
2025-03-05
los inventores del thriller
SHERLOCK HOLMES
Las novelas policíacas son la cosa más aburrida que he
visto pero alguna leí en la mili de Ágata Cristi. Los ingleses ganaron mucho
dinero con este género y royalties que exportaron al mundo. Ellos son los inventores
dej thriller en sus variantes detectivesca, suspense, novela
de buenos y malos, novela negra,
Agotado el género,
se decidieron por las novelas de espías que también son un rollo. Un rollo
inteligente o como ellos dicen clever
porque en ellas no ha de haber ningún milagro y los hechos se decantan por
deducción.
Pocos se meterán entre pecho y espaldas los seis
centenares de páginas del Sastre de
Panamá. Sherlock Holmes me cae simpático porque era un marginal y es un
tipo que va a su bola con esa independencia del escocés frente al inglés. Así
debió de ser Conan Doyle. Cuando vivía en la capital inglesa algún cachondo me
hizo llevarle al 133 de Baker Street, mi amigo creía que la cosa del detective
no era ficción, que el policía vivía allí.
Como novelista Doyle es de la misma estirpe de
Walter Scout en cuyo arte aprendió. La novela negra como la histórica ha de
tener profundidad de imaginación, un cierto espíritu burgués, pasión por el
artificio.
Así cuando conviene hace disparar a sus personajes cohetes
voladores para dinamitar una coartada. La novela es el arte de seducir y de
deslumbrar. Por lo que un buen escritor ha de tener no madera de héroe sino de
impostor. Otro aspecto nada desdeñable para mí es la calidad de cocainómano y
fumador empedernido.
Escribir es una adición. No me chuto sino con
infinidad de lecturas pero fumo porque la realidad esconde demasiadas
interrogantes y todo se disuelve en humo. Las volutas que se alzan al éter
desde la cazuela de mi pipa, son un exorcismo contra lo sórdido e inevitable de
un destino implacable.
Además el tabaco crea atmósfera.
Quien no conoce a los hombres no conoce a los
vicios pero tiene el fumeque un peligro: la abulia y fue el aburrimiento lo que
puso a Sir Conan Doyle en el disparadero de matar a su personaje dejando que se
despeñara por el desfiladero de Reichenbach. Luego tuvo que resucitarlo a
cambio de cien libras que le adelantó la editorial.
Nunca le satisfizo al autor su personaje que tanto dinero
le dio a ganar. A Doyle lo que verdaderamente le entusiasmaba era el
espiritismo y no la novela de intriga en la que vierte este escritor escocés
toda la racionalidad y sentido común británica por la vía
deductiva. Lo que se denomina cleverness. Un inglés
siempre dirá de una película o de un drama en que la acción sale por donde
nadie lo esperaba que es Cléver.
Sherlock Holmes was
a clever thinking machine que no trabaja ya meramente como detective
privado sino como guardián de una civilización.
LOS SIETE DOMINGOS SAN JOSÉ
Es el santo del silencio, dicen que
nunca desoye las súplicas de los necesitados. Tú, Tirso Artedo, mucho hablas
sin estar seguro de nada, dices lo que sabes sin saber lo que dices.
Cantábamos el "iste confessor" los siete domingos del
patriarca venerable, días fríos del invierno. Enero cuando
nos íbamos a lavar encontramos helada la palangana, ay dios, y
yo estaba todo meado en la cama. La enuresis no me abandonaba hasta que pequé
el primer estirón. El recuerdo de aquellos sinsabores helados me viene envuelto
entre los cánticos y el incienso al glorioso San José en las mañanas josefinas
de febrero.
Algunos se arremangaban la sotana y usaban la beca roja de los
filósofos a manera de bufanda, buen tababocas... el bonete de cuatro picos el
viento se lo llevaba y en las aguas del Eresma se escuchaba la canción
profética de tú no serás cura, no sé que coños pintas en este seminario sujeto
al bulling y a la befa de tus camaradas que te proclaman "meona".
