2020-12-21

Acafista San Nicolás milagroso (Oración con texto e iconos)

 Cotilleo prensa del corazón el Hola a toda pastilla

 

Los ingleses lo llaman gossip, para los alemanes estas comidillas intrascendentes de tías buenas y de muculosos garzones es “klatschen” y para nosotros es el cotilleo y “cortar trajes”.

¿De dónde habrán salido esos efebos y estas damas de rostro perfecto y feliz sonrisa? Esto es el “Hola” a toda pastilla que a mí me recuerda los tiempos del franquismo. Esta democracia volis nolis es la resultante de aquellos tiempos de la oprobiosa. No maldigo los tiempos. Es el tono y la medida del Zeitgeit del periodismo de cejas bajas.

Para esa tarea se las pinta solo el “Daily Mail” londinense. Fotos de mujeres carísmaticas, el hedoismo de los cuerpos gloriosos que yo no sé si resucitarán al tercer día: una ruptura matrimonial, un accidente en la nieve, un uxoricidio.

 Isabel de Inglaterra y el principe de Edimburgo (Keith y Brenda), los postumos episodios de la pobre Lady Di, Carlos que quisiera ser un paño higienico para meterse en las nobles partes autonómas de Camila o los escarceos amorosos del principe Andrés en el palacio que tenía el ricachón en la Quinta Avenida Epstein el que le arrimaba las nenas puberes caneforas virgenes de Manhattan. Randy Andy, el principe nos salió un pinta.

Y aquí tenemos a la reina del pueblo Belén Esteban, o la hija trasandina de la Pantoja, los vestidos de Doña Leticia que es un carro huesos, junto a la Campos llorando las ausencias de su novio el Bigotes relatando sus enfermedades y dolamas, o acusando a ese maromo de Tele Basta, un tal Vaquez, que la defenestró de la tertulia de Sábado de Lux. ¡Qué gran noticia!

Todos a charlar como cotorras y contar paridas que a mí poco me interesan aunque se alegren mis pajarillas de setentón.

No me indigna ni me exaspera. Me divierte esta conjura de lo light que habita entre nosotros y es una forma mágica de hacer periodismo entre mis colegas sin quebraderos de cabeza.

Y es que la gente no quiere problemas, pasa de política, a riego de comulgar con ruedas de molino bajo el imperio de lo “light”.

Todo hay que decirlo. Huye de la crisis y la pandemia.

Particularmente, Hola contó con un  plantel de buenos periodistas como el asturiano ex cura Olivares o Paco Barolomé o Javier Montini. Buenos profesionales.

Cada uno estornuda como Dios le ayuda pero es franquismo puro y legitimo.

Hasta la ministra Montero la señora del Iglesias quiso aparecer en esta publicación que es el emporio del papel cuché. Aquí los revolucionarios torean sólo de salón. Todos quieren ser influencers.

De lo que se trata es trepar por la cucaña hasta pisar moqueta.

Hoy 22 de diciembre de este año nefasto con dos veintes deseo a mis lectores que les toque la lotería. Si no el Gordo, la pedrea.

Y salutem plurimam


A L ESCRITORA ROJA ALMUDENA GRANDES LAS EDADES DE LULÚ LA HA SALIDO LA HIJA FALANGISTA. CLARO QUE SU ABUELO DON AGUSTÍN MUÑOZ GRANDE EL HEROE CARABANCHELERO Y HEROE DE LA DIVISIÓN AZUL TAMBIÉN FUE DE LA FAMILIA

  

 
Elisa García Grandes en la sede de la Falange.© ESdiario Elisa García Grandes en la sede de la Falange.

Un "asunto familiar". Así define el poeta Luis García Montero que la hija que tiene en común con la escritora Almudena Grandes les haya salido falangista.

Elisa García Grandes apareció hace unos días en un vídeo glosando las bondades del nacional sindicalismo en la sede de la Hermandad Nacional de la Vieja Guardia de la Falange. Unas imágenes que han corrido como la pólvora por las redes sociales, dada la marcada ideología de izquierdas de sus padres. 

Almudena Grandes y Luis García Montero, en un evento con su hija Elisa.© ESdiario Almudena Grandes y Luis García Montero, en un evento con su hija Elisa.

El disgusto que les ha dado su hija a Almudena Grandes y Luis García Montero

 

Ahora el también director del Instituto Cervantes defiende a su hija en un artículo en Infolibre en el que, además, cuenta el consejo que le dio cuando ésta, apurada por la polémica, fue a verle: Le digo que no se preocupe, que aunque los ataques van contra su padre y su madre, sólo a ella le pueden hacer daño, y si ella está bien podemos hasta reírnos y cantar cualquier himno", escribe.

Y continúa: "Mi hija pregunta por qué hay gente así. Le aconsejo la lectura de un libro de Jordi AmatEl hijo del chófer (Tusquets, 2020). Me levanto, lo busco en la biblioteca y leo: 'Cada artículo oculta un parricidio'. Cuento la historia del periodista Alfons Quintà y vuelvo a leer: 'Dañar. Intoxicar todo lo que pueda. Convertir la realidad en el cenegal donde habita su conciencia'. Un libro estupendo.

García Montero se queja de que "hay gente que confunde la libertad con la ley del más fuerte y la dignidad con el derecho a imponerle al otro sus creencias. A mi hija Elisa le comento que podemos pedir que se respeten nuestras ideas siempre que no nos empeñemos en imponer nuestras ideas a los demás".

Y acaba relatando un episodio de su niñez, de cómo durante años era tradición de Navidad en casa de sus abuelos cantar El Himno de los españoles patriotas, compuesta por su abuelo Adolfo, músico, durante la Guerra Civil en Granada. Y añade: "No resisto el grito de viva la muerte, ni me gusta ninguno de sus novios". Que es su forma de decir que la familia tiene estas cosas. 

viva AYUSO

 si de tu cara morena

un grito se escapa

yo te diré hasta la muerte

guapa, guapa

y guapa




ÑITO EL SANSÓN DE ARTEDO

 

EUTANASIA EL ARZOBISPO LA EX MINISTRA Y ÑITO EL DEL VALLE ARTEU

 

Vísperas de santo Tomás arriba y abajo paseando entre los médanos de la Concha Artedu encontré un albatros muerto. Era un pájaro blanco gigantesco mayor que un pavo. Estaba entre las bolas de esta playa. Seguramente había muerto de muerte natural. Esta especie que los naturalistas denominan pantopelagianas porque son capaces de volar desde Asturias hasta Irlanda y a veces todo el Atlántico sin posar tienen un promedio de vida de un cuarto de siglo. Era enorme y desplegadas las alas podía alcanzar la poderosa envergadura de tres metros. Le llegó su hora. Nada de eutanasia. El pájaro murió de viejo fatigado de tanto volar. Calella arriba, crucé hasta la carretera y poco antes de llegar al puente de Artedo me crucé con Ñito, iba por mitad de la calzada y le advertí "Cosa fais, niñín, puede pillarte un coche; emburria a estribor".

El hombre no respondió. Padece alzheimer.

Era el paisano más fuerte del valle, creo que  fue maderista y era tan forzudo que  lo vieron levantar una carreta de bueyes sobre sus espaldas.

Bien trabado de hombros buena eslora o quiena manga también anduvo a la mar pero hoy tiene esa enfermedad que afecta a la piamáter albergue del conocimiento.

Desde  que murió la paisana no levantó Ñito cabeza. Ahora está en una residencia de san Martín según creo aunque algunas veces se pasea hasta la casina que está cerrada y descuidado el huerto que cultivaba con tanto esmero al lado de la finca.

Padece una enfermedad incurable y hasta que Dios quiera pero darle a Ñito una pastilla para dormirlo como un perro sería un crimen. Esto de la eutanasia aunque pueda ser admisible en ciertos casos extremos como la muerte cerebral constituye licencia para asesinar que ha sacado de la manga este gobierno.

 El albatros varado en  la arena de Artedo encontró a la vera de las olas su ultimo aliento y Ñito morirá cuando Dios  quiera como tú y como yo.

Nadie tiene jurisdicción sobre la vida que Dios la quita y la da pero este gobierno quiere abrogársela como un pretexto para acabar con los excedentes de población quiero decir los viejos gente sobrante.

Me repugna este concepto como me parecen odiosas las palabras de la ex ministra poniendo en berlina al arzobispo de Oviedo. Esta ex ministra no sé si es hija o hermana de aquel Diego Carcedo buen periodista y corresponsal de prensa y enviado especial que firmaba conmigo en LNE y el "Arriba".

Cuando volvía de una guerra se compraba un descapotable según me dijo una vez el querido Lalo Azcona. ¿Habrá cambiado la doctora de chaqueta en trayecto del falangismo familiar al socialismo? No lo sé ni me preocupa.

Lo que sí puedo decir es que quiero que Ñito el Sansón de Artedo muera con una muerte digna cuando Dios le llame, sin que le desenchufen el gotero o le den una pastilla.

Las fuerzas del hombre se acaban de igual forma que las alas del albatros se vienen abajo.

 Ñito hizo la mili en Regulares. Era el más forzudo del tabor y un día le llamó el coronel y le dijo; "Asturiano tú siempre me sacas de atascos" ojalá viva muchos años pero que tenga cuidado con los coches que pasan por la carretera y con las palabras necias de ex ministras. Oídos sordos.

Lo que dice esta buena señora es un paralogismo,  un sofisma, una conclusión falsa del silogismo, una amenaza a los viejos y una grave advertencia.

Poco me prestan aquellos y aquellas que chaquetean

2020-12-20

CUENTOS DE HULL LA CIUDAD DEL AMOR

 HAMBRES DE HULL

 

El hambre, los gritos de la señora Siniewski, que estaba enferma de cáncer, la morriña de la tierra de España, las nieblas de Hull y la falta de alimentos, me convirtieron en un ser distinto. El ayuno siempre resulta favorable y me curaba en salud, adelgazaba. Yo era un personaje hético y delgaducho que soñaba a la tarde con el pastel de manzana.  Sencillamente me abstenía de alimento, pues me gasté los dineros de la beca de un trimestre en la compra de un automóvil.

Bernardino, por su lado, sólo tenía otra clase de problema: las chicas. Era de los que pueden pasarse  sin ingerir nada semanas enteras. Vivía inmerso en una eucaristía mística de los tiempos nuevos, pegado a las ondas de mi transistor que emitía música pop desde un barco fantasma surto en la bahía del Humber cuya estrella en la parrilla de programación era un tal Jimmy Sevilla, ídolo de todas las jovencitas del barrio, el cual rebuznaba por los micrófonos y decía tantas tonterías que provocaban carcajada en las audiencias. También hacía otras cosas peores como beneficiarse a todas las chicas del condado de York. Tenía una debilidad morbosa por las enfermas y hasta hizo el amor con una chica a la que en un hospital de Scunthorpe iban a  operar de apendicitis. Bernardino, tan crédulo él, ignoraba  que aquel fantasmagórico personaje, que aparecía rodeado de bellezas, ostentando camisas chillonas de lamé, siempre fumando un puro y una sonrisa sería una asaltacunas. Después de su muerte al principio de siglo XXI fueron descubiertos los atropellos y violaciones de niñas y niños de Jimmy. Fue un escándalo que conmovió a Inglaterra.  La tumba del pinchadiscos de Radio 070 en Leeds fue execrada y sus huesos desparramados. Se le despojó de la orden del imperio británico. Infausto fin para una de las carreras más famosas en el mundo del espectáculo. El tipo aparentemente tan avuncular y simpático que popularizó en Gran Bretaña el cinturón de seguridad al volante con un anuncio que decía clack click every trip pero no el cinturón de castidad, no sería más que un Barba Azul, rapista, que levantaba todas las faldas de sus fans, un insaciable perverso sexual, todo un Jack el Destripador a la vera del Humber. Mas, no adelantemos acontecimientos, dejemos sonar la música de la noche de aquel día. Las gruñís seguían a los Kinks era la revolución sexual que venía una monedita al aire y esta tarde en tu casa o en la mía y con todo y eso mi alma estaba aterida,  llena de escrúpulos fantasmales y de obsesiones sexuales.

Aquello no era precisamente lo que a mí me enseñaron los buenos frailes paúles. La carne tiraba hacia abajo y yo había perdido el rumbo después de quebrar la vasija donde guardaba los tesoros de todas las dulcineas del Toboso que en el mundo han sido.

Vivimos todos nosotros al de por junto capítulos de novela de Kafka y Dostoievski. Inane vida literaria. Tampoco sabía lo que me depararía el destino en este duro menester de juntar palabras ni al demonio que había yo metido en casa. El dios de la literatura está únicamente en tu mente. Es tan atroz como irresoluto y liba incienso a la diosa Megara.

