2022-12-28

 

Canto a Jesús

 

Al final de las misas en la liturgia rusa el sacerdote entona el canto a Jesús. Nosotros incluimos la plegaria, cantada es tan larga como bellísima en este libro a modo de epílogo porque su nombre ni su palabra no pasarán y son el salvoconducto de victoria contra las fuerzas del mal y del anticristo:

Dulcísimo Jesús gloria de los apóstoles, Jesús mío primero de los mártires, señor del universo, Jesús sálvame. Jesús mío a quien recurro, ten piedad de mí, escucha los ruegos de tus santos y profetas, tráeme las dulzuras del paraíso, tú que amas a los hombres. Creador de los ángeles y señor de las fuerzas, que diste vida a nuestros primeros padres. Jesús corona de los patriarcas, que diste poder a reyes y gobernantes, que cumpliste las profecías que de ti se anunciaban. Jesús fortaleza de los mártires, manso Jesús alegría de los monjes y presbíteros, acompañante de los peregrinos, compañero de los que ayunan. Que llevas la perseverancia a los religioso. Jesús purísimo protector de los castos. Jesús salvación de los pecadores. Jesús hijo de Dios ten piedad de mí. Ante tu presencia elevo mis brazos y me prosterno en oración y beso tu cruz. Amen

 

02/08/2014

 

OVETENSE  2010 enero

 

