo ganó la guerra para la causa nacional. El general se metió a los americanos en un puño - he ahí la fuerza de los medios de la imagen - sacando a relucir sus encantos de seductor en los primeros años. Oviedo era el sitio donde regresaba al cabo de las campañas africanas a lamerse sus heridas, el descanso del guerrero. La ciudad lo transformaba.

Parece ser que se impregnó de esa bonhomía del asturiano de buen carácter a veces irónico y teñido de orbayus y borrinas, exponente de civilidad.

 Ni muy pobre ni muy rico. Sólo quería una vida decente, un buen pasar. Aura mediócritas bajo las torres caladas de la catedral de Vetusta. Al tiempo que una espiritualidad profunda. Los golpes que  más le dolieron fueron los que le dio la Iglesia de los obispos trabucaires como Mr. Añoveros que quiso excomulgarlo y en 1948 cuando ONU decreta la expulsión de España de la comunidad internacional merced al veto de Israel.  Precisamente, a él que tanto había hecho por Israel y que tantos judíos salvara, a él que dio instrucciones al embajador Sanz Briz para que concediera pasaporte español a todos los sefardíes de Salónica. El propio Ben Gurión cruzó los Pirineos en valija diplomática dentro del portamaletas de un coche.

Esos son zonas oscuras de la biografía de Franco poco esclarecidas o silenciadas a propio intento. Como por ejemplo sus relaciones con Inglaterra que visita sólo una vez con motivo de las exequias en Londres del rey Jorge V pero al cual admiraba por su pragmatismo y buenos modales, justo lo que a ti te falta, Paul Preston.

Era un anglófilo dentro de un orden. No tanto como Julián Marías. Pero le gustaba tomar el te de las cinco con su señora y rodeado de sus hijos y de sus nietos. No le gustaba demasiado la política y leía a autores ingleses Woodhouse, Agatha Christie, Chesterton y al plomo de Azorín. Siempre dentro de unos niveles discretos de modestia confortable.

Nunca consiguió aprender inglés aunque hizo lo que pudo por reanudar aquella clase particular interrumpida en Tenerife el 14 de julio de 1936 por causa mayor. Sin embargo la figura de Franco hay que analizarla bajo la influencia británica. El movimiento se fraguó en Londres mediante los dineros del banquero Juan March y al socaire de otras trastiendas internacionales. No era él el general designado en principio sino Emilio Mola Vidal. Luego se alzó “Franquito” con el mando único. ¿Por qué? Nadie supo explicarlo.

Quedan por aclarar y por patentar los correos De Philby el gran maestro del espionaje del Circus londinense, las mañas del embajador  Lord Templewood o Sir Samuel O´Hara en Madrid y las del Marques de Santa Cruz en Londres.



Los británicos sois algo anecdóticos y periféricos al abordar un hecho tan complejo como es el de aquel estallido que fue un ensayo general para algo más gordo. A chip on your shoulder, como soléis decir. 

Con semejante petulancia que nos mira por encima del hombre y que bajo cuerda revela una carencia y uno de vuestros muchos complejos de inferioridad nos habéis estado vendiendo “guerra civil” contadas por vosotros y nos despachasteis libros como roscas alcanzando tiradas millonarias que os han situado en el poder y la gloria. A ti me consta que el “Spain bashing” labróte todo un capital a ti, tío.

Cito a Hugh Thomas, Brian Crozier, Elliot, Ian Gibson y a ti mismo, habéis encontrado una mina mientras que aquí muchos andamos lampando. Esto tiene que ver con el papanatismo de nuestras clases pudientes, con su flexibilidad de vertebras ante todo lo inglés.

Nos habéis colocado la burra y, soberbios traficantes, nos la habéis vendido bien. El “English teaching” es una industria y una picaresca en la Piel de Toro que mueve cifras de diez dígitos. Para colmo, ostentáis la exclusiva de nuestra historia reciente.

A pesar de todo algunos no podéis esconder al hooligan que lleváis dentro. Al “teddy boy” de aquellos años saltados a la fama desde sitios como Hull o Liverpool que son el culo del mundo.

Vuestra interpretación de la historia es freudiana. Todo un gran problema de bragueta. En los libros hay que echarle más testosterona que en la guerra y algunas novelas hay que escribirlas con el clítoris como hacen no pocas novelistas inglesas que remedan algunas de las pánfilas nacionales que montean por nuestros periódicos y que de una navaja en la liga han pasado a ser rosas insatisfechas.