Pecho descubierto a los cierzos,
hermano, cara siempre al viento. Eran solemnes los aires de posguerra.
Sentíamos en el pecho la ilusión de crecer pasando las hojas del Raimundo de
Miguel, aquel gran diccionario. Vivimos entregados a la liturgia de los latines
y a las cláusulas del reglamento. Sentíamos la llamada del deseo y nos
masturbábamos en el silencio de la noche y la soledad de nuestra camarilla.
Aquello se nos empinaba. Padre, mire
cómo estoy, qué hago yo con esto?... Duchas de agua fría, hijo, y encomendarse
a san Luis Gonzaga... ya lo hago padre bendito pero como si nada.
Cuando íbamos en la
terna avanzando con el balón de reglamento recién inflado,
Dios qué bien botaba sobre la tierra pedregosa del campo de Baterías, mirábamos
para otro lado cuando pasaban las concepcionistas. Eran chicas, mujeres, y
el padre Muñana nos repetía no miréis, hijos, para ellas: Mulier aquilonis percussio et aula diaboli” (son el golletazo del alacrán
y el aula del diablo) aquel jesuita quería caparnos.
Circulando por las callejas
medievales tres en fondo cuando pasaba un cura saludábamos quitándonos el
bonete. En el ventanal gótico el espectro de una mujer asesinada cantaba el dies
irae.
Porque se nos dijo que en casa
abandonada moraban espectros palacio del marqués de Buitrago.
Acto seguido regresábamos a la gran iglesia jesuítica a cantar
vísperas. Eran los siete domingos de san José. Al volver al estudio por los
largos corredores en silencio
Parecía que a su vera el futuro nos
saludaba con un salutem plurimam.
A la sombra de la aguja de la Aceitera, la
torre de la iglesia, la torre Carchena con vistas a la huerta del Judío,
sentíamos una cierta protección pero no estábamos a salvo de la vorágine que
por doquier estallaba.
Para merendar en el refectorio
lonchas de queso americano.
Valdesimonte leía el martirologio y cuando terminaba la relación de los santos
del día daba carpetazo... y en otras
partes otros muchos santos mártires confesores viudas y santas vírgenes. De
tanto oírla nos aprendimos la coletilla.
Yo tenía una estampa en mi camarilla
de san Pichaque. Siete domingos de san José... oficios largos y un cierto
cansancio curial de sonrisas heladas. De aquellos domingos invernales conservo
el picor de los sabañones. Y la voz de Valdesimonte dando lectura a los santos
del día que nos adoctrinaban de una hagiografía maravillosa alternadas con
novelas de Julio Verne y Emilio Salgari.
Vivir en Capadocia. Cabalgar con el
llanero solitario por los campos abiertos de Kentucky, invocar a santa Bárbara
Bendita cantando el himno final de los siete domingos josefinos, una larga
novena novelada aunque no superábamos a quien cantábamos o veneráramos.
Apóstol de la iglesia
Préstanos tu favor
A la lucha catando marchemos
Expansivo el corazón
Entonces vi sonreír a san Francisco
de Borja desde la hornacina del cuadro donde aparecía destapando en Granada el
féretro de la emperatriz Isabel.
Desde entonces el duque de Gandía
optó por no servir a un señor que pudiera corromperse como
el cadáver de aquella reina conceptuada como la más bella dama de
Europa.
El eco de nuestras voces se perdía en la gran bóveda de la iglesia del
seminario. Una paloma se asomaba por el ventanal y volaba del caño al coro por
las bóvedas de luneto.
Dentro de mil años aquellas voces juveniles serían recogidas por la gran antena
parabólica de
Y volveríamos a venerar al patriarca
silencioso, el casto José con su florida vara... San José el silencioso del que
apenas sabemos nada, porque en todos los evangelios no dice ni una palabra.