Viernes, 08 de enero de 2010

 T

Año estrenamos con atisbos de capicúa. Y esta madrugada empezaban las lunas fuertes de enero con temporales y los chicos de la tele como no encuentran noticia más interesante que llevarse a la pantalla informan del frío que hace. En Pajares con cadena. Alto los Leones nevado. El Padornelo, cerrado. Teruel quince bajo cero. Uno recuerda el parte que escuchábamos allá por los cincuenta y aquel calendario de 1952 que le regalaron a papá y que venía una chica topolino subida a un descapotable. Abríguense. Esa es la noticia de hoy, uy que frío. Mientras tanto, traileres de guajes haciendo muñecos de nieve o virándose bolas. No hay clase. Algún que otro carrerista pedestre que desafía a las inclemencias del meteoro haciendo futin por la Concha de San Sebastián o un sexagenario audaz que se baña en pleno invierno. Uy que frío. Esa es la noticia. Normalidad democrática de la sangre municipal y espesa. Luego hablaban de sequías hasta hace poco. Los viejos del lugar no recordaban un invierno más crudo. Año de nieves año de bienes. Cantaba la lechuza abajo en el robledal junto a la carretera, augurio del mal tiempo reinante. Y el grito del pájaro de la Sabiduría que en nada se parece al voznar de los cuervos me hizo levantarme, rezar mis preces, calentar café, encender una pipa, darle gracias a Dios por estar en vida. La curuxia me enviaba recado de escribir y es como si te encargaran de que empezaras un viaje cuando te sientas a escribir una novela o lo que salga para ahormar tus pensamientos que arrebujas con tus precariedades y ahí nace un sueño. A medida que se acerca el livor de la madrugada el canto de la  como la llaman por acá se hace más tenue. El autillo busca la querencia de las enramadas de laurel. Me hace sentir dichoso no sé por qué entre el primer café y los últimos alfajores de la pasada navidad. Dichoso de vivir y telegrafiar mi mensajes al papel. Sagrado Corazón en vos confío. Y cada mochuelo a su olivo. Vamonos pa Oviedo. Castillos en el aire. Busco las plaza fuertes de la idea que se fraguaron, muros altos del empeño, almenas guarecidas de centinelas que recitan consignas en forma de palabras, dejando a un lado la impulsividad cibernética que se lo lleva la escorrentía de la curiosidad puntual, el esnobismo virtual que don Candongo se lo pasa por el forro y nos envía sus esculcas, los zaguanetes y los perros de presa. Así que ningún día sin una línea. Pauto mi alma y sométola  a la disciplina del escriba al que se le ocurre muchas cosas cuando está en la cama (las ideas geniales suelen venirle al artista en la piltra); pero me levanto y volaron las musas a otra parte. Para coger el hilo tiene que cargar la pipa. Humo y literatura es la fija. Le pasaba a un atamán de cosacos, según leí en Gogol, ese libro de cabecera de todos los grandes novelistas, Tarás Vulva, que acabó queriendo más a su cachimba que a la propia mujer de uno. Así yo, cuando todos me hayan abandonado, yo seguiré contando con la fidelidad de mi pipa. El narguile ayuda al recogimiento, a encerrarse en el aprisco interior y ahí nos las den todas. No se le ocurre al escriba ni un miserable adjetivo y menos una metáfora feliz pero este oficio es cosa misteriosa que se relaciona con las epifanías ocultas en subconsciente las cuales de pronto se manifiestan y hay que hincarse de rodillas en la adoración mágica de los Reyes Magos como aquel mural que había en la entrada de nuestra iglesia conciliar. Ha empezado el ciclo pascual navideño que consta de cinco semanas. En las viejas catedrales españolas el primero de enero con motivo de la circuncisión del Salvador misa y sermón de campanillas. El día siete, san Julián patrono de Ferrol, se abrían las velaciones; el noveno se conmemoraba en la ovetense las santas reliquias de san Marcelino san Julián y santa Lucrecia san Eulogio y santa Basilia depositadas en la quiroteca de la cámara santa. El decimoséptimo se hacía conmemoración de san Antón abogado contra el fuego y los malos espíritus que se apoderaban de los animales. Se veía llegar ese día camino de Oviedo a todas las vacas paridas con sus respectivos jatos, a los acemileros con sus recuas y a los carreteros con las yuntas de bueyes. Tráiganlos a bendecir. También llevaban a la iglesia mayor a los pavos reales y algún gallo de la quintana, pero las gallinas quedaban en casa abrigaditas en sus nidales para que pusieran el huevo. Por san Antón la gallina pon y hasta su día pascuas son y por san Antón la gallina pon, dichos y retruécanos de la antigua sabiduría popular que sabía mirar para el cielo y para la meteorología porque puede que detrás de un nube pródiga en aguas y nieves se esconda el ojo de Ra que todo lo ve parpado inmóvil que vigila desde sus pestañas todo el movimiento universal. Se desmontaban los belenes y empezaban los trisagios y el triduo solemne, tan español de las Cuarenta Horas. Para el siguiente día contábamos con la intercesión de santa Margarita, san Volusiano y santa Prisca no tan arisca como su propio nombre indica pues yo conozco a una de ese nombre que es un pedazo de pan, abogados todos ellos contra las fiebres tercianas. Eran estos mártires muy santos de la devoción de los soldados y mareantes. En la catedral de Segovia cohermana de la ovetense tenían altar y relicario.  A san Fabián y a san Sebastián los efebos de Cristo se les conmemoraban en las diócesis españolas, siguiendo una vieja costumbre hispano visigótica, por todo lo alto. A Sebastián el desnudo que se le representaba en cueros e imberbe atado a un poste donde le pasaron por las armas los compañeros legionarios de su corte al no querer renunciar a Cristo se le dispensó un culto muy especial en los cuarteles. Era el patrón de los arqueros. A los dos días venía san Ildefonso de Toledo- entrañable escena que pintara Goya en la sacristía de Guadalupe- al que la Virgen bajó del cielo para colocarle la casulla en premio a los merecimientos de las que se hizo acreedor por escribir tan bien y tan a gusto sobre las calidades intercesoras de Señora tan augusta. Era el día del rey y una costumbre de muchos siglos atrás en las catedrales hispanas determinaba que se pronunciara el sermón de la Virgen. El 24 tenía lugar la primera romería del año en honor de san Timoteo fiestas en Luarca y en las tres fechas subsiguientes en tirocinios, seminarios y noviciados también se honraba por todo lo alto al patrón de la retórica, san Juan Crisóstomo. Los latinos acostumbraban a empollarse un discurso en griego que pudiera ser alguna de las filípicas de Demóstenes y se lo espetaban a sus compañeros desde lo alto del púlpito del refectorio. Entre el ruido de los vasos y el ir y venir de las fuentes de la sopa sonaban magistrales aquellos kai panta, los ge, o los aoristos del verbo λυώ en el que todos nos hacíamos un lío sobre todo al conjugar los aoristos de aquel verbo que significa atar  que aprendíamos cantando o usando artilugios mnemotécnicos en los primeros años de gramática. Fue una tradición impuesta por los jesuitas en sus centros de formación. Las académicas celebraciones en honor del obispo bizantino conocido bajo el nombre del Boca de Oro era una fragua de elocuencia y semillero de futuros predicadores. Y el mes de Jano o Januario terminaba en Roma con las saturnales y en Zaragoza con San Valero Ventolera abogado contra el reuma. Ha cesado en su canto la lechuza. Estuvo berreando toda la noche. Es que va a cambiar el tiempo. Abre la aurora por las nevadas techumbres de la sierra del Viento. La Rondiella muestra su testuz helada como un cáliz blanco. Yo me apresto a escribir y a recordar otras epifanías. Vuelvo a calentarme otro café y regreso a bordo del tapiz de Aladino a la plaza de la Escalandera a la cual yo llegué una madrugada del año 68 al volante de mi seiscientos recién comprado. Iba de vacaciones pero quería visitar a la Dama de mis pensamientos. Era la Regenta. Una mujer que no vivía más que en la imaginación de su creador de la misma forma que don Quijote es un ente de razón que puso en planta Cervantes. Y en Argamasilla de Alba san Quirico y santa Julita. Mientras yo sigo dándole a la rueda de mis epifanías. Las dulcineas no existen en la vida real y, si existen, salen respondonas. Así que, Tony, everything is in your head, que diría un amigo inglés. Los idealistas, los soñadores, por eso, vamos de culo. Todo está en tu cabeza y en los poderes de tu mente traicionera pero me va a venir bien todo este relajo. Suspende tu juicio, avizora en tu pensamiento, revuelve en tus baúles místicos y no quedará títere con cabeza

 Melchor era calvo, Gaspar sonreía benigno y la Virgen, humilde, de rodillas, presentaba al Niño reclinado sobre un pesebre irradiando luz rubia que ilumina las tinieblas del mundo como un presente. A un lado, apartado, secreto y algo putativo, se presentaba san José el rostro en penumbra y la vara florida se escondía el bueno de san José, viejo y calvo lo plasma la piadosa iconografía,  personaje secundario poco histórico, porque su nombre apenas si aparece un par de ocasiones en los evangeliarios y histérico pero sin cuyo concurso no fue posible tampoco el misterio de la redención, su castidad como aditamento a la virginidad de su mujer. Es uno de los arcanos insondables que encierra nuestra teología. El cuadro olía a incienso, pero a heno y a cuya y a una pobreza profunda, la mula acostada olisqueaba la paja y el buey de rodillas rumiaba dulces pensamientos a eso de la medianoche, al cantar el gallo blanco, al cantar el gallo negro –estas dos criaturas debían de andar encaramados en algún bardal aledaño al establo donde se consumó el nacimiento de las cosas que cambiaron el mundo, verdad irrevocable que ahora los impíos porque volvieron a la tierra los sanedrines y esos odiosos precipuos amantes de la letra muerta que gritan desde lo profundo de sus almas negras: fuera con él, es un impostor, cruficale… a vuestro rey ¿queréis que crucifique?, pregunta el pretor a los judíos y estos a su interpelación consular respondían a voz en grito no tenemos a otro dios que al dinero y a Moloq. La gente desde entonces inunda los grandes almacenes para comprar los regalos y se pone algo borde y sentimental todas las navidades. No honra padre y madre, han quemado los libros antiguos y sólo venera a los dioses materiales, relegando a la lista de los viejos usos el dicho de fe es creer lo que no vimos.