“Please no sex. We are British” era el titulo de una comedia de los setenta.  Sin embargo aquí como se ha perdido el pudor el mundo gira en torno a los tamaños, las pesas y las medidas. Tengo entendido que la honra no la llevan los hombres y mujeres en las partes menos nobles de su fisiología sino en la mente y en la corazón. Y Carmen Polo de Franco Martínez Valdés era una asturiana de pro mujer de honor como lo era su esposo, el de Dar Akoba y Acila, el del Gurugú. No se explica cómo sobrevivió a aquel tiro mortal de necesidad que le perforó el vientre. Tampoco sé si tal percance influyó en su capacidad reproductora aunque dudo que afectase para nada a su higiene sexual.



De lo que sí estoy seguro es que los cojones, como piensas tú o la Fallaci, y nada se diga de doña Magdalena Albright, la que bombardeó Belgrado la noche de Pascua y que no sabía decir otra cosa en español, a question of balls, no los llevemos los hombres donde los animales. Cuelgan de otra parte.  Tanta obsesión fálica es subliminal síntoma de vuestra impotencia. Sois flojos. Y Franco  tuvo un par de pelotas. Eso decían los moros de la cabilas mirandolo como a un dios que tenía lo que hay que tener y “baraka”. Muchos le adoraban  como si fuera un profeta. Y también los tuvo en abundancia para hacer feliz a aquella mujer, a la asturiana. ¡Ya quisieran muchos!        

 2 de octubre de 2001

ANTONIO PARRA, periodista y escritor.




"Добрий вечір"

LOS NUEVOS CAUDILLOS O MAS BIEN SÁTRAPAS DE LA INFORMACIÓN

  CANTAMAÑANAS Y BUTANEROS. NUESTRO NUEVO PERIODISMO

Antonio Parra

Ya cantan los pájaros al albor. La primavera se adelanta. Llueve. Menos mal. Grande eres en tus obras, Señor. Rezo el salmo 62 de Laudes del Oficio Parvo a Nuestra Señora. “Ad te de luce vigilo”. Hay que estar en guardia contra tanta cabeza de chorlito. Esa plaga que nos invade. Ya están aquí los butaneros y cantamañeros.

Entre col y col una lechuga. Entre cuña y cuña comercial un mitin. Tararí... tí.. Ti. Alzamos al redoble de tambor y toque de cornetas, prietas las filas, montañas nevadas.

 Por favor no me pongan ese pasodoble tan nostálgico de la España que perdimos que mi alma se desinfla. Se enternecen mis fibras y las piernas se me vuelven flan y los dedos huéspedes. Y me entra un cierto desapoderamiento de los sentidos. España es una y cabal. No volvamos a partirla en dos. Nosotros seguimos en esa misma demanda y llevamos repitiendo esta consigna de reconciliación lo menos ocho lustros. Ni la izquierda deletérea progresista y a veces sin sentido nacional. Ni la derecha nostálgica, ególatra, testaruda y que no piensa en los demás. Mi corresponsalía en Inglaterra y Washington me llevo a la persuasión de que somos un pueblo grande y hermoso pero con frecuencia manipulable y papanatas. Esto es caer en la trampa de la guerra civil. Y desde entonces me fío poco de los de Oxford y Cambridge pues mi alma mater es Alcalá.

 Me gustaría ser paloma que sabe convivir con la bandada. Es un ave cándida y social. Más que halcón egoísta y rapaz volando a su aire. Pero aquí los halcones con harta frecuencia se convierten en pavos reales muy finchados y despampanantes desplegando su bonita cola pero que son incapaces de volar. Volemos pues. Y volar es convivir de la misma forma que gobernar es transigir. Perdonar. Se nos va la fuerza por la boca. Dos pasos delante y uno detrás.


Me desenchufo o le doy al guial -amigo de las ondas cortas y del DX, distancias desconocidas que llegan por el cañón de los sueños, esa gamelleira de la imaginación, tubos catódicos, brahones y retahílas.