¿Quien era el casto José?
Es mencionado sólo un par de
veces en
Con el se identifican los artesanos
carpinteros, los maridos sufridores y los padres putativos que se preguntan
sobre si serán o no serán por nosotros engendrados los hijos nuestros... Yo
sólo sé que pagué el bautizo.
Nos garantiza siempre una buena agonía. Que no nos ahogue entre sus
criminales arillas de los celos y sospechas la serpiente maligna.
Él oyó el silbo de la culebra que le advertía que diese a María libelo de
repudio pero al escuchar la voz del ángel se quedó en lo putativo.
Las dudas del varón siempre las carga
el diablo. Fue un santo oscuro. Su culto cunde gracias a los jesuitas en el
siglo XVI.
Aquellos fríos domingos del invierno segoviano oramos al santo del silencio.
Al que le crecía una vara de nardo en
las estatuas. En los apócrifos se nos cuenta que san José no era carpintero
sino albañil y se ganó la vida en Egipto poniendo ladrillos.
Los maronitas le pintan no con un
serrucho sino con una paleta y una hilada.
El evangelio de la infancia cuenta que tuvo en el Cairo un maestro que se
llamaba Gamaliel quien le enseño el Aleph pero el abecedario hebreo ya se lo
sabía nuestro Señor que como hijo de Dios gozaba del don de la ciencia infusa y
este Gamaliel era algo zoquete y un poco bruto, partiendo del axioma de que la
letra con sangre entra.
Un día le dio de palos al divino
Maestro. Se abrieron los cielos y el dómine cayó muerto. En la sinagoga
por lo visto acusaron a José de ser padre de un muchacho que tenía tratos
con el diablo. Muy afligido el santo varón pidió al Niño que
devolviera a la vida al iracundo maestro. Jesús obedeció. Impuso las manos
sobre el difunto y éste resucitó. Bonita historia apócrifa. Por eso mismo, yo
creo... quia absurdum
CORRESPONSAL EN BUDAPEST
EUGENIO SUÁREZ HISTORIAS DEL HOLOCAUSTO
La cocinera del periodista español corresponsal en Budapest pesaba 120
kilos. Cuando bombardeaban los B562 americanos se moría de miedo a veces se
desmayaba y había que izar su suculenta humanidad hasta el refugio. Daba
gracias por tal ayuda al corresponsal preparando para ellos sabrosos gulazas.
El humor y la solidaridad no dejaron de latir en medio del miedo a pesar del fuego
graneado sobre la ciudad del Danubio, la capital más bella de Europa, bastión
contra el turco, epicentro de la cultura europea. El corresponsal asturiano, testigo de cargo
que fue de aquellos bélicos eventos, da otra visión diferente a la versión
oficial acerca de las matanzas de judíos y deportaciones a los KZ Léger.
Dicen que la historia la escriben los vencedores aunque se propalen
mentiras y se narren hechos llenos de sangre y de fango. Rebus sic stantibus,[1]
la ciencia periodística es sustituida por la propaganda. Se batió la puerta de
la garrulería de los tertulianos y opinadotes a piñón fijo por Merdiaset y las
grandes cadenas de comunicación de urdimbre sionista
En una guerra en la que murieron
cerca de cincuenta millones de personas sólo una minima parte fueron hebreos y
perecieron de inanición y de hambre. Las cámaras de gas eran únicamente duchas
de desinfección o simples morgues para sepultar a los muertos de hambre. Otro
hecho que desdeñan los panegiristas del Shoah estriba en que los alemanes iban
perdiendo la guerra, una guerra que era hechura de muñidores judíos. Los gast arbeiter
como se denominaba a los recluidos en los campos de trabajo perecían de hambre.
Al Reich se le acabaron las materias primas. No había alimentos y para colmo
ciudades alemanes como Dresde o Hamburgo sucumbían bajo el fósforo de los
bombardeos masivos aliados. Una
destrucción sañuda que en Europa nunca tuvo precedentes.
