2016-04-07

hay que perdomar

jerusasem, Jerusalem, revertere ad Dominum Deum tuum. Conviertete pueblo de Israel, deja las armas y permite que tus lanzas se conviertan en rejas de arado. El mundo será otro, Jerusalem, te amo, oh pueblo mio. Misericordia y perdon

VIEJOS TIEMPOS COMILLENSES


Retógenes, Electo y Verularium mis amigos de viejos tiempos

 
 
 
 


Han venido a verme mis amigos Retógenes, Electo, Verluario y hemos recordado viejos tiempos del Stella Maris aquel campo de futbol el compás de las olas o los estallidos de la galerna en los rompientes las paredes enjalbegadas del Máximo los tamarindos y las buganvillas viejas primaveras en los predios de la Catuja el subir y bajar de la Cardosa con nuestros baúles. ¿Somos los mismos de entonces? Lo dudo pero hicimos nuestros deberes deambulando por los patios entre matas de rosales y ahí están para siempre los arcos y los epígrafes los mosaicos y las fotos de los Padres. Del padre Nieto decían que era un santo y que hacía milagros. Las palabras de Retogenes me suenan como mensajes de otra galaxia guiando nuestros ojos entusiastas hacia el valle. Allá abajo estaban las bacantes de romería y la musa Cloto la gran jefa de las parcas hilaba su pleita el huso en la mano y la cara de bruja. Aquel año llamó tres veces a la puerta del noviciado. Murieron tres seminaristas dos enfermos del pecho y uno que se ahogó en la ría de Oyambre. Retogenes, Electo y Verulario que era el mejor de la clase en matemáticas pese a su nombre de senador romano, gracias por esta visita después de sesenta años. Nuestras almas jóvenes nuestros cuerpos viejos y cantaremos la canción del legionario. Muchas metralla entre los ijares y avanzando hay que tomar aquella cota. No hay que rendirse ante el hostigamiento de los malvados. Compañía de Jesus ven a reinar, pero claro tenemos un garbanzo negra. Judas ha subido las gradas del pontificado y hunde sobre sus sienes la tiara de la apostasía, hijo de perdición. Electo, Verulario y Retogenes:

▬Vista a la derecha

▬Adsum

▬Amen, dico vobis