Y abandono las estacionales nacionales. La radio, un poco más de música maestros y no tanta información/desinformación. Menos palabrería. Es la radio el mejor instrumento de transmisión de ideas, afectos, sugerencias (deberían sacar más los micrófonos a la calle a ver lo que el pueblo opina, vox populi, vox Dei) puede convertirse en un instrumento de incomunicación.

 ¿Serán galgos o serán podencos? De todo hay en la viña del señor pero esos gigantescos programas mañaneros cuando canta el ruiseñor y suenan las arengas y los mítines - parece ser que hay montada toda una estrategia del horror y del encono, pero a fin de cuentas esta es la democracia o la de unos pocos con derecho de pernada y de opinión- ponen al oyente en pie de guerra, no son ideas. Cesen las crispaduras.

Ese  que tiene la voz un tanto aflautada y la cara de máscara. Es un clown. Más feo que Picio y listísimo más listo que el hambre y la verdad es que no lo hace mal. Imposta la voz, maneja bien el castellano pero no es más que un mimo, un momo y ambos vocablos dan en memo.

 Su voz sale de las cavernas de la derecha antisocial. No creo que le importe demasiado Miguel Ángel Blanco y tampoco condenando a la horca a De Juana le vamos a devolver la vida ni a él ni a los guardias civiles pobrecitos que alevosamente tronzó en la flor de su edad. Ya los pagará. Si no es en esta vida en la otra.

Tiene mucho purgatorio si es que no va a las calderas de Pedro Botero -que será lo más probable- de morros y de cabeza. Y mientras le llega su hora, carne de frenólogo y de manicomio. Dios proveerá y dios lo juzgará. Además, fue excarcelado por una disposición incomprensible de los del fraque y la toga.

 Un juez en tiempos de Aznar le redujo cadena y los dos mil años de condena se quedaron reducidos a dieciocho. En agua de borrajas. Total.  Son ladridos las que se ponen en circulación: chantaje, manos blancas, presidente al paredón. Ultraje y las palabras se vuelven espadas y consignas y el personal las repite como loritos en las tertulias en los chats y en los foros. Clama la voz, la mía, en el desierto. Calma, señores. Un poco de recapacitación.

 Aquí lo que importa es el muerto. El cadáver sobre la mesa. Un muerto mil votos. Cincuenta mil. Un millón. ¡Qué triste realidad! Así que el personal marcha camino del trabajo y se apretuja en el metro o en el autobús repleto de hordas halo étnicas, que seguramente el siglo XXI va a ser el de las grandes masas, del descorrimiento de pueblos, de la perdida de ese centro de equilibrio que era Europa y el cristianismo en su mejor versión la católica, con el cabreo de haberse desayunado el sapo mañanero. A las masas se las maneja mejor con el horror pero este axioma determina no pocos retos a la libertad de expresión.

 Ruede la bola de la información-desinformación. El control de las prensas y de la palabra o la imagen que baja por el éter puede llevarnos a una nueva era de hombres robots con el cerebro bien lavado mas no así el corazón. Los trusts y los grupos de comunicación se imponen y hacen la guerra entre ellas. Recuerdo a principios de los noventas las luchas internecinas entre servios y caníbales. El grupo Z y el grupo Prisa y el de la Cope capitaneado por Antonio Herrero.

En esa lucha de golpes bajos y patadas en la espinilla valía todo. Desde la difamación hasta la más inaudita vesania. ¿Es que llevaba razón aquel vasco que dijo y ahora lleva una vida monástica en un pueblo de Guadalajara que somos una tribu? Leguineche quiero decir. Gran reportero de todas las guerras pero creo que esto le viene un poco estrecho. Como a mí que estoy de vuelta de todo. Pues muy bien somos una tribu.

Que pasen los periodistas y coman que dijo el ínclito Romanones.


 Las espadas están en alto siempre en esta maravillosa profesión donde han resucitado querellas antiguas sin la crudeza del siglo XIX desde luego(recordemos que Azorín, el impávido Azorín, fue a por Maeztu que era algo vehemente y que había puesto la novelística del autor de Monóvar del Campo cual hoja de perejil) con una navaja cabritera y al ceceante Valle Inclán el de las barba de chivo lo dejó manco otro colega Manuel Bueno con un verduguillo, la herida se le infectó, los duelos de la literatura fueron famosos en aquel tiempo y yo he visto a un colega en Londres atizarle un botellazo al corresponsal de un diario de la competencia) estas determinaciones ab irato de poco sirven pues la violencia es algo inane pero son el pan nuestro de cada día en esta profesión. Uno tiene que llevar rodela y hasta un coselete antibalas creo que eso ocurre aún en Hispanoamérica cuando va a la redacción.

