2022-01-27

LA CATORCENA ES ALGO MÁGICO CUENTO DE SEGOVIA

 

LA CATORCENA ES ALGO MÁGICO

Antonio Parra



Yo te di una espada(I gave you a sword). Gracias por eso, Señor. The word and the sword. Palabras y espadas y en ese empeño seguimos lansquenetes de la palabra retornando al Alma Mater. Vientos de profecía. Entierrate grano. Mañana serás espiga. El viento de la historia a veces huracán otras brisa pasa página ¿Los ves? En un pocillo les estás dando de comer. Cuando ellos van tú ya regresas. Ponen el grito en el cielo. Nietos de los fariseos se rasgan la camisa, hacen trizas las filacterias. Se proclaman demócratas y abanderados del contraste de pareceres pero la fortuna te guarde de pisarles un callo. Dices que recurres a la descalificación y el insulto cuando son precisamente ellos que carecen del sentido del humor los que te están insultando.

Otros porque les cantas las verdades del Barquero y tú se las dices al lucero del alba, sin ir más lejos al propio Fraga cuando te vedó prohibir sobre Gibraltar están dispuestos a tirar de navaja. O lo que sea. Insidiosos e instalados. Bueyes duendos de ojos romos más falsos que los denarios de Judas que sirven, están sirviendo, para comprar campos de Haceldama. Don Tarariri que te vi ese que gusta de enfocar el problema vasco y el catalán a su manera, ese don Cómodo de la triste figura y que pluma en ristre la moja no en tinta sino en vesania mejor estaba vendiendo libros en Moyano porque escribir no es lo suyo. Se cree Shakespeare o Dickens pero no es Zola ni Flaubert ni Cervantes ni Palacio Valdés. Es sólo la hermana San Sulpicio. Corniveleto ya digo y mucha leña por la cabeza. Le dicen el buey suelto y es un manso. Sus derrotes son peligrosos. ¿Qué dijo? Dijo:

- Ha blasfemado. Es un energúmeno. ¿Por qué? Por defender la unidad de España.

  • Yo voy a lo mío.

  • Ellos a lo suyo. Y nosotros a lo nuestro.

  • Son los de la estirpe tornadiza. Mala raza y peor baba. Se entienden con el bereber bajo cuerda, pero con sus carros de combate arrasan Gaza; pasan mensajes a los gudaris asesinos, sufragan el convite de catalanas vendettas de la Campana de Huesca y tú, Verum, que siempre viste crecer la hierba, tiras de la manta y les coges en renuncio, sus improperios se escuchan en San Pedro Abanto, pasada la Fuencisla.

  • ¿Dónde estaba el ventorro?

  • Allí mismo. Donde invocábamos a Fray Jarro cuando éramos guajes y después de la novena entrábamos a tomar unos chatos y allí encontrábamos al Tío Loco con su mandil verde a rayas y cara de palo. En ese lugar bajo la parra que da sombra nos “mojábamos” a gusto viendo nadar a los peces del río creo que fui feliz si es que la felicidad existe en este perro mundo.

  • Pues había un letrero que a mí me hizo mucha gracia: más vale aquí dentro mojarse que enfrente ahogarse. Y enfrente pasaba el Eresma. No es que llevase mucha corriente pero sí la suficiente para dar la última aguadilla y máxime estando pedo.

  • Mucho os gusta el traguillo a los de Segovia.

  • Sanguis Christi inébriame. Sangre de Cristo. Laus tibi Deo que hace un mes que no te veo.

  • ¿Y el corpus?

  • Eso es otra historia. El Corpus es un monasterio de Claras donde ocurrió el milagro de la Catorcena. Allí estaba la sinagoga y allí fue el sacristán de San Facundo a entenderse con el rabí y le vendió a Cristo por treinta maravedíes de moneda forera.

  • Volver a empezar. Estamos en las mismas.

  • Psé. Bueno pues echaron la hostia a un caldero de aceite hirviendo en son de mofa y de cachondeo sacrílega tenida. Al freír será el reír y algunos se les heló en plena boca la carcajada. Como era Jueves Santo querían hacer torrijas pero de repente entre el espanto de los presentes la sagrada forma empezó a subir y subir hasta el techo, abrió un boquete en la bóveda y cruzando los cielos las torres los puentes y los acueductos de mi querida ciudad fue a descender por la Costanilla de los Desamparados hasta el convento de Santa Cruz. En una celda estaban sacramentando a un novicio dominico. La hostia se posó sobre los labios del moribundo y le sirvió de viático y tanto le sirvió que a los pocos días aquel enfermito desahuciado estaba como una rosa escribiendo latines y haciendo silogismos.

  • No me venga usted con historias morunas, Verumtamen. El convento de Santa Cruz era el mismo del que fue prior Torquemada. Deberían quemarlo.

  • Tiene un retablo muy bonito y allí han levantando una universidad privada. Cela fue el testaferro pero los dineros eran de la mafia. La misma que reconvierte nuestras viejas basílicas en discotecas, los conventos en campus y asfalta la costa al grito de “I ll buy you out” y con una buena mentalidad para los negocios. Jesús Gil cabalga de nuevo. Tiene muchos émulos el uxamense que así se llamaba en la edad media a los de Burgo de Osma y donde como en Hervás judíos los más.

  • A este paso las fiestas de Catorcena – el milagro del sacristán traidor y de la hostia por los aires – habrán de ser suprimidas por políticamente incorrectas. Incitan al odio étnico.

  • Ni mucho menos. Exalta el misterio de la Eucaristía. Cristo se quedó a morar con nosotros. ¿Eso les molesta?

  • No sé pero lo que sí está claro es que harán lo posible por quitarla. Debíamos organizar una rogativa o un acto de desagravio.

  • Ah como recuerdo aquellas verbenas, los bailes de candil bajo los almeces de la Plaza de Muerte y Vida o en los Corrales del Cristo del Mercado. La fiesta iba por barrios y a cada parroquia le tocaba organizarla una vez cada dos septenados. O plazo para renovar las células. A mi que soy bautizado en San Millán me tocó una vez llevar los ciriales. Era un niño cumplidos los catorce. Cuando volvió a pasar la ronda y el pasacalles tachin tacha chundara rá abandonaba la mocedad y emprendía la madurez. Estas fiestas eran el reloj biológico del pulso milenario de una ciudad que siempre se caracterizó por poner los paños al púlpito en loor a Jesús Sacramentado y aquí a la tarasca el Dia de la Minerva que es la octava del corpus la molemos a palos.

  • Bueno pues de hoy en un año.

  • Eso. Corpus Christi salva me. Ya sabes la bella oración que compuso san Ignacio verdaderamente un santo eucarístico para después de comulgar. Y sanguis Christi inébriame. Emborráchame con tu sangre Señor. Pues la verdad que yo pecador de mí la tomé demasiado ad pedem literae. Y a lo largo de mi existencia he atrapado algunas curdas. No me las doy de santo.

  • ¿Conoces la parábola del santo bebedor?

  • No. Ni falta que hace.

  • Y tanto pero quod scripsi scripsi que dijo don Poncio Pilatos. Aquí de lo que se trata es de borrar la memoria o manipularla.

  • Ya.

No hay quien pueda con ellos. Son como gorriones o como trapenses disipados duro cacarear en el coro y picotear en el refectorio. Luego cencerrear por la Misa de Gallo. Han pasado dos generaciones. Seis papas descendieron al sepulcro. La estema de los años arrancó unos cabellos de tu frente y apenas ya te puedes peinar a raya. Eres ya talludito y troncal, la curva de la felicidad hasta convertirse en la peligrosa protuberancia de la ptosis, doble barbilla y tres papadas, enuncian tu llegada a la linde del carcamal por más que tu espíritu se proclame joven talmente como el de un misacantano.

Ibas para canónigo y mira tú cómo todos estos te bieldan tu parva. Pero poco más. Te dieron una espada y quince talentos. ¿Los has empleado como dios manda? No sé, Señor. Aquí llego con mi barba cana y mi barriga. Algo atolondrado y gozoso pero impasible el ademán. Trato de guardar tus mandamientos. Te sigo en la distancia.

