2023-10-29

 

PISAR NUESTRA CLAUSURA Al CABO DE CASI SESENTA AÑOS

Estoy asomado al balcón de patio de filósofos después de más de cincuenta años bendito sea cristo pudimos rezar una salve ante la Virgen de los Tránsitos gozamos del silencio mágico de estos lugares que pisamos centenares de veces vivir es volver pero en el cristal de estos balcones iluminados por la luz del véspero se reflejaban nuestras almas tal como eran ingenias entusiastas sedientas de vivir y de aprender. El patio de filósofos seguía tal cual la biblioteca abajo donde por lo visto al hacer las obras los obreros han dado con restos romanos monedas arcos medievales el edificio del seminario está emplazado en un antiguo templo a los silenos esos dioses amorcillos que protegían los caños de las fuentes y los acueductos. Nuestra vida académica estaba de cuerpo presente en el salón de grados continuo en la planta noble y donde se leían las tesis doctorales tenían lugar las oposiciones ca canonjía bajaba la arena por el canalillo de la clepsidra mientras el ponente soltaba párrafos en latín.

Subidos al proscenio echábamos comedias de Plauto y de Shakespeare y una vez leímos entero un drama de Graham Green "León en invierno" jopé que rollo. Mr. Green era aquel inglés algo borrachuzo que se paseaba todos los veranos en compañía de un cura gallego por España a bordo de un seiscientos. Pasaba por ser un escritor católico, lo leí ya de mayor y encontré que esa etiqueta le venía grande, no encontré su catolicismo por ninguna parte. En aquella sala donde se conferían los títulos académicos también velábamos a los difuntos cuando alguien fallecía. Salón de grados, colación de títulos, bachiller, maestro y doctor

Sentí las pisadas de muchos de los nuestros auténticas legiones de novicios, generaciones enteras de escolares que atravesaron aquellos pasillos desde que se abrió como Casa de la Compañía y noviciado por orden de una hermana de Felipe II bienhechora y fundadora de aquella institución cuyo retrato figura en el presbiterio lado de la epístola frente a la del propio rey (ambos retratos están blancos, no fueron acabados les falta el toque de pintura final)

Bajando al refectorio parecía como si muestras papilas empezaran a jugar al tute despertadas por el hambre y aquel grato tufillo a café con leche del "lentaculum" (desayuno) o el agrio olor vivificante del chicharillo de la cena, las papas viudas de cuaresma el vinillo de viernes y las indefectibles tres "marías" acompañadas de agua y de queso americano de la merienda. La verdad es que aquel queso de Kentucky sabía a rayos, pero nos hartamos de leche en polvo. Decíamos ayer. ¿Qué decís, hijos? Sí, decíamos ayer y es como si toda la comunidad (más de quinientos comensales) comenzase el almuerzo o prandium

El presidente daba una palmada decía Benedicamuns domino y por todo el recinto estallaba una agitación de voces sonidos de cucharas y de vasos. Hablar durante las comidas era excepcional. El común de los días escuchábamos la lectura edificante del lector de semana que subido a un púlpito nos recordaba el santo del día del martirologio. Todas las reseñas acababan con la misma muletilla y en otras muchas partes otros muchos santos mártires, confesores y santas vírgenes. Mientras atacábamos aquellos cocidos de garbanzos saltarines nos empapábamos de las novelas de Julio Verne y Emilio Salgari y estábamos deseando de bajar a comer para seguir las incidencias del próximo capítulo de estas novelas de aventuras a través de los cuales nos iniciamos en el gusto por la literatura. Decíamos ayer. Sí decíamos ayer. Ha pasado algo más de medio siglo. Sin embargo, de vez en cuando los recuerdos no eran tan agradables.

-Aquí fue- dijo Valdivieso señalando una columna del pasillo- sí, aquí fue

-¿Qué pasó?

-El prefecto don Marciano me pegó las dos hostias más bien dadas que he recibido en toda mi vida

-Algo harías

-Coger un par de galletas y meterlas en el bolsillo del mandil para comerlas cuando me diera hambre.

Valdivieso era el primero de la clase pero eximio por sus "golpes" y genialidades. Todos los profesores le tenían buen concepto excepto el bueno de don Marciano dios lo bendiga que no se casaba con nadie y de vez en cuando sacaba su mano gorda como un tocino a pasear. Aquellas galletas también las probamos unos cuantos, además de Valdivieso y el dolor aún nos está escociendo de la marca que dejaron los dedos de tan disciplinario prefecto en nuestras mejillas.

Fuimos los últimos de una larga generación. Con nosotros se acabó el latín. Agotamos la fuente Castalia y la maravillosa trabazón intelectual del Trivium y el Quadrivium y las artes medievales y entraron las vernáculas. Creo que cercenaron una parte importante  de la universalidad de la iglesia con esas rúbricas del Vaticano II, pero había que adaptarse al espíritu y la letra de los tiempos nuevos. De algún modo fuimos unos privilegiados porque aquellos años aquellas enseñanzas, aquellas preces, aquellas anécdotas y conversaciones chuscas en los corrillos marcaron a fuego un espíritu indeleble de pasión por la verdad, el bien, la justicia que nos acompañará hasta el fin de nuestros días.

Asomado al patio herreriano, bello y congruente y la arquitectura hecha silogismo, yo recordaba otros fulgores otros anhelos y volvía a recorrer sendas y pasos perdidos sendas y pasos de mis pensamientos de mis coloquios con Cristo. Supe que mi destino era la cruz. O buen Jesús ayúdame a portar tu cruz salvum me fac (sálvame) y ahora resuenan en mi memoria aquellas salves a Nuestra Señora de los Tránsitos y las inefables sabatinas del mes de mayo. Tomad Virgen pura, nuestros corazones no los abandones jamás.

-¿Sabes una cosa? - me dijo Olmos- yo ahora voy poco a misa.

-Ya te las dijeron y las oíste todas en abundancia cundo niño.

En estas observaciones me di cuenta de que es bueno rezar que Dios salva y cura y protege y aquella Virgen a la que con tanto ahínco venerábamos debió de interceder y apiadarse sacándonos a nosotros pobres "pipis" descarriados de las fauces del león y de las garras de nuestros enemigos. La luz de la tarde penetrando por el gran rosetón zaguero doraba las columnas salomónicas del altar mayor, el tabernáculo relucía como un ascua de oro entre pámpanos y ángeles sonrosados y mofletudos una verdadera gloria del arte barroco. San Frutos con su cayado en la mano de peregrino de Dios y un gran librote de Escrituras se quedaba prendido entre las barbas patriarcales que se derrumbaban en cascada sobre su escapulario 

San Luis Gonzaga nos sonreía de rodillas embutidas en su sobrepelliz en lo que tomaba la comunión. San Alfonso Rodríguez, el humilde portero de aquel convento, nos daba su bendición, sed buenos, majetes, a ver cómo os portáis y san Francisco de Borja al descargar el ataúd de la emperatriz Isabel en Granada (era la más hermosa mujer de Europa) con su dedo índice apuntadnos desde lo alto del cuadro de Claudio Coello nos descubría las esenciales verdades del existir amonestándonos con lecciones del meditatio mortis:

-Ved en qué paran las glorias del mundo con todas las enseñanzas del trívium y el cuadrivio.

-Vámonos chiquitos

-No somos nadie.

- Hasta el año que viene.

-Si Dios quiere y hasta que san Frutos se determine a pasar la hoja.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 SESENTA AÑOS ESCRIBIENDO MIS BODAS DE DIAMANTE CON LA ESCRITURA

 

Bajo a la bodega del buen vino en busca de algo que leer, de algo en que soñar. Es mi mosto espiritual. Bebo a veces, me emborracho o me deprimo. Los libros yacen amontonados allá abajo en plúteos o guardados en cajas y estantes. Todos son vino añejo mercado en las mejores librerías de lance de NY, de Portobello en Londres o en la Cuesta Moyano, pues ya lo dice el refrán leña vieja que quemar, vino cécubo que tomar, libro viejo que leer y amigos antiguos con el que conversar. Como ahora todo es leña verde por las cocinas de gas, los amigos se van muriendo poco a poco y el vino se acabó asaltan nuestros camiones bodegueros, los franceses sólo nos queda el libro. Y ellos son el vino añejo que sellaron mi compromiso con las musas hace más de medio siglo. Gracias te doy Dios de bondad por haber sobrevivido gracias a ellos, a tantos avatares, tantas mudanzas, tantos naufragios. No pocas veces vi el rostro de la Tredentuda que abría sus fauces en lo hondo del precipicio.

Tomo uno de ellos al azar. Es un libro desportillado y lo abro. Huele a moho  pero sus hojas me traen el vede aroma de mis verdes años. Se trata del Guzmán de Alfarache. Suelo yo poner mi nombre, mi rúbrica y fecha, percibo una fecha, mi nombre y mi firma Madrid 23-XI-1964.

 Mercaba yo, pobre estudiante de Románicas, las adquisiciones con la huelga que me daba mi madre los domingos. En vez de ir al baile, al cine o a la taberna me agenciaba yo alguna obra de los clásicos.

Así tengo la casa atestada de papel, de los muchos cuadernos manuscritos, de mis obra inéditas encuadernadas a canutillo o de las impresas. Pasan de cinco mil

 ¿Qué será de mi querida biblioteca cuando me muera? Es el drama de todos aquellos que nos hemos dedicado a la literatura o el periodismo.

Hoy esos tesoros ya no valen nada. Son de la galaxia Guttemberg. La galaxia Macluhan transfórmomelos en mera calderilla. Yo soy un escritor pobre pero opulento en sueños y rico en obra muerta.

 La gente nos mira con desdén. Piensan que estamos mal de la cabeza. A pesar de todo yo sigo escribiendo, leyendo, rezando y soñando, y amo los libros que ya no quiere nadie.

Taxativamente, he aquí que este Guzmán de Alfarache debió de ser uno de los primeros que compré y delata mis bodas con la letra de molde.

Han pasado las de oro y voy camino de las de diamante. Sesenta años, ¡cómo pasa el tiempo! La vida literaria es durísima, apasionante, maravillosa. Vivimos en Cuatro Caminos.

Yo madrugaba para tomar el primer tranvía para la Universitaria. Nos apretujábamos como sardinas en lata con nuestros cartapacios, nuestras bufandas, volanderas, nuestros primeros pitillos para ir a la cátedra de prima. Duraban las clases toda la mañana.

Por la tarde acudía a la Escuela de Periodismo a escuchar las lecciones de Nicolás González Ruiz, Bartolomé Mostaza, Antonio Ruiz Muñoz y otros prohombres de la Escuela del Debate. Acababa rendido. Luego por la noche a estudiar hasta la madrugada a base de café y de Celtas largos. Sí el vulgo nos toma por locos, no sabe de los sufrimientos, torturas ante la página en blanco. Demasiadas incomprensiones y desaires para tan poca paga. Concluí las dos carreras, las Filologías y la de Periodismo, que convalidé en la Oficial a fuerza de vigilias, excursiones a la nevera, mucho café (escribir sobrecarga el sistema nervioso y a mí me da hambre) a veces tomaba Buscapina pero en particular resistí a base de grandes fumadas que andando el tiempo se trasformaron en pipadas.

Hace más de siete lustros que no prendo un cigarrillo pues convertí a la cachimba en mi dama de compañía.

Es un terror pensar que la venganza de los indios haya podido horadar mis pulmones pero aquí estoy a punto de cumplir los ochenta tan enterizo.

Quizás haya intervenido la divina providencia.

 Por lo demás me veo reflejado en las páginas de esta novela picaresca que estimo inferior al Lazarillo (Yo descubrí quien fue el autor del Lazarillo) epítome del género picaresco auténticamente español.

 Desde niño me enseñaron a resistir. Longanimidad es una virtud cardinal y poliorcética una de las bases de la guerra. Porque como decía CJC aquí el que aguanta gana.

Mateo Alemán es el más pesimista de los novelistas del género y describe una España de maldades, gatuperios, sobornos, estelionatos, peculados, fraudes, cohechos, hipocresías inquisiciones, perquisiciones y persecuciones, rapiñas del poderoso y opresión al débil. ¿Cómo salir adelante en medio de tanta canalla?

 El guzmanillo se abre paso utilizando las armas de los desheredados que son la astucia, la paciencia, la resignación y "mirada de halcón, paso de lobo y hacerse el bobo".

Para sobrevivir la batahola en que se ha convertido mi patria a partir de 1975, yo he tratado de seguir ese admirable consejo de hacerse el bobo, como si contigo no fuese la cosa y escribir.

Todos mis libros son un cargamento de ternura y de sátira, ya sé que no los conoce nadie y a mí qué me importa. La Tredentuda les ha pasado la mano por el lomo a Clenasmo, el abusón, anegados todos ellos en tropologías.

Tal que así el otro día paré en Moyano a llorar por mi amigo Riudavets y Paco Gomis el librero de la caseta número tres que tiene cara de pájaro me soltó un picotazo:

 - Tus libros no venden, son muy malos

No fue un picotazo lo que me soltó el pájaro, sino una funesta coz de mulo falso. Al cual yo respondí con mansedumbre

- ¿No será porque la miel no se hizo para la boca del asno, Paco?

 

domingo, 29 de octubre de 2023

 

SESENTA AÑOS ESCRIENDO MIS BODAS DE DIAMANTE CON LA ESCRITURA

 

Bajo a la bodega del buen vino en busca de algo que leer, de algo en que soñar. Es mi mosto espiritual. Bebo a veces, me emborracho o me deprimo. Los libros yacen amontonados allá abajo en plúteos o guardados en cajas y estantes. Todos son vino añejo mercado en las mejores librerías de lance de NY, de Portobello en Londres o en la Cuesta Moyano pues ya lo dice el refrán leña vieja que quemar, vino cecubo que tomar, libro viejo que leer y amigos antiguos con el que conversar. Como ahora todo es leña verde por las cocinas de gas, los amigos se van muriendo poco a poco y el vino se acabó asaltan nuestros camiones bodegueros los franceses sólo nos queda el libro. Y ellos son el vino añejo que sellaron mi compromiso con las musas hace más de medio siglo. Gracias te doy Dios de bondad por haber sobrevivido gracias a ellos, a tantos avatares, tantas mudanzas, tantos naufragios. No pocas veces vi el rostro de la Tredentuda que abría sus fauces en lo hondo del precipicio.

Tomo uno de ellos al azar. Es un libro desportillado y lo abro. Huele a moho  pero sus hojas me traen el vede aroma de mis verdes años. Se trata del Guzmán de Alfarache. Suelo yo poner mi nombre, mi rubrica y fecha, percibo una fecha, mi nombre y mi firma Madrid 23-XI-1964.

 Mercaba yo, pobre estudiante de Románicas, las adquisiciones con la huelga que me daba mi madre los domingos. En vez de ir al baile, al cine o a la taberna me agenciaba yo alguna obra de los clásicos.

Así tengo la casa atestada de papel de los muchos cuadernos manuscritos, de mis obra inéditas encuadernadas a canutillo o de las impresas. Pasan de cinco mil

 ¿Qué será de mi querida biblioteca cuando me muera? Es el drama de todos aquellos que nos hemos dedicado a la literatura o el periodismo.

Hoy esos tesoros ya no valen nada. Son de la galaxia Guttemberg. La galaxia Macluhan transformolos en mera calderilla. Yo soy un escritor pobre pero opulento en sueños y rico en obra muerta.

 La gente nos mira con desdén. Piensan que estamos mal de la cabeza. A pesar de todo yo sigo escribiendo, leyendo, rezando y soñando, y amo los libros que ya no quiere nadie.

Taxativamente, he aquí que este Guzmán de Alfarache debió de ser uno de los primeros que compré y delata mis bodas con la letra de molde.

Han pasado las de oro y voy camino de las de diamante. Sesenta años ¡cómo pasa el tiempo! La vida literaria es durísima, apasionante, maravillosa. Vivimos en Cuatro Caminos.

Yo madrugaba para tomar el primer tranvía para la Universitaria. Nos apretujábamos como sardinas en lata con nuestros cartapacios, nuestras bufandas, volanderas, nuestros primeros pitillos para ir a la cátedra de prima. Duraban las clases toda la mañana.

Por la tarde acudía a la Escuela de Periodismo a escuchar las lecciones de Nicolás González Ruiz, Bartolomé Mostaza, Antonio Ruiz Muñoz y otros prohombres de la Escuela del Debate. Acababa rendido. Luego por la noche a estudiar hasta la madrugada a base de café y de Celtas largos. Sí el vulgo nos toma por locos, no sabe de los sufrimientos, torturas ante la página en blanco. Demasiadas incomprensiones y desaires para tan poca paga. Concluí las dos carreras las Filologías y la de Periodismo que convalidé en la Oficial a fuerza de vigilias, excursiones a la nevera, mucho café (escribir sobrecarga el sistema nervioso y a mí me da hambre) a veces tomaba Buscapina pero en particular resistí a base de grandes fumadas que andando el tiempo se trasformaron en pipadas.

Hace más de siete lustros que no prendo un cigarrillo pues convertí a la cachimba en mi dama de compañía.

Es un terror pensar que la venganza de los indios haya podido horadar mis pulmones pero aquí estoy a punto de cumplir los ochenta tan enterizo.

Quizás haya intervenido la divina providencia.

 Por lo demás me veo reflejado en las páginas de esta novela picaresca que estimo inferior al Lazarillo (Yo descubrí quien fue el autor del Lazarillo) epitome del genero picaresco auténticamente español.

 Desde niño me enseñaron a resistir. Longanimidad es una virtud cardinal y poliorcética una de las bases de la guerra. Porque como decía CJC aquí el que aguanta gana.

Mateo Alemán es el más pesimista de los novelistas del género y describe una España de maldades, gatuperios, sobornos, estelionatos, fraudes, cohechos, hipocresías inquisiciones, perquisiciones y persecuciones, rapiñas del poderoso y opresión al débil. ¿Cómo salir adelante en medio de tanta canalla?

 El guzmanillo se abre paso utilizando las armas de los desheredados que son la astucia, la paciencia, la resignación y "mirada de halcón paso de lobo y hacerse el bobo".

Para sobrevivir la batahola en que se ha convertido mi patria a partir de 1975 yo he tratado de seguir ese admirable consejo de hacerse el bobo, como si contigo no fuese la cosa y escribir.

Todos mis libros son un cargamento de ternura y de sátira, ya sé que no los conoce nadie y a mí qué me importa. La Tredentuda les ha pasado la mano por el lomo a Clenasmo, el abusón, anegados todos ellos en tropologías.

Tal que así el otro día paré en Moyano a llorar por mi amigo Riudavets y Paco Gomis el librero de la caseta numero tres que tiene cara de pájaro me soltó un picotazo:

 - Tus libros no venden, son muy malos

No fue un picotazo lo que me soltó el pájaro sino una funesta coz de mulo falso. Al cual yo respondí con mansedumbre

- ¿No será porque la miel no se hizo para la boca del asno, Paco?

 

domingo, 29 de octubre de 2023

2023-10-28

 

LA PAPISA JUANA

 

Años oscuros

Tiempos de hierro

Preconizaron a una mujer para la silla papal

El año 818

Una flor de jara

Una hija del aire

Tal vez de un cardenal

Y una cortesana

En aquel tiempo

Circulaban por Roma las bacantes

¿Qué es la lengua?

El látigo del aire

¿Qué es el aire?

Los vientos portan en sus alas la vida

Un soplo y tú renaces

¿Qué es la vida?

La antesala de la muerte

Es otoño

Ya no estridulan las cigarras

Esta noche cambian la hora

Y yo pienso en la papisa Juana

Cuando el poder de los telescopios

Y de los tanques

Sustituyen a los rosarios

Yo porto uno en la mano

Talismán contra demonios

Pues Basilio dice

Que algunas mujeres son laboratorios

De tortura

Verlas todas ahí peregrinando a la cueva de Príapo

Invocando a santa Nefrisa y a la papisa

Ahora nosotros

Prosternados ante el altar de las empoderadas

Emasculémonos como Orígenes

Aceptad oh vírgenes nuestro cipote

Sea mañana la fiesta de san Pichote

Al que dicen el degollado

Dejemos que los judíos homicidas

Corten la cabeza a palestinos y cristianos

Ya se escucha en Gaza el silbo de los castrapuercas

Vienen arreando tanques infernales maquinas de acero

Los capadores

Escupen misiles

Y claman: Tú, oh Cristo, no eras más que un mago

Flautista

Embaucador de incautos

Porfíen en su infamia los sanedritas

Pues la historia no les da la razón

Están cavando su propia tumba

Hoy no lloro por la embustera papisa

Mi llanto se derrama sobre Jerusalén que Abre las puerta a Herodes

Y vuelven a crucificar a Cristo

Se escucha el clamor de los escupitajos de los sacerdotes

Y las risotadas del populacho

A este lado del Huerto de Getsemanní

Los oportunistas, chantajistas, periodistas, cantonalistas etcétera

Aplauden con las orejas

2023-10-26

 

RUSIA ESPAÑA RELACIONES

 

Quizá no sea políticamente correcto hablar de las relaciones entre Rusia  y España cuando cunde tanta rusofobia a cuenta de la guerra entre Kiev y Moscú. Sin embargo, fue precisamente un ucraniano profesor de la universidad de Leningrado Mijail Alexeiev uno de los grandes hispanistas deshaciendo prejuicios y demostrando que el pueblo ruso y el español tienen mucho en común pese a su alejamiento geográfico. El primer documento que maneja es una carta del embajador de Carlos V en Petersburgo en el cual da cuenta en 1490 al arzobispo de Novgorod sobre la monarquía de los Ausburgo “ le pertenecen, dice, Castilla, Vizcaya, Cataluña, Córcega y Cerdeña. Son todos cristianos pero que pugnaban contra la herejía protestante y que las posesiones de algunos sacerdotes, obispos y parte del clero y la nobleza fueron confiscadas por Isabela la reina imperante. Sin embargo, las practicas inquisitoriales no medraron en el reino de Moscovia. Durante el siglo XV hubo algunos mercaderes  que viajaron a España en el comercio de pieles. Los chales de marta cibellina eran muy apreciadas por las damas de la corte de Felipe II y para demostrarlo ahí están las hermosas señoras que pinta el Greco. En 1525 visita Toledo la primera embajada rusa en la corte de Carlos V. España era la primera potencia Europea y su interés por los rusos es acercarlos en su círculo en sus luchas contra el imperio otomano. Hubo negociaciones en 1588 entre Felipe II e Iván el Terrible. Interesaba la ruta de la seda y a este respecto consta, a decir de Aleksiev, el sha de Persia envió legados a Valladolid y el jefe de la legación Uruk Bek se hizo bautizar en la catedral y éste escribió un libro de viajes sobre la vida de los rusos traducidas del persa al español. Abbas II sátrapa de los persas nombró a Nicolás de Melo, un jesuita que había sido jesuita en Teherán su plenipotenciario en Madrid. Era portugués pero escribió un libro sobre la sublevación de Cataluña. Y luego lo enviaron a la corte del zar donde fue denunciado por católico y espía, Boris Godunov lo desterró al monasterio de Solovki en el Mar Blanco. La vida de Melo, tan azarosa, inspiró un drama de Lope de Vega El gran duque de Moscovia publicado en Barcelona el año 1617. Calderón en la vida es Sueño habla también del  Duque de Moscovia. Astolfo y Segismundo parecen pensar y comportarse como rusos aunque fuesen polacos. Quevedo se refiere asimismo al ducado de Moscovia en la Hora de Todos en la cual retrata el triunfo de un rey justiciero per justo. Los españoles de la Armada Invencible liberaron a soldados rusos que habían caído en manos de los tártaros de Crimea y militaban en las galeras turcas. Los Baños de Argel autobiografía de Cervantes en la cual narra su cautiverio en Constantinopla que fue manumitido por un fraile mercedario. Aquel heroico alfaqueque de Arévalo que no sólo pagó su rescate sino que se colocó en su lugar como prisionero fue un libro traducido al ruso y muy leído. Constitutivamente, el extrañamiento persiste aun cuando entre los dos pueblos epígonos de la Cruz en el Oeste y el Este posean una `sicología análoga resistente al dolor, la credulidad, la socarronería y el escepticismo que se transforma en la afición a los refranes. La paremiología es muy análoga entrambos. Con una diferencia muy marcada por la importancia de la iglesia. La ortodoxia bizantina conserva los primores de la liturgia bizantina con su aparato de gran solemnidad. El rito católico es más lacónico y escueto aunque los españoles oraban a la manera griega hasta la supresión de esta lengua por los cistercienses cuando fue abolido el rito hispano visigótico también llamado mozárabe. La diferencia entre dos cristianismos a mi juicio es que los rusos tratan de humanizar al ser humano, por el contrario los católicos pretendemos divinizar al hombre, de una manera más pretenciosa. ¿Pecamos de presunción? Por lo demás esta ignorancia no exenta de odio rusofóbico a mí me desconsuela.

continuará

2023-10-25

LA CALLE USPENSKY MOSCOVITA EQUIVALE AL BOWRY NEORORKINO SE BEBE PARA VIVIR

 ¡No hay necesidad de cosas nuevas!

Al 180 aniversario del nacimiento de Gleb Uspensky
¡No hay necesidad de cosas nuevas!
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2023-10-23

TOLSTOI IVAN ILLICH LA PENA DE PORTAR EL FUEGO SAGRADO

 

ESCENAS DE LA VIDA DE TOLSTOI

Tolstoi tuvo una juventud apasionada de barín (noble). A los 24 años nos lo encontramos como teniente de artillería sirviendo en el Cáucaso al zar en las guerras contra los chechenos. Como soldado fue irregular. No debió de ser el más valiente de su formación pero aquellas batidas de tierra quemada e incendios de aldeas, las cabalgadas por las montañas, el frío, las partidas de cartas en los cuartos de banderas, determinaron el germen de su novelística. Impresionaron su retina y serían más tarde material de trabajo. 

Tolstoi es un escritor caligráfico capaz de estampar en unas líneas un paisaje y describir por dentro a un personaje. Por ejemplo en la Muerte de Ivan Illich retrata el pavoroso drama de un matrimonio desvencijado con este sencillo párrafo, epítome de concisión pero que revela falta de entendimiento entre Iván y Praskovia Fedorovna. 

"Ella echaba la culpa a su marido de todos los reveses y avatares por los que atravesaba la pareja. La mayoría de las conversaciones marido-mujer sobre todo en lo que afecta a la educación de los hijos conducían a voces, recriminaciones, chillidos, insultos y palos. Quedaban escasos periodos de amor que se hacían muy breves. El matrimonio vivía en una hostilidad latente”

Praskovia no quería saber nada de literatura, vivía en su mundo de trajes, bailes, fiestas, las puestas de largos y la búsqueda de un buen partido para su hija casadera. No es capaz de comprender el terrible dolor de su esposo víctima de un cáncer. Que lleva a Illich a la tumba a los 45 años. 

La esposa no le da importancia a la dolencia del antiguo magistrado y escritor fracasado, dice que todo son nervios, que se tome la pastilla. He aquí un cuadro inexorable de la incomunicación entre los seres humanos. 

El héroe de esta novela, la más cruda surgida de la pluma de Tolstoi tuvo una muerte terrible. Estuvo en un grito durante tres días y tres noches. Dentro del dolor y la indiferencia de la casquivana Proskovia surge la lealtad y bondad del criado Gerasimo que no se separa de la cabecera del enfermo. Le acerca algún analgésico, lo tapa con la manta, le da agua y lo coge de la mano. 

Muchos lectores se verán retratados en el drama de Ivan Illich agonizantes. Se trata de un “powsti” novela corta, un canto contra el desamor y los desengaños. Parece entresacado de la vida real del autor. El cual fue infeliz en su matrimonio. A lo largo de la historia flota una interrogante.

 ¿Por qué sufrimos tanto? ¿Dios se apiada? Tolstoi padeció en sus últimos días una crisis de fe que le llevó a romper con la Iglesia. Su marcionismo esto es la duda sobre el silencio de Dios ante las guerras, las crueldades, catástrofes de los mortales, incoa la causa de su declaración como hereje por el Santo Sínodo. Sin embargo, nadie podrá negar la fuerte imbricación del cristianismo en la pluma y en el alma del gran escritor ruso un profeta de su tiempo. 

Y los profetas no suelen ser bien comprendidos por el procomún de los mortales. Vibran en otro nivel. 

Es la pena que persigue a los buenos pensadores que suelen ser desgraciados, padecen persecución, acaban en la cárcel o en la pobreza más vergonzante. Pagan la culpa de portar el fuego sagrado

 

 

2023-10-22

 BOBBY CHARLTON HERO OF ONE ERA

A Gentleman in the football pitch

That was the week that was

Saturday night match

Of the day

And the news reels of David Frost

Old merry England that I knew

Carnaby street. miniskirts

The Beetles and top of the pops

Sir Robert was a man of the North

Who never complained and never explained

Clean in the tackling

Always elegant with the ball

And cannon shots  outside the penalty area

The glorious goals

I saw him evolving and dribbling

In Old Trafford

But the great Day of Bobby s life was that Saturday afternoon

July 1966

In Wembley when he raised the World Cup 3-2 to Germany the ghost goal from Hurst, Cohen, Cooper, Bobby More, Nobby Stiles jumping without his denture plate

I saw the big game

And Banks as a goalkeeper

Good old merry England

black and white TV

In Mini raids and fish and chips

Hitch hiking in the big roads

Staunch beer, love and kisses

Parties and dancing halls

England my England

Was a dream

The paradise of my youth

A fairy tale

And Bobby Charlton was a knight

We never had it so good

Harold MacMillan said

Riding his horse from the Moors Dales

 MI ÚLTIMO DIA. MISIÓN CUMPLIDA

 

Antonioparragalindo

 

“Sol de junio, un verano más”, cantaba un coplero de mi lejana juventud cuando yo cortejaba a una moza muy formal. Nunca empezábamos aquel pastel, nunca nos fumamos aquel cigarrillo  de después en el 600. Había que estar en casa a las diez. Ella habrá dejado ya de fumar, yo sólo fumo en pipa y a escondidas porque fumar ya no es políticamente correcto ni está bien quisto pero yo me digo  también los que no fuman se mueren y les dan infartos, mientras acaricio los viejos recuerdos en el estanque dorado de la memoria  y pedaleo –estoy hecho una mula- hasta Navalcarnero ida y vuelta tres leguas y pico en una hermosa tarde con el solsticio de verano casi en puertas siguiendo el viejo camino de la mesta... Esa era la ruta de los nutridos rebaños que veíamos pasar por nuestra puerta camino del sur, el morueco en medio egregio y mostrando su estatura guardiana, y a los lados los perros. Un zagal llevaba un corderillo recental a hombros y a mí recordaba la vera efigie del Buen Pastor.

 Parece que percibo el bronco ladrido feroz y aquiescente del mastín. Ya no hay mesta ni cordeles, van en camiones, pero el ojo de mi memoria los sigue viendo circular. Parece que fue ayer y ha pasado tanto tiempo. Ya han encañado los trigos. De trigo y centeno hay  hogaño un cosechón. Las vides están hermosas y ya granan las cepas. Si no se apedrea tendremos los lagares y la troje hasta los topes.

 Una collalba  me hace una reverencia y se me cruza en el camino y canta escondida entre las cepas la perdiz con voz de amor. Sol de junio. El cuclillo y la abubilla tienen un dúo, se han enzarzado en una porfía (a ver quien da la mejor nota) que enternece mi corazón de melancolías y es la orquesta de acompañamiento a este Te deum laudamus te Dominum confitemur que esponja mi corazón.

 La voz del diacono Shelapin de mi grabación de la noche de pascua pregona el canto del Querubín. Mañana es mi último día y pues me tomé un Moscoso el día 12 si Dios quiere estoy cumplido. Voy a entregar la cuchara pero no la tarja. A mi tarja le quedan todavía algunas muescas por cortar al menos eso espero y loado sea Cristo. Al menos eso espero con la venia del Panadero celestial que todo lo controla todo lo ve y todo lo designa desde ahí arriba. I hope that He spares me.

 No puedo estar más satisfecho. Gracias, Señor. . Junio trajo las rosas y la plenitud de  un ayer no consumado y yo tuve la suerte de conocer sin conocer a aquel amor. El sol, un sol que se va, refulge en el estanque dorado pero el hombre pecador a veces tira por la trocha más difícil dejando el camino real, se va por los puertos fragosos abandonando la amenidad del valle y del llano. Lo malo es que en este curso de la vida no hay repescas  ni exámenes de febrero pero todos los seis de junio se me aparecía el rostro de la querida novia (ah yo vi en Roma do es la santidad que todos al dinero facen omildad… y eminencia, nos quita  las buenas para que nos vayamos con las malas).

 El hombre no es que tropiece en la misma piedra es que es gilipollas y escoge la manzana podrida  desdeñando la más manzana y fresca. Ah todos los seis de junio una lagrima de mis ojos y una oración brotaba de mis labios en memoria de aquel amor perdido. Uno se va siempre con las malas y deja las buenas pero es ley de vida. Misterios del destino. Enigmas del mundo... regreso a casa con el primer lucero. Un traguillo del vino de Navalcarnero que era el último pueblo de la provincia Segovia antes de las extremaduras, el que bebían los pastores de los viejos cordeles a la salud de sus rabadanes, de sus amos y de sus novias, me da fuerza a mis empeños, para cubrir el tranco final. Las cuestas arriba las suba mi mulo que las de abajo yo me las sudo, digo con el refrán.

- Aprieta el culo y dar pedales y pasa hoja.

- Es lo que hay que hacer para llegar a viejos.

 Un transportista guasón me larga bocina.

-Pi. Pi. quita del medio que va va pasar la camioneta de mi papá.

-Cojonazos..

-¿Violos la tuya mujer, o qué?

-Quítate de en medio que no eres Berrendero ni Bahamontes, pensionista.

- Es que hice la mili en un batallón ciclista le contesto.

 Y me despide con un corte de manga que le devuelvo. Mañana es día escuela el último día escuela y ya brilla por el este el último lucero.

Y, esta mañana cuando por ultima vez ficho al pasar frente a las estatuas del cardenal Gil de Albornoz que se alza mitrada y eminente delante del convento de San Diego, desafiando un poco a la de Cisneros, como un rival, me acuerdo de aquella objeción que hacía el bueno del arcipreste a su cardenal de Toledo cuando quiso dejar sin mujeres al clero y sus quejas son punto de referencia de lo que ocurre en la vida. ¿Me fui con las malas y dejé las buenas, Santidad?

 No sé. Es muy difícil afirmar esas cosas tan taxativamente. Por lo pronto sol de junio, un verano más ¿y tú donde estás, donde te fuiste, amor que no fenece jamás que es puro y limpio como el brillar del lucero que avisto al bajar la cuesta de mi urba? Estas son preguntas sin demasiadas respuestas.

 Ya no puede quedar mucho trecho. Sin embargo espero que la tarja de mi existencia  se alargue un poco más.. Al llegar a viejo se ha hecho más firme mi fe y mi esperanza. El amor no muere nunca. Nos sobrepasa como el camionero fardón que por poco me tira a la cuneta un ventalle. Es el aire del Espiritu Santo. El domingo fue la fiesta de la Trinidad y vivimos todos en el gran cenáculo.. Se queda prendido en el rielar de aquella estrella. Cuando llego a casa mi santa esposa mantecosa – fue la buena o fue la mala no lo se pero es la que elegí yo, impulsado por la fuerza del sino, del destino o del fatum- se cachondea de mi al verme en shorts.

- Ya no estás para ir de ligue, tio. Con esas fachas.

- Home no, pero eso no lo decías hace treinta años que entonces bien que te gustaba el pirulí de la Habana.

- Si serás machista.

- Tú no sufras que mañana me jubilo, prenda. Hace 65 tacos  que me parió la Juani. Con seis kilos mi y medio que di en bascula a mi pobre madre no sé si la desriñoné una larga tarde de junio. El parto sin cesare duró seis horas y era el dia sexto después del D Day.

- Así sigues de gordo-dice mi mujer que ya no me echa piropos pero de vez en cuando me da alguna charla y a callar.

-In te Domine speravi non confundar in aeternum. Bendito seas Señor por esta vida. Me puedes quitar todo menos la esperanza y el sentido del humor.

HOY MI ULTIMO DIA ME JUBILO DEL ARCHIVO EN ALCALÁ. NO SOY MÁS QUE UN PENSIONISTA UN POBRE JUBILATA PERO MISIÓN CUMPLIDA Y PELILLOS A LA MAR

 

LA MONJA ALFEREZ CATALINA EASO

 

Resuenan en mi memoria antiguas canciones de corro las cuales esponjan mi alma de ternura y que cantábamos los niños segovianos en la Puerta del Socorro:

Santa Teresita hija

De un rey moro

Que mató su padre

Con cuchillo de oro

Que no era de oro

Ni de plata

Era un cuchillo de hojalata

Y aquella que iba andante ma non tropo:

En Sevilla un sevillano

La desgracia le dio Dios

Que de siete hijos que tuvo

Y ninguno fue varón

A la más chiquita de ellas

La llevo la inclinación

De ir a servir a la guerra vestidita de varón

Toditos los caballeros se fueron

A desnudar

Y el caballero don Marcos se ha echado

A llorar

El rey que la estaba viendo de amores se cautivó

 No llores prenda querida, no llores, mi corazón

Que eso que tú tanto sientes

Es lo que deseo yo

El mito de la mujer guerrera pervade la historia de nuestros ancestros y ahí está la Serrana de la Vera comedia de Lope y de Tirso que se encargan de describirnos a una feroz amazona verdadero furor uterino al acecho de todo varón que pasaba por allá, lo aprehende y se lo lleva para la cueva, lo da de cenar entre huesos y calaveras. Les hace el amor y luego los liquida. Una mantis religiosa en forma de mujer. una verdadera devoradora de hombres. “Ha pasado un soldadito licenciado ya va para su tierra” él se huele la tostada asiste a la primera y segunda parte del festín la rica cena y el connubio pero no a la tercera. Huye y la serrana de la Vera, con la honda a la cintura y terciada la escopeta, le lanza una ráfaga que se le lleva al buen soldado su sombrero. El clamor de la serrana resuena por todo el valle: “Vuelve, vuelve soldadito, vuelve por tu montera”… “No señora no me paro que mis padres que son muy ricos me comprarán otra nueva”

En este contexto de la mujer guerrera se sitúa el caso de doña Catalina Easo con puntas y señales de ucronía, comedia picaresca y de capa y espada. Parece ser que fue un personaje real. Nacida en San Sebastián c. 1595 hija natural de un noble donostiarra. A la edad de cuatro años  es ingresada en un convento de dominicas pero a los dieciocho a punto de profesar tiene una bronca con la maestra de novicias, se tiran de los pelos y queda la pobre sor que era ya vieja maltrecha hecha un cristo así que, temiendo el castigo, la postulante  escapa vestida de hombre a la Corte, de allí a Sevilla donde se embarca hacia el Nuevo Mundo militando en el ejercito que pelea con los araucanos de don Pedro de Valdivia. Al morir éste en una emboscada huye al Perú. Aficionada al alcohol y al juego recorre todas las timbas de Bogotá y Potosí el Cuzco. Pero nunca lo lupanares. Es de genio muy vivo y no aguanta pencas de nadie. Jugando al rentoy uno le llama cornudo ella tira de espala yu lo hiere de muerte. Se libra de la horca acogiéndose a altana esto es refugiándose en el convento de San Francisco de Lima. El regidor que era paisano suyo y al cual habla en vascuence le otorga un salvoconducto para ir a ver al obispo y le cuente quien era cómo es que había llegado a alférez o abanderado (los abanderados tenían que tener gran talla, iban delante de la hueste al entrar en combate). Ella/Él confiesa al prelado ser mujer. Éste manda ser reconocida por unas matronas que la encuentran virgen e intacta. No era una hermafrodita, ni un marimacho, sino que había nacido así con tal inclinación a la homosexualidad. En sus largas correrías esta vasca de armas tomar rechaza el matrimonio con buenos partidos. El regidor de Arequipa, considerando a la alférez un buen partido pretende darle la mano de su hija. Y el de Cochababamba se enamora de él/ella pero doña Catalina huye. Recorre toda la América hispana de cabo a rabo desde Nueva España hasta la Patagonia al frente de sus banderas. Cuenta cómo entre los hombres que hicieron la conquista surgen bandos y facciones que determinan peleas a muerte, cosa habitual entre españoles. Pero a pesar de ser su caso carne de cañón para cebar el monstruo de la Leyenda Negra esta española de Euscalerría se proclama católica a macha martillo y española de los pies a la cabeza. El libro de su vida parece apócrifo escrito por un anónimo en el siglo XVIII que lo copió al francés basado en hechos reales: su Nacencia, su profesión religiosa, sus correrías que van desde Madrid a Roma donde va a besar el pie al papa  y Urbano VIII le da licencia para vestir de hombre. Un extremo que a muchos historiadores parece ridículo de todas, todas. Sacamos en consecuencia de la lectura de tales disparates que son una exaltación de la mujer en estos tiempos feministas, y de la virginidad de Catalina. Eso ya cuadra menos con el espíritu del siglo XXI. Parece ser que nació entera y se fue intacta para el otro mundo a pesar de su azarosa y disparatada vida. Los cronistas sitúanla en México arreando mulas pues la hicieron acemilera. Iba de recua orillas del Rio Grande donde murió

lunes, 23 de octubre de 2023

 

 

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