Uno escribe y uno habla desde la dilección y con un afán ético o moralizador, o al menos así debiera de ser, desde la sátira y desde el perdón, pero no hay manera para no hacer -dulce razón de amor- de mi querida patria una España encabronada y acojonada

. Pero la crispación, esa palabreja que tanto se usa ahora, llega por el aire y el Evangelio me dice “no luchareis contra los hombres y la carne sino contra los malos espíritus que viajan por el aire” (palabras de la ordenación de diáconos en la Iglesia grecolatina). Y el advenimiento de los grandes midas de la comunicación todo un fenómeno sociológico. Seguimos luchando contra los molinos de viento aun corriendo el riesgo, ya lo sabemos, de acabar con los huesos quebrantados y molidos. Peleando con la dialéctica de la destrucción, oye. En esta sociedad de la imagen parece ser que el hombre carece de vida interior


. Su existencia se desarrolla hacia afuera. A mí que me dejen en paz. Furbo. Quiero Furbo. Panem et circenses. En algo hay que entretener a las masas y mantenerles distraídos. Dales pan y circo ¿Y a los periodistas? Que pasen y coman. Hay que ver que contrajodido y puñetero era ese conde. Y los medios de comunicación dejaron de ser un servicio público para convertirse en la bandería de los intereses comerciales. No me quejo. Esta es una democracia vigilada y hay que ir de compras al Corte Inglés. Es la vida moderna. O lo coges o lo dejas.

 Y la cosa empezó con Franco que trajo aquí a las grandes multinacionales. La Revlon, la Perkins, la John Deere, General Electric. Etc. uno escribió una vez en contra de la Westinghouse y la standard cuando estábamos comprando centrales nucleares a Estados Unidos y por poco me echan del “Arriba”. Un lector escribió una soflama contra mí. Me llamó buey. Ya estoy muy acostumbrado a este tipo de dicterios y tengo anchas espaldas aunque carezca de la entereza e importancia de Calvo Sotelo.

La guerra civil vino como resultado de una crispación que yo lo he estudiado bastante bien por antiguas rencillas entre militares africanistas y peninsulares. Reciclese, don Verumtamen. Pues me reciclo pero a lo mejor no lo consigo Eso lo logró un genio de la comunicación que se llama José María. Se acabó el tiempo de las plumas galanas y de los nombres rimbombantes. Y vinieron los garcía los del Olmo las Encarnas de día y las encarnas de noche, degollaron a Balbín que en su programa La Clave había conseguido un nivel de excelencia como en pocas televisiones del mundo con la excepción de la alemana y la francesa se había adquirido. Lo descabezaron alegando que su audiencia era de minorías, lo que era un infundio, y vivimos en los tiempos de las grandes masas. Furbo... Furbo y salsa rosa, se ha dicho.

Butaneros y cantamañanas y la información se ha tornado alienante y alienígena - tratando de emular a los anglosajones- aunque ha vuelto la tradición panfletaria del libelo estilo siglo XIX. Por esta vía se puede aniquilar perfectamente el alma de las naciones y crear un nuevo tipo de sociedad con otros atavismos y tics. El lavado de cerebro suma y sigue y la verdad es que la Iglesia que está en la mira de esta labor de zapa no lo ha querido ver o, si no lo ha querido ver, y por aquello de si no les puedes vencer únete a ellos, se ha subido al carro de los vencedores. Los grandes fenómenos en antena de la emisora de los curas se declaran agnósticos y luteranos. Yo pienso que si mala fue la era de Felipe González para los que nos hemos ganado la vida escribiendo la de Aznar fue nefasta. Una concatenación de torpezas y errores pero la verdad es que no tuvo él la culpa como tampoco la tiene ahora Zapatero que han de acatar las disposiciones de un teléfono rojo oculto en alguna parte y quien manda, manda. De esta forma mantener una independencia de criterio resulta no sólo oneroso y peligroso sino algo casi imposible. Lo dijo Ramiro y murió por esa idea: el gran problema de los españoles que se despellejan entre sí es una izquierda antinacional y una derecha antinacional. Hay a muchos que nos sigue gustando este proyecto de futuro basado en la síntesis y vivir, sentir y escribir con una idea de Estado en la cabeza por encima de las facciones y encontronazos de partido.