Por el Este los T34 soviéticos
arrasaban poblaciones enteras. En los cielos teñidos de sangre se había escrito
la palabra “Rache” (sed de venganza). Los rusos se comportaban con la población
civil germana de forma feroz pero en crueldad los británicos, americanos y franceses
que habían desplazado un contingente de pelotones de castigo senegaleses y
argelinos para que violasen a mujeres alemanas tampoco se quedaban atrás era
una situación caótica del “sálvese quien pueda”.
El domicilio de Suárez ― así consta
en las crónicas enviadas al diaria Arriba de Madrid ― y el del embajador Sanz
Briz guarecieron bajo techo a los perseguidos semitas por orden de Franco
cuando la vida humana valía tres pengos[2]. Pero
los sanedritas tienen por costumbre olvidar y romper el statu quo. Es un pueblo
poco agradecido. Que guarda memoria únicamente de cuanto le interesa. Es la
contumaz protervia de los que se creen elegidos
El payaso Charlie Rivel actuaba en
una de las salas de fiestas de la capital húngara casi hasta el mismo día en
que los tanques rusos avanzando sobre la pultza fue uno de los beneficiados del
pasaporte español que le fue concedido a él y a otros actores como Franz Johan
y Gustavo Re. Instalados en Barcelona con la experiencia que traían de Austria
y Alemania dinamizaron los primeros programas de TVE. El régimen del 18 de julio
los acogió con largueza. España a su vez sería la plataforma de envío de los
judíos europeos hacia los Estados Unidos. Gracias a tal intermediación fueron posible
Berkeley y las grandes universidades estadounidenses que se beneficiaron de
este brain drain de la sabiduría
nazi. Su mayor exponente sería el físico Von Braun padre de la balística
intercontinental y de la cohetería abocada a la conquista espacial.
Ciertamente el gobierno Kalay entró en una intente cordial con Berlín. Goering
tenía fincas en la frontera húngara con Transilvania. Para los capitostes nazis
los Carpatos eran un buen cazadero. En el sur de Hungría y norte de Rumania se habían
establecido desde la edad media comunidades germano parlantes. El judío no se mezcla o no lo tiene por
costumbre con el pagano; es el pueblo más racista del mundo, no fusiona su
sangre con el goim. Por eso durante el imperio austrohúngaro el régimen zarista
se tuvo por norma que portasen los moradores del ghetto una estrella amarilla
en la solapa. No lo consideraban símbolo de ignominia sino prerrogativa racial a
efectos fiduciarios y para los censos de población. El hebreo asquenazí gozaba
de sus propias leyes y tribunales. Dependían directamente del monarca y
consideraban al ghetto obra de autonomía. Al portar la estrella se consideraban
orgullosos de ser descendientes del Rey Poeta. Ese orgullo amarillo lo hemos
visto renacer en Cataluña donde los independistas utilizan el lazo amarillo
como timbre de gloria que los diferencia de los “apestados” españoles. Los secuaces de Torras y del Pujol lo lucen,
orgullosos, en el ojal.
“Corresponsal en Budapest”
constituye almadía de conocimientos. Quien penetre en este silo de la
información se dará cuenta de que la historia de la segunda guerra mundial
dista mucho de ser como nos la han contado. El periodista pasaba las noches
dando pufadas a su pipa de cerezo escuchando el estruendo de las bombas
mientras redactaba la crónica que no habría de llegar a la redacción.
A la caída de Mussolini los cablegramas quedaron interrumpidos vía Italia y
habría de valerse de una estratagema para pasarlos vía Suiza. Los hilos
enmarañados de la política y el cansancio son sus compañeros de viaje. Bodoglio el que entrego a Mussolini a los
aliados sería un precursor de Berggoglio que ha dejado a la iglesia romana a
los pies de los caballos. Los ingleses bombardean y destruyen Montecasino núcleo
de la cultura monástica occidental. Y por Hungría ya asomaba la gaita cual
infante vengador lanzado venablos el gran plutócrata Soros arrastrando la recua
de su carroza de tiro satánica en cuyo escaño se sienta un cochero fatídico
meneando el látigo de Belcebú.