Cuarenta y tantos años después y la vida sigue igual. Regreso a mi Alma Mater. La puerta verde está cerrada pero por encima del dintel hay un letrero en mármol gris y con caracteres desleídos que dice: “En esta Casa de la Compañía vivió el P. Lainez”. Era el hombre de confianza del Padre General que no se fiaba mucho de Ribadeneira el gallego que le hacía momos por detrás.

-Había otro en el grupo de los primeros discípulos de San Ignacio: Polanco.

-A ese que ni mentarlo. ¿Vale?

El gran hastial de piedra gris. Por entre las socarrenas del muro de sillares alzan su melena desangelada matas de parietaria y el cardenillo se ceba sobre los tres bolinches que orlan la base y los lados del triangulo de la fachada. Se trata de una iglesia jesuítica no hay más que verla. Tan angular y biselada verdadera roca de Israel. Todas imitan al Giesú de Roma en una de cuyas capillas nuestro padre general decía misas de tres horas y arrobadizo pues Dios le concediera el don de lágrimas se anegaba en llanto y en devoción. ¿Por qué lloras, Ignacio? ¿Por los pecados de la vida pasada: caballero de Olmedo y por cortejar en Arévalo a la reina Germana? No. Lloro porque en este cuerpo pecador se ha manifestado la gracia. Cristo será el campeón. Y este mensaje de esperanza que plasma en piedra el monumento del Jesús romano transmigra a todos los templos que edificara la Orden desde su creación. La acrotera impresionante promontorio tiene una disposición triangular en función de la espadaña que señala la recoleta plaza tiene una disposición triangular en función de la cruz de la espadaña - estilo herreriano neto y granito escurialense- que señala el cielo de la recoleta Plaza del Seminario que desemboca a través de un callejón frío y batido por todos los vientos en la de los Espejos. Más allá la de San Martín que tiene delante del ábside un impresionante rincón medieval.

Segovia ciudad mística y guerrera. Al fondo de la exedra se alza la estatua del Comunero Bravo dando sombra al escaparate de la tienda de Blas Carpintero el alfayate que me cosió la primer sotana. Me retrotraigo a las tardes solaneras del otoño: becas rojas y esclavinas al viento y un chusco bajo la hopalanda que teníamos hambre y cuando nos daban ganas de comer le pedíamos pan en los paseos a uno que llamaban Pénjamo y en lo alto la cabeza el bonete terceronado o juniorado según el curso académico del alumno. Este gorro en determinadas testas era bisunto. ¿Y tú qué me das, Nicolás? Te echarán del seminario y te darán la carta de despido en el trabajo pues no eres archivero colegiado ni tienes oposiciones ganadas ¡Siempre igual! Mucha democracia y muchos derechos humanos para los de fuera naturalmente pero laboralmente he sido siempre un apestado. ¡Dios las que me hicieron pasar! Siempre me he sentido un ciudadano de segunda mano.

En este país de carnés lo que importa es tener un título. Es clasista como la madre que lo parió. Se iba a estudiar para ser no para saber y mi equivocación máxima que yo me comía los libros con este segundo propósito teniendo en cuenta de que la sangre si no entra con sangre al mismo sirve de purificación. Aprendíamos música coral y canciones viejas al compás de compasillo. No sé si éramos felices pero nos enseñaban el concepto de la disciplina desde un primer momento. El bonete se alzaba a compás manos arriba cuando nos cruzábamos con algún sacerdote. Los canónigos que acompañaban al deán don Fernando Revuelta o el cura de Santa Eulalia que deambulaba solo y era algo zambo quiero decir que andaba con los pies para adentro.

  • Aparca aquí.

  • No me da la gana. Buena la hiciste. Llenaste el tanque de diesel con gasolina y el auto se te quedó en medio de la autopista. Has jodido el coche.

  • De todas formas purgamos el motor y pude llegar a mi pueblo. Cuando vi desde Juarrillos la excelsa mole de la “aceitera” que así llamamos a la torre de la catedral mi alma se iluminó. Al ver esta escalera del cielo. La piedra se hace llama.

  • El cura de Santa Eulalia (y no me entretengas) se llamaba don Benito y caminaba escoltado por su madre, una tía y el ama que era una moza de buenas partes a la cual los coadjutores miraban de reojo y más de un cura la haría un favor por soñar que no quede ¿De pensamiento también se peca? Pues sí parece que sí.

El ama de llaves del cura de Santa Eulalia se llamaba Cirila y unos carnavales la cantaron la parrala bajo el alfeizar de su ventana. Sin embargo, pelillos a la mar. Recordemos que la iglesia siempre fue tolerante con todas estas flaquezas de la condición humana. Todos estos pensamientos se arremolinan tarde de julio polvareda del tiempo cuando salí a dar un paseo vera de ailantos y bajo la sombra relamida de una sofora bastante escuálida que adorna mi jardín. La mujer me arrancó una zarzamora pretextando ser un arto pero a mí me pone muy nervioso esto de que me arranquen mis flores.

Que en España por dicho de eso nadie puede decir que este cura no es mi padre. Había llegado hasta mi alma mater en una de las muchas peregrinaciones que dan impulso a mis días. No sabía qué hacer en mi urbanización. Tengo la patria dolorida y el alma en vilo. Volvamos a Segovia, me dije.

En verdad toda mi existencia ha sido un largo retornar hacia el pueblo en qué nací pero no me llevaba ningún propósito ni hoja de ruta. Sólo los mal trenzados recuerdos y el deseo del vino. No había perdido la fe en mi dios pero sí en cuanto me rodeaba. El presente y el ayer en mi memoria factual juegan al escondite. Por ejemplo, ahora estoy en Brennen Steinen pero quería retornar a Bridgehead. Más tarde en la oficina sentí el taedium vitae pero sigo teniendo ese amor al estudio, ese entusiasmo por la verdad y por todo lo bello, bueno y santo del mundo que se me inculcó en estas aulas complutenses. Felices se apiadan den la memoria los Hijos de San Ignacio. Unos recuerdos fueron buenos. Otros, malos. A ellos les debo mi vida y mi muerte. El guaje es “ansí”. Para lo bueno y para lo malo. Per intellectum ad Deum. No hay más cáscaras. Para mí Dios está encerrado en las páginas de un libro.

Han puesto tras las cristaleras una verja de hierro verde que disuade a los del botellón y un poco más tarde me transfiguro al adolescente que fui. Al curilla retorno que fui. Mediados de los cincuenta cuando el día de San Frutos el sastre carpintero me trajo la primera sotana. La mía me aguardaba en un banco de madera de los tránsitos. Ponerme aquella prenda por primera vez me hizo mucha ilusión creo que no dormí aquella noche y me tiré de un brinco ilusionado al primer toque de campana. Yo me sentía alguien importante. Crecí en medio de una sociedad que consideraba a los obispos y a los generales como el Súmmum bonum. Todo un ideal de vida: o la milicia o la cruz.

Aquella sotana recién confeccionada por Blas Carpintero, aquel sastre judío que tenía una gran nariz un sello de oro y una manera de tocar que no te molestaba cuando te tomaba medidas por la pernera apunta nene y una mujer gordísima que abultaba por tres de él no sé como se las apañarían en la cama, me puso en el camino de las estrellas. Per aspera ad astra. Un dicho muy cierto porque en aquel caserón del siglo XVII las pasé canutas. Me había propuesto ser santo. En el bolsique del guardapolvos llevaba un cuentapecados una especie de rosario que servía para contar las faltas o las transgresiones al Reglamento. O las jaculatorias que decías en voz baja por el camino. No resistir a la tentación de beber un vaso de agua cuando se tenía sed por ejemplo era una falta.