Deliraba en busca de la gloria y de la fama, quise aprender ruso pero se me daba muy mal. El alemán me parecía una lengua compacta pero inextricable. Lucubraba, me enredaba en infinidad de proyectos que al poco de comenzar se derrumbaban. Planes elaboraba sin llegar a materializarlos jamás. Me sentí flotando en una nube de capas dehiscentes constituidas por “alter egos”. Me citaba con mis propios desvaríos. ¿Estaba enfermo? Me dolía la barriga ¿tendría un cáncer?

La lectura de los Hermanos Karamazov en libros prestados en una biblioteca publica de Cuatro Caminos que olía a mugre, señalaba cuál sería mi destino en dictamen inapelable. Era mi hoja de ruta. Serás un fracasado, marcharás por la vida con tus libros a cuestas. Ese será tu castigo.

Mi vida tenía algo de la lobreguez  del padre Zósimo el que interroga al cristo y éste no contesta. Gracias a las descripciones de don Fedor, había vivido la cochambre de los patios interiores de Petersburgo, había vestido el uniforme de los húsares del regimiento zarista Preobrayenski, me había enamorado con amores perdidizos e imposibles de Tania, de Anastasia o de Nadia y otras muchas, porque el corazón de un poeta es una casa huéspedes.

Paseaba de la mano de Antón Chejov por el jardín de los cerezos y ya escuchaba los hachazos del leñador que talaría la encina familiar junto al estanque.

O bien, había sido un funcionario encerrado en su covachuela respectiva que trabajaba de nueve a dos, con manguitos, pegando pólizas o copiando expedientes en alguno de los ministerios de la administración imperial. Todo era papel mojado. Habitaría en una buhardilla escondida entre el ramaje de los robles del Parque Pearson. Abajo en la cocina silbaba la tetera del samovar llena de mugre.

Las bocas de fuego como gárgolas metálicas escupirían chorros de agua caliente y vertían té de Ceilán. La cafeína solía ser una fuente de inspiración. Me aficioné en la juventud a los alcaloides.

Durante un mes me sostuve a fuer de tazas de té y de tostadas con mantequilla; Nunca, sin embargo, había sido tan feliz ni me había sentido tan libre la verdad. Me animaba a mí mismo con tales pensamientos, con el objeto de neutralizar los deseos que me daban de echarlo todo a rodar, tomar el primer tren con destino Dover y regresar a casa. He de tirar por lo menos un curso. No puedes volverte ahora con las orejas gachas.

El aprendizaje del inglés una lengua relativamente fácil a mí como a muchos españoles me traía por la calle de la amargura. Quería aprender y vivir y luego plasmar mis nuevas experiencias sobre las cuartillas. La voluntad de acabar de escritor me ayudaba a vencer el hambre y a soportar el desdén de cuantos me rodeaban. Sin embargo, el mundo no era como yo lo imaginaba. La realidad era superada por la ficción.

De vez en cuando subían desde el piso inferior gritos en polaco cuando la señora Siniewski reñía a alguna de sus seis hijas los domingos por la mañana cuando la familia se disponía para asistir a misa de doce. La leal Polonia -semper fidelis- practica un catolicismo rancio y contundente que tiene algo de liberación nacional y de exaltado nacionalismo anti ruso. Se parecen un poco a los católicos del Eire que parece que van a misa sólo para joder a los ingleses.

Dios, visto de  tal manera, se le presentaba a Bernardino como el mago de Oz luciendo una capa verde rematada por un cucurucho como el de los capuchones de Semana Santa con un cartel en la frente que pone: Yo soy el que soy. Bernardino se imaginaba aquel Dios bíblico, barbudo y luciendo buen pelo con un ojo triangular de cíclope, como un señor de la guerra, empeñado en salvar exclusivamente a sus elegidos. O como un Moloch sediento de sangre. Las blasfemias en polaco un idioma que nunca aprendería, sonaban más fuertes que en ruso. Era un idioma eslavo algo salvaje y norteño que tenía casi todas las desinencias acabadas en “ego” o por “oski”. Me recordaban un poco a los nocturnos de Chopín; no así a Bernardino ni a Remigio Bermejo, el cual más complaciente, pensaba convidar a tomar una copa a una de las hijas de la mesonera.

Le molestaba a la madame que yo escuchase la radio y me mandaba apagar el transistor recién comprado a grandes voces:

—Turn that radio off please

La pobre señora, viuda de guerra, el marido murió en un campo de concentración ruso,   salía al pasillo medio congelada, envuelta en una piel de oso que trajo de Cracovia. Por los gritos que pegaba en la oscuridad colegí que debía de tener fortísimos dolores a causa del cáncer óseo. Tenía los pómulos salientes y los ojos azules rasgados. Parecía rusa y debió de ser muy hermosa en su juventud. Bernardino muy obediente se levantaba de la cama y cerraba el conmutador. Yo no tenía alientos ni para rebullirme en el lecho. La inedia me había dejado esquelético.

Tengo por costumbre dormirme con la radio  de pilas encendida y el ruido le molestaba por lo visto a Mrs. Siniewski. Entonces me arrullaba en la música en las palabras de los disqueros  Tony Blackburn y Jimmy Sevilla halándome desde la lejanía de un barco pirata  surto en el abra de Scarborough.

En aquel país los inviernos son fríos los días soleados  escasos pero las noches cortas, atardecía a las dos de la tarde, pero la luz se prolongaba inacabable por el buen tiempo.

Los dioses trataron con delicadeza a la Pérfida Albión procurando que los encuentros casuales se conviertan en besamanos. Los ingleses no tienen clima solamente weather, y el weather, o meteorología, es un tema de conversación inagotable.

La cosa tenía su gracia vendo mi reino por un plato de lentejas. Fue cuando conocí a la Sibila Mole, la de Leeds una gorda que se dejaba meter mano en cualquier callejón del barrio de Cottingham y aledaños. Estudiaba segundo de magisterio en la Residencia del Endsleigh. En la ciudad aquellas chicas tenían fama de algo locas. Permitía tocamientos dentro de las bragas bajábase los leotardos y venga; se quedaba con los blancos muslos al aire pero “hacerlo” del todo no. Eso sí que no.

—Not the whole way, please

 Al día siguiente, Bernardino que era algo escrupuloso para estas cosas, por haber formado parte de los cuadros de honor de las congregaciones marianas, me obligaba a confesarme con un capuchino irlandés que tenía una voz profunda de bajo, ronca a causa del tabaco y poseía una barba color de azafrán que volvía locas a las feligresas. Father Shannon ostentaba el cerquillo de su tonsura cuidado con esmero y te daba golpecitos en la espalda, ala vamos, desembucha, para animarte a descargar el saco y decía qué más, hijo, qué más.

Imponía a sus reos espirituales sentencias reprobables como dormir sin calzoncillos con un cilicio terciado en la entrepierna, recorrer las enormes distancias del muelle de Hull plagado de tabernas y chiringuitos de dudosa reputación renunciando a entrar en alguno de estos colmados donde se expendía la sabrosa cerveza negra del país. Debía de ser muy popular entre las mujeres porque estas hacían cola ante la rejilla del reclinatorio. Y no lo soltaban ni a sol ni a sombra, y acudían a visitarlo al convento incluso de madrugada pues decían que obraba milagros y había pertenecido a la comunidad del padre Pio.

Más que un santo a mí aquel fraile me parecía a la sazón un elegante tenorio. Ahora me da igual pues pienso que eso de perdonar los pecados, musitar cuestiones personales por la rejilla, formaba parte del gran servicio de espionaje con que siempre ha contado la iglesia latina; o bien era una formula secreta para ciertos desahogos carnales en aquellos cajones de madera que debió de inventar Sigmundo Freud el psicoanálisis.

Sin embargo, ¡qué remordimientos más tontos me aquejaban por entonces¡ siempre he padecido de escrúpulos e inseguridades, y qué de telarañas me metieron en la cabeza aquellos curas fiscalizadores, algo salidos. Querían saberlo todo. Pero no fui yo solo. El trauma lo padecería toda mi generación. Querían volvernos insanos, anormales y no sé cómo no acabamos en abanderados de la bujarronería o víctimas de las más retorcidas perversiones sexuales.

No se puede educar a unos niños con el terror del infierno y las calderas de Pedro Botero. Eso no lo manda Dios pero lo ponían en práctica aquellos sicarios del alma humana. a Bernardino le salió en Inglaterra el judío converso que llevaba dentro y pese a su apostasía no podía remediarlo: era un místico castellano obsesionado con un trato con el Altísimo directamente y sin intermediarios. Los curas y la curia romana ¿para que? Su otra obsesión eran los traumas sexuales que arrastraba desde la niñez. Remigio por su parte se habúa echado una novia gibraltareña. Se llamaba Gladis era morena y tenía unos ojos grandes y una nariz aguileña. Era sobrina del primer ministro sir Yosua Hassan. Los llanitos por aquel entonces cerrada la verja porque la doctrina Castiella les apretaba por donde duele proferían maldiciones contra España. La chica era una mal educada y una estrecha. Le hablabas en castellano y te contestaba en inglés con acento andaluz. A Remigio no se le daba bien y quiso pasársela a su colega. “Tú que eres judio mira a ver si puedes hacer gavilla de ella” u el joven machacante de la literatura montó en cólera ante la propuesta de su amigo. Odiaba al estado sionista y al lobby judío de Norteamérica.

—No me hagas comulgar con ruedas de molino. Gibraltar español. Y esa Gladis es una estrecha que te está sacando los cuartos, colega. Seguro que trabaja para los ingleses y andate con cuidado que por menos de nada vienen los Inmigración te dicen a ver los papeles y te echan del país…

—Bueno, vale, lo que tú me digas.

La dio el pasaporte a la sobrina del ministro principal pero seguía sin comerse una rosca. Cuando iba a bailar al Locarno la gran sala de fiestas de la city bautizada con el nombre de una batalla de la primera gran guerra sólo recibía calabazas.

—Bailas, nena?

—No

llegaba otro pelanas y la interfecta se lanzaba a la pista de cabeza y eso le cabreaba mucho al Bermejo. Una vez promovió una escandalo en el dancing halla. Su propuesta de mover el esqueleto no fue aceptada y al ser la chica solicitada por otro y acceder fue detrás de ello y le dio un golpecito en el hombro al maromo y le espetó a la chica en sus jodidos morros una frosería:

—¿Qué? ¿Acaso este chaval la tiene más larga que yo? Aquí todos venimos a lo mismo a arrimar material.

Desde aquel instante odié  los bailongos pero en aquella cutre saka de fiestas iba a encontrar a Rose la mujer que cambiaría el curso de mi existencia. El Bernarnido aunque se ñas diera de irresistible donjuan tampoco triunfaba. Sys maneras eran clericales y tenía pinta de un rabino reobotado al que expulsaon de la sinagoga. Pedriño un coruñes que llevaba en Inglaterra más de dos décadas y trabajaba en un geriátrico le aleccionaba en  las artes de la seducción:

—Tú cuando salgas con una chica nada de profundidad filosófica, háblala de cosas intrascendentes. Todas son lo mismo; cañerías, su registro viene de la tierra. Todas desean lo mismo que te las pases por la piedra.

Gladis la sobrina del ministro principal (los llanitos son gente muy lista mandaban a sus hijas a estudiar en los colegios de monjas católicas) era una estrecha. Mais toujours cherchez la femme. Quien sera la que me quiera a mí. Remigio no tenía suerte con las mujeres. En el Locarno iba a encontrar a la mujer fatal. Bernardino maldecá a los judíos detestaba a los americanos zionistas y se limpiaba el culo con la foto de Disraeli. Había elegido  el camino de la contestación y la miseria andaba por sendas proféticas yirtando varetas coceando contra el aguijón y remando contra corriente mala cosa pero aseguraba que cuando estaba en apuros siempre se le aparecía  el angel de Tobías que le recomducía a la sinagoga.

Estando un día sin techo porque no tenía suficiente para un hotel cuando azotaba las calles del Strand decidió recorrer a pie las siete millas que separan Picadilly de Golders Green y fue a ver al rabino que  lo acogió en su casa por tres noches lo lavó y lo vistió al despedirlo le puso un billete de conco libras pero él se lo gastó en una fgrancachela con una chica del Soho. Quiso hacer lo mismo ogtra vez con un cura  católico un jesuita el padre Gómez que tenía fama de santo y hablaban glorias de sus caridades y socorros con los pobres de Marylabone a quien trató de calmárselo diciendo que había nacido en Arévalo un lugar en Avila donde san Ignacio había establecido la primera casa de la compañía. El buen padre no tragaba, se mostró receloso,  hasta agresivo. Le explicó su situación de rodillas ante el confesionario.

—Padre Gómez ayúdeme, estoy en la la calle

—Yo también soy pobre. Tengo voto de pobreza castidad y obediencia además de un cuarto voto el de obediencia al Papa.

—¿No me podría dar unas monedas para comer caliente?

—Dios ayuda a los que se ayudan a si mismo. ¿Qué más? ¿No habías venido a confesarte? Pues confiesa tus pecados. Esto no es una oficina de empleo ni una casa de acogida.