En aquel cuadro por lo demás se intuía casi se adivinaba la lumbre del oro y perfumando la escena el vaho de la mirra de propiedades curativas. El dios al que adoramos era un perdedor, nació en un establo y murió en una cruz coronado de una regia corona de espinas  cuyas púas de carbunclo abrían troneras de sangre y de escarnio en el hueso occipital, frente y sienes heridas. Decorados del trasfondo de tan teatral representación y que reforzaban el poder simbólico de nuestros días de epifanía era una pared a media construir, aun se ven las adarajas imperfectas entre la lira de los cuernos del buey y las orejas picudas del mulo arrodillados ante el divino infante como los magos. La escena transpiraba serenidad y una beatitud como fuera del mundo.

 No sé lo que sería de aquel mural de mi adolescencia. En posteriores visitas al alma mater ya no estaba colgado sobre la puerta del crucero. El seminario quedó vacío, se cerraron todas las puertas, arrumbaron los altares, astillaron las tallas de santos venerables y con los bancos, las sillas, los pupitres los reclinatorios donde estudiábamos o las camas donde dormían los sopistas hicieron una gran montonera. Eso ya no se da, no interesa. Los jesuitas vendieron al peso las bibliotecas con innumeros tesoros escondidos. Se produjo con las bendiciones episcopales y de la propia curia que adolecía de una especie de resquemor, un cargo de conciencia y cierta vergüenza de su pasado, un auto de fe pero al revés. Quemaron las naves los curas que hablaban poco de Jesucristo y mucho de ser solidarios, se instauró una religión nueva la del Holocausto. El que hizo la ley hizo la trampa, cundieron las perversiones, los abrenuncio, la general apostasía. Aconteció entonces el síndrome de la iglesia desierta. Ay de ti Jerusalén que matas a los profetas. Pero la desolación exterior de los templos abandonados no fue tan extrema como la desorientación de una grey a merced de los perros de presa y de los lobos de rapiña. Hubo santos que fueron al infierno y canonizaron a san Wojtyla. Así estaban las cosas cuando yo siguiendo la ruta de los antiguos cristianos cordobeses dirigí mis pasos allende los montes Herbosos, recé a la Virgen de Arbás y alcancé a divisar las torres de Vetusta cuando ya se despedía el sol de enero por los cerros del Naranco. Yo era un prófugo. Es lo que siempre he sido en la vida un evadido que trata de burlar el yugo de las reglas convencionales. Era una bella víspera de Reyes y yo pensaba en aquel cuadro del viejo seminario tantas veces contemplado. Su recuerdo ahora que ya ha desaparecido evoca aun en mis añoranzas de epifanías.

 

Cabalgata

Si la SIC catedral segoviense fue el epicentro espiritual de mis días primeros la de Oviedo protege con su sombra la edad provecta. Los niños esperaban expectantes a sendas aceras de la calle Uría el paso de la cabalgata que suele constituir el plato fuerte de las festividades navideñas en la capital del principado. Regresar a Oviedo es reencontrarme conmigo. Me hago una foto digital al lado de doña Ana de Ozores. Por allí debe de andar haldeando don Fermín de Pas sotanas de cachemir mientras Ripamilán canturrea en el coro. Domine labia mea aperies. Ya empiezan las vísperas. Hoy rezo a san Clarín. Yo estuve enamorado de su Regenta. Habité gracias a la mágica de su pluma en un lugar del amor. Fui a jugar a la brisca con el cura de Vericueto, estuve solo, soñé tener un hijo como el suyo en el que describe en Su Único Hijo, fui delantero de diligencia con aquel golfillo entrañable por nombre Pipá que fue compañero de rondas  mías- los prófugos, los evadidos de la justicia nos solemos acoger al calorcillo de las tascas o a los braseros fríos de los lupanares-por las tabernas del concejo. Cuentos morales, humor y perdón, compasión de Cristo que nunca fue óbice para que don Leopoldo me enseñase a chascar la tralla con vehemencia en mis artículos contra los intrusos dentro del Helicón de las Musas y toda esa gente que escribe regüeldos literarios y mejor que se dedicase a oficios de mayor provecho como la fontanería. Él era el amo y no ese al que llaman la Novia de Reverte. La pluma de este ovetense manejada como la cuerda de un violín me abrió mundos de belleza. Sí yo he sido el novio de la Regenta. Le juré amor eterno de caballero andante en el altar de la poesía- ya no sirve para nada, no lo digas, se van a reír de ti, te copian y te envidia, porque en el internete al cual tú estuviste encadenado llevándote todas las broncas de tu mujer, realizaste un verdadero tour de force, demostrando las posibilidades y alternativas de las que es capaz un escritor esmerado, trabajador y con un pundonor alto aunque tus lectores blasfemaban de esa maldita manía tuya de ir a la caza y procura de la excelencia, velé sus armas. Santa María de los ojos grandes nuestra señora del Sotrondio se me aparece en este atardecer de epifanía, víspera de Reyes y me larga desde la almenara de los recuerdos hoguera no encendida una mirada interrogante. ¿Eres tú el que ha de venir? ¿Eres Melchor, eres Gaspar, eres Baltasar?... yo soy un ser humano encadenado a la libertad.