Por la Cuesta La Fuencisla bajo los alamos centenarios y cerca del convento de Santa domingo de bella y juvenil labra neogótica nos cruzábamos en aquellos deambulatorios de los jueves por el invierno con el arcipreste de Zamarramala. Parece que le estoy viendo algo miracielos tieso como un palo y morando por lejanías. Le hacíamos el hilo y bonetes arriba haciendo honor a las prescripciones del código de urbanidad eclesiástica que era libro de texto bajo el lema de ad educandos discípulos le saludamos desbocándonos. Algunas de estas prescripciones eran algo rancias pero otras me han servido para demostrar a muchos cafres mi buena crianza. Hoy este convento que yo conocí hospicio es una importante universidad de pago y de mucho tronío. Que Fr. Tomás de Torquemada fuese prior de este convento de dominicos y de que Domingo de soto fuese padre maestro de novicios ya es un tanto. Torquemada no tiene estatua. Domingo Soto, el martillo de herejes de Trento, sí. Pero la han decapitado varias veces. Se conocen que quieren mandarlo a la toza en efigie.

  • Una gamberrada.

  • Ni mucho menos, una judiada. En mi pueblo nos conocemos todos y aquí donde se dijo del judío la maula queda bastante memoria histórica. Así que juntos pero no revueltos. Cada uno en su casa y Dios en la de todos. ¿Me entiendes?

  • No me digas más.

El bueno de don Jesús que debía de tener lo menos ochenta años pero que se movía con el garbo de un misacantano se fatigaba algo y acostumbraba a descansar en el berrueco que le sirvió de almohada a sus beatas posaderas a san Juan de la Cruz cuando subía a confesar a la Santa en el convento de San José justo por detrás de los Jardinillos de San Roque. Y ésta decía porque les criticaban y había murmuraciones en la ciudad por tan largo tiempo en el confesionario: “ De Segovia ni el polvo de los zapatos” y se sacudía el calzado al abandonar la ciudad por la Puerta del Sol.

  • Buenas tardes tenga usted.

  • Vayan en paz de buen quiete los seminaristas.

El cura de Zamarramala hablaba bien y predicaba mejor. Tenía el mirar huido tras los lupos de concha y a veces apestaba a aguardiente que echaba para atrás pero no las cogía lloronas ni era hombre que tuviera mal vino. Sus cogorzas eran hieráticas y solemnes por lo general. No daba escándalos aunque algunas veces lo vieron acometer la subida a La Lastrilla haciendo eses. Creo que era de un pueblo que llaman San Pedro De Gaillos que guarda entre sus costumbres una danza ancestral ibera que llaman el paloteo. Como el tío Tocino.

  • ¡Cómo atacaba la caja aquel buen hombre! ¡Qué dedos!

  • ¿Y al Agapito Marazuela lo conociste?

  • Sí, precisamente bajo la sombra de un chaparro que había en la puerta del ventorro de San Pedro Abanto. Estaba tomándose un jarrillo con el padre de Julián un amigo mío.

  • Pues conociste al último juglar de Castilla la Vieja.

  • Ya lo creo

Tengo grabado el sonar limpio de la dulzaina mora en las mañanas claras de primeros de verano por las fiestas de San Pedro. La arrebolada. Era como un canto sagrado. Algo mágico como las fiestas de la Catorcena que nos arrebataron.

  • El buen tintorro no nos lo quitarán.

  • No sé que quieres que te diga. Esto está cambiando mucho y me parece que para mal.

Pues al querido don Jesús que todos los días se andaba veinte kilómetros asi estaba él delgado como un palo y derecho igual que un huso y se bebía media cantara le abultaba algo siempre debajo de los manteos. Era la botella. Cuando llegaba al Columba a tomar café con unos canónigos ya se había metido un litro entre pecho y espalda y en el viaje de regreso otro tanto. ¡Pobrecillo! Era un alcohólico. Más. Otro sombrerazo.

  • ¿Qué va a ser, señor arcipreste preguntaba el pincerna del Columba el que estaba en los reales de lo que fue iglesia del mismo nombre a la sombra de los arcos del Azoguejo.

  • Ponme un sol y sombra, hijo.

  • In vino veritas.

Pero ya digo el cura de Zamarramala era un borracho muy digno. Bajaba por la pendiente con la teja de cachemira en su sitio aunque a veces buscase la querencia de las tapias de la Casa de la Moneda para exonerar su vejiga. O lo otro que como dijo el otro el buen morapio te hará cagar y por eso diz que el Vega Sicilia cura todas las enfermedades al llevarse los malos humores para allá. Así y todo era la comidilla de toda la ciudad y en una ocasión cuando su empinar el codo fue a más el obispo don Daniel Llorente de Federico me acuerdo del nombre de mi obispo con el mismo orgullo con que algunos veteranos recuerdan el nombre del coronel de su regimiento cuando eran sorches le retiró las letras dimisorias. Suspensión a divinis y el bueno de don Jesús no podía decir misa ni consagrar a Dios. Se trataba de medidas cautelares que duraban menos de una cuaresma pues don Daniel que era recto pero de muy buen corazón siempre le amnistiaba llegada la Pascua de Flores. Tampoco habrá que echar en el olvido que don Jesús era un hombre muy caritativo. Todo lo daba. No vivía con manceba ni ama ni dios que lo fundó y durante los aciagos días de la guerra civil fue el pararrayos de muchos furores. A muchos rogelios les sacó de la cárcel o de la tapia del mismo paredón. ¿Creen que se lo agradecieron? Pues no. Vivimos en un país de rencores decía Unamuno. Era un cura muy servicial pero tenía ese defecto o esa debilidad por el traguillo. Y eso aquí no se perdona.

Su sombra se me aparece cuando doblo la esquina de la Plaza El Seminario. Es un fantasma eucarístico que me recuerda las catorcenas de aquellos días. Verbena y parranda y en la sacristía buen jerez rosquillas de palo y algún soplillos. Entonces al acabar de aquella terrible guerra los españoles éramos como más fraternos y bienquistos. Nos sentíamos perteneciendo a un grupo o dentro de un redil. Verdaderamente aquellas catorcenas de la solidaridad y del paloteo eran algo mágico. Me traen a la memoria tiempos de perdón. ¿Cómo se explica ese trastorno?

Yo me explico y yo me entiendo y dios me entiende.. Nos hemos vuelto adoradores de Baal. Y hemos cambiado de religión, hemos renegado de nuestra patria, de nuestros valores, de nuestra fe, del amor al hermano y allí donde antes se leía Caridad hemos puesto filantropía o solidaridad. Estamos instalados en la cultura de la queja y en el sofá de don Comodón. Y ahí nos las den todas. Y nos las van a dar y en un carrillo no tardando mucho. Hemos sacado a Jesús del sagrario como a un príncipe destronado y en su lugar hemos puesto grandes carteles de palabras vacías: Derechos Humanos, Solidaridad, Memoria Histórica. La iglesia está vacía y el ara sin los huesos santos y los púlpitos mediáticos se nos han llenado de demagogos. a eso es lo que nos conduce reemplazar el dogma de la crucifixión por el supuesto contendible del holocausto. Y estos demócratas de pacotilla se cabrean y te lanzan anatemas cuando les sacas los colores y les coges en un renuncio. Si no haces nada por defender tu patria y tu nación entonces no tienes derecho a quejarte mamón de que te la invadan los forasteros aunque en Segovia ya digo todos nos conocemos y llamamos a las cosas por su nombre y sabemos por dónde van los tiros y de dónde viene la cosa.

Tarari que te vi. Continuará la historia. Por favor, no se sulfuren.



05/07/2006








 

A UN VIEJO HORREO DERRIBADO


Viejo hórreo derribado

Fruentel. Ponía: “fizolo Lucas Fernández”

En el dintel

Y luego el año de la gran movida

1789 cuando ardía Paris y la Bastilla

pero aquí quia nosotros haciendo el amor cabe los pegoyos.