—pero padre me muero de hambre

El cura le dio las señas del Ejercito de Salvación y salió corriendo del confesonario reclamado por sus obligaciones de humildad pobreza castizad y obediencia. A Remigio el hermano portero casi lo echa a patadas del convento cuando se lió a pegar voces:

—¿Es esta la manera como los jesuitas entienden la caridad?

—Fuera— No se puede quitar de la boca el pan de los hijos para echárselo a los perros dijo el humilde fámulo con mala leche que por el acento y por las concordancias vizcaínas de su locución coligió que debía de ser vascongado

Dijo el de la portería:

—Si estaría el Rector en casa algunas limosna tendríamos mutil pero nuestro padre marchó a Roma a capitulo hace una semana o así.

Remigio tomó el olivo lleno de furor pensando que la recomendación del mandamiento nuevo evangélico sonaba a bromas o aquellos que se decían personas consagradas. El amor paulino mirad como se aman unos a otros le pareció un chiste. Para remate, en un semáforo de Marylabone se detuvo junto a él un haiga. Dentro iba el padre Gómez fumándose un puro y acompañado de una rubia. Voto de pobreza. Voto de castidad.

La diosa Megara en lo alto de la Torre del Post Office empezó a emitir señales y a pegar voces. Yo tendría que cambiar el chip y convencerme de una voz por todas de que había recibido una educación bastarda- que los judíos podían ser unos cabrones pero se ayudaban unos a otros y cumplían el mandato bíblico. Eran mis cabrones. Los católicos mientras tanto se odiaban claramente y se hacían la guerra. La limusina que conducía el Reverendo Padre y su barragana arrancó y desapareció a toda velocidad perdida entre los atascos del trafico londinense. Vaya una panda de tarados sexuales y de hipócritas.

Hull acabaría por cortarme las alas y rebajarme los humos pero allí todos nosotros empezamos a aprender a vivir y a razonar por nuestra cuenta. Era una ciudad destartalada y sin ningún atractivo. Muchos de sus edificios mostraban las mellas de los bombardeos alemanes. A la puerta del Guildhall o ayuntamiento había una estatua de Daniel Defoe su hijo más ilustre. El artista lo esculpió mirando al océano fumando con tranquilidad una cachimba larga. Desde su pedestal oteaba el horizonte. El nos enseñó la austeridad del robinsonismo literario. El esplendoroso aislamiento y la aurea mediocritas. Teníamos que aprender por nosotros mismos y mostrar indiferencia ante los avatares y contingencias que nos depare la vida. Entretanto culateábamos el arcabuz cargábamos la pipa a sabiendas de que la juventud no vuelve y que las ilusiones nuestras quedarían diluidas. Teníamos los ojos muy abiertos, todo nos entusiasmaba nada nos aburría. Pero este idealismo puede resultar fatal para un muchacho que se inicia en las tareas del periodismo. No nos decían que la existencia y la escritura siguen rutas diferentes y que la vida de todo escritor está abocada al fracaso, a la incomprensión, la pobreza y con frecuencia a la cárcel. La mayoría sucumben al realizar el salto mortal. Caen por el precipicio. Nuestros libros no serían editados en elegantes ediciones ni adornarían los escaparates libreros luciendo encuadernaciones piel de Rusia. Robinson vivía en su isla y nosotros nos desparramos  por rimeros de papel donde sudábamos en sangre nuestros anhelos  de conjurar a los vestiglos de la mente negro sobre blanco. Hay que darle a la imaginativa. La loca de la casa es una yegua ruana que pega brincos. Difícil de domar es este corcel. ¿Es que os dieron cuerda o qué? Yo era in literato mezcla de escritor y amanuense (escribir para dejar de fumar, alejar las enfermedades o la tristeza) me estaba vedada la entrada los doctos paraninfos. Era un hijo de la piedra que había venido a Londres la gran Babilonia al encuentro de mi ego huyendo de los inquisidores de mi país. Era un extranjero que cada día celebraba sus fiestas diasias con mujeres vino y rosas. Debía mi trabajo al General y Londres era un gran saturnal.. Tenía que ser un estómago agradecido no quedaba otro remedio. Trataba de ser discreto. Mas, amor y viento nunca tuvieron buen cimiento y una venda me tapaba los ojos

 

🕊misa cum jubilo de la virgen Gregorian Chants in Latin | Sung by Monks of the Abbey of St Ottilien,...

santo tomás apóstol el que puso el dedo en la llaga ver Para creer es fácil pero sólo creer lo que no vimos nos salva. FELICIDADES A TOMAS VIRSEDA COMPAÑERO MÍO DE SEMINARIO BUEN OINTOR Y ESCRITOR O DE LOS MEJORES DE LA PROMOCIÓN

 S. Thomæ Apostoli ~ II. classis

Commemoratio: Feria II infra Hebdomadam IV Adventus

Sancta Missa

Compare    Divinum Officium             Ordo     Options

Ante Missam


Incipit
Sacerdos paratus cum ingreditur ad Altare, facta illi debita reverentia, signat se signo crucis a fronte ad pectus, et clara voce dicit:
In nómine Patris,  et Fílii, et Spíritus Sancti. Amen.
2
Beginning
The priest, bowing down at the foot of the altar, makes the Sign of the Cross, from his forehead to his breast, and says:
In the Name of the Father, and of the Son,  and of the Holy Ghost. Amen.
Deinde, iunctis manibus ante pectus, incipit Antiphonam:
S. Introíbo ad altáre Dei.
M. Ad Deum, qui lætíficat iuventútem meam.
Postea alternatim cum Ministris dicit sequentem:
Ps. 42, 1-5.
S. Iúdica me, Deus, et discérne causam meam de gente non sancta: ab hómine iníquo et dolóso érue me.
M. Quia tu es, Deus, fortitúdo mea: quare me repulísti, et quare tristis incédo, dum afflígit me inimícus?
S. Emítte lucem tuam et veritátem tuam: ipsa me deduxérunt, et adduxérunt in montem sanctum tuum et in tabernácula tua.
M. Et introíbo ad altáre Dei: ad Deum, qui lætíficat iuventútem meam.
S. Confitébor tibi in cíthara, Deus, Deus meus: quare tristis es, ánima mea, et quare contúrbas me?
M. Spera in Deo, quóniam adhuc confitébor illi: salutáre vultus mei, et Deus meus.
S. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
M. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper: et in saecula sæculórum. Amen.
Sacerdos repetit Antiphonam:
S. Introíbo ad altáre Dei.
M. Ad Deum, qui lætíficat iuventútem meam.
3
Then joining his hands before his breast, he begins the Anthem:
P. I will go in unto the altar of God.
S. To God who giveth joy to my youth.
The priest alternates with the server in reciting this psalm to express his desire, joy and confidence in going to the altar of the Sacrifice.
Ps. 42, 1-5.
P. Judge me, O God, and distinguish my cause from the nation which is not holy: deliver me from the unjust and deceitful man.
S. For Thou, O God, art my strength: why hast Thou cast me off? and why go I sorrowful whilst the enemy afflicteth me?
P. Send forth Thy light and Thy truth: they have conducted me and brought me unto Thy holy mount, and into Thy tabernacles.
S. And I will go into the altar of God: to God who giveth joy to my youth.
P. To Thee, O God, my God, I will give praise upon the harp; why art thou sad, O my soul, and why dost thou disquiet me?
S. Hope in God, for I will still give praise to Him: the salvation of my countenance and my God.
P. Glory be to the Father, and to the Son, and to the Holy Ghost.
S. As it was in the beginning, is now, and ever shall be, world without end. Amen.
The priest repeats the Anthem:
P. I will go in unto the altar of God.
S. To God who giveth joy to my youth.
Signat se, dicens:
V. Adiutórium nostrum  in nómine Dómini.
R. Qui fecit coelum et terram.
Deinde iunctis manibus profunde inclinatus facit Confessionem.
Confíteor Deo omnipoténti, beátæ Maríæ semper Vírgini, beáto Michaéli Archángelo, beáto Ioánni Baptístæ, sanctis Apóstolis Petro et Paulo, ómnibus Sanctis, et vobis, fratres: quia peccávi nimis cogitatióne, verbo et opere: Percutit sibi pectus ter, dicens: mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa. Ideo precor beátam Maríam semper Vírginem, beátum Michaélem Archángelum, beátum Ioánnem Baptístam, sanctos Apóstolos Petrum et Paulum, omnes Sanctos, et vos, fratres, orare pro me ad Dóminum, Deum nostrum.
M. Misereátur tui omnípotens Deus, et, dimíssis peccátis tuis, perdúcat te ad vitam ætérnam.
Sacerdos dicit:
S. Amen.
et erigit se. Deinde Ministri repetunt Confessionem: et ubi a Sacerdote dicebatur vobis, fratres, et vos, fratres, a Ministris dicitur tibi, pater, et te, pater.
M. Confíteor Deo omnipoténti, beátæ Maríæ semper Vírgini, beáto Michaéli Archángelo, beáto Ioánni Baptístæ, sanctis Apóstolis Petro et Paulo, ómnibus Sanctis, et tibi, pater: quia peccávi nimis cogitatióne, verbo et opere: mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa. Ideo precor beátam Maríam semper Vírginem, beátum Michaélem Archángelum, beátum Ioánnem Baptístam, sanctos Apóstolos Petrum et Paulum, omnes Sanctos, et te, pater, orare pro me ad Dóminum, Deum nostrum.
Postea Sacerdos, iunctis manibus, facit absolutionem, dicens:
S. Misereátur vestri omnípotens Deus, et, dimíssis peccátis vestris, perdúcat vos ad vitam ætérnam.
R. Amen.
Signat se signo crucis, dicens:
S. Indulgéntiam,  absolutionem et remissiónem peccatórum nostrórum tríbuat nobis omnípotens et miséricors Dóminus.
R. Amen.
4
The priest, signing himself with the Sign of the Cross, says:
P. Our help  is in the Name of the Lord.
S. Who made heaven and earth.
Then, joining his hands, and humbly bowing down, he says the Confiteor:
P. I confess to almighty God, to the blessed Mary ever Virgin, blessed Michael the Archangel, blessed John the Baptist, the holy Apostles Peter and Paul, to all the Saints, and to you, brothers, that I have sinned exceedingly in thought, word, and deed, Here he strikes his breast thrice. through my fault, through my fault, through my most grievous fault. Therefore I beseech the blessed Mary, ever Virgin, blessed Michael the Archangel, blessed John the Baptist, the holy Apostles Peter and Paul, all the Saints, and you, brothers, to pray to the Lord our God for me.
S. May almighty God be merciful to thee, and forgiving thy sins, bring thee to everlasting life.
The priest answers:
P. Amen.
The server says the Confiteor.
S. I confess to almighty God, to the blessed Mary ever Virgin, blessed Michael the Archangel, blessed John the Baptist, the holy Apostles Peter and Paul, to all the Saints, and to you, Father, that I have sinned exceedingly in thought, word, and deed, through my fault, through my fault, through my most grievous fault. Therefore I beseech the blessed Mary, ever Virgin, blessed Michael the Archangel, blessed John the Baptist, the holy Apostles Peter and Paul, all the Saints, and you, Father, to pray to the Lord our God for me.
Then the priest, with his hands joined, says:
P. May almighty God be merciful to thee, and forgiving thy sins, bring thee to everlasting life.
S. Amen.
Signing himself with the Sign of the Cross, the priest says:
P. May the  almighty and merciful Lord grant us pardon, absolution, and remission of our sins.
S. Amen.
Et inclinatus prosequitur:
V. Deus, tu convérsus vivificábis nos.
R. Et plebs tua lætábitur in te.
V. Osténde nobis, Dómine, misericórdiam tuam.
R. Et salutáre tuum da nobis.
V. Dómine, exáudi oratiónem meam.
R. Et clamor meus ad te véniat.
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
Et extendens ac iungens manus, clara voce dicit:
Orémus, ei ascendens ad Altare, dicit secreto:
Aufer a nobis, quaesumus, Dómine, iniquitátes nostras: ut ad Sancta sanctórum puris mereámur méntibus introíre. Per Christum, Dóminum nostrum. Amen.
Deinde, manibus iunctis super Altare, inclinatus dicit:
Orámus te, Dómine, per mérita Sanctórum tuórum, Osculatur Altare in medio quorum relíquiæ hic sunt, et ómnium Sanctórum: ut indulgére dignéris ómnia peccáta mea. Amen.
5
Bowing down, he proceeds:
P. O God, Thou wilt turn again and quicken us.
S. And thy people shall rejoice in Thee.
P. Show us, O Lord, Thy mercy.
S. And grant us Thy salvation.
P. O Lord, hear my prayer.
S. And let my cry come before Thee.
P. The Lord be with you.
S. And with thy spirit.
First extending, then joining his hands, the priest says audibly: "Let us pray". Then ascending to the altar, he says secretly:
Let us pray.
Take away from us our iniquities, we beseech Thee, O Lord, that we may be worthy to enter with pure minds into the Holy of Holies, through Christ our Lord. Amen.
His hands joined, and bowing down over the altar, the priest says:
We beseech Thee, O Lord, by the merits of Thy Saints, He kisses the sacred stone whose relics are here, and of all the Saints, that Thou wouldst vouchsafe to forgive me all my sins. Amen.
Introitus
Ps 138:17.
Mihi autem nimis honoráti sunt amíci tui, Deus: nimis confortátus est principátus eórum.
Ps 138:1-2
Dómine, probásti me et cognovísti me: tu cognovísti sessiónem meam et resurrectiónem meam.
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sǽcula sæculórum. Amen.
Mihi autem nimis honoráti sunt amíci tui, Deus: nimis confortátus est principátus eórum.
6
Introit
Ps 138:17
To me, Your friends, O God, are made exceedingly honorable; their principality is exceedingly strengthened.
Ps 138:1-2
O Lord, You have probed me and You know me; You know when I sit and when I stand.
V. Glory be to the Father, and to the Son, and to the Holy Ghost.
R. As it was in the beginning, is now, and ever shall be, world without end. Amen.
To me, Your friends, O God, are made exceedingly honorable; their principality is exceedingly strengthened.
Kyrie
Qua finita, iunctis manibus, accedit ad medium altaris et, alternatim cum Ministris, dicit:
S. Kýrie, eléison.
M. Kýrie, eléison.
S. Kýrie, eléison.
M. Christe, eléison.
S. Christe, eléison.
M. Christe, eléison.
S. Kýrie, eléison.
M. Kýrie, eléison.
S. Kýrie, eléison.
7
Kyrie