Cordell Hull lanza un ultimatum a Hungría, Grecia y Rumania: si no
abandonan el Eje sus habitantes serán pasados a sangre y fuego. Rusia se
entrega al salvajismo en Finlandia. Amenazan con arrasar Budapest lo mismo que
hicieron con Helsinki. Los ingleses hábiles en el arte del disimulo son
expertos en la utilización del doble lenguaje al objeto de engañar al enemigo
para despistarlo. Esa estratagema daría resultados en el DIA, 6 de junio de
1944. Apareció un cadáver en la playa con un papel en el bolsillo en que se informaba
que el desembarco se haría por el sur de Francia. Los alemanes descuidaron las líneas
de Normandía. Por allí llegaría el ataque. Londres había engañado al Reich
consiguiendo una máxima victoria.
En la patria de Liszt y de Bela Bartok se utilizó a los judíos como
caballos de Troya dispuestos a asaltar la ciudadela. Auschwitz sería el gran
decoy que les serviría de vacuna contra las epidemias históricas. Bela Kun un
simple empleado de banca que alcanzaría las tiendas del poder era israelita y
los Laguardia famosa familia sefardí capitalizaba el poder de las fuerzas vivas
de Budapest sede de las sinagogas más importantes de Europa Central. Arturo
Koestler el autor del Cero y el infinito
nacido en Budapest y Lahos Zilahy y Stefan Zweig fueron los autores de preferencia
de los españoles de postguerra.
¿Dónde quedan pues el padrón del antisemitismo articulo base de la
hispanofobia y de la leyenda negra? En acabando de leer “Corresponsal en Budapest”
me quedó un regusto amargo que me hizo pensar que el Holocausto es un hijo
fornecino de
QUÉ ES NOVELA
Una novela es el poso que deja la vida
El filtro de las cosas, acontecimientos.
Lo que pasa y pasar pudo
Amores
Y desamores, guerras
Suspiros y dolores
De tarde en tarde un jarro vino
Los engaños
Los goces y las sombras
Engaños e ilusiones
Tremolando en el papel cual bandera
Ir venir alejarse y sucederse
La luz de los ocasos
Y la fuerza del acaso
Y ahora pongo sobre blanco
Las amelcochadas sonrisas
De los bustos parlantes de la tele
Porque la vida es inconexa
Una historia
Cuyos capítulos carecen de puntos y comas
Espejo de la vida misteriosa
Vivir es jugar al corro
Y tirar la barra
miércoles, 5 de marzo de 2025
JINGOISMO DE TRUMP
ISRAEL HACE LA TENAZA DOMINIO DEL MUNDO
Ahí anda mr. Trump con
sus trapazas, con sus añagazas de viejo actor de Hollywood tratando de poner
fin a la guerra de las galaxias. Lo malo que ha perdido en Ucrania. Jingoísmo a
toda pastilla. Su amistad con Putin y el desdén hacia Europa forma parte del
complot. Es una comedia barata. El zanahorias, rubia melena postiza así lo llaman,
es la voz de su amo. El jingoísmo es parte del sionismo. Condona la masacre
palestina y finge amistad con Moscú cuando todos sabemos que esa fue una guerra
judeo norteamericana con ese maldito Zelenski de la voz rajada actuando de peón
de brega y a este lado del charco esos genízaros la Van der Leyen de las piernas
toradas, el Macron, el Sanchez, el Scholz, la Meloni rasgándose las vestiduras.
Tinglado de la antigua farsa. Cómo mienten, cuánto fingen toda esa muchachada.
miércoles, 5 de marzo
de 2025