2016-06-30


RAMON J. SENDER. LA FUERZA DEL SINO

 

"Una vida humana por cinco duros me sentí avergonzado, iba cuesta abajo", declara Ramón Sender en su Crónica del Alba cuando lleva a su novia Isabelita a la comadrona de un pueblo de Aragón para abortar. Tremenda historia como tremendo es este escritor que creo que escribió la mejor novela la más desgarrada de los perdedores. Tremendo escritor, la garra filosófica del jesuita Gracián pero también el lirismo y la piedad del Romancero por España. Adelantándose a tu tiempo, se cuadra delante de problemas hodiernos: las huelgas, el socialismo, los curas pederastas, Freud y las telarañas mentales de un padre maltratador que le dejaron secuelas. Anticomunista y antisoviético (los rusos se portaron despóticamente en la guerra de España) y advierte que la cuestión catalana con su cerrilismo fue uno de los desencadenantes de nuestra guerra civil. Tanta sangre derramada. ¿A quien habrá que pedir cuentas? ¿Quien tuvo la culpa? Dice que la guerra la tenían perdida los republicanos desde el principio. Denuncia a los asesinos de uno y otro bando pero sobre todo los del sector del frente de Torrelodones. Los capítulos que dedica a la defensa de un pobre secretario de ayuntamiento al que van a fusilar largo y tendida es un dechado de literatura forense. Verdaderamente es una pena que autores como este aragonés que no era alto y rubio más bien cetrino se encuentren descatalogados y las nuevas generaciones no tengan acceso a sus libros porque entenderían mejor lo que pasó en aquel naufragio de nuestra convivencia. Tanto en un lado como otro había gente buena que luchaban por la defensa de sus principios y sentían el dolor de España desgarrada. Y malos y fementidos a uno y otro lado de la valla. Lo conocí en el año 77. Supuraba por la herida. Invitado por Cela a su casa de Mallorca —Camilo era hospitalario y generoso—don Ramón se metió entre pecho y espalda una botella de güisqui antes de la cena y preparó un cristo. despotricaba contra todo bicho viviente, vertía la amargura de su hiel del exilio y de expatriado en California donde daba clases de español. Había sido purgado durante la era Mac Carthy cuando la caza de brujas. Nunca pudo recabar la nacionalidad estadounidense. Sobre toda su obra flota la presencia del amor angélico por Valentina compañera de juegos de infancia, que seria fusilada por los nacionales en Zamora. Después de Valentina vino el amor lunfardo y satánico. Muchas mujeres pasaron por su vida y en el frente de Aragón explica cómo forzó a una enfermera falangista que quería pasar a Francia. "Le aprietas el brazo en el cuello y al sentirse ahogada la moza se abre de piernas". Perteneció a la FAI esa Federación anarquista Ibérica en cuyas filas estaba encuadrado el escritor inglés autor de la novela de la utopía moderna "1984" y al que conoció y tacha de algo petulante. A otros personajes a los que se refiere es a Lerroux el rey del Paralelo, a Campanys que compartió con Sender como capitán de infantería rancho y trinchera en la guerra de Marruecos. Entiende a Santiago Carrillo (lo pinta con nombre disfrazado) pero dice que es un asesino.

Sender es la gloria del idioma. Describe con ternura la vida en el campo. Creo que en el relato de los años de infancia alcanza una altura de ave fénix, ofreciéndonos páginas inolvidables Nos habla de las allegaderas turolenses que vareaban aceitunas por diciembre, de las alfardas que pagaban moros y judíos como tributo de guerra, que en Castilla se llama la fonsadera, al monarca, de los fencejos con que se maneaba a los mulos, del henil o cobertizo. Del calivo o brasero con que se calentaban los agricultores en la obrada. Del oloroso rescoldo del cospillo (orujo de aceite) o brasas de la hoguera. De jetas de agua. Del pasapán o pescuezo, también gañote. Da detalles de las propiedades afrodisíacas de la nuez, la aceituna y el vino. Nos dice, glosando a su paisano Gracián, cómo son los españoles; francamente ingobernables: "La autoridad por estos pagos se ejerce mejor a distancia. Cuando estamos cerca, tratamos de demostrar al vecino que somos más fuertes, más sagaces y que tenemos más autoridad propia o por delegación. Las relaciones entre nosotros son perfectas a distancia, es decir por correo: circulares, besamanos, cartas encabezadas de largas expresiones de padre y muy señor mío. Personalmente, es otra cosa; la mirada diagonal, el rictus, el sarcasmo, la zancadilla o el silencio preñado de recelos y hoscos sobrentendidos"