 

En Valpuesta, en aquel cementerio en ladera, a la sombra de un risco donde los cristianos mozárabes habían levantado una iglesia, dormiría ella el sueño de los justos. Algunas veces Genadio iba a visitar la tumba de Florentina. Rezaba el oficio de difuntos, cantaba el dies irae, preguntaba a los ailantos y eucaliptos que lamían las tapias de aquel cementerio reclinado sobre la falda de un monte apertal por donde se iniciaban los senderos y vericuetos que conducían a las altas cumbres de los montes Ervisos si sabían algo de su amada Florentina y no le daban respuestas. El aire al mover las ramas de los cipreses cinerarios hasta doblegarlos nunca partirlos hacía evoluciones que recordaban signos de interrogación. Aquí yace por tus pecados. Aquí te espera. No me digas. He de ir a Valpuesta. Colocar en su nicho un ramillete de madreselvas. Sin embargo, el hombre del tiempo le recordó que había nieve en los puertos, que los caminos estaban intransitables, que todavía no habían empezado las rebajas.

Florentina no era más que una marca en el aire de aquella moza elegante que yo quise cortejar. La acompañé un par deveces hasta su colegio mayor en la calle Ponzano una residencia de monjas. Fuimos juntros a ver la Historia de una Escalera y un par de veces salimos a bailar. La pasée por Madrid con mi seiscientos recien comprado con el pluriempleo que ganaba y estaba tan nervioso que en la bajada de Rosales el seilla hizo un extraño y a punto estuvimos de hacer un trompo porque las dos ruedas laterales se pintaron en el aire de aquello me acuerdo bien. Uno era muy enamoradizo por aquellas calendas. Escribía cartas de amor a todo lo que volaba. Adolecía de una falsa educación sentimental que pasando por alto que las cuestiones del amor se encierran en dos supuestos clave: la biología y los intereses materiales habida cuenta de que el matrimonio para el derecho romano no es más que un contrato de carácter económico, y obviando la materia convertíamos a nuestras adoradas en puro espíritu. Estas amadas nuestras, aquellas damas de nuestros pensamientos no existían. Eran excrecencias de nuestro culto virgineo o en parte seguramente de que habíamos leído muchos libros de caballería que devanaron nuestro cerebros, los sesos se nos volvieron agua y vendría el efluvio en forma de batacazo.

Nuestras relaciones copmenzaron misteriosamente al cabo de un tiempo de acabar nuestros estudios unoiversitarios  adquiriendo netamente un contexto literario de correspondencia epistolar. Nuestras cartas entre Valpuesta, Berlín, Roma, Paría y otras capitales europeas se intercambiaron vertiginosamente durante dos años. Al cabo de ese período decidimos casarnos en Covadonga. La víspera de los desposorios mi novia me dio calabazas. Pero la culpa no fue suya sino del correo. Había habido una huelga en los ferrocarriles franceses por lo que yo había decidido trasladarme hasta la capital del principado para casarme en Covadonga por todo lo alto. La epístola en la cual Florentina decidía romper relaciones no la pude leer sino al regreso cuando ya vencido y con muchisima resaca, el corazón baldío y supurando por la herida de las traiciones, la leí. En un arranque de furia quemé todos aquellos escritos de mi amada y bien que me pesó puesto que entre otras cosas escribía muy bien y el manojo de despachos en que cambiamos opiniones sobre lo divino y lo humano haciendo planes para el futuro y hubiera sido bagaje suficiente para articular un buen libro. Creo que también me descomedí,  bebí más de la cuenta y agarré el telefono llamandola de todo menos bonita, ya me entienden.

Creo que aquel hecho determinó ciertos daños colaterales en mi personalidad. A consecuencia del despecho salí muy herido y lleno de inseguridades siendo el origen de ciertas prevenciones alateres que derivan en misoginia. No respeté a rey ni a roque, di batidas por los prostíbulos de Pigalle quemando mi salud y alardeando de mis facultades sexuales que a la sazón eran considerables. Al catre me llevé solteras y casadas, niñas y viejas, doncellas y jamonas. Siguiendo las coordenadas del mito donjuanesco, yo a los palaciones subí yo a las cabañas bajé y en todas partes dejé memoria inausta de mí. Bueno no tan inausta porque Florentina cuando vino a verme a Paris, me lo conesaría después, y poco antes de morir a consecuencia de una enermedad terminal, que lo que mejor recordaba de nuestra relación era aquella vez en que yo quise consumar el coito sexual, aunque no había manera. Mi novia se cerraba de piernas con la fuerza de una lapa. Claro que era muy atractiva y bien vestida. Creo que una tía suya había sido modelo de algta costura. Tenía unas medidas perfectas.en su mente prolieraban el horror al sexo y los prejuicios en que fuimos formados por los curas y las monjas aquellas generaciones de chicos y chicas que fuimos a los colegios religiosos en la posguerra. La verdad es que yo me saqué la espina con mi atavica rebeldía a lo largo de mis correrías por las boits de París y de Berlín. Salía de caza muchos sabados noche en ese perpetum movile narcisito de cherchez lña femme y la verdad es que no se busca a la mujer, uno se está buscando a sí mismo para dar cuenta de sus apetitos inconesables. Ay si yo hubiese sabido que el amor sec reducía a esa bajeza, al mero acto biologico otro gallo nos cantaría y a lo mejor no te hubieras muerto, Florentina, por lo que voy a declarar acto seguido.