Canto y rumor de esfoyazas, horreo que guardabas

Las cartas del amor y los secretos familiares

Los manes lemures y penates dioses tutelares

Horreum forreum granero de la quintana

Sentir astur y herencia romana

Una aldea perdida al resguardo del mante del monte

Y cercanas risas de guajes jugando en la huerta

Toda una catedral de madera en la corrala

Guardando las cuadras y el henar

Vigilando la cuadra donde dormía la yegua

Que aparejaba el abuelo Sardón

Cuando se iba de folixia

No hubo mozo más galán por aquellos valles

Mozas las de la cortonada ya se parte el rey

Quedareis preñadas no sabreis de quien

Y por Pepe Sardón suspiraban solteras y casadas

Ya lo veían venir apuesto Cupido a caballo

Bajando la calella

Ay horreo picarón cuantas cosas sabes

Archivo secreto de besoss y de lagirmas

Testigo mudo del ir y venir del nacer y morir

De muchas generaciones. Cillero del pan de boroña

Y de las contriobuciones, los papeles de renta

Y de las testamentarias la montura y el arnés pingados

De una viga y el bombín inglés que se ponía Pepín

Cuando iba a Oviedo

Allí trastillado enciuentré las teclas empolvadas

Del clavecín piano de elenita

Y creí posarse como ellos con suavidad blanca de paloma

Sus dedos bellos que arrancaban a aquellas notas olvidadas

Arpegios extremecedores

En bailes de candil y en filandones.

Horreo que derribó el viento.

Sopló firme Eolo sobre tus aleros malditos nordestes

Y a plomo caste sobre las ortigas de la antojana.

Tres siglos de amor en aquellos pecios y tablones

Del castaño de los bosques de Tineo.

De Cudillero soy de Cudillero

Moro en el Rellayo mi aldea perdida.

Soy de Oviedo y no conozco el miedo.

Hórreo del alma que toque la gaita

Ya escucho la chifla

Venciste a la muerte con tu silencio

Y sigues erecto en mi corazón.

Fizolo Lucas Fernández

Mucho me hubiera gustado conocer al paisano

Para estregarle la mano

Y convidarle al chigre una sidrita.

Dicen que era un carpintero de ribera

Oriundo de Salami no tenía donde ir

Y se vino pa el Rellayo.


viernes, 16 de mayo de 2008



Para una mayor profundización en la historia de este hórreo y las ideas que sugiere este poema el amable lector curioso puede bajarse de Internet mi obra “Grimorio asturiano” por Antonio Parra en manuscritos.com. Estoy seguro de que lo van a pasar bien precio 7€. Cuesta el libro que no está publicado en papel

LA GUERRA DE SOROS CONTRA RUSIA PERO LA BESTIA SERÁ DERROTADA

 


AGRESIONES A RUSIA


Hablo con una querida colega moscovita que me pide impresiones sobre las elecciones en Rusia que se desarrollan parejas aq las españolas(confío que con menos acrimonia y tanto barro tirados a los ojos, con menos insulto personal, golpe bajo y sin tantos tiros a la barriga) y le manifiesto mi perplejidad y mi desgana ante la inquina e ignorancia que demuestra nuestro Cuarto Poder ante un hecho tan importante. Dicen que Rusia es el corazón del mundo del que depende la paz el progreso y la armonía en este planeta pero eso aquí muchos no lo quieren ver. Uno repasa los despachos de los corresponsales madrileños a orillas del Moscova –Bonet, Utrillo respectivos de los rotativos de mayor tirado “el Mundo” y el “País”- y parecen que en lugar de corresponsales objetivos al servicio de la verdad objetiva para sus lectores parecen los propagandistas de una oscura potencia extranjera. Sus crónicas muestran una faz de aquel gran territorio que no se compadece con la realidad. Todo es negativo. Deben de ser viejos pesadillas que lastran la mentalidad de la “guerra fría” desde prismas distorsionados. Sobre Rusia la costumbre es el tópico, la inercia mental y esta apatía me parece a mí[lo dije siempre] un desviacionismo peligroso para la paz del mundo. Uno siente vergüenza ajena de ser periodista. Ellos desconocen la cultura y la gran literatura de aquel país, los enormes progresos científicos, aquel cine de Nikita Mijailov que veíamos y ya no vemos, aquel teatro de Chejov que nos entusiasmaba decadas atrás, esas hermosas canciones como las de Ala Pugachova de la más lírica belleza o cantos populares en antena como “Trineo de correos” que radioescucha como soy desde hace algunos lustros de la querida VOR me han ayudado a pasar los duros inviernos de la transición, el desmontaje del sistema político al que nos tenían acostumbrados –equilibrio balanza de poderes- pero que hoy por desgracia todo se ha desequilibrado a resultas de la globalización, la caída del muro de Berlín, el mundo unipolar e interactivo donde supuestamente se creía que la libertad de expresión y de pensamiento iba a crecer. Desgraciadamente no ha sido así pero Rusia sigue adelante. Siempre nos queda la polifonía de los coros o la octava baja del canto diaconal recitando el Canto a la Virgen (Akathistos) o las maravillosas letanías solemnes del rito eslavónico.

La era Putin para pasmo y confusión de muchos rusófobos ha demostrado toda una matrioska con un montaje impenetrable. Una caja de sorpresas. La gran nación a la que sus detractores denominaban la “cárcel de los pueblos” o tiorma narodna” no ha sido aniquilada, ni entregó la cuchara. Es un país sorprendente que siempre guarda una carta en la bocamanga y cuando todos creen en su derrota de pronto resucita, pues siempre fue el país de la Resurrección. Hitler y Napoleón lo supieron por experiencia. Esperemos que los norteamericanos y los ingleses no tengan que pasar por el mismo brete.

“Rusia, el molde de un enigma” es el título de uno de mis libros escritos por alguien como yo al que casi desde adolescente, desde que compraba los libros de Turguienev en Paris con los francos de mi almuerzo en la editorial Livre de Poche o los de la Austral y la colección Prometeo que popularizaron desde los años 20 a los sesenta a los maestros de la gran novela rusa y que yo leía con avidez apretujado en el metro trayecto Sol- Cuatro Caminos, un país que siempre sorprende al mundo.

Ahora en mi senectud dorada prosigo en esa misma demanda, atrapado por la magia rusa. Mis musas son rusalkas – las ondinas y elfos que se sumergen y emergen- de las riberas del Volga para hacerme soñar y llenar mi corazón de esperanza. Tenemos que seguir creyendo en el ser humano

Llegan entre vaharadas de niebla (tyman) y cantos de bateleros encadenados a la gran barca de la vida. ¡Oh esa inmensa tristeza de la estepa infinita (taská), esa belleza de sus mujeres! Muchos solteros europeos se van a San Petersburgo a buscar novia. ¡Ese paisaje donde los horizontes no terminan nunca donde brilla al fondo la plata vegetal de un bosque de abedul! Si Rusia no existiera, habría que inventarlo, como a Dios. Ha sido mi patria espiritual en estos tiempos de cambio y persecución. Lamento que España – se dice que el pueblo español y el ruso son los más parecidos del mundo por su fatalismo, por su coraje y capacidad de aguante- no haya tenido una política propia e independiente pero mis ojos han mirado con nostalgia dirección Moscú que fue tierra de acogida de los niños de la guerra. Es el país donde más se ha estudiado el quijote y la Hispanística está muy extendida por sus universidades.

Díganlo, si no, mis queridas colegas de la Voz de Rusia departamento de castellano. Allí hay periodistas y politólogos tan magníficos como Luis Ardiaca, María Ivanova, Valentina Yushina, Leonardo Kosichev, Pancho Rodríguez y tantos otros que se expresan en un español envidiable que para sí quisieran muchos de mis colegas de las vociferantes emisoras a este lado de los Pirineos.

Escuchar la VOR ha sido para mí no solamente un antídoto benéfico a mis nervios sino también una fuente de información ponderada, objetiva, desapasionada, sin tercerías. Son como una isla de paz y buen hacer profesional en medio del marasmo. Yo les invito a que busquen su onda paradigmática-un ejemplo de deontología profesional y de buen periodismo- en Internet las 24 horas del día.

