Lionel y su Argentina hicieron campeones mundiales a toda América, a Latinoamérica, que ha cargado con los diez títulos del orbe de los 22 disputados, porque Uruguay ganó dos, Brasil cinco y Argentina llegó, en este domingo de goles, a su tercera estrella.
Ha sido una de las finales más emocionantes, mejor jugadas, y más sufridas, porque Francia defendió su corona con todo el abolengo de sus jugadores, con sus piernas y corazones latiendo al pulso de Kylian Mbappé. Así lo hicieron, también, las plantillas de Croacia y Marruecos para entregarle al planeta fútbol el mejor partido por el tercer lugar de una cita de este tipo, que terminó en un triunfo justo para otro icónico monumento de este deporte: Luka Modrich.
Cuba vivió intensamente a Catar-2022, como lo hecho desde la versión de España-1982, con todos los partidos gratis en vivo y retransmisiones en la tarde-noche. Disfrutó y sintió cada gol, y se puso la camiseta de Maradona, la de Argentina, la de su amiga Cristina Fernández. Se la puso igual el Primer Secretario del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien con emoción expresó en Twitter: «Felicidades Argentina. Gracias por esta alegría del tamaño del mundo, que nos hace sentir a Nuestra América en el centro del pecho. Cuba celebra tu victoria como propia».
Minutos antes de empezar el duelo, como sucedió en cada hogar, frente al televisor había dicho: «Mucha suerte para Argentina».
Dijo Eduardo Galeano que el fútbol es el espejo del mundo, y ayer la albiceleste nos hizo mirarnos en él, para que los del Sur se sentaran en el trono.