Si ella se cansó de mi dando calabazas, dejandome a la puerta de la iglesia y lo peor de todo es que a la chica le gustaba un cura que actuaba de correveidile-fue creo lo que más me humilló ser postergado a cambio de uno de esos curas meticones y amigos de la familia del coro al caño y husmeando cual perrillos falderos en lo derredores de las señoras- yo nunca me cansé de Oviedo, la ciudad troncal de mis mayores. De ella salieron mis antepasados vaqueiros y a ella regresamos los sucesores. El mito del eterno retornos. Vetusta ejerció sobre mí un influjo mágico desde niño. Por una de esas atracciones misteriosas que seguramente hayan de ver algo con la teoría de la reencarnación. El toro en su querencia siempre busca burladeros. Cierto que la devoción a la Virgen me salvó de aquel mal paso que no sé ni como salí vivo porque sucedieron en la noche triste una serie de sucesos que no vienen al caso de poner en este papel blanco sobre negro pero que se enciuentran en un rincón muy escondido de mi pensamiento. El rubor y en cierto el modo mi arrepentimiento me vedan traerlos a colación. He pensado que Florentina no existía. Era un ente de razón y lka vividura de aquella noche del 74 no era más que una pesadilla empapada de alcohol y lllena de delirios del delirium tremens. La puerta verde de aquella celda. La pistola negra de aquel policía que me apuntaba- era un Astra 34- vamos tú, andando pa la trena. Yo nada fice. Eso al qiue se los tienes que contar es al juez no a mí. ¿diste un escandalo? Si.  Después no se lo que pasó pero aun llevo en mi cuerpo el frio de aquella mazmorra. De pronto se abrió la puerta y apareció una gran señora vestida de un blanco manto y una corona de oro. Llevaba al pecho un imperdible de rubí

 

  

 

PROFESIONES INCOMPATIBLES CON EL SACERDOCIO

 

No podrán ser ordenados in sacris los militares, a excepción de los capellanes del Ejército, los policías, los cantantes, y bailarines, los profesionales de la banca, los camareros en lugares de alterne y restoranes, pero no se cierra la puerta del sacerdocio a los médicos que ejerzan su profesión sin lucro ni a los educadores o los que se dediquen a la enseñanza, dice un breve pontificio publicado por el patriarcado de Moscú esta mañana. Prevalece el celibato únicamente para los monjes a la vez que recomienda a los clérigos seculares que se casen y tengan muchos hijos. Nunca podrán divorciarse. El aborto es tambien una anatema para la iglesia rusa. Bien por este santo patriarca que procede del monacato y fue archimandrita en Balaam el celebre monasterio al que se refiere Dostoyevski en Crimen y Castigo. Suscribo toda su sabiduría y rogaría al Papa de Roma que tome ejemplo. La iglesia ortodoxa rusa está más saneada que la católica y pienso que es más católica por universal y por cristiana.

SOBRE VERGAS REGIAS

 ENRIQUE IV TENÍA UNA GRAN POLLA 

 “E EL Rey dom Enrique Nuestro Señor aveva una grande verga nos daba deleyte como cualquier ome pagando su débito viril en la coyunda”. Este testimonio que recoge el gran Dr. Marañón a humo de pajas en su magistral estudio biológico sobre el tan denostado rey castellano tira por tierra, al parecer, todas las acusaciones de impotencia que contra su real persona descargó la historia. La historia no la escriben los vencedores sino los traidores y este puede un caso manifiesto de interpretaciones de tercería interesada y capciosa. A Su Majestad se le quiso mucho en Segovia donde tenía su corte gran parte del tiempo cuando se iba a cazar a los montes de la Despernada. Curiosamente vivo cerca del castillo de Villafranca donde estaba la guarnición de este castillo en los predios de la Despernada. Su abulia y su amor a la caza puede que se confundiera con la impotencia y no era otra cosa que cierto desencanto con aquella Castilla que le tocó vivir plagada de intrigas y de conspiraciones promovidas por la nobleza, la jerarquía y los judíos. Tedium vitae. Hastío de la vida. Desencanto de la política. Tanto el historiador Alonso Palencia como Hernández del Pulgar eran amanuense a favor de su hermana Isabel a la que se denominó la Reina Católica y sólo diego Enríquez del Castillo se permite hablar con cierta discreción y benevolencia sobre estas supuestas mermas de Enrique IV pero sin echar su cuarto a espadas a la hora de desbaratar ciertos infundios. Desde luego le tocó tarifar con aquellos arzobispos como don Alonso Carrillo que era una mala bestia. Aun se le puede contemplar a su reverencia de cuerpo entero vestido de pontifical ante el convento de las monjas de San Diego, de mediana estatura, renegrido, calvo y con malas pulgas. Tarifar con dicho prelado no debió ser fácil porque era un señor de horca y cuchillo y enseguida sacaba la espada. Él fue el promotor de la gran afrenta denominada el pelele de Arévalo. Este acto infausto no ocurrió en la villa arevalense sino en Ávila. En comandita con el obispo de Calahorra el cual sería más tarde el cardenal Mendoza – tuvo 33 hijos naturales reconocidos-, el marqués de Villena don Juan de Pacheco y después de destronarle arrebatando de su cabeza la diadema de la corona, el cetro de su mano y el manto de armiño de sus espaldas nombraron soberana y heredera a doña Juan la Beltraneja supuestamente habida de su matrimonio con la reina doña Juana la portuguesa pero de cuya concepción hablaban las malas lenguas fue debida a don Beltrán de la Cueva la Beltraneja. En fin un bochornoso espectáculo porque aquella imagen era una retrato del propio monarca. El urdidor verdadero, el que manejaba los hilos de la conjura en la sombra, muñidor de todos los enredos, fue uno de esos personajes siniestros que de vez en cuando cruzan por la historia de España: el marqués de Villena “ni palabra mala ni obra mala, De don Juan de Pacheco quiromante y conocedor de sortilegios y artes diabólicas se hablaba que tenía dominada la voluntad regia, que le había dado un bebedizo. Marañón presume muy bien que don Enrique sufriera de melancolía en parte porque la reina portuguesa debía de ser un caso parecido a doña Urraca, una ninfomaniaca que a los moros por dinero y a los cristianos de balde. El rey empezó a sentir la depresión psicológica a raíz del repudio de su primera esposa doña Blanca de Navarra de la que no hubo descendencia al parecer por esterilidad de la soberana, y esto consta por el testimonio del privilegio de “fiel de fechos”, bárbara e inaudita costumbre de los tiempos medievales porque en las bodas regias y para conjurar los achaques de bastardía y de cuestiones de legitimidad que dieron pábulo a no pocas guerras se colocaban en la cámara regia tres pajes, un notario y dos pincernas y todos ellos testificaron que doña Blanca era virgen y que fue desvirgada en la noche de bodas, como corresponde, y que el lienzo que pusieron sobre el lecho fue manchado con sangre y esperma. Estos mirones pudieron dar cuenta de que el rey no era impotente y que tenía todos el aparato genésico en condiciones. Era un varón de aventajada oscura, de aspecto taciturno y reservado, de enfermizo semblante, y dicen los cronistas que “allá donde ponía los ojos mucho le duraba el mirar” Los juicios que vierte Marañón sobre la impotencia de don Enrique acaso fueran juicios de parte o meras conjeturas desbaratadas: el pie valgo, el aspecto fofo y algo feminoide de su persona (no vamos a entrar en detalles), aunque es posible que esa perdida de la virilidad ocurriera debido a una enfermedad de carácter urinario como el mal de piedra y a lo mejor un cáncer de colon o de próstata, agravados con la edad. Se le acusaba al propio tiempo de verse rodeado de una guardia morisca – nada de particular tenía esto porque el rey cristiano se fiaba, lo mismo que Franco, más de los musulmanes que de los cristianos- y de haber adoptado algunas de sus costumbres como sentarse a la morisca y deleitarse con música de adufes, gaitas y chirimías. Hablaba la algarabía. Tales cargos señalaban que era “una ofensa a la religión cristiana el traer consigo a moros infieles y de holgar y salir a cazar en su compañía y que esta gente eran expulsos o prófugos de Granada donde no habían querido seguir la facción del rey Chiquito (Boadil) y que forzaban a las cristianas que encontraban de camino”. Para mí al igual que para muchos historiadores todas estas hablillas son el resultado de la falsedad, del mal ejemplo, el ansia de poder y la hipocresía de aquellos príncipes de la iglesia: el ya mentado Carrillo, el cardenal Mendoza, el obispo de Coria, Iñigo Manrique, el almirante don Fadrique Enríquez que era el suegro del rey de Aragón don Juan padre de Fernando el católico, y era judío converso. Todos ellos más que en el bienestar de sus súbditos y el ejemplo y la edificación de sus fieles tenían su mira puesta en las riquezas, en los devengos, martiniegas, diezmos y primicia. El pueblo esquilmado gemía bajo la bota de todos estos tiranos, algunos eclesiásticos como los maestres de Santiago que por acá dieron bastante guerra y los de Calatrava, y otros de la más encopetada nobleza que se jactaban de traer sangre de los godos y de venir de la pata del Cid. La historia demuestra que esta divinización de los templarios se corresponde con una verdadera demonización, con los poderes ocultos Aquellos monjes soldados asimilados a monasterios fronterizos en punto a cristianismo dejaban bastante que desear por crueles y malsines y opresores del pueblo como fue el caso de la trama de la famosa comedia de Lope, Fuenteovejuna: un reitre calatraveño abusa de una moza y el pueblo pide cuentas al rey que entonces estaba por encima de la Iglesia Le hicieron abjurar a don Enrique en la reunión habida en la villa de Cigales (buen vino debieron de beberse aquellos cabrones) pero luego el rey como era irresoluto y de carácter inhibido se volvió atrás y se fue a cazar puercos a los montes de la Mocha Chica y de Navalcarnero y ello daría lugar a toda una guerra civil, a las banderías famosas castellanas del siglo XV a los despechos del maestre de Calatrava don Pedro Girón a varias luchas y batallas entre castellanos y portugueses por culpa de la Beltraneja: las batallas de Toro y Albuera y al tratado de los Toros de Guisando, un punto de inflexión en la historia española, pues no hay mal que por bien no venga, en el que Enrique IV nombra su sucesora y princesa de Asturias a su hermana Isabel. Hay en Segovia o había dos olmas principales. Una era la de San Miguel donde fue jurada reina la princesa de Asturias un 12 de diciembre de 1474 y otra la olma del convento de San Antonio el Real aledaño al palacio del monarca. La leyenda dice que fue el rey nuestro señor don Enrique de Trastamara el que la mandó plantar y yo la he visto oronda y solemne echar ramas muchas primaveras a este prodigio forestal pues estaba cerca