El sitio se llama VOR. Y por supuesto nada tiene que ver con aquella radio Moscú o Radio España Independiente que si te pillaban conectado a su onda la policía franquista podía llevarte a la trena. Mucho han cambiado las cosas. Estamos en un mundo global. Pasó la hora de los escarnios y de los sambenitos y el buen periodismo nada tiene que ver con la propaganda que por desgracia siguen cultivando algunos de mis colegas occidentales con inteligencia de garbanzo y cabezas de chorlito. Que Dios los perdone.

jueves, 27 de enero de 202227/01/2227/01/22

TODOS CONTRA PUTIN

 contra Putin todos. Es un maelstrom de fake news dudosas noticias. Nada. Veo por el satélite los noticieros de la cadena rusa Pierviy Kanal. Son todo un contraste de serenidad y cordura frente a la histeria de nuestros medios de Radio Macuto. La Pili Muñiz aúlla desde los micrófonos la Cope. Los del Mundo facundo dirigido por ese judío de formas suaves y puñalada a la espalda es un memorando de ataques contra Rusia. Me honra haber dicho y fui el primero que a Putin quisieron cargárselo hace un lustro con artillería israelí los ucranianos con un misil contra aquel avión de Tailandia que hizo blanco la carcasa y el fuselaje llevaban los mismos colores de la bandera rusa rojo azul y blanco. El propio gobierno holandés propietario del aparato hizo mutis por el foro en el juicio que siguió al caso. Yo no sé qué les habrá hecho Putin. Le acusan de haber sido del KGB pero su contrincante el carcamal Biden fue un activo de la CIA. Esta es una guerra que me desplace porque una de sus armas es la mentira y la confusión. ¿Dónde está la ética y la deontología periodística de estos fulanos? Ucrania siempre fue parte de Rusia. Nuestros plumillas no saben historia. Es la tierra de las famosas tierras negras feracísimas, tiene petroleo en abundancia pero presenta una población deprimida e irredenta. El sionismo ha puesto la mira en la Santa Kiev baluarte de la cruz y Putin es cristiano, defiende a su patria de la impostura de los sicofantas de nuevo cuño, muy al contrario de las movidas judaicas que se trae en el Vaticano ese papa argentino que está al servicio de Soros y de la judería bonaerense. Anathema sit. Rusia resistiré y ganará el envite. Son expertos en el arte militar de la poliorcética. Se trata de una guerra religiosa porque Rusia sigue siendo adalid del cristianismo y comercial. El Gran Hermano quiere la esclavitud de nuevos mercados. Que ¿les van a quitar os chips? ¡vaya una salida de para de banco!Bien. Rusia tiene tecnología suficiente para reemplazar esos cerebros electrónicos por sí misma. O los puede importar de China que es la gran potencia en ordenadores

2022-01-25

Всенощное бдение. Мц. Татианы. Свт. Саввы Сербского RECEMOS PORQUE CRISTO VENCERA A LOS ENEMIGOS DE LA CRUZ GRACIAS A ESTOS MONJES

LOS OTANIANOS SE LA ENVAINAN. EXPÓSITO MÁS VALE QUE TE VUELVAS A CASA A DECIR MENTIRAS POR LA COPE

 

shoigu el hombre fuerte podría ser el nuevo mariscal Yukov que entró en Berlin pero ahora Rusia tiene que luchar contra la mentira de mis colegas y la desinformación del New York Times

 

Shoigu dijo que Rusia no tiene derecho a perder en la guerra de información

El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, dijo que la guerra de información está ocurriendo en todos los frentes, según él, Moscú no tiene derecho a perder en ella.
Shoigu dijo que Rusia no tiene derecho a perder en la guerra de información
  • RIA Novosti

El ministro dijo esto al canal de televisión Zvezda.

"Ha llegado el momento de que hoy no sea solo la presentación de la información de una forma u otra, es una gran, no le tengo miedo a esta palabra, guerra. La guerra de la información, que está ocurriendo en todos los frentes, y no tenemos derecho a perder en esta guerra", dijo Shoigu.

Anteriormente, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, dijo sobre la necesidad de aumentar los esfuerzos para proteger el espacio de información del país.

acaba de fallecer a los cien años el expresidente mejicanoo Echeverría. Yo le recuerdo en aquella conferencia en Canning House de Londres. Era un vasco con cara de gitano que insultaba a la madre patria pero luego resultó que era un tipo todo cortesía. e la jugué con mis alabanzas al azteca porque por entonces era persona mañlquista en Madrid por sus insultos a Francoi y a la Madre Patria. Dios guarde su alma

 









EL MEXICANO Luis Echeverría Alvarez por el aspecto de su cara bien podía haber nacido en cualquier provincia española y esto sea dicho sin menoscabo de su mexicanidad pero es que el nombre del presidente de México no engaña. Vasco por los cuatro costados. En la conferencia de prensa que diera en Canning House se sentía notar y se sentía orgulloso de su alcurnia hispana (estas aseveraciones mías levantaron ronchas de indignación en Madrid y a punto estuvieron de costarme el cargo y un incidente diplomático) y de sus ancestros como dicen por allá. 

Tuvo palabras elogiosas para la madre patria cuando le preguntamos si figuraba en esta línea aperturista de la política mejicana que inauguró cuando accedió al poder en 1970 el establecimiento de relaciones diplomáticas con España. Él dijo que sí sin atreverse a precisar ni cuando ni cómo. Al formular la cuestión notamos que se produjo un murmullo de sorpresa y acaso malestar entre todos sus adláteres

 Los periodistas mejicanos que se sentaban en las primeras filas de la sala de juntas de canning house ME MIRABAN CON ESTUPOR. PORQUE EL TAL ECHEVERRÍA HABÍA DICHO PESTES CONTRA ESPAÑA Y EL REGIMEN FRANQUISTA. Acaso la pregunta pillara un poco de sopetón pero ahí quedó la cosa. 

El presidente no pudo ser positivo en su contestación solo esperar que el viejo pueblo mejicano se de cuenta de que no existen relaciones con la madre patria. Quizás pueda deducirse que el presidente Echeverría por inevitables presiones de una vieja camarilla antiespañola que aun tiene algún predicamento en la capital azteca no se atreva a semejante paso con lo que se olvidarían muchas de las antiguas malquerencia. por mucho que él lo desee.

 A lo largo de los últimos años España puso de su parte para aniquilar el contrasentido de la inexistencia de relaciones y fue la primera en incoar el acercamiento sin que posiblemente haya encontrado la debida correspondencia y el mismo espíritu de comprensión al otro lado del atlántico.

Entre los diversos organismos oficios que consultamos en Londres para entrevistar al presidente Echeverría todas las puertas se nos cerraron. Más fueron las trabas que los favores en honor de la verdad valga decirlo pero con el señor presidente nos pasó todo lo contrario. Únicamente encontramos amabilidad. Fue una pena que el protocolo no permitiera que nuestra conversación no fuera más larga. Me dijo que le hubiera gustado mucho venir a España y concertadamente a la tierra de sus ancestros las Vascongadas


Echeverría hizo votos por la prosperidad de los dos países. Tiene el rostro atezado por el sol y una sonrisa marfileña. Su mirada penetrante se esconde tras unas gapas de miope con montura de oro y aparenta mucho menos edad. Ocho hijos y tres nietos. Parece más que un revolucionario del PRI un tecnócrata que quiere romper moldes y viejas estampas del pasado. La cosa no es fácil cuando se está al frente de un país con bastantes problemas de desarrollo de falta de inversión y de supeditamiento a la economía usa

. De lo que se trata es de abrir fronteras y de ampliar mercados. Ese fue el motivo de este viaje a Europa del primer mandatario azteca.


Cuando llega la primavera por estos aleros y todo se modula simbólicamente en el cuartel general de las golondrinas KINGS Road es la calle primordial  i donde bulle todo lo exótico de la hippilandia internacional cobra un aire alegre de muchachada y pacificador. La calle de la psicodelia es una fiesta. Salen las juventudes de melenas leoninas [a algunos acaso no les venga mal una visita al barbero junto con recomendación de estropajo y soap] aunque es lo mismo. Algo tiene la bella estación que vuelve más alegres a las gentes de la psicodelia ordinariamente mustias y algo taciturnas. En los bancos de Kings road las buenas matronas londinenses con algo de comadres victorianas en el centro conversan al sol. Hay a quienes les da por Bach. Este es el caso del joven de la fotografía quien quien en plena via pública amenaza a los paseantes con acordes musicales. El facistol donde coloca la partitura es un nido de ametralladoras los tiros a base de inocuos dorremifasoles que elevan el ánimo un poco hacia las alturas con las dulces cadencias de un allegro.

