ALFONSO MARTINEZ MENA AUTOR CARTAGENERO
Allá vamos, novela en ciernes. El Necrólogo
Alfonso Martinez Mena le cuadraba este título con su cara de funeral, era algo
fúnebre, siempre estaba de luto, vestía de negro de los pies a la cabeza unas veces
era la madre otras la tía otras un primo el caso fue que se pasaba la vida
luciendo el brazalete negro yo le recuerdo en la redacción de SP íbamos a la
redacción del diario sito en Santiago Cordero donde acababa Madrid por aquel
entonces y comprábamos soplillos o manzanas que comíamos por el camino hambre
teníamos. Tenía Alfonso un aspecto de hombre cansado y estaba cansado de la
literatura pero su longanimidad era absoluta. Tambien tenía un fuerte acento
murciano. Era cartagenero y su abuelo era almirante de la armada. Describe bien
en sus libros la importancia que tenía la plaza estrategia bastión contra el
moro cuando los almogávares y los barcos de Bonifaz que bojaban toda la costa
de Sicilia y después en la colonización americana. Nuestros buques que fueron a
defender las Antillas zarpaban de Cartagena. En Cartagena vi una impresionante
estatua de Cervantes que arribó al regresar del cautiverio y un monumento al
marinerito con traje de dril que desembarca cargando al hombro el saco petate.
Ruin con ruin que así casan en Dueñas pero al español corriente no le parecen
interesar estas glorias de su pasado y esta supina ignorancia supina de la
historia debió de determinar aquel cansancio aquel aburrido mirar luctuoso de
Alfonso Martínez Mena escritor de raza que vivió y murió con la pluma en la
mano. Sencillamente no hacen caso. Cada mañana cuando nos encontrábamos casi
daban ganas de en vez de darle los buenos decirle:
▬ Alfonso, te acompaño en el
sentimiento.
Alto bien parecido aunque delicado del
hígado y de aspecto amarillento en ABC dirigió el departamento de obituarios
que es una sección que ha ido en aumento dentro del peso específico de un
diario. Permaneció durante su carrera literaria amarrado al duro banco del
fichero. Poseía miles de ellas guardadas en elegantes archivos cardex. Su novela El Necrológico conecta con los libros funerarios tan populares entre
los decimonónicos.
Pobre escritor. Me decía que escribir le daba
hambre como a mí pero él se mantenía de bollos y de manzanas, una colación al
día pero a la noche trabajaba de madrugada, acudía a la cocina a tomarse un vaso
de leche según me cont. En sus ojos cansados se advertía la lucha contra el
estreñimiento que es otra secuela de la vida sedentaria de un escritor. Esta
pelea contra la bulimia la desazón de la literatura se oscila entre el
entusiasmo y el abatimiento lo plasma en sus novelas.
Fue un autor modesto que publicaba en
editoriales de escasa difusión y presupuesto pero hacienda alarde de una
vocación firme e interrumpida hacia las letras,
secreto afán heroico empeño. En aquellos años 60 no obstante aun era
posible dar a la imprenta las creaciones, hoy los literatos acceden a Internet
y ofertar sus producciones gratis et
amore a Willy Gates o a Harry Zuckerberger, ambos de la raza elegida esto
es judíos norteamericanos que viven a costa del trabajo de los literatos de
medio mundo. La mayor paradoja de todos los tiempos.
El coronel por lo visto ya no tiene quien le
escriba ruin con ruin que así casan en Dueñas y en esas estamos entre Herodes y
Pilatos, moviéndonos a compás del péndulo oscilante de los bits y los bytes, del coro al caño y del caño al
coro.
Pero dejándonos la piel en el empeño y dando
lo mejor de nosotros mismos, entre Guillermito Puertas y la Montaña de Azúcar,
el joven californiano mago de Facebook que se acaba de casar con una china o
una negra.
El diario SP cerró en 1967 y yo le perdí de
vista al hombre de luto con cara de funeral. Desde aquí lo acompaño en el
sentimiento. Murió a principios de este siglo. Descanse en paz. Me gustan sus
libros ofrecen la fácil sencillez de lo fácil
tan difícil. Es el estilo que más cuesta. Evita lo altisonante; qua de
causa, sus técnicas no son modernas y huyen de lo complicado. Perteneció a la generación de Medardo Fraile
y los habituales cuentistas de posguerra.