2015-11-26

CELA ES GRANDE Y SU HIJO CASI MAS UN GRAN ESCRITOR DERAZA LE VIENE AL GALGO

Cela Conde hablará sobre su padre
en el ciclo ‘Valladolid, Tierra Capital del Español’

  • El antropólogo conversará mañana con Carlos Aganzo sobre ‘La memoria del último Nobel español’


El llevar apellido ilustre, lejos de aplastarle, es para Camilo José Cela Conde «el patrimonio más hermoso que pudiera haber recibido». El antropólogo, navegante, profesor y escritor conversa mañana viernes con Carlos Aganzo, director de El Norte, sobre ‘Cela, el último Nobel español’, dentro del ciclo ‘Valladolid, Tierra Capital del Español’. La cita es en el Salón de los Espejos del Teatro Calderón a partir de las 19:30 h.
Cela Conde reeditó en 2002 su libro ‘Cela, mi padre’ añadiendo el capítulo ‘Los años oscuros’, los que vivió sin él, entre 1989 hasta su muerte. El divorcio de sus padres y el matrimonio del Nobel con Marina Castaño provocó una ruptura familiar que se ha mantenido viva en los tribunales tras la muerte del escritor gallego.

El último episodio de ese culebrón fue la sentencia del Tribunal Supremo en octubre 2014 que le otorga el derecho a su único hijo a recibir dos tercios de los bienes del académico por no haberse respetado la legítima. Sin embargo aún quedan pendientes los derechos de autor. Conde quiere restituir la importancia de su madre, Rosario Conde, en el éxito de su padre. Por ejemplo, quiere publicar las cartas de amor entre ambos –datadas entre 1941 y 1943– en las que hay poemas inéditos del novelista. Por otra parte, considera que la Fundación debiera proyectar la obra de autor de ‘La colmena’ fuera, sobre todo en el mundo anglosajón. El profesor afirmaba al presentar la reedición del libro sobre el escritor que «el Nobel, en vez de darle a mi padre una proyección más internacional, fue la puntilla de su carrera como escritor».
Del progenitor generoso, del gran dominador de la lengua, del activo y arriesgado escritor en su plenitud mallorquina, de ese hombre quiere hablar Cela Conde.
El único hijo del escritor de Iria Flavia nació en Madrid en 1946. Estudió Filosofía y se doctoró por la Universidad de Barcelona en 1978. Fue catedrático de Filosofía en la Universidad de las Islas Baleares donde ha trabajado toda su vida. Fue decano de esa facultad entre 1983 y 1989. La antropología y la evolución humana han centrado su labor investigadora, firmando con Francisco J. Ayala el ensayo ‘Senderos de la evolución humana’.
Entre sus ensayos académicos se han ido intercalando cuentos, libros de viajes y dos novelas. En 2002 ganó el premio Fernando Quiñones por su novela ‘Como bestia que duerme’, una historia que llevaba madurando durante una década y que tuvo cinco borradores hasta llegar a la versión final. Más recientemente publicó ‘Telón de sombras’ (Alianza), su segunda novela que transcurre en Ginebra y que está protagonizada por una bailarina rusa, un filólogo y un neurocirujano. Le han asistido los conocimientos devenidos de su trabajo en el grupo de investigación Evolución y Cognición Humana.
Columnista habitual del ‘Diario de Mallorca’,Cela Conde acaricia la idea de hacer la fundación Charo y Camilo, en referencia a sus progenitores. El próximo año se cumple el centenario del nacimiento del creador de ‘La familia de Pascual Duarte’ y celebrarán la efemérides.
El Cela de las grandes novelas de la posguerra española tiene también otras obras de viajes, así como una intensa labor editorial al frente de la revista ‘Papeles de Son Armadans’ (1956-1979). Las excentricidades como personaje público, su aportación a la Real Academia Española, su condición de lector y narrador, serán otros de los aspectos que abordarán en el diálogo del viernes su hijo y el director de este diario.
El ciclo ‘Valladolid, Tierra Capital del Español’, organizado por El Norte y patrocinado por la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento, proseguirá el lunes día 30.

2015-11-23

RUEDA DE IXION YA NO ES TORMENTO


ARGOS

Argos yo quisiera ser

Escalador de las carrozas del Edén que ruedan hacia ti

Campo a través de la rutilante rueda de Ixión dando vueltas y más vueltas

Ir surcando los vacilantes parpadeos de aquellos campos celestiales cúpula y carpa del techo del universo

Llegar a la luz bendita de aquel extinto fuego

No pesar el cuerpo sutil más allá de la gravitación

Quemar mis almanaques y ser yo

CRUZ DEL SUR

Quiero  un regalo para mi aterido cuerpo del calor bendito de la iluminada hoguera que fue quemazón serena incesante espejismo

Ahora que llegado el invierno no es hora de los besos yo me preparo a un viaje de argonautas hacia la cruz del sur

Porque tú, amada, vives todavía y me miras desde esa estrella lejana desde donde la luz me llama

Rayo que transfiguró mi vida en un solo instante un fogonazo de aquel lucero