2016-03-05

SOBRE ROMANOS PONTÍFICES


LAS DUDAS DE UN CATÓLICO DE BUENA FE ANTE LA TURBOCANONIZACIÓN DE WOJTYLA Y DE RONCALLI. DOS GRANDES POLÍTICOS PERO DOS PESIMOS OBISPOS DE ROMA Y EL GRAN MONTAJKE VATICANISTA

El Vaticano se pone "Happy"


Polonia vende libro de Juan Pablo II en contra de su última voluntad





LOS SEIS CONCLAVES Y LOS SEIS PAPAS QUE HE VIVIDO

 

Seis Papas de mi tiempo

 

 

 

El camarlengo con gesto catedralicio ordenará a un pertiguero que dé tres golpes con el báculo en el suelo. Un coro entona el salmo Atollite portas. Dirá luego:

 

-Extra omnes [todos fuera].

 

 Los batientes de las puertas nieladas de la capilla sixtina  con su clavazón de bronce se cerrarán en medio de un silencioso estrépito bajo los frescos pintados por Miguel Ángel describiendo el fin del mundo. Extra omnes. Esta frase forma parte del ritual. 

 

Un chambelán echará la llave por fuera y los centinelas de la guardia noble se cuadrarán de plantón ante la puerta todo lo que dure el conclave. Para esta tarea es tradición elegir a un suizo gigantesco. Tras la cruz papal alzada regresará por las aleas de la basílica la procesión de arzobispos y obispos con sus mantos color cereza, los seminaristas con roquete  blanco  y luego los representantes del clero regular.

 

Los chantres entonarán entre nubes de incienso el Ven Espiritu Criador o el De profundis. Esta escena que me impresionó desde niño con todo el rigor y majestad que suele darle la liturgia vaticana seis veces tantos cuantos papas conocí. ¿Cuántos me quedarán?

 

¡Dios mío sigo clavado en mi cruz! Años y años a pie de obra sufriendo y llorando, escribiendo y borrando en lucha perenne contra el dragón.

 

De vez en cuando la espuma profética que sueltan las olas en la ribera de este mar arbolado  me salpica y hoy, orgulloso, tengo que confesar que ayer el papa viejito y dimisionario que se ha retirado a Castelgandolfo luego de rezar la corona a la Virgen acompañado de su fámulo por los jardines le confesó a un periodista alemán que es necesario que suba a la sede apostólica un monje y a ser posible de rito oriental.

 

Nosotros aventuramos ya en una crónica anterior- las ideas circulan por la red como centellas- la posibilidad de que sea un sirio. El primer patriarca de la iglesia constituyó su sede en Alepo hoy machacada por la guerra donde se produjo la conversión de Saulo el celote fundador del cristianismo trasládala luego a Roma venciendo la resistencia de San Pedro que quería una iglesia únicamente para judíos en Jerusalén.

 

San Pablo el apóstol de los gentiles abrió la puerta a los circuncisos. Según mis cábalas que coinciden con las cábalas de san Malaquías en las cuales yo no creía y ahora empiezo a creer el sucesor de Ratzinger puede ser un monje melquita o malabar, o un copto. La luz de renovación o profecía está viniendo del Este.

 

Una personalidad idónea sería el patriarca Cirilo de todas las rusias cuya iglesia está en efervescencia y no ha tenido problemas con el mahometismo. ¿Resucitará la figura del cardenal Tisserant el francés educado en Armenia impulsor de los puentes entre las comunidades del este y del oeste? ¿Bajo el palio del altar de la confesión resonarán las plegarias en árabe, en griego o en ruso en chino?

 

¿Volverá a ser Roma el cenáculo pentecostal que sea tierra de acogida para los hombres de todas las tierras de todas las variantes políticas ex pluribus unum y no ya meramente un banco sujete a los vaivenes y dimes y diretes de las veleidades terrenas donde todas las corruptelas tengan su asiento? ¿Volverá la colina vaticana a ser el círculo de los mártires puerta de entrada a las catacumbas de san Calixto o el circo de fieras y gladiadores en cuya cúspide construyó Augusto? Con un regreso a las esencias evangélicas sin demasiados cánones y con poca curia Roma volverá por donde solía Vg.: a sus esencias evangélicas.

 

Ahora para escarnio de sus enemigos que disparan dardos envenenados contra la cúpula y sonrojo y tristeza de los que amamos el catolicismo es un circo, un campo de Agramante de trifulcas poco edificantes para el creyente.

 

Dejemos, sin embargo, que sople el Espíritu; él arrasará.

 

La abdicación de Benedicto XVI me sorprendió en mi mastaba laborando en mis libros entre sueños subrayados y volutas de mi cachimba.

 

Solía asistir por el satélite a sus audiencias de los miércoles. Se le veía cansado y como ausente. Saludaba rutinariamente a los grupos de peregrinos que gritaban: bene…de..to… benedetto.

 

Su voz se había vuelto demasiada opaca y apenas se le entendía. Cambié, pues, de canal porque el espectáculo de aquellas audiencias que mostraban a un anciano cansado y a unos monseñores muy engominados sotanas abotonadas de rojo y puños blancos con gemelos de oro que presentaban a los distintos grupos de peregrinos de forma solemne y marcial me aburría. Sin embargo el 12 de febrero cuando sorprendente anunció su dimisión  yo era telespectador de una emisora