Estoy consternado y un poco a regañadientes con el Señor porque ha desoído mis fervientes plegarias para su curación. Él lo sabrá en sus inescrutables designios. Acatemos su voluntad. Esta tarde a las tres le daremos cristiana sepultura en el cementerio de San Salvador de Oviedo.
Carlines era un gran chaval. Lo vi crecer de guaje, Aun cuando paso por la panera ahí está desmarrida la arandela del aro con que los niños hacían canasta en el baloncesto. Se me va una parte de la infancia de mis hijos. Toda una vida. Carlitos era un artista, pintaba como los ángeles.
Recuerdo que asistí el 92 a su jura de bandera y le llevé a la estación del Alsa cuando fue licenciado. Ya se lo dije tú debieras haber sido un buen suboficial de infantería pero emprendió ruta por otras actividades y marchó a Méjico donde conoció a Carmen el amor de su vida.
Recuerdo su regreso a España huyendo de la quema.
Su equipaje ocupaba medio avión. Varias maletas y chismes y hasta un perrito de aguas. Me dio in poco de pavor y me dije adónde va este hijo, porque Carlos era un idealista. Desconocía las maldades de la condición humana y ya no hay Eldorados ni Jaujas posibles. Una estancia en Marbella, no encontró trabajo. Regreso por fin a Oviedo.
A mí me recordaba aquellos españoles intrépidos que descubrían continentes y regresaban cargados de oro o los indianos que hicieron fortuna, El no la hizo, Era un artista con el corazón muy grande y la cabeza pequeña sin olfato para la maldad. No valía para los negocios. Dios le tendrá en su regazo, Ayer después de una dolorosísima y rápida enfermedad ósea se le abrirían las puertas del cielo como recompensa a sus labores y fatigas en esta tierra y en esta Asturias que face a sus hijos y los desface, Descanses en paz, sobrino.