 Da la impresión de que esta tarde todo es bello. El mundo se marca los compases de la imposición y baja hacia el Absoluto. Rotundamente por las sendas de la cantata de Bach. Llega a la memoria la fragancia de las rosas y la fruta de otros tiempos.

Sandro se llama el violinista y para más señas es de florencia la patria del Dante. Música maestro. La funda del violín sirve de bandeja para poner el cazo. Los transeúntes depositan su óbolo. Es sólo la voluntad por escuchar a Bach. Sandro no pide mucho. Unos `peniques para una taza de té y cuando aumenta la generosidad de sus mecenas para una comida caliente en un wimpy o una cama caliente en el hospicio de Victoria Road o de Shepperd Bush. Si vienen mal dadas, a esperar la luna de Valencia. Son las señas implacables del vagabundaje.

-Excuse me.

Sandro frena el compás.

-Yes.

-¿Qué? ¿Se trabaja mucho?

-Ah qui non lavora no fa lámore- replica el florentino.

La verdad que las ganancias no dan para muchas alacridades. Sandro vuelve a sus bemoles.

Luego me voy a Sothesby y me meto en una subasta. Buena frase. Con Picasso el arte perdió las certidumbres absolutas. Era el último hombre del renacimiento. Se le compara a Goya y se exalta siempre su faceta de la gran capacidad de trabajo. What do you think about Picasso death? Debió de espicharla aquel mismo año.

Cien días se cumplen de estancia de Inglaterra en el mc. Lejos de llevar a los ingleses a una paz británica parece que se está dando todo lo contrario. Esto ha sido la guerra de los cien días y el de la batalla de los precios. Cruce de disparos entre insulares y eurocratas. Se oponen a la subida de los precios de los productos agrícolas. En todo momento GB exhibió el gran talento negociador.

 Joaquín Díaz también es un escritor en la vena del mejor humorismo castellano


ESTUDIO SOBRE LA VIDA Y LA OBRA DE NUESTRO MENÉNDEZ PIDAL Y NUEVO MIGUEL DELIBES CASTELLANO


Primera parte


Debe de ser como consecuencia de la plegaria que dirigimos mis hermanos de luz y de sangre acompañantes de los pasos de la semana mayor cuando en el seminario invocando al Espíritu Santo entonando en la Fuencisla el Veni Creator, he tenido un felicísimo otoño, sin visitas a los tabernáculos pues émulo y pecador fui siguiendo los pasos de don Francisco de Quevedo, sublime Cojo(¿mataste a Erifos?... lo tengo derrotado… uy no te fíes) la persecución ha cejado, veremos cuanto dura, que a muchos les dejo bocas, ineluctable e incontrovertible, con mis argumentos, tanto literarios como políticos de la situación que atravesamos en este pobre país que antes se llamaba España. El obispo sigue sin dar respuesta a las proposiciones de  este diácono, pero Dios nos hace caso. La gracia divina no va por arriba, circula por extraños conductos subterráneos. Por eso parece que su Rostro se oculta. Está ahí y no lo vemos. Pues eso.

 Camino del septentrión, [yo siempre fui buscando la estrella polar, luz y guía, no me desampares,  ni de noche ni de día, Santa María], a la altura de San Cebrián de Mazotes en la A6 me desvié para ver la iglesia mozárabe, reliquia del gran arte cristiano visigodo del siglo X, fundada por monjes cordobeses, de la que se hacía lenguas mi profesor Azcarate en Historia del Arte. Lo mozarabe se ha puesto de moda porque la morisma, de la que vinieron huyendo aquellos benditos frailes visigodos con las reliquias de sus mártires al hombro ha vuelto a la carga. ¿nos invaden o es que los dejamos? De cualquier forma parezco escuchar el planto de don Rodrigo en la cava. El primer violín ataca las notas en clave de sol de un guay de mi España. Aparentemente la situación, mutatis mutandis, se parece un poco a la de aquellos reinados de los últimos godos: Witiza y Wamba dados a la intriga y a la holganza, aquejados de eso que denominaban morbo visigótico, lease envidia. Y ya se sabe: la mula de Wamba que ni come ni bebe ni jode ni caga pero siempre anda. Bueno dejemos a Jeremías en un ladillo con sus improperios y al pueblo en manos de sus políticos con sus lamentos.

 No tuvimos suerte en nuestro intento de ver esta joya. Un veterano estaba a la puerta con su nieto en brazos, un niño muy rico y sonriente que me recordaba a mi Diego, bajo el dintel de una puerta de cuarterón, me informó que la iglesia sólo puede verse a la hora de misa.

-¿A qué hora es?

-Los domingos a las doce y eso si el cura viene.

-Ah, pues tiene usted un niño muy majo, abuelo. Que le veamos en la mili.

-Eso ya no se estila.

-Hombre, es un decir

-Pues de hoy en un año y usted que lo vea.

Por aquí tierra de Mojados y de La Espina la gente es dura y fuerte como sus casas de adobe que mira que resisten pero amable e hidalga. Es esa reciedumbre que se manifiesta en la parquedad de los gestos y del lenguaje. En otras zonas son más parlanchines pero menos leales. La tristeza y el recelo se notan ahora con la crisis en cualquier parte de España vayas donde vayas, aunque en san Cebrián no nos ocurrió lo que a Joaquín y a su equipo en Puebla de Sanabria que quisieron acantearlos tomándolos por periodistas.

Así que con las mismas por una carretera de cárcavas entre encinares y algún que otro tractor que pasa –la semencera viene buena con estas lluvias que han caído por san Frutos y hay bandadas de tordos que emprenden vuelo hacia el sur- me cambio de valle, subiendo la cuesta que va a dar al páramo de Torozos y dejando a la izquierda a una verdadera catedral románica en el campo, santa María de la anunciada en el antemural de la antigua villa de los arevacos que a Roma le costó dios y ayuda conquistarla (Oronia también se asoma a un castro sobre la vaguada) ne acerco hasta Urueña la villa del Libro. Adonde voy y vengo con frecuencia. Cargo las pilas porque lugares así son el frumento espiritual de mi alma partida en tantos cachos. 

Me saludan los merlones de una muralla bien conservada, el torreón de una iglesia adusta que carece de atrio pero tiene antojana a imitación de los templos rurales asturianos. Pese a lo inclemente de la mañana está desembarcando del autobús un grupo de turistas de la tercera edad. Pasean por los corros, se hacen fotos bajo el arco ojival de la muralla que a mi me recuerdo a Micklegate o puerta de san Miguel en York, visitan el museo etnológico o el centro paleográfico de Alcuino, aquel amanuense de Carlomagno, nacido en Eboracum, la patria inglesa de santa Helena, que enseñó a escribir a los monjes de medio Europa en caligrafía rúnica, compran algo de vino y queso y se largan.

 Libro y vino son buenos compañeros del hombre. Un libro y un amigo quiero yo en mis lares: vino añejo que tomar, libro viejo que leer, leña seca que quemar, amigo antiguo con el que conversar hacen la plena felicidad del justo y, si es al amor de la lumbre y con un jarrillo de clarete de Rueda a mano, mejor que mejor.

 La lectura alarga la vida y el vino la alegra. Converso con mi amigo Jesús el librero de lance que regenta la bookshop más antigua, la de Aclaravan con veinte años tras el anaquel,  y mucha experiencia entre sus barbas, catalogando, tallando volúmenes, poniendo etiquetas y registrando plúteos donde duerme la sabiduría del mundo.

 Ya es pena que tan abnegado y sacrificado oficio (estos libreros de lance son la mejor compañía del escritor que siempre buscando su arrimo encontrando en ellos comprensión, tolerancia y un poco de conversación, claro que no todos, porque también en este rebaño bala alguna que otra oveja negra) no esté tan valorado y mucho menos pagado como debiera. Los libreros portan la llama del fuego sagrado; son  como San Cristóbal que cargan con los sueños, con las pesadillas, los pecados, injusticias y también virtudes del mundo, sobre sus recios lomos porque sin libro volveremos al Neardenthal, al encefalograma plano que es lo que parece que pretenden los demiurgos de la imagen. He aquí el cordero de Dios. Ecce agnus dei qui tollis percata mundi… padre, perdónalos, quieren quemar todos los libros como dicen que hicieron los nazis, quieren por lo visto borrar la memoria, porque hay cláusulas que no les favorecen. Son un poco tramposos y algo nazis estos askenazis ¿sabes?