del Campillo, donde comienzan los arcos del acueducto y donde yo jugaba de niño al fútbol en los terraplenes del campillo. Esta olma fue talada en los años 80 a efectos de la grafiosis una enfermedad forestal que acabó con nuestras famosas olmedas, pero la conseguí fotografiar. Cuando iba a mi pueblo ante esta olma me cuadraba y me echaba a temblar, guay de mi España. Don Enrique al que tanto quisimos en Segovia porque fue un poco el alma de la ciudad no fue ni tan impotente ni tan malo como argumentan sus detractores. Es un consuelo saber que “tenía una grande verga”, una buena polla castellana, vaya. La historia vuelvo a insistir en este país siempre estuvo escrita por traidores. continuará Publicado porPREFERENSen21:03 0 comentarios: Publicar un comentario en la entrada Enlaces a esta entrada Crear un enlace Entrada más recienteEntrada antiguaPágina principal Suscribirse a:Enviar comentarios (Atom) EN DEFENSA DE LA PALABRA, EL BIEN, BELLEZA EL ARTE Tolle et lege, levantate y anda Buscar este blog Páginas vistas en total 10385 Entradas populares • (sin título) • Хор Валаамского монастыря (Византийский распев) • DEBE DE SER EL GAFE Vísperas de mucho madrugadas de nada. Total la corazonada o el gafe… fuese y no hubo nada incomparable marco etc. Oigan cómo quieren que Ma... • ISADORA DUNCAN EL BAILE CLÁSICO COMO RELIGIÓN Isadora duncan bailaba completamente desnuda bajo una gasa de tul que trasparentaba la hermosura de las líneas de su cuerpo. Para ella el arte es la escalera que nos conecta con los dioses y carece de sexo. Sin embargo, este vanguardismo, así como su feminismo incipiente proveniente del sufragismo (fue una de las pioneras del movimiento “ad Lib.”) no encajaba con la mentalidad del finiseculo del XIX que le tocó vivir. Su gran proyecto fue resucitar a las bacantes de Esquilo. Su vida fue también una tragedia. Mujer liberada, su primer amante fue un emigrante polaco que murió combatiendo contra los españoles en la guerra de Cuba, y luego amistó con el empresario Gordon Craig de quien concibió dos hijos: Eire y Patrick. En el cupo había multimillonarios como el creador de los almacenes Selfridge, el mismo príncipe Alberto y tambien bohemios. Un magiar y un italiano que se le aparece en una playa de Brescia y ella considera que era el propio Miguel Ángel y le pidió ardientemente: “Dame un hijo”. Se lo dio pero la criatura murió en Paris el mismo día que estallan las hostilidades de la guerra del 14. Sus otros dos hijos habían muerto asfixiados dentro de un automóvil donde en compañía de su aya aguardaban la salida del teatro de la actriz. Hubo médicos, tenores y el propio Essenin y Stanivslaky. Viajó por todas las capitales del mundo, hospedándose en los grandes hoteles de lujo, pero siempre sin un duro. Para sobrevivir tuvo que pignorar las sortijas y el collar de diamantes regalado por alguno de sus admiradores. Berlín, Budapest, Nueva York, Petrogrado y Moscú, Atenas, Río, Buenos Aires, fueron las capitales donde puso en escena esta amada de una de las nueve musas Terpsícore. A pesar de su repulsión hacia el ballet y teniendo en cuenta que éste nació en Rusia es en San Petersburgo, en Moscú y en Kiev donde su arte es mejor entendido. La Duncan no robó el fuego a los dioses; sólo quiso devolvérselo pero lo pagaría caro. Y fue en su amada Rusia donde consigue sus mayores triunfos por ese carácter bizantino del carácter ruso que no concibe el culto a la divinidad sin la música como vehiculo de aproximación y el canto coral. Su idea obsesiva fue la creación de una escuela de danza al objeto de que desde su más tierna infancia las aprendices del arte de Cibeles y educasen los miembros de su cuerpo en ritmos, balanceos, piruetas y saltos. Entre los griegos la danza era sagrada y formaba `parte de la educación. Isadora viajó por el mundo ofertando esta idea a los gobiernos. Únicamente uno el de la URSS la acepta. No obstante, nada más llegar a la Rusia revolucionaria, donde contrae nuevas nupcias con el poeta Essenin, que acaba suicidándose en 1925 (la vida de esta artista estuvo dominado por un “pathos” que la persigue a través de sus días de dolor y goce cual negra sombra,, se da cuenta de las dificultades y regresa desilusionada a Occidente. El 24 de septiembre. De 1927 en Niza yendo en automóvil su echarpe se enrosca en las ruedas del coche y la estrangula. Sus ideas sobre la resurrección del canto y la danza dejó un sustrato preliminar para la reforma del ser humano. El “homo sovieticus” va a ser de esta forma un hombre coral, parte de un todo, lejos del individualismo del jazz o del rock que es el envés por la fealdad y el culto antiarmónico que Isadora Duncan se propuso transmitir al mundo. Para convencerse de este concepto no ha de hacerse otra cosa que escuchar por ejemplo a los Coros del Ejercito Rojo o entusiasmarse con una danza cosaca que proviene de una ciencia que conocían a la perfección los griegos y que se denominaba orquéstrica y que abarcaba los bailes sagrados de las coribantes, los himnos a Dionisio y a Cibeles, los cantos en rueda de los histriones. Por la danza hacia dios y en todo baile incluso en el taconeo flamenco o el girar del derviche existe un lado místico. Los hebreos danzaban en torno al Arca de la Alianza. Los salmos penitenciales no se pueden entender sin el acompañamiento de la citara y el arpa. Otrosí, las pantomimas romanas o el teatro de Plauto, Esquilo, Sofoques, Aristofanes revestido de máscaras y calzando el clásico coturno. La iglesia romana prohíbe estas manifestaciones por un breve del papa Zacarías el año 744. Sin embargo, en la iglesia griega perduraron según nos atestigua la Duncan cuando uno de los popes que vino a bendecir la primera piedra de la casa que quiso construir frente al Partenón... pero si el teatro y el baile es arrojado fuera en Occidente del atrio de las iglesias (allí precisamente nació) perdura en la mentalidad popular. La poesía conserva su carácter juglaresco en la edad media siendo cantada y bailada. Y luego durante el siglo XVII en España uno de los países donde el baile tuvo más arraigo popular se danzaba la gallarda, la chacona, la zarabanda, el turdión, la pavana, la mazurca, el gambeto y el vals. Esta ninfa norteamericana que fue por libre en la vida adelantándose a su tiempo es la percusora, a través de su idea motriz de los Estados Unidos es un país con música, quizás se dio cuenta de la importancia que ha tenido el dancing en la vida del mundo occidental. Todas los jóvenes cantan los blues de sus interpretes favoritos (Vétales, Rolling Stones, toda suerte de rock, jazz) el planeta tierra a partir de las notas de sus canciones ha estallado aunque3 ciertamente estas notas no concuerdan con la armonía que soñaba la Duncan (San Francisco 1877- Niza, 1927) BENEDICTO XVI VIAJE A CANOSSA. Y NO HAY PURGATORIO. Acogí con alborozo la preconización de Joseph Ratzinger porque suponía una ruptura con respecto a su predecesor pero ha sido más de lo mismo. Ahora viaja a Canoosa a renduir tributo al emperador y pagar hiomenaje a Wall street donde está el altar del vil metal. Y no nos engañemos el oro es muy grato a todos pero entre los curas, los obispos, los papas y los cardebales, debe de ser el peso de la púrpura, tiene un atractivo especial y casi se diría que forma parte de la historia de la Iglesia. La simonía y el apego a las riquezas está en el tramado. Este papa reiontrojuo el latín y parece ser que ha fracsado. Y me pregunto esto más que una renuncia me parece una lobotomía. Fui a decir iluso de mí al cura de mi parroquia el Enrique a ver cuando organizabamos una misa en latín y por poco me echa a patadas el muy cerdo de la sacritía. Es un fulano con muy mal genio. Vamonos pa allá. Se aprueba la moción. Bueno va. Los curas obedecen a roma cuando les conviene. De ordinario ni caso, don Nicasio. Así que la reforma liturgica que esperabamos algunos o esperanzados o credulos no ha tenid lugar y ahí siguen los muchachos con sus

2022-12-27

LOS ALEMANES ODIAN A PUTIN QUIZAS RECUERDEN A YUKOV EL GENERAL QUE ENTRÓ EN BERLIN

 Das Jahr verlief nicht, wie Putin gehofft hatte

Mit dem Jahr 2022 sollte für Putin eine triumphale Epoche beginnen. Stattdessen hat er nicht nur militärische Niederlagen in der Ukraine erlitten, sondern auch die Grundlagen seiner Herrschaft infrage gestellt.

Russlands Angriff auf die Ukraine ging in seine dritte Woche, da sagte Wladimir Putin Mitte März eine „na­türliche und notwendige Selbstreinigung“ der russischen Gesellschaft vo­raus: „Jedes Volk, und umso mehr das russische Volk, kann immer aufrichtige Patrioten von Abschaum und Verrätern unterscheiden und spuckt diese einfach aus, wie eine zufällig in den Mund ge­flogene Mücke.“ Das war ein Gruß an die Zehntausenden, die un­mittelbar nach dem Überfall auf die Ukraine gegen den Krieg protestiert oder Russland fluchtartig verlassen hatten.

Reinhard Veser
Redakteur in der Politik.

Für diejenigen, die geblieben waren und sich ruhig verhielten, sollte weiter das wichtigste innenpolitische Ver­­spre­chen der zwei Jahrzehnte währenden Herrschaft Putins gelten: Stabilität. In seinen ersten beiden Amtszeiten als Präsident Anfang des Jahrhunderts war damit die Wiederherstellung eines ge­ordneten Lebens nach der Gesetzlosigkeit, dem wirtschaftlichen Niedergang und den politischen Wirren infolge des Zusammenbruchs der Sowjetunion ge­meint. Im Laufe der Zeit hat sich die Bedeutung des Versprechens von „Stabilität“ gewandelt: Gemeint ist damit seit Langem nicht mehr eine Wende zum Besseren, sondern die Verhin­derung eines Rückfalls in schlechtere Zeiten.

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Abrígate bien! Heladas y lluvia se mantendrán en la mayor parte del país, advierte Conagua

Si bien el frente frío número 19 dejará de generar efectos en la República Mexicana, la masa de aire ártico que lo impulsó mantendrá las bajas temperaturas

Bajas temperaturas y lluvia se mantendrán en la mayor parte del país, advierte Conagua
Foto: EFE
NACIÓN  26/12/2022  21:07  Aldo Santamaría  Actualizada  22:32

Continuará el ambiente de frío a muy frío en la mayor parte de México durante esta noche y la madrugada de mañana, martes, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Debido a ello, se recomienda a la población vestir ropa abrigadora y brindar atención especial a la niñez, personas de la tercera edad y enfermos, así como evitar exponerse al ambiente frío y los cambios bruscos de temperatura.