 Volvemos al sectarismo y a las divisiones de derecha y acaso al caciquismo que hizo fracasar a los dos regímenes constitucionales que tuvo España. Ahora estamos en la tercera y a la tercera va la vencida. A ver si puede ser. Joaquín Costa expuso el proyecto de Ledesma en otros pero casi en los mismos términos: el problema es de la despensa y la escuela. Ahora gracias a Dios no hay hambre, las barrigas parecen ahítas, pero puede volver a haberla. Sin embargo la gran ignorancia nacional sigue vigente. Es una escopeta cargada que nos lleva al guerracivilismo. Convendría pues una mejor educación de las masas irredentas. Nada tengo con el admirable luarqués José María García al que ya empezamos a llamar en la escuela de Periodismo de la Iglesia el Butanito - me alegro de que se haya recuperado de su enfermedad y que siga fumandose sus buenos vegueros- pues venía a clase, las pocas veces que iba, con una casaca del mismo color y en una Vespa.


 Siempre con prisas. Mirada de águila. Un tapón de tío pero listo como el hambre y con una voz de Esténtor, maravilla en un cuerpo tan pequeño, que impostaba y que dio lugar a un estilo inconfundible y una voz propia ante los micrófonos. Es la gran cuestión en literatura y en periodismo: encontrar tu propia voz. El estilo es el hombre. Con poco bagaje cultural sin embargo supo sintonizar con las apetencias de la gente. Y los españoles de la primera transición encontraban en el deporte no practicado sino de la grada una válvula de escape a su adrenalina.

 Por eso en los ochenta se dormían escuchando las diatribas del pequeño y rubiales Butanito contra Porta, Soporta y don Jesús Gil que más de una vez le envió los padrinos. En fin, Furbo... Furbo el nuevo Dios de los españoles. Reyertas. Es la cólera del español sentado. Yo quiero creer que el personal no desea que se le informe sino que se le arponee. Los españoles dicen somos masoquistas. Le tenía al pobre Porta aquel presidente de la Federación de Futbol un soplón a la puerta de su vivienda y todos los españoles sabíamos cada noche a qué hora en qué minuto y cuánto duraba el paseo cuando don Pablo sacaba a su perro a mear. El mejor estilo de Pueblo lo acreditó este García. Creo escuela y ha tenido no pocos imitadores.

 Que se han hinchado a ganar perras en una profesión que proporciona algunas satisfacciones y bastantes sinsabores poco dinero y bastante caspa. Que es más que nunca el Cuarto Poder. El parlamento de papel. Aunque no es buen síntoma para una democracia el que la política se haga en las redacciones y que algunos prebostes y mandamás del sector tengan más peso específico que muchos ministros. Malo. Pero la información es poder y hoy es el Poder con mayúsculas. En su modestia uno que no es de derechas ni de izquierdas no entiende estas querellas de patio de vecindad porque a Butanito le hayan degollado una entrevista con el Loco de la Colina.

 Tenemos dos manos y dos ojos ¿no? Convendría seguir entonces sin bandazos a babor y estribor la trayectoria de la recta. Proa. Proa. Era un diario vespertino de León por cierto y un cachondo se lió a voces una tarde de allá por los años cuarenta cuando los periódicos se voceaban como si León fuera Londres y anunciaba:

- “Proa” Ha salido “Proa”: El Papa se casa con la Hilda y se marchan los dos al Caribe en viaje de novios.

Horror ¡qué titular en pleno Nacional catolicismo! El vendedor debía de estar borracho o debía de ser Genarín. Cerraron aquel periódico que era de la cadena del Movimiento tres meses y a su director por poco lo amarran a la sombra en San Marcos. Como a Quevedo por un soneto. Un titular mal trabado podía valerte no una misa sino que te lo dijeran de misas en aquellos tiempos Y de la misma casa salió don Luis del Olmo que creo que era locutor de la REM (Radio Cadena del Movimiento) en la emisora de Astorga. ¡Qué voz, señores, qué voz! Y ¡cómo la imposta! Creó escuela. Y enamoraba a las señoras cuando salía en antena aquel mozo de los ojos tristes y la voz seductora. Un maragato de Astorga. Moris captus -es lo que significa maragato- cautivado por los moros esto es tornadizo y don Luis con su varonil voz cautivaba a las parientas. Y todas las señoras se iban a comprar al Corte inglés con gran alarma de los maridos que protestaban:

- Esto es el colmo don Luis del Olmo.


Me lo encontré una vez que fui al Arrabal de Arévalo a vender libros cuando por culpa de una bollera me suspendieron de empleo. Estaba comiendo en La Pinilla del Olmo. Le acompañaba un guardaespaldas. ¡ Y qué tenga yo que estar aquí vendiendo libros como un cabrón y venga a comer el plato del día y este señor a la carta! Ante el mejor cochinillo! Soy tan buen periodista como él. La verdad es que don Luis y su zaguanete comieron poco y yo me hinché a sopas y garbanzos. Desde hace muchos años, inconsciente de mí, he renunciado a guardar la línea.

- Mira, Verumtamen, - me dije a mí mismo - Tú vives mejor que él. Te acabas de zampar un cocido a lo pobre que no se la salta un gitano y te has echado al coleto dos medias botellas de tintorro de la tierra que te hace ver la vida de otra manera. Arriba los corazones. Súrsum corda. Eres mucho más feliz. No llevas guardaespaldas pero eres más feliz. No cambiaste de chaqueta y duermes con la conciencia más tranquila.

Ahí está la maula. Que no cambiamos de chaqueta. Seguimos aferrados a ciertos ideales de la España eterna y nos trataron de locos y de borrachos. Se nos cerraron todas las puertas. Hicimos mutis por el foro pero seguimos al pie del cañón. Tenía que ser así en cumplimiento de las palabras del Caudillo que lo dejó todo atado y bien atado - y sigo pensando que su palabra es verdadera- y si su heredad se desata, creo que el ZP lo que intenta es salvar los muebles, habrá gresca. Por aquel mandato nuestro sacrificio. Nos ofrendamos nuestras vidas y nuestra carrera en holocausto. Eramos los albaceas de aquel legado histórico. Que haya paz y progreso entre los españoles y tuvimos que hacernos el loco y mirar para otra parte y aguantar estas tabarras de butaneros y cantamañeros y la melancolía de esas emisiones oceánicas de costa a costa la voz sexy de la radio una cosa parecida en tío a lo que es la Cristina Schlichting en mujer. ¡Dios qué voz más sensual! Y lo mejorcito de por aquí. La escuchas y piensas en el amor, qué voz de mujer, Además hija del Cuerpo. ¡Si no fuera tan carca!

Uno se pregunta cómo puede ser esto. Sólo ocurre en la radio de las repúblicas bananeras pero la verdad es que el talante de este pueblo es inclinado al caudillismo también en lo informativo. Eso arrevuelto con un poco de masoquismo porque al español de abajo le suele ir la marcha y nos da la fórmula. Los que postulamos un periodismo serio, una literatura como Dios manda y un saber estar y saber ser en demócrata tuvimos que callarnos. Hacer un mutis por el foro o ponernos a leer los Intereses Creados de don Jacinto. Que en estas guerras mediáticas que nos desinforman con su noticierismo y su culto a la personalidad fantasmagórica laten miras utilitarias. Detrás de estos grupos se ocultan muchas perras. ¡Ah, amigo! La ambición humana carece de límites. Sosieguense, señores.

-Así que no es usted de derechas don Verumtamen.


-Ni de izquierdas. Lo mío es el Centro. El comedio no el del pobre Adolfo Suárez al que tan mal hemos pagado por sus incalculables servicios prestados. Tampoco. Pero busco el equilibrio. Cuando todos hemos perdido el centro y un poco los papeles. Virtus in medio est. Buena consigna para un país de desequilibrados. ¡Señores de la radio no nos azupen los perros!

Cela, el café Gijón y yo (Booktrailer) - Editorial Círculo Rojo

VENTE AÑOS SIN CELA FOTOS DE MI LIBRO CELA EL CAFÉ GIJÓN Y YO EL DIA 17DE ENERO SE CUMPLEN VEINTE AÑOS DEL FALLECIMIENTO DEL GRAN ESCRITOR EN 2002



















 

merida augusta