 Prohibido soñar. ¿Por qué? Felipe Roth el flamante   Asturias de las Letras – esos premios principescos están algo devaluados, nadie habla de ellos en la prensa internacional y son una especie de calderilla en forma de Nobel español sin prestigio y que cuestan un ojo de la cara, demasiado bien pagados, un despilfarro sobre el pescuezo del contribuyente, nos mean y dicen que llueve y se lo dan siempre a los judíos- que ha tenido la descortesía de no estar en Oviedo, dice que si pudiera que apostataría de la literatura. Menudo panorama. Pero él cobra, publica, recibe laureles y honores y a los demás que nos zurzan.

Nos pone el tal Roth de vuelta y media desde las páginas del NYT y aquí van y le galardonan con unos milloncejos. ¿Cómo se come eso? El famoso rotativo neoyorquino no puede ver a España ni en pintura. Nos advera de muertos de hambre porque andamos revolviendo el cubo de basura y además secunda la independencia de Cataluña.

-Ceferino, ¿tú como lo ves?

-No digo nada que son unos jodios impresentables.

-Chist, punto en boca ya lo sabes. Del rey y de la inquisición chitón, que me chivo a don Gallardón.

-Eso sí que es morrocotudo.

 Estaba algo triste afligidos por los fantasmas que se lían a despotricar, a lanzar porvidas y juramentos dentro de mi cabeza que parece un cajón de sastre pero guarda cierto rigor, a la vista de cuantos despropósitos nos rodean e indignan como por ejemplo esa ministra del Paro, a su cargo la cartera de Trabajo, una andaluza a la que llaman caracuadrá y un consejo de ministros presididos por Rajoy que parece la orquesta del Titanic. Posan muy sonrientes y repeinados delante de la cámara. Por delante risas pero por detrás debe de haber un navajeo feroz ... menudas cuchilladas. 

Eso sí; todos se pegan por salir en la foto mientras Gallardón, el más peligroso, nos ha subido las tasas judiciales, pleitos tengas y los ganes, que en esta república coronada te empapelan por menos de nada. Y de paso el señor ministro de Gracia y Justicia ha dictado un ukase que nos devuelve a los españoles a los tiempos de los quemaderos y de los autos de fe, ahora son para combatir heterodoxias democráticas pero qué más tiene, tanto monta, monta tanto. Son los mismos galgos con otros collares. Los personajes de la inmortal obra de Delibes, el Hereje, vuelven a caminar por nuestros caminos perseguidos por los corchetes de la corrección política. Alto a la Dueña. Ahí va eso. Pintemoslo de verde. Es la vesse, el pedo del diablo que ya anunciara Villon.

Si abres la boca o escribes algo, puedes acabar en la cárcel y en la ruina porque las minutas del rábula las ha puesto por las nubes Gallardón, subiéndolas casi un setenta por ciento, y a nuestras humildes posaderas de cara al paredón. Volvemos a ser carne de horca y de presidio los españoles.

 En medio de tales cavilaciones y malos barruntos, la hospitalidad de Jesús el librero y su buen trato me sacan de mis amarguras porque yo me lamento de la dureza de esta profesión en este tiempo. Como los escritores intentamos robarles el fuego sagrado a los dioses, estos se vengan de nosotros. No sé si seremos malquistos o dejados de la mano divina. Deus meus, Deus meus, ut quíd dereliquisti mihi, el grito que lanzó Nuestro Señor en el Calvario es el mismo que ahora nosotros damos muchos escritores y libreros españoles. Aquí siempre se tuvo un gran respeto a la letra muerta y al libro en reverencia pero han llegado los nuevos bárbaros del norte con sus caballos bajo cuyos cascos no volverá a crecer la hierba aplastándonos las cabezas. 

Sin embargo quienes emborronamos papel somos un elenco correoso y no nos rendimos fácilmente. Cruzaremos el vado con una cuchillo entre los dientes como ha dicho el Rey confiando en la ayuda del Todopoderoso.

 Cervantes acabó de palanganero en una mancebía de Valladolid, a Zorrilla lo tuvieron que enterrar de caridad, Tomás Salvador, el mejor novelista de la generación de la Guerra, murió en  la miseria, Quevedo sufrió un largo cautiverio y sus deudos le robaron lo poco que tenía, según me entero por mi comunicante.

 Para consolarme me regala un librito de Joaquin Diaz, EL ASFALTO Y EL BÁLAGO, que ha sido un verdadero hallazgo, una epifanía estética.

 Se trata de un opúsculo con una colección de cuentos y de artículos, muy sucinto y que prende en el lector por su sutileza, concisión y exactitud, eso que llaman los alemanes acribia, el punto exacto, con referencias personales de recopilador de esa gran literatura oral que produjo Castilla y sus andanzas por los Ancares, por Sanabria y Tierra de Campos.

 En sus paginas resplandece el gran escritor que es y lo buen prosista castellano Joaquín. A imitación de los hombres universales del renacimiento es capaz de tocar todos los instrumentos musicales, compositor sinfónico (sus obras de una gran impronta religiosa hacen pensar en Tomás Luis de Vitoria, el precentor o primer chantre de varias catedrales españolas del XVI) filólogo y matemático. Cuenta chistes como nadie. Es bondadoso y noble. No tiene envidia ni resentimiento ni la cólera que nos domina a otros y nos vuelve peligrosos desde las teclas de un portátil. 

En Urueña y en Castilla a nadie oí murmurar sobre su persona, todos  le quieren bien. en esta obrita en la que narra alguna de sus experiencia personales y su visión sobre la vida y las gentes y la época que nos ha tocado vivir a los que rezábamos el confiteor y cantábamos el perdona a tu pueblo o el amante jesus mío y hoy nos cuesta trabajo ir a misa los domingos porque la liturgia al vulgarizarse ha perdido ese carácter mágico de  los misterios órficos y de vida del más allá que constituía su médula espinal; ahora nos hicimos laicos y todo nos da igual.

 Aquí se manifiesta de cuerpo entero pero su bondad no le permite derramar acíbar. determinándose hacia parámetros científicos pues es también sociólogo y no reparte caña como hago yo, que soy un par de años más viejo pero de la misma generación del 68... Suaviter in modo... y con esa ponderación tan vallisoletana introduce sin embargo la lanceta en las carnes doloridas de nuestra comunidad pero sin buscar soluciones ni meterse a redentorista. Dando una versión objetiva de la realidad. 

La música de Joaquin Diaz nos hizo gozar en la juventud y ahora su pluma en la madurez nos obliga a pensar dentro de un marco de esperanza y de compasión hacia el género humano del que se aparta para vivir en plenitud su yo y su realidad. Ni tan lejos que te arrizas, ni tan cerca que te quemes, asegura el adagio, pero la verdad es que uno hoy mejor en soledad, porque algunos humanos dieron en fieras. El ruido le asusta como también las corbatas. Viaja casi siempre en autobús por no gustarle demasiado conducir, según creo.

El libro que me regaló Alcaraván y que leí en un par de horas al llegar a casa sin acusar el cansancio del viaje es uno de esos textos fundamentales que le obligan a uno reconciliarse con la vida y decir hay que ver lo bien que está escrito esto y esta situación… pues no se me había ocurrido. Es galardón del genio contemplar en las cosas lo que está oculto al común. Sus páginas son puro deleite espiritual y me traen a los ojos el tamo de aquellas trojes, de aquellas eras donde ya no trillaré nunca ya ni reverdecerán alguna vez más. Hay que mover el bálago, chiquitos (beldar, segar, acarrear, remecer y remeter) y también menear el tango.

 Significa trabajar y es antónimo de echarse al surco. Bálago de los yeros y bálago del trigo y del centeno que segábamos de madrugada.

 Y Joaquín, tan laborioso, menea el bálago, ahincando el gario en profundidad dentro del montón, con destreza, trayendo a colación palabras olvidadas que hoy duermen en los calepinos de nuestra mocedad y no son más que una cendrada en el cenicero del olvido. 

En algunas partes el tamo se conocía con el nombre de cisco y era la atmósfera de los pueblos por antonomasia. El bálago, sinónimo de paja y de granzas, era saludable, picaba un poco cuando se metía  entre las albarcas o los fondillos pero tenía un olor muy agradable y natural emanado de las barbecheras y rastrojos. Por el contrario el asfalto es nocivo . Dicen  cancerígeno, según los médicos, por la brea y el alquitrán, por el humo de los tubos de escape, por el ruido que levantan al deslizarse sobre él el tráfico rodado (contaminación acústica)

 Miguel Delibes fue el último vate de aquella sociedad que dejó de existir en poco más de dos generaciones con la emigración masiva del agro a la urbe. Algunos, antes de tomar el coche de línea. iban al pajar y se metían un puñado de hierba en el bolso de la chaqueta como talismán. Las espigas de aquella última cosecha que segamos antes de vender las tierras a los agiotistas o la llave de la casa del pueblo que cerramos nos acompañarán de por vida. 

Él parte del mismo supuesto de abandono del medio rústico y del fin de una civilización pero con diferencias de matiz. Cada uno de los dos artistas tiene su propia personalidad. Don Miguel fue de la generación de la guerra y Don Joaquín es de la del 68, la que tuvo que pelear con los grises, la que  contestaría al Poder, e iba escucharle sus recitales, únicos e irrepetibles, que daba en los campos de la Universitaria. Música Folk. Tan española, cantares de siempre: carretera baixu va... el alcalde Arriogrriaga... Abridme galanica... Gandesa ,y que sería arrasada, ay, con la debacle del pop (los Rolling Stones, los Beatles, los Bee Gees, The Mamas en the Papas que degeneraron a ese tiruliru cacofónico en que viven los hijos y nietos de todo aquel desmadre) y nuestro mocerío- aquello fue toda involución de viejos valores- se puso a cantar en inglés. 

Joaquín Diaz hizo mutis por el foro. No quería que le comparasen con Raphael. Prefirió dedicarse a la investigación y gracias a esta labor musicologicael arte de la palabra estará en deuda con él para siempre: la recuperación del romancero castellano, las viejas tonadas sefarditas, coplas para la siega, cantos de la parida, seguidillas para ir de ronda, y luego el elenco de motivos religiosos que es inmenso. El hidalgo de Urueña nis enseñó a amar a España y a escucharla tal y como sonaba en las tabernas, en las jotas y rondallas, en misa, en el cementerio, en las bodas y convites, en la bodega, en la guerra y en el amor.

Otro aspecto que le diferencia con el autor del CAMINO es la impronta religiosa. La generación que hizo la guerra se manifestó un tanto agnóstica con ese agnosticismo de los que estudiaron en tiempos de la república. Por el contrario, nosotros los del 68 estudiamos desde el parvulario al bachillerato con los curas y en ese ambiente que ha dado en llamarse Nacional Catolicismo que hoy algunos detestan pero que tuvo cosas muy positivas y que falta ahora. Joaquin Diaz fue seise o niño de coro en la catedral de Valladolid, vivió en todo su esplendor los ritos semanasanteros en su Zamora natal, asistió a los entierros de antiguamente donde se cantaba aquellas pavorosas Tremendas, vio las procesiones cuando los soldados de la escolta de los pasos desfilaban al son de los tambores con el tubo del fusil boca abajo en señal de duelo, se había muerto Cristo, y se aprendió el confiteor en latín que sabían todos los mangos. Eso deja huella, marca carácter aunque hoy sea solo parte del folclore.

De los relatos que incluye EL ASFALTO Y EL BÁLAGO hay uno que impresionará al lector cuando refiere la pesadilla que tuvo en Roma donde fue huésped del Padre Federico Sopeña pues nos hace pensar en Edgar Alan Poe y en otros autores de literatura fantástica por su fuerza. Lo alojaron en una habitación de cuyas paredes colgaba una reproducción del retrato del papa Inocencio X el cual por la pericia de Velázquez mira para el contemplador con una mirada tremenda, casi asesina. Esta mirada le desasosegó y no pudo pegar ojo en toda la noche y hasta sintió que alguien llamaba a la puerta. Abrió y no era nadie. Había recibido la visita de un fantasma. La impronta de lo mágico vuelve a repetirse con su visita al pozo Airón o Laguna Negra en Soria. También realiza el autor un verdadero tour de force de conocimientos antropológicos o filológicos como en Buenas pécoras al hilo del paso de un cordel de la mesta por Tordesillas. 

“Nosotros- comenta-utilizamos muchas palabras para no decir nada: en profundidad, en tiempo real, ecosistema, cañadas, desertización. Sin embargo, los pastores que bajan y suben sus rebaños aguas arriba del Duero hablan un idioma más preciso: varas, leguas, reteles, manseros… “

Y allá caminaba el mastín con su carlanca y el morueco destacando por la cornamenta de carnero padre y gran alzada. Los rebaños de la mesta se desplazan al paso de una mujer hilando-observa- y su vida trajinante tenía poco de bucólica y nada de las ternezas con que los apoda la novela pastoril o las églogas de Garcilaso. Cuando llegaban a un pueblo, las mujeres, rememorando el rapto de las sabinas, huían temerosas o se ocultaban pues tal era el apetito sexual de los gañanes desmadejado por meses enteros de continencia en la majada que no respetaba ni a casadas ni solteras. 

El sentido del humor castellano que se parece poco al ferrete coruñés o a la zumba de los asturianos y para nada al humor inglés se nos muestra en el Brazo de Matías…”con que en esto oigo un chasquido detrás de mí y la mula que se me espanta… cago en tal”. 

Matías el manco cuenta a los niños cómo una muta lobuna y concretamente una loba  con una boca como una cueva de grande y negra le enganchó el brazo y se lo llevó, pero quia. Matias perdió su brazo de otra forma menos heroica. Era un buhonero que cuando llegaba a una venta siempre decía lo mismo: dos huevos fritos para mí y a la mula no le eches algarrobas que viene cenada. Uno de los posaderos se dio cuenta de que Matías le robaba y una vez que el ladrón estaba con las manos en la mesa o en la artesa mejor  dicho soltó de repente la tapa del arcón dejandole sin medio brazo.

Otro detalle que apunta: en la iglesia hasta el siglo XII con la reforma cluniacense no había instrumentos- el único que se permitía era el de la carraca de viernes santo día en que tampoco se podían tocar la campana. La mejor guitarra, el mejor adufe era la voz humana, costumbre a la cual siguen aferrándose los griegos sin detrimento de su esplendor litúrgico que se atiene a estos orígenes milenarios. Y así nos lo cuenta Joaquín que de esto sabe un rato pues ha resucitado la zampoña, el rabel, la vihuela, los crótalos, el bombardino y los sabe tocar…. El rabel que ha de ser fino ha de ser de verde pino, la vihuela de culebra y el collar de mula negra, canta en una de sus composiciones.

Sin ser misogino ni misoneista, es amante de la soledad sonora, aquella que cantara fray Luis de León en sus estrofas a la música de Salinas y a la vida apartada. En un mundo de ruidos y con el altavoz a toda mecha vivimos alienados. No desdeña los nuevos inventos que han servido para incrementar la información y la comunicación a grados increíbles pero no están siendo utilizados bajo el patrón de la fórmula humanística sino en otros parámetros como el consumo, el mercado o los intereses estratégicos de las grandes potencias. La deriva es la indeterminación, la desorientación y en parte la angustia. Todo como en la novela de Orwell y de Huxley. Ha nacido una nueva sociedad de individuos dominados por los nuevos amos del Orwell que caminan por un mundo correcto con la cara bien lavada, lo mismo que el cerebro y la camisa bien planchada, embadurnados en una capa de almidón pero que son zumbis, que no pueden pensar por su cuenta y han de hablar por boca de ganso. Este es el pensamiento envuelto en un rico ropaje estético. Y eso es lo importante. Se conoce a un escritor no por el qué dice. Y esa primor es lo que coloca a Joaquín Diaz entre los grandes autores y pensadores españoles de hoy