P. Lord, have mercy.
S. Lord, have mercy.
P. Lord, have mercy.
S. Christ, have mercy.
P. Christ, have mercy.
S. Christ, have mercy.
P. Lord, have mercy.
S. Lord, have mercy.
P. Lord, have mercy.
Gloria
Postea in medio Altaris extendens et iungens manus, caputque aliquantulum inclínans, dicit, si dicendum est, Glória in excélsis Deo, et prosequitur iunctis manibus. Cum dicit Adorámus te, Grátias agimus tibi, et Iesu Christe, et Suscipe deprecatiónem, inclinat caput; et in fine dicens: Cum Sancto Spíritu, signat se a fronte ad pectus.
Glória in excélsis Deo. Et in terra pax homínibus bonæ voluntátis. Laudámus te. Benedícimus te. Adorámus te. Glorificámus te. Grátias ágimus tibi propter magnam glóriam tuam. Dómine Deus, Rex coeléstis, Deus Pater omnípotens. Dómine Fili unigénite, Iesu Christe. Dómine Deus, Agnus Dei, Fílius Patris. Qui tollis peccáta mundi, miserére nobis. Qui tollis peccáta mundi, súscipe deprecatiónem nostram. Qui sedes ad déxteram Patris, miserére nobis. Quóniam tu solus Sanctus. Tu solus Dóminus. Tu solus Altíssimus, Iesu Christe. Cum Sancto Spíritu  in glória Dei Patris. Amen.
8
Gloria
Afterwards, standing at the middle of the altar, extending and then joining his hands,and bowing slightly, the priest says — except during Lent, Advent and in Masses for the Dead — the Gloria. When he says the words: We adore Thee, We give Thee thanks; Jesus Christ; and Receive our prayer, he bows, and at the end he signs himself with the Sign of the Cross from forehead to breast:
Glory be to God on high, and on earth peace to men of good will. We praise Thee. We bless Thee. We adore Thee. We glorify Thee. We give Thee thanks for Thy great glory. O Lord God, heavenly King, God the Father almighty. O Lord Jesus Christ, the only begotten Son. O Lord God, Lamb of God, Son of the Father. Who takest away the sins of the world, have mercy on us. Who takest away the sins of the world, receive our prayer. Who sittest at the right hand of the Father, have mercy on us. For Thou only are holy. Thou only art the Lord. Thou only art most high, O Jesus Christ. Together with the Holy Ghost  in the glory of God the Father. Amen.
Oratio
Deinde osculatur Altare in medio, et versus ad populum dicit:
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spiritu tuo.
Postea dicit: Orémus, et Orationes, unam aut plures, ut ordo Officii postulat. Sequitur Epistola, Graduale, Tractus, vel Allelúia cum Versu, aut Sequentia, prout Tempus aut qualitas Missæ postulat.
Orémus.
Da nobis, quǽsumus, Dómine, beáti Apóstoli tui Thomæ sollemnitátibus gloriári: ut eius semper et patrocíniis sublevémur; et fidem cóngrua devotióne sectémur.
Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum: qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia sǽcula sæculórum.
R. Amen.

Orémus.
Commemoratio Feria II infra Hebdomadam IV Adventus
Excita, quǽsumus, Dómine, poténtiam tuam, et veni: et magna nobis virtúte succúrre; ut per auxílium grátiæ tuæ, quod nostra peccáta præpédiunt, indulgéntiæ tuæ propitiatiónis accéleret:
Qui vivis et regnas cum Deo Patre, in unitáte Spíritus Sancti, Deus, per ómnia sǽcula sæculórum.
R. Amen.
9
Collect
Then the priest kisses the altar, and turning to the people says:
V. The Lord be with you.
R. And with thy spirit.
The Collects mean the collected prayers of all the faithful assisting at the Holy Sacrifice. Raising his voice, his hands, and his sentiments to God, the priest excites the faithful to unite their prayers with his.
Let us pray.
O Lord, grant us, we beseech You, to glory in the feast-day of blessed Thomas, Your Apostle, that we may be helped continually by his patronage and imitate his faith with a devotion like his.
Through Jesus Christ, thy Son our Lord, Who liveth and reigneth with thee, in the unity of the Holy Ghost, ever one God, world without end.
R. Amen.

Let us pray.
Commemoratio Feria II infra Hebdomadam IV Adventus
Put forth Your power, O Lord, we beseech You, and delay not: and with Your great might come to our aid, so that what is hindered by our sins may be hastened by Your merciful goodness.
Who livest and reignest with God the Father, in the unity of the Holy Spirit, one God, world without end.
R. Amen
Lectio
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Ephésios.
Ephes 2:19-22
Fratres: Iam non estis hóspites et ádvenæ: sed estis cives sanctórum et doméstici Dei: superædificáti super fundaméntum Apostolórum et Prophetárum, ipso summo angulári lápide Christo Iesu: in quo omnis ædificátio constrúcta crescit in templum sanctum in Dómino, in quo et vos coædificámini in habitáculum Dei in Spíritu.
R. Deo grátias.
10
Lesson
Lesson from the letter of St. Paul the Apostle to the Ephesians
Eph 2:19-22
Brethren: You are now no longer strangers and foreigners, but you are citizens with the saints and members of God’s household: you are built upon the foundation of the apostles and prophets with Christ Jesus Himself as the chief cornerstone. In Him the whole structure is closely fitted together and grows into a temple holy in the Lord, in Him you too are being built together into a dwelling place for God in the Spirit.
R. Thanks be to God.
Graduale
Ps 138:17-18.
Nimis honorati sunt amíci tui, Deus: nimis confortátus est principátus eórum.
V. Dinumerábo eos, et super arénam multiplicabúntur. Allelúia, allelúia.
Ps 32:1
Gaudéte, iusti, in Dómino: rectos decet collaudátio. Allelúia.
11
Gradual
Ps 138:17-18
Your friends, O God, are made exceedingly honorable: their principality is exceedingly strengthened.
V. Were I to recount them, they would outnumber the sands. Alleluia, alleluia.
Ps 32:1
V. Exult, you just, in the Lord; praise from the upright is fitting. Alleluia.
Evangelium
Si vero Sacerdos sine Diacono et Subdiacono celebrat, delato libro ad aliud cornu Altaris, inclinatus in medio, iunctis manibus dicit:
Munda cor meum, ac labia mea, omnípotens Deus, qui labia Isaíæ Prophétæ cálculo mundásti igníto: ita me tua grata miseratióne dignáre mundáre, ut sanctum Evangélium tuum digne váleam nuntiáre. Per Christum, Dóminum nostrum. Amen.
Iube, Dómine, benedícere. Dóminus sit in corde meo et in lábiis meis: ut digne et competénter annúntiem Evangélium suum. Amen.
Deinde, conversus ad librum, iunctis manibus, dicit:
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
Et pronuntians: Inítium, sive Sequéntia sancti Evangélii, signat librum, et se in fronte, ore et pectore, et legit Evangelium, ut dictum est. Quo finito, respondet Minister: Laus tibi, Christe, et Sacerdos osculatur Evangelium, dicens: per evangelica dicta, ut supra.
Sequéntia +︎ sancti Evangélii secúndum Ioánnem.
R. Glória tibi, Dómine.
Ioann 20:24-29
In illo témpore: Thomas, unus ex duódecim, qui dícitur Dídymus, non erat cum eis, quando venit Iesus. Dixérunt ergo ei alii discípuli: Vídimus Dóminum. Ille autem dixit eis: Nisi videre in mánibus eius fixúram clavórum, et mittam dígitum meum in locum clavórum, et mittam manum meam in latus eius, non credam. Et post dies octo, íterum erant discípuli eius intus, et Thomas cum eis. Venit Iesus iánuis clausis, et stetit in médio, et dixit: Pax vobis. Deinde dicit Thomæ: Inter dígitum tuum huc, et vide manus meas, et affer manum tuam, et mitte in latus meum: et noli esse incrédulus, sed fidélis. Respóndit Thomas et dixit ei: Dóminus meus et Deus meus. Dixit ei Iesus: Quia vidisti me, Thoma, credidísti: beáti, qui non vidérunt, et credidérunt.
R. Laus tibi, Christe.
S. Per Evangélica dicta, deleántur nostra delícta.
12
Gospel
The Missal is transferred to the other side of the altar. At Low Masses, the priest, bowing down at the middle of the altar, with his hands joined, says:
Cleanse my heart and my lips, O almighty God, who didst cleanse the lips of the prophet Isaias with a burning coal, and vouchsafe, through Thy gracious mercy, so to purify me, that I may worthily announce Thy holy Gospel. Through Christ our Lord. Amen.
Give me Thy blessing, O Lord. The Lord be in my heart and on my lips, that I may worthily and in a becoming manner, proclaim His holy Gospel. Amen.

P. The Lord be with you.
S. And with thy spirit.
Continuation  of the Holy Gospel according to John
R. Glory be to Thee, O Lord.
John 20:24-29
At that time, Thomas, one of the Twelve, called the Twin, was not with them when Jesus came. The other disciples therefore said to him, We have seen the Lord. But he said to them, Unless I see in His hands the print of the nails, and put my finger into the place of the nails, and put my hand into His side, I will not believe. And after eight days, His disciples were again inside, and Thomas with them. Jesus came, the doors being closed, and stood in their midst, and said, Peace be to you! Then He said to Thomas, Bring here your finger, and see My hands; and bring here your hand, and put it into My side; and be not unbelieving, but believing. Thomas answered and said to Him, ‘My Lord and my God! Jesus said to him, Because you have seen Me, Thomas, you have believed. Blessed are they who have not seen, and yet have believed.
R. Praise be to Thee, O Christ.
S. By the words of the Gospel may our sins be blotted out.
Credo
Deinde ad medium Altaris extendens, elevans et iungens manus, dicit, si dicendum est, Credo in unum Deum, et prosequitur iunctis manibus. Cum dicit Deum, caput Cruci inclinat: quod similiter facit, cum dicit Iesum Christum, et simul adorátur. Ad illa autem verba Et incarnátus est, genuflectit usque dum dicatur Et homo factus est. In fine ad Et vitam ventúri saeculi, signat se signo crucis a fronte ad pectus.
Credo in unum Deum, Patrem omnipoténtem, factórem coeli et terræ, visibílium ómnium et invisibílium. Et in unum Dóminum Iesum Christum, Fílium Dei unigénitum. Et ex Patre natum ante ómnia saecula. Deum de Deo, lumen de lúmine, Deum verum de Deo vero. Génitum, non factum, consubstantiálem Patri: per quem ómnia facta sunt. Qui propter nos hómines et propter nostram salútem descéndit de coelis. Hic genuflectitur Et incarnátus est de Spíritu Sancto ex María Vírgine: Et homo factus est. Crucifíxus étiam pro nobis: sub Póntio Piláto passus, et sepúltus est. Et resurréxit tértia die, secúndum Scriptúras. Et ascéndit in coelum: sedet ad déxteram Patris. Et íterum ventúrus est cum glória iudicáre vivos et mórtuos: cuius regni non erit finis. Et in Spíritum Sanctum, Dóminum et vivificántem: qui ex Patre Filióque procédit. Qui cum Patre et Fílio simul adorátur et conglorificátur: qui locútus est per Prophétas. Et unam sanctam cathólicam et apostólicam Ecclésiam. Confíteor unum baptísma in remissiónem peccatórum. Et exspécto resurrectiónem mortuórum. Et vitam ventúri saeculi. Amen.
13
Creed
On Sundays and certain Feasts the priest recites the Creed, a summary of the Catholic Doctrine. This profession of faith was drawn up in the General Councils of Nicaea in 325 and Constantinople in 381 to condemn heretics who denied that Jesus Christ and the Holy Ghost were God.
I believe in one God, the Father almighty, Maker of heaven and earth, and of all things, visible and invisible.
And in one Lord Jesus Christ, the only begotten Son of God. And born of the Father, before all ages. God of God: Light of Light: true God of true God. Begotten, not made, consubstantial with the Father, by whom all things were made. Who, for us men, and for our salvation, came down from heaven. Here kneel down. And became incarnate by the Holy Ghost of the Virgin Mary: and was made man. He was crucified also for us, suffered under Pontius Pilate, and was buried. And the third day He rose again according to the Scriptures. And ascended into heaven, and sitteth at the right hand of the Father. And He shall come again with glory to judge both the living and the dead, of whose kingdom there shall be no end.
And in the Holy Ghost, the Lord and Giver of Life, proceeding from the Father and the Son. Who together, with the Father and the Son, is adored and glorified: Who spoke by the prophets. And in one, holy, Catholic and Apostolic Church. I confess one baptism for the remission of sins. And I look for the resurrection of the dead. And the life of the world to come. Amen.
Offertorium
Deinde osculatur Altare, et versus ad populum, dicit:
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
Postea dicit: Orémus, et Offertorium.
Orémus
Ps 18:5
In omnem terram exívit sonus eórum: et in fines orbis terræ verba eórum.
14
Offertory
The priest kisses the altar, and turning to the people says:
P. The Lord be with you.
S. And with thy spirit.
After saluting the people once more, the priest enters upon the Sacrifice of the Mass proper and urges the faithful to pray with him.
Let us pray.
Ps 18:5
Through all the earth their voice resounds, and to the ends of the world, their message.
Quo dicto, si est Missa sollemnis, Diaconus porrigit Celebranti Patenam cum Hostia: si privata, Sacerdos ipse accipit Patenam cum Hostia, quam offerens, dicit:
Suscipe, sancte Pater, omnipotens ætérne Deus, hanc immaculátam hóstiam, quam ego indígnus fámulus tuus óffero tibi Deo meo vivo et vero, pro innumerabílibus peccátis, et offensiónibus, et neglegéntiis meis, et pro ómnibus circumstántibus, sed et pro ómnibus fidélibus christiánis vivis atque defúnctis: ut mihi, et illis profíciat ad salútem in vitam ætérnam. Amen.
15
Then the priest reads the Offertory-verse, a short quotation from Holy Scripture which varies with the Mass of each day. This being finished, he offers the bread and wine, which, by virtue of the words of consecration, he is going to change into the adorable Body and Blood of Jesus Christ. He takes the paten with the host and offering it up, says:
Accept, O holy Father, almighty and eternal God, this unspotted host, which I, Thy unworthy servant, offer unto Thee, my living and true God, for my innumerable sins, offenses, and negligences, and for all here present: as also for all faithful Christians, both living and dead, that it may avail both me and them for salvation unto life everlasting. Amen.
Deinde faciens crucem cum eadem Patena, deponit Hostiam super Corporale. Diaconus ministrat vinum, Subdiaconus aquam in Calice: vel si privata est Missa, utrumque infundit Sacerdos, et aquam miscendam in Calice benedicit signo crucis, dicens:
Deus, qui humánæ substántiæ dignitátem mirabíliter condidísti, et mirabílius reformásti: da nobis per huius aquæ et vini mystérium, eius divinitátis esse consórtes, qui humanitátis nostræ fíeri dignátus est párticeps, Iesus Christus, Fílius tuus, Dóminus noster: Qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus: per ómnia saecula sæculórum. Amen.
16
Making the Sign of the Cross with the paten, he places the host upon the corporal. He pours wine and water into the chalice, blessing the water before it is mixed. He pours a few drops of water into the chalice containing wine, in remembrance of the water and blood which flowed from the side of Jesus when pierced by the soldier's lance.
O God, who, in creating human nature, didst wonderfully dignify it, and still more wonderfully restore it, grant that, by the Mystery of this water and wine, we may be made partakers of His divine nature, who vouchsafed to be made partaker of our human nature, even Jesus Christ our Lord, Thy Son, who with Thee, liveth and reigneth in the unity of the Holy Ghost, God: world without end. Amen.
Postea accipit Calicem, et offert dicens:
Offérimus tibi, Dómine, cálicem salutáris, tuam deprecántes cleméntiam: ut in conspéctu divínæ maiestátis tuæ, pro nostra et totíus mundi salute, cum odóre suavitátis ascéndat. Amen.
Deinde facit signum crucis cum Calice, et illum ponit super Corporale, et Palla cooperit: tum, iunctis manibus super Altare, aliquantulum inclinatus, dicit:
In spíritu humilitátis et in ánimo contríto suscipiámur a te, Dómine: et sic fiat sacrifícium nostrum in conspéctu tuo hódie, ut pláceat tibi, Dómine Deus.
Erectus expandit manus, easque in altum porrectas iungens, elevátis ad coelum oculis et statim demissis, dicit:
Veni, sanctificátor omnípotens ætérne Deus: Benedicit Oblata, prosequendo: et bene  dic hoc sacrifícium, tuo sancto nómini præparátum.
17
Then the priest takes the chalice, and offers it, saying:
We offer unto Thee, O Lord, the chalice of salvation, beseeching Thy clemency, that it may ascend before Thy divine Majesty, as a sweet savor, for our salvation, and for that of the whole world. Amen.
The priest makes the Sign of the Cross with the chalice, places it upon the corporal, and covers it with the pall. Then, with his hands joined upon the Altar, and slightly bowing down, he says:
Accept us, O Lord, in the spirit of humility and contrition of heart, and grant that the sacrifice which we offer this day in Thy sight may be pleasing to Thee, O Lord God.
Raising his eyes towards heaven, extending and then joining his hands, the priest makes the Sign of the Cross over the host and the chalice, while he invokes the Holy Spirit.
Come, O almighty and eternal God, the Sanctifier, and bless  this Sacrifice, prepared for the glory of Thy holy Name.
Sacerdos lavat manus, dicens:
Ps. 25, 6-12.
Lavábo inter innocéntes manus meas: et circúmdabo altáre tuum. Dómine: Ut áudiam vocem laudis, et enárrem univérsa mirabília tua. Dómine, diléxi decórem domus tuæ et locum habitatiónis glóriæ tuæ. Ne perdas cum ímpiis, Deus, ánimam meam, et cum viris sánguinum vitam meam: In quorum mánibus iniquitátes sunt: déxtera eórum repléta est munéribus. Ego autem in innocéntia mea ingréssus sum: rédime me et miserére mei. Pes meus stetit in dirécto: in ecclésiis benedícam te, Dómine.
V. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.
R. Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sǽcula sæculórum. Amen.
18
The priest washes his fingers to symbolize the great purity and inner cleanliness of those who offer or participate in this great Sacrifice.
Psalm 25. 6-12
I will wash my hands among the innocent: and I will compass Thine altar, O Lord That I may hear the voice of praise: and tell of all Thy wonderous works. I have loved, O Lord, the beauty of Thy house and the place where Thy glory dwelleth. Take not away my soul, O God, with the wicked: nor my life with blood-thirsty men. In whose hands are iniquities, their right hand is filled with gifts. But I have walked in my innocence: redeem me, and have mercy on me. My foot hath stood in the direct way, in the churches I will bless Thee, O Lord.
V. Glory be to the Father, and to the Son, and to the Holy Ghost.
R. As it was in the beginning, is now, and ever shall be, world without end. Amen.
Deinde, aliquantulum inclinatus in medio Altaris, iunctis manibus super eo, dicit:
Súscipe, sancta Trinitas, hanc oblatiónem, quam tibi offérimus ob memóriam passiónis, resurrectiónis, et ascensiónis Iesu Christi, Dómini nostri: et in honórem beátæ Maríæ semper Vírginis, et beáti Ioannis Baptistæ, et sanctórum Apostolórum Petri et Pauli, et istórum et ómnium Sanctórum: ut illis profíciat ad honórem, nobis autem ad salútem: et illi pro nobis intercédere dignéntur in coelis, quorum memóriam ágimus in terris. Per eúndem Christum, Dóminum nostrum. Amen.
19
Bowing down before the middle of the alter, the priest, with joined hands, says:
Receive, O holy Trinity, this oblation which we make to Thee, in memory of the Passion, Resurrection and Ascension of our Lord Jesus Christ, and in honor of Blessed Mary, ever Virgin, blessed John the Baptist, the holy Apostles Peter and Paul, and of all the Saints, that it may avail unto their honor and our salvation, and may they vouchsafe to intercede for us in heaven, whose memory we celebrate on earth. Through the same Christ our Lord. Amen.
Postea osculatur Altare, et versus ad populum extendens, et iungens manus, voce paululum elevata, dicit:
S. Oráte, fratres: ut meum ac vestrum sacrifícium acceptábile fiat apud Deum Patrem omnipoténtem.
Minister, seu circumstantes respondent: alioquin ipsemet Sacerdos:
M. Suscípiat Dóminus sacrifícium de mánibus tuis vel meis ad laudem et glóriam nominis sui, ad utilitátem quoque nostram, totiúsque Ecclésiæ suæ sanctæ.
Sacerdos submissa voce dicit:
S. Amen.
Deinde, manibus extensis, absolute sine Orémus subiungit Orationes secretas.

Secreta
Débitum tibi, Dómine, nostræ réddimus servitútis, supplíciter exorántes: ut, suffrágiis beáti Thomæ Apóstoli, in nobis tua múnera tueáris, cuius honoránda confessióne laudis tibi hóstias immolámus.
Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum: qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia sǽcula sæculórum.
R. Amen.
Commemoratio Feria II infra Hebdomadam IV Adventus
Sacrifíciis præséntibus, quǽsumus, Dómine, placátus inténde: ut et devotióni nostræ profíciant et salúti.
Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum: qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia sǽcula sæculórum.
R. Amen.
20
The priest kisses the altar and, turning towards the people, extending, then joining his hands, says audibly:
P. Brethren, pray that my Sacrifice and yours may be acceptable to God the Father almighty.
The server answers:
S. May the Lord receive the Sacrifice from thy hands, to the praise and glory of His Name, to our benefit and that of all His holy Church.
The priest answers in a low voice:
P. Amen.
Then, with outstretched hands, he recites the Secret Prayers, not beginning with Oremus. The Secret Prayers vary with the Mass, and are found in the Mass of the Day. These being finished, the priest says or sings: P. World without end. S. Amen.

Secret
O Lord, we who dutifully worship You humbly entreat You that, by the prayers of Your blessed Apostle Thomas, in honor of whose martyrdom we offer these sacrifices of praise, You safeguard Your gifts within us.
Through Jesus Christ, thy Son our Lord, Who liveth and reigneth with thee, in the unity of the Holy Ghost, ever one God, world without end.
R. Amen.
Commemoratio Feria II infra Hebdomadam IV Adventus
Look with favor, O Lord, we beseech You, upon the offerings here present, that they may be profitable for our devotion and for our salvation.
Through Jesus Christ, thy Son our Lord, Who liveth and reigneth with thee, in the unity of the Holy Ghost, ever one God, world without end.
R. Amen.
Praefatio
Quibus finitis, cum pervenerit ad conclusionem, clara voce dicit: Per ómnia saecula sæculórum, cum Præfatione, ut in sequentibus. Præfationem incipit ambabus manibus positis hinc inde super Altare: quas aliquantulum elevat, cum dicit: Sursum corda. Iungit eas ante pectus, et caput inclinat, cum dicit: Grátias agamus Dómino, Deo nostro. Deinde disiungit manus, et disiunctas tenet usque ad finem Præfationis: qua finita, iterum iungit eas, et inclinatus dicit: Sanctus. Et cum dicit: Benedíctus, qui venit, signum crucis sibi producit a fronte ad pectus.
V. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
V. Sursum corda.
R. Habémus ad Dóminum.
V. Grátias agámus Dómino, Deo nostro.
R. Dignum et iustum est.

de Apostolis
Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre: Te, Dómine, supplíciter exoráre, ut gregem tuum, Pastor ætérne, non déseras: sed per beátos Apóstolos tuos contínua protectióne custódias. Ut iísdem rectóribus gubernétur, quos óperis tui vicários eídem contulísti præésse pastóres. Et ídeo cum Angelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus cumque omni milítia coeléstis exércitus hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:

Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus, Deus Sábaoth. Pleni sunt coeli et terra glória tua. Hosánna in excélsis. Benedíctus, qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis.
21
Preface
The priest begins the preface, a call to render thanks to God the Father, through Jesus Christ, in union with all the heavenly spirits. The prayer of thanksgiving and praise varies with important Feasts. The priest begins the Preface, holding his hands over the altar:
P. The Lord be with you.
S. And with thy spirit.
P. Lift up your hearts.
S. We have lifted them up to the Lord.
P. Let us give thanks to the Lord our God.
S. It is meet and just.

of Apostles
It is truly meet and just, right and for our salvation, to entreat Thee humbly, O Lord, that Thou wouldst not desert Thy flock, O everlasting Shepherd, but, through Thy blessed Apostles, wouldst keep it under Thy constant protection; that it may be governed by those same rulers, whom as vicars of Thy work, Thou didst set over it to be its pastors. And therefore with Angels and Archangels, with Thrones and Dominations, and with all the hosts of the heavenly army, we sing the hymn of Thy glory, evermore saying:

Holy, Holy, Holy, Lord God of Sabaoth! Heaven and earth are full of Thy glory! Hosanna in the highest! Blessed is He that cometh in the Name of the Lord! Hosanna in the highest!
Canon
Finita præfatione, sacerdos extendens, elevans aliquantulum et iungens manus, elevansque ad cælum oculos, et statim demittens, profunde inclinatus ante Altare, manibus super eo positis, dicit :
Te igitur, clementíssime Pater, per Iesum Christum, Fílium tuum, Dóminum nostrum, súpplices rogámus, ac pétimus, osculatur Altare et, iunctis manibus ante pectus, dicit: uti accepta habeas et benedícas, Signat ter super Hostiam et Calicem simul, dicens: hæc  dona, hæc  múnera, hæc  sancta sacrifícia illibáta, Extensis manibus prosequitur: in primis, quæ tibi offérimus pro Ecclésia tua sancta cathólica: quam pacificáre, custodíre, adunáre et régere dignéris toto orbe terrárum: una cum fámulo tuo Papa nostro nomen Papae et Antístite nostro nomen Episcopi et ómnibus orthodóxis, atque cathólicæ et apostólicae fídei cultóribus.
22
Canon
We therefore, humbly pray and beseech Thee, most merciful Father, through Jesus Christ; Thy Son, our Lord, He kisses the altar that Thou wouldst vouchsafe to accept and bless He joins his hands and signs the oblation thrice with the Sign of the Cross. these  gifts, these  presents, these  holy unspotted Sacrifices, Then extending his hands, he proceeds: which in the first place we offer Thee for Thy holy Catholic Church to which vouchsafe to grant peace, as also to preserve, unite, and govern it throughout the world, together with Thy servant name of Pope our Pope, and name of Bishop our Bishop, and all orthodox believers and professors of the Catholic and Apostolic Faith.
Commemoratio pro vivis
Meménto, Dómine, famulórum famularúmque tuarum N. et N. Iungit manus, orat aliquantulum pro quibus orare intendit: deinde manibus extensis prosequitur: et ómnium circumstántium, quorum tibi fides cógnita est et nota devótio, pro quibus tibi offérimus: vel qui tibi ófferunt hoc sacrifícium laudis, pro se suísque ómnibus: pro redemptióne animárum suárum, pro spe salútis et incolumitátis suæ: tibíque reddunt vota sua ætérno Deo, vivo et vero.
23
Commemoration of the Living
Be mindful, O Lord, of Thy servants and handmaidens, N. et N. The priest joins his hands and prays silently for those for whom he intends to pray. Then extending his hands, he proceeds: and of all here present, whose faith and devotion are known unto Thee, for whom we offer, or who offer up to Thee, this sacrifice of praise for themselves, their families and friends, for the redemption of their souls, for the health and salvation they hope for; and who now pay their vows to Thee, the everlasting, living and true God.
Communicántes, et memóriam venerántes, in primis gloriósæ semper Vírginis Maríæ, Genetrícis Dei et Dómini nostri Iesu Christi: sed et beati Ioseph, eiusdem Virginis Sponsi,
et beatórum Apostolórum ac Mártyrum tuórum, Petri et Pauli, Andréæ, Iacóbi, Ioánnis, Thomæ, Iacóbi, Philíppi, Bartholomaei, Matthaei, Simónis et Thaddaei: Lini, Cleti, Cleméntis, Xysti, Cornélii, Cypriáni, Lauréntii, Chrysógoni, Ioánnis et Pauli, Cosmæ et Damiáni: et ómnium Sanctórum tuórum; quorum méritis precibúsque concédas, ut in ómnibus protectiónis tuæ muniámur auxílio. Iungit manus Per eúndem Christum, Dóminum nostrum. Amen.
24
We pray in union with and honor the memory, especially of the glorious ever Virgin Mary, mother of our God and Lord Jesus Christ: as also of the blessed Joseph, her Spouse,
and of the blessed Apostles and Martyrs Peter and Paul, Andrew, James, John, Thomas, James, Philip, Bartholomew, Matthew, Simon, and Thaddeus; Linus, Cletus, Clement, Xystus, Cornelius, Cyprian, Lawrence, Chrysogonus, John and Paul, Cosmas and Damian, and of all Thy Saints, through whose merits and prayers, grant that we may in all things be defended by the help of Thy protection. He joins his hands. Through the same Christ our Lord. Amen.
Tenens manus expansas super Oblata, dicit:
Hanc igitur oblatiónem servitutis nostræ, sed et cunctae famíliæ tuæ,
quaesumus, Dómine, ut placátus accípias: diésque nostros in tua pace dispónas, atque ab ætérna damnatióne nos éripi, et in electórum tuórum iúbeas grege numerári. Iungit manus Per Christum, Dóminum nostrum. Amen.
25
Spreading his hands over the oblation, he says:
We therefore beseech Thee, O Lord, graciously to accept this oblation of our service, as also of Thy whole family;
and to dispose our days in Thy peace, preserve us from eternal damnation, and rank us in the number of Thine Elect. He joins his hands. Through the same Christ our Lord. Amen.
Quam oblatiónem tu, Deus, in ómnibus, quaesumus, Signat ter super Oblata, bene  díctam, adscríp  tam, ra  tam, rationábilem, acceptabilémque fácere dignéris: Signat semel super Hostiam, ut nobis Cor  pus, et semel super Calicem, et San  guis fiat dilectíssimi Fílii tui, Iungit manus, Dómini nostri Iesu Christi.
Which oblation do Thou, O God, vouchsafe in all respects, He signs thrice the oblation with the Sign of the Cross. to bless,  approve,  ratify,  make worthy and acceptable; He signs again the Host and chalice with the Sign of the Cross. that it may be made for us the Body  and Blood  of Thy most beloved Son Jesus Christ our Lord.
Qui prídie quam paterétur, Accipit Hostiam, accépit panem in sanctas ac venerábiles manus suas, Elevat oculos ad coelum, elevátis óculis in coelum ad te Deum, Patrem suum omnipoténtem, Caput inclinat, tibi grátias agens, Signat super Hostiam, bene  dixit, fregit, dedítque discípulis suis, dicens: Accípite, et manducáte ex hoc omnes.
Who, the day before He suffered, He takes the host. took bread into His holy and venerable hands, He raises his eyes to heaven. and with His eyes lifted up towards heaven unto Thee, God, His almighty Father, giving thanks to Thee, He signs the host with the Sign of the Cross He blessed  it, broke it and gave it to His disciples saying: Take and eat ye all of this,
Tenens ambabus manibus Hostiam inter indices et pollices, profert verba consecrationis secrete, distincte et attente super Hostiam, et simul super omnes, si plures sint consecrandæ.

HOC EST ENIM CORPUS MEUM.

Quibus verbis prolatis, statim Hostiam consecratam genuflexus adorat: surgit, ostendit populo, reponit super Corporale, et genuflexus iterum adorat: nec amplius pollices et indices disiungit, nisi quando Hostia tractanda est, usque ad ablutionem digitorum.

28
The words of the Consecration of the Host:

FOR THIS IS MY BODY.


After pronouncing the words of the Consecration, the priest, kneeling, adores the Sacred Host; rising, he elevates It. -- Look up at the Sacred Host, with faith, piety, and love, saying: "My Lord and my God." -- and then placing It on the corporal, again adores It. After this he never disjoins his fingers and thumbs, except when he is to take the Host, until after the washing of his fingers.
Tunc, detecto Calice, dicit:
Símili modo postquam coenátum est, Ambabus manibus accipit Calicem, accípiens et hunc præclárum Cálicem in sanctas ac venerábiles manus suas: item Caput inclinat, item tibi grátias agens, Sinistra tenens Calicem, dextera signat super eum, bene  dixit, dedítque discípulis suis, dicens: Accípite, et bíbite ex eo omnes.
29
Consecration of the Wine Then, uncovering the chalice, the priest says:
In like manner, after He had supped, He takes the chalice with both his hands. taking also this excellent chalice into His holy and venerable hands He takes the chalice in his left hand, and with his right he signs it with the Sign of the Cross. He blessed  , and gave it to His disciples, saying: Take and drink ye all of this,
Profert verba consecrationis super Calicem, attente, continuate, et secrete, tenens illum parum elevatum.

HIC EST ENIM CALIX SANGUINIS MEI, NOVI ET AETERNI TESTAMENTI: MYSTERIUM FIDEI: QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS EFFUNDETUR IN REMISSIONEM PECCATORUM.


Quibus verbis prolatis, deponit Calicem super Corporale, et dicens secrete:
Hæc quotiescúmque fecéritis, in mei memóriam faciétis.
Genuflexus adorat: surgit, ostendit populo, deponit, cooperit, et genuflexus iterum adorat.
30
The words of Consecration of the Chalice

FOR THIS IS THE CHALICE OF MY BLOOD OF THE NEW AND ETERNAL TESTAMENT, THE MYSTERY OF FAITH; WHICH SHALL BE SHED FOR YOU AND FOR MANY UNTO THE REMISSION OF SINS.


After the elevation of the Chalice, the priest says in a low voice:
As often as ye do these things, ye shall do them in remembrance of Me.
The priest kneels and adores the Precious Blood; rising, he elevates the Chalice, and setting it down he covers it and adores it again.
Deinde disiunctis manibus dicit:
Unde et mémores, Dómine, nos servi tui, sed et plebs tua sancta, eiusdem Christi Fílii tui, Dómini nostri, tam beátæ passiónis, nec non et ab ínferis resurrectiónis, sed et in coelos gloriósæ ascensiónis: offérimus præcláræ maiestáti tuæ de tuis donis ac datis, Iungit manus, et signat ter super Hostiam, et Calicem simul, dicens: hóstiam  puram, hóstiam  sanctam, hóstiam  immaculátam, Signat semel super Hostiam, dicens: Panem  sanctum vitæ ætérnæ, et semel super Calicem, dicens: et Calicem  salútis perpétuæ.
31
With his hands held apart, he then proceeds
Wherefore, O Lord, we Thy servants, as also Thy holy people, calling to mind the blessed Passion of the same Christ, Thy Son, our Lord, and also His Resurrection from the dead and His glorious Ascension into heaven: do offer unto Thy most excellent Majesty of Thine own gifts, bestowed upon us, He joins his hands and signs thrice the Host and Chalice with the Sign of the Cross. a pure  Host, a holy  Host, an unspotted  Host, He signs the Host and the Chalice, with the Sign of the Cross. the holy  Bread of eternal life, and the Chalice  of everlasting salvation.
Extensis manibus prosequitur:
Supra quæ propítio ac seréno vultu respícere dignéris: et accépta habére, sicúti accépta habére dignátus es múnera púeri tui iusti Abel, et sacrifícium Patriárchæ nostri Abrahæ: et quod tibi óbtulit summus sacérdos tuus Melchísedech, sanctum sacrifícium, immaculátam hóstiam.
32
Extending his hands, he proceeds
Upon which vouchsafe to look with a propitious and serene countenance, and to accept them, as Thou wert graciously pleased to accept the gifts of Thy just servant Abel, and the sacrifice of our patriarch Abraham, and that which Thy high priest Melchisedech offered to Thee, a holy Sacrifice, and unspotted Victim.
Profunde inclinatus, iunctis manibus et super Altare positis, dicit:
Súpplices te rogámus, omnípotens Deus: iube hæc perférri per manus sancti Angeli tui in sublíme altáre tuum, in conspéctu divínæ maiestátis tuæ: ut, quotquot Osculatur Altare, ex hac altáris participatióne sacrosánctum Fílii tui Iungit manus, et signat semel super Hostiam, et semel super Calicem, Cor  pus, et Sán  guinem sumpsérimus, Seipsum signat, dicens: omni benedictióne coelésti et grátia repleámur. Iungit manus. Per eúndem Christum, Dóminum nostrum. Amen.
33
Bowing down, with his hands joined and placed upon the altar, he says:
We most humbly beseech Thee, almighty God, command these offerings to be borne by the hands of Thy holy Angels to Thine altar on high, in the sight of Thy divine majesty, that as many He kisses the altar. as shall partake of the most holy He joins his hand, and signs the Host and the Chalice with the Sign of the Cross. Body  and Blood  of Thy Son He signs himself with the Sign of the Cross. at this altar, may be filled with every heavenly grace and blessing. Through the same Christ our Lord. Amen.
Commemoratio pro defunctis
Meménto étiam, Dómine, famulórum famularúmque tuárum N. et N., qui nos præcessérunt cum signo fídei, et dórmiunt in somno pacis. Iungit manus, orat aliquántulum pro iis defunctis, pro quibus orare intendit, deinde extensis manibus prosequitur: Ipsis, Dómine, et ómnibus in Christo quiescéntibus locum refrigérii, lucis, et pacis, ut indúlgeas, deprecámur. Iungit manus, et caput inclinat, dicens: Per eúndem Christum, Dóminum nostrum. Amen.
34
Commemoration of the Dead
Remember also, O Lord, Thy servants and handmaids N. and N., who are gone before us with the sign of faith, and rest in the sleep of peace. He joins his hands and prays for such of the dead as he intends to pray for, then extending his hands he proceeds: To these, O Lord, and to all that rest in Christ, grant, we beseech Thee, a place of refreshment, light, and peace; He joins his hands, and bows his head: Through the same Christ our Lord. Amen.
Manu dextera percutit sibi pectus, elata aliquantulum voce dicens:
Nobis quoque peccatóribus Extensis manibus ut prius, secrete prosequitur: fámulis tuis, de multitúdine miseratiónum tuárum sperántibus, partem áliquam et societátem donáre dignéris, cum tuis sanctis Apóstolis et Martýribus: cum Ioánne, Stéphano, Matthía, Bárnaba, Ignátio, Alexándro, Marcellíno, Petro, Felicitáte, Perpétua, Agatha, Lúcia, Agnéte, Cæcília, Anastásia, et ómnibus Sanctis tuis: intra quorum nos consórtium, non æstimátor mériti, sed véniæ, quaesumus, largítor admítte. Iungit manus. Per Christum, Dóminum nostrum.
35
Pronounces in a somewhat elevated tone of voice, to symbolize an act of public self-humiliation; at the same time he strikes his breast in a token of contrition.
To us also, Thy sinful servants, confiding in the multitude of Thy mercies, vouchsafe to grant some part and fellowship with Thy holy Apostles and Martyrs, with John, Stephen, Matthias, Barnabas, Ignatius, Alexander, Marcellinus, Peter, Felicitas, Perpetua, Agatha, Lucy, Agnes, Cecilia, Anastasia, and with all Thy Saints, into whose company we beseech Thee to admit us, not weighing our merits, but pardoning our offenses. He joins his hands. Through Christ our Lord.
Per quem hæc ómnia, Dómine, semper bona creas, Signat ter super Hostiam, et Calicem simul, dicens: sancti  ficas, viví  ficas, bene  dícis et præstas nobis.
Discooperit Calicem, genuflectit, accipit Hostiam inter pollicem et indicem manus dexteræ: et tenens sinistra Calicem, cum Hostia signat ter a labio ad labium Calicis, dicens:
Per ip  sum, et cum ip  so, et in ip  so, Cum ipsa Hostia signat bis inter se et Calicem, dicens: est tibi Deo Patri  omnipotenti, in unitáte Spíritus  Sancti,
Elevans parum Calicem cum Hostia, dicit:
omnis honor, et glória.
ponit Hostiam, Calicem Palla cooperit, genuflectit, surgit, et dicit intellegibili voce vel cantat:
Per omnia saecula saecolorum.
R. Amen.
36
By Whom, O Lord, Thou dost ever create. He signs thrice the Host and the Chalice, saying: sanctify,  quicken,  bless,  and give unto us all these good things.
He uncovers the Chalice, and genuflects: then taking the Host in his right hand, and holding the Chalice in his left, he signs with the Sign of the Cross three times across the Chalice, saying:
By Him,  and with Him,  and in Him  He signs twice between the Chalice and his breast. is to Thee, God the Father  almighty, in the unity of the Holy  Ghost,
He elevates a little the Chalice with the Host.
all honor and glory.
Replacing the Host, and covering the Chalice, he kneels down, and rising again, he says or sings:
P. World without end.
S. Amen.
Preparatio Communionis
Iungit manus.
Orémus: Præcéptis salutáribus móniti, et divína institutione formati audemus dicere:
Extendit manus.
Pater noster, qui es in caelis, Sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in coelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie. Et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem:
R. Sed libera nos a malo.
S. Sacerdos secrete dicit : Amen.
37
Preparation for Communion
Let us pray. Instructed by Thy saving precepts, and following Thy divine institution, we are bold to say:
Our Father, who art in heaven, hallowed be Thy Name; Thy kingdom come; Thy will be done on earth as it is in heaven. Give us this day our daily bread. And forgive us our trespasses, as we forgive those who trespass against us. And lead us not into temptation.
M. But deliver us from evil.
P. Amen.
Deinde manu dextera accipit inter indicem et medium digitos Patenam, quam tenens super Altare erectam, dicit secrete:
Líbera nos, quaesumus, Dómine, ab ómnibus malis, prætéritis, præséntibus et futúris: et intercedénte beáta et gloriósa semper Vírgine Dei Genetríce María, cum beátis Apóstolis tuis Petro et Paulo, atque Andréa, et ómnibus Sanctis, Signat se cum Patena a fronte ad pectus, da propítius pacem in diébus nostris: Patenam osculatur, ut, ope misericórdiæ tuæ adiúti, et a peccáto simus semper líberi et ab omni perturbatióne secúri.
Submittit Patenam Hostiæ, discooperit Calicem, genuflectit, surgit, accipit Hostiam, et eam super Calicem tenens utraque manu, frangit per medium, dicens:
Per eúndem Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum.
Et mediam partem, quam in dextera manu tenet, ponit super Patenam. Deinde ex parte, quæ in sinistra remanserat, frangit particulam, dicens:
Qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus.
Aliam mediam partem, quam in sinistra manu habet, adiungit mediæ super Patenam positæ, et particulam parvam dextera retinens super Calicem, quem sinistra per nodum infra cuppam tenet, dicit intellegibili voce vel cantat:
V. Per omnia saecula saeculorum.
R. Amen.
Cum ipsa particula signat ter super Calicem, dicens:
Pax Domini sit semper vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo.
38
Then the priest takes the paten between the first and second finger and says:
Deliver us, we beseech Thee, O Lord, from all evils, past, present, and to come; and by the intercession of the Blessed and glorious ever Virgin Mary, Mother of God, and of the holy Apostles, Peter and Paul, and of Andrew, and of all the Saints, He signs himself with the paten, and then kisses it. mercifully grant peace in our days, that through the assistance of Thy mercy we may be always free from sin, and secure from all disturbance.
He places the paten under the Host, uncovers the Chalice, and makes a genuflection; rising, he takes the Host and breaks It in the middle over the Chalice, saying:
Through the same Jesus Christ, Thy Son, our Lord.
He puts the Part which is in his right hand upon the paten, and breaks a Particle from the other Part in his left hand, saying:
Who with Thee in the unity of the Holy Ghost liveth and reigneth God,
He places the Half which is in his left hand on the paten, and holding the Particle which he broke off in his right hand, and the Chalice in his left, he says:
P. World without end.
S. Amen.
The priest makes the Sign of the Cross with the Particle over the Chalice, saying:
P. The peace  of the Lord be  always with  you.
S. And with thy spirit.
Particulam ipsam immittit in Calicem, dicens secrete:
Haec commíxtio, et consecrátio Córporis et Sánguinis Dómini nostri Iesu Christi, fiat accipiéntibus nobis in vitam ætérnam. Amen.
Cooperit Calicem, genuflectit, surgit, et inclinatus Sacramento, iunctis manibus, et ter pectus percutiens, intellegibili voce dicit:
39
He puts the Particle into the Chalice, saying:
May this mixture and consecration of the Body and Blood of our Lord Jesus Christ be to us who receive it effectual unto eternal life. Amen.
He covers the Chalice, genuflects and rises; than bowing down and striking his breast thrice, he says:

Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi: miserére nobis.
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi: miserére nobis.
Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi: dona nobis pacem.
40

Lamb of God, who takest away the sins of the world, have mercy on us.
Lamb of God, who takest away the sins of the world, have mercy on us.
Lamb of God, who takest away the sins of the world, grant us peace.
Deinde, iunctis manibus super Altare, inclinatus dicit secrete sequentes Orationes:
Dómine Iesu Christe, qui dixísti Apóstolis tuis: Pacem relínquo vobis, pacem meam do vobis: ne respícias peccáta mea, sed fidem Ecclésiæ tuæ; eámque secúndum voluntátem tuam pacificáre et coadunáre dignéris: Qui vivis et regnas Deus per ómnia saecula sæculórum. Amen.
41
With his hands joined and resting on the altar, standing inclined, he says the three following prayers:
O Lord Jesus Christ, who saidst to Thine Apostles: Peace I leave you, My peace I give you: regard not my sins, but the faith of Thy Church; and vouchsafe to grant her that peace and unity which is agreeable to Thy will: Who livest and reignest God, world without end. Amen.
Dómine Iesu Christe, Fili Dei vivi, qui ex voluntáte Patris, cooperánte Spíritu Sancto, per mortem tuam mundum vivificásti: líbera me per hoc sacrosánctum Corpus et Sánguinem tuum ab ómnibus iniquitátibus meis, et univérsis malis: et fac me tuis semper inhærére mandátis, et a te numquam separári permíttas: Qui cum eódem Deo Patre et Spíritu Sancto vivis et regnas Deus in saecula sæculórum. Amen.
O Lord Jesus Christ, Son of the living God, who, according to the will of Thy Father, with the cooperation of the Holy Ghost, hast by Thy death given life to the world; deliver me by this Thy most sacred Body and Blood, from all my iniquities and from all evils; and make me always cleave to Thy commandments, and suffer me never to be separated from Thee, Who livest and reignest, with the same God the Father and the Holy Ghost, God, world without end. Amen.
Percéptio Córporis tui, Dómine Iesu Christe, quod ego indígnus súmere præsúmo, non mihi provéniat in iudícium et condemnatiónem: sed pro tua pietáte prosit mihi ad tutaméntum mentis et córporis, et ad medélam percipiéndam: Qui vivis et regnas cum Deo Patre in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia saecula sæculórum. Amen.
Let not the partaking of Thy Body, O Lord, Jesus Christ, which I, though unworthy, presume to receive, turn to my judgment and condemnation; but let it, through Thy mercy, become a safeguard and remedy, both for soul and body; Who with God the Father, in the unity of the Holy Ghost, livest and reignest God, world without end. Amen.
Genuflectit, surgit, et dicit:
Panem coeléstem accipiam, et nomen Dómini invocábo.
Deinde parum inclinatus, accipit ambas partes Hostiæ inter pollicem et indicem sinistræ manus, et Patenam inter eundem indicem et medium supponit, et dextera tribus vicibus percutiens pectus, elata aliquantulum voce, ter dicit devote et humiliter:
V. Dómine, non sum dignus, Et secrete prosequitur: ut intres sub tectum meum: sed tantum dic verbo, et sanábitur ánima mea.
V. Dómine, non sum dignus, Et secrete prosequitur: ut intres sub tectum meum: sed tantum dic verbo, et sanábitur ánima mea.
V. Dómine, non sum dignus, Et secrete prosequitur: ut intres sub tectum meum: sed tantum dic verbo, et sanábitur ánima mea.
44
The priest genuflects, rises and says:
I will take the Bread of heaven, and will call upon the Name of the Lord.
Slightly inclining, he takes both halves of the Host between the thumb and forefinger of his left hand, and the paten between the same forefinger and the middle one; then striking his breast with his right hand, and raising his voice a little, he says three times devoutly and humbly:
V. Lord, I am not worthy that Thou shouldst enter under my roof; say but the word, and my soul shall be healed.
V. Lord, I am not worthy that Thou shouldst enter under my roof; say but the word, and my soul shall be healed.
V. Lord, I am not worthy that Thou shouldst enter under my roof; say but the word, and my soul shall be healed.
Postea dextera se signans cum Hostia super Patenam, dicit:
Corpus Dómini nostri Iesu Christi custódiat ánimam meam in vitam ætérnam. Amen.
Et se inclinans, reverenter sumit ambas partes Hostiæ: quibus sumptis, deponit Patenam super Corporale, et erigens se iungit manus, et quiescit aliquantulum in meditatione Sanctissimi Sacramenti.
45
Then with his right hand, making the Sign of the Cross with the Host over the paten, he says:
The Body of our Lord Jesus Christ preserve my soul unto life everlasting. Amen.
He then reverently receives both halves of the Host, joins his hands, and meditates a short time.
Deinde discooperit Calicem, genuflectit, colligit fragmenta, si quæ sint, extergit Patenam super Calicem, interim dicens:
Quid retríbuam Dómino pro ómnibus, quæ retríbuit mihi? Cálicem salutáris accípiam, et nomen Dómini invocábo. Laudans invocábo Dóminum, et ab inimícis meis salvus ero.
Accipit Calicem manu dextera, et eo se signans, dicit:
Sanguis Dómini nostri Iesu Christi custódiat ánimam meam in vitam ætérnam. Amen.
Et sinistra supponens Patenam Calici, reverenter sumit totum Sanguinem cum particula. Quo sumpto, si qui sunt communicandi, eos communicet, antequam se purificet
46
Then he uncovers the Chalice, genuflects, collects whatever fragments may remain on the corporal, and purifies the paten over the Chalice, saying:
What return shall I make to the Lord for all He has given to me? I will take the chalice of salvation, and call upon the Name of the Lord. Praising I will call upon the Lord, and I shall be saved from my enemies.
The priest takes the Chalice and making the Sign of the Cross with it, says:
The Blood of our Lord Jesus Christ preserve my soul unto life everlasting. Amen.
Then he receives all the Precious Blood, together with the Particle.
Communio

47
Communio

Postea dicit:
Quod ore súmpsimus, Dómine, pura mente capiámus: et de munere temporáli fiat nobis remédium sempitérnum.
Interim porrigit Calicem ministro, qui infundit in eo parum vini, quo se purificat: deinde prosequitur:
Corpus tuum, Dómine, quod sumpsi, et Sanguis, quem potávi, adhaereat viscéribus meis: et præsta; ut in me non remáneat scélerum mácula, quem pura et sancta refecérunt sacraménta: Qui vivis et regnas in saecula sæculórum. Amen.
Abluit et extergit digitos, ac sumit ablutionem: extergit os et Calicem, quem, plicato Corporali, operit et collocat in Altari ut prius: deinde prosequitur Missam.
48
The priest says silently:
Grant, O Lord, that what we have taken with our mouth, we may receive with a pure mind; and from a temporal gift may it become to us an eternal remedy.
Then he holds out the Chalice to the server -- in Solemn Masses to the deacon -- who pours wine into it for the first ablution, then the priest proceeds:
May Thy Body, O Lord, which I have received, and Thy Blood which I have drunk, cleave to my bowels; and grant that no stain of sin may remain in me, who have been fed with this pure and holy Sacrament; Who livest and reignest for ever and ever. Amen.
The priest then washes his fingers and receives the second ablution. Then he covers the chalice and folding the corporal, places it on the chalice, as at the beginning of Mass, and goes to the right side of the altar to say the prayers from the Missal.
Communio
Ioann 20:27
Mitte manum tuam, et cognósce loca clavórum: et noli esse incrédulus, sed fidélis.
49
Communion
John 20:27
Put in your hand and know the place of the nails, and be not unbelieving, but believing.
Postcommunio
Dicta antiphona ad Communionem, osculatur altare, et versus ad populum dicit :
S. Dóminus vobíscum.
R. Et cum spíritu tuo.
Deinde, reversus ad altare, dicit :
Orémus.
Adésto nobis, miséricors Deus: et, intercedénte pro nobis beáto Thoma Apóstolo, tua circa nos propitiátus dona custódi.
Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum: qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia sǽcula sæculórum.
R. Amen.

Orémus.
Commemoratio Feria II infra Hebdomadam IV Adventus
Sumptis munéribus, quǽsumus, Dómine: ut, cum frequentatióne mystérii, crescat nostræ salútis efféctus.
Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium tuum: qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia sǽcula sæculórum.
R. Amen.
50
Post Communion
The priest kisses the altar. Then he turns to the people, and says or sings:
P. The Lord be with you.
S. And with thy spirit.
Let us pray.
Merciful God, abide with us, and through the intercession of Your blessed Apostle Thomas, mercifully safeguard the gifts You have given us.
Through Jesus Christ, thy Son our Lord, Who liveth and reigneth with thee, in the unity of the Holy Ghost, ever one God, world without end.
R. Amen.

Let us pray.
Commemoratio Feria II infra Hebdomadam IV Adventus
Having received Your gifts, we beseech You, O Lord, that each partaking of this sacrament may increase within us its saving effect.
Through Jesus Christ, thy Son our Lord, Who liveth and reigneth with thee, in the unity of the Holy Ghost, ever one God, world without end.
R. Amen.
Conclusio
Dicto, post ultimam Orationem,
S. Dóminus vobíscum.
M. Et cum spíritu tuo,
dicit pro Missæ qualitate, vel Ite, Missa est, vel Benedicámus Dómino. Deo grátias.
51
Conclusion
He turns to the people and says:
P. The Lord be with you.
S. And with thy spirit.
V. Ite, Missa est.
R. Deo grátias.
52
V. Go, the Mass is ended.
R. Thanks be to God.
Tunc celebrans inclinat se ante medium altaris, et manibus iunctis super illud, dicit secrete:
Pláceat tibi, sancta Trínitas, obséquium servitútis meæ: et præsta; ut sacrifícium, quod óculis tuæ maiestátis indígnus óbtuli, tibi sit acceptábile, mihíque et ómnibus, pro quibus illud óbtuli, sit, te miseránte, propitiábile. Per Christum, Dóminum nostrum. Amen.
53
May the performance of my homage be pleasing to Thee, O holy Trinity: and grant that the Sacrifice which I, though unworthy, have offered up in the sight of Thy Majesty, may be acceptable to Thee, and through Thy mercy, be a propitiation for me, and for all those for whom I have offered it. Through Christ our Lord. Amen.
Deinde osculatur Altare: et elevatis oculis, extendens, elevans et iungens manus, caputque Cruci inclínans, dicit:
Benedícat vos omnípotens Deus,
et versus ad populum, semel tantum benedícens, etiam in Missis sollemnibus; In Missa Pontificali ter benedicitur, ut in Pontificali habetur. Deinde prosequitur:
Pater, et Fílius,  et Spíritus Sanctus.
R. Amen.
54
He kisses the altar, and raising his eyes, extending, raising and joining his hands, he bows down his head and says:
P. May almighty God the Father, Son,  and Holy Ghost,

bless you.
S. Amen.
Deinde sacerdos in cornu Evangelii, iunctis manibus dicit:
V. Dominus vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo.
Et signans signo crucis primum Altare vel librum, deinde se in fronte, ore et pectore, dicit:
Initium +︎ sancti Evangélii secúndum Ioánnem
R. Glória tibi, Dómine.
Ioann. 1, 1-14.
Iunctis manibus prosequitur:
In princípio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, et Deus erat Verbum. Hoc erat in princípio apud Deum. Omnia per ipsum facta sunt: et sine ipso factum est nihil, quod factum est: in ipso vita erat, et vita erat lux hóminum: et lux in ténebris lucet, et ténebræ eam non comprehendérunt.
Fuit homo missus a Deo, cui nomen erat Ioánnes. Hic venit in testimónium, ut testimónium perhibéret de lúmine, ut omnes créderent per illum. Non erat ille lux, sed ut testimónium perhibéret de lúmine.
Erat lux vera, quæ illúminat omnem hóminem veniéntem in hunc mundum. In mundo erat, et mundus per ipsum factus est, et mundus eum non cognóvit. In própria venit, et sui eum non recepérunt. Quotquot autem recepérunt eum, dedit eis potestátem fílios Dei fíeri, his, qui credunt in nómine eius: qui non ex sanguínibus, neque ex voluntáte carnis, neque ex voluntáte viri, sed ex Deo nati sunt. Genuflectit dicens: Et Verbum caro factum est, Et surgens prosequitur: et habitávit in nobis: et vídimus glóriam eius, glóriam quasi Unigéniti a Patre, plenum grátiæ et veritatis.
R. Deo grátias.
Finito Evangelio sancti Ioannis, discedens ab Altari, pro gratiarum actione dicit Ant. Trium puerórum, cum reliquis, ut habetur in principio Missalis.
55
Then turning to the Gospel side of the altar, the priest says:
P. The Lord be with you.
S. And with thy spirit.
He then traces the Sign of the Cross, first upon the altar, and then upon his forehead, lips, and breast, and says:
The beginning +︎ of the holy Gospel according to John.
R. Glory be to Thee, O Lord.
John 1, 1-14.

In the beginning was the Word, and the Word was with God, and the Word was God. The same was in the beginning with God. All things were made by Him, and without Him was made nothing that was made: in Him was life, and the life was the Light of men; and the Light shineth in darkness, and the darkness did not comprehend it.
There was a man sent from God, whose name was John. This man came for a witness, to testify concerning the Light, that all might believe through Him. He was not the Light, but he was to testify concerning the Light.
That was the true Light, which enlighteneth every man that cometh into this world. He was in the world, and the world was made by Him, and the world knew Him not. He came unto His own, and His own received Him not. But as many as received Him to them He gave power to become sons of God, to them that believe in His Name, who are born not of blood, nor of the will of the flesh, nor of the will of man, but of God. Here all kneel. And the Word was made flesh, and dwelt among us: and we saw His glory, the glory as of the Only begotten of the Father, full of grace and truth.
R. Thanks be to God.
Orationes Leonis XIII

S. Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum, benedicta tu in mulieribus et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
O. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen.
S. Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum, benedicta tu in mulieribus et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
O. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen.
S. Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum, benedicta tu in mulieribus et benedictus fructus ventris tui, Iesus.
O. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen.

O. Salve Regina, Mater misericordiae, vita, dulcedo, et spes nostra, salve. Ad te clamamus, exsules filii Evae. Ad te suspiramus gementes et flentes in hac lacrymarum valle. Eia ergo, Advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte. Et Iesum, benedictum fructum ventris tui, nobis, post hoc exilium, ostende. O clemens, o pia, o dulcis Virgo Maria.
S. Ora pro nobis, sancta Dei Genitrix.
O. Ut digni efficiamur promissionibus Christi.

S. Orémus. Deus, refúgium nostrum et virtus, populum ad te clamantem propitius respice; et intercedente gloriosa, et immaculata Virgine Dei Genitrice Maria, cum beato Ioseph, eius Sponso, ac beatis Apostolis tuis Petro et Paulo, et omnibus Sanctis, quas pro conversione peccatorum, pro libertate et exaltatione sanctae Matris Ecclesiae, preces effundimus, misericors et benignus exaudi. Per eundem Christum Dominum nostrum. Amen.

O. Sancte Michaël Archangele, defende nos in proelio; contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium. Imperet illi Deus, supplices deprecamur: tuque, Princeps militiae Caelestis, satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute in infernum detrude. Amen.

S. Cor Iesu sacratissimum.
O. Miserere nobis.
S. Cor Iesu sacratissimum.
O. Miserere nobis.
S. Cor Iesu sacratissimum.
O. Miserere nobis.
56
PRAYERS ORDERED BY THE POPE Leo XIII
To be said kneeling after the celebration of Low Mass.
P. Hail Mary, full of grace; The Lord is with thee; Blessed art thou amongst women, And blessed is the fruit of thy womb, Jesus.
A. Holy Mary, Mother of God, Pray for us sinners, now and at the hour of our death. Amen.
P. Hail Mary, full of grace; The Lord is with thee; Blessed art thou amongst women, And blessed is the fruit of thy womb, Jesus.
A. Holy Mary, Mother of God, Pray for us sinners, now and at the hour of our death. Amen.
P. Hail Mary, full of grace; The Lord is with thee; Blessed art thou amongst women, And blessed is the fruit of thy womb, Jesus.
A. Holy Mary, Mother of God, Pray for us sinners, now and at the hour of our death. Amen.

A. Hail, holy Queen, Mother of Mercy, our life, our sweetness, and our hope. To thee do we cry, poor banished children of Eve. To thee do we send up our sighs, mourning and weeping in this valley of tears. Turn then, most gracious Advocate, thine eyes of mercy towards us. And after this our exile, show unto us the blessed Fruit of thy womb, Jesus. O clement, O loving, O sweet Virgin Mary.
P. Pray for us, O Holy Mother of God.
O. That we may be made worthy of the promises of Christ.

P. Let us pray. O God, our refuge and our strength, look down in mercy on Thy people who cry to Thee; and by the intercession of the glorious and Immaculate Virgin Mary, Mother of God, of St. Joseph her Spouse, of Thy blessed Apostles Peter and Paul, and of all the Saints, in mercy and goodness hear our prayers for the conversion of sinners, and for the liberty and exaltation of our holy Mother the Church. Through the same Christ our Lord. Amen.

A. Holy Michael Archangel, defend us in the day of battle; be our safeguard against the wickedness and snares of the devil. -- May God rebuke him, we humbly pray: and do thou, Prince of the heavenly host, by the power of God thrust down to hell Satan and all wicked spirits, who wander through the world for the ruin of souls. Amen.

P. Most Sacred Heart of Jesus,
A. Have mercy upon us.
P. Most Sacred Heart of Jesus,
A. Have mercy upon us.
P. Most Sacred Heart of Jesus,
A. Have mercy upon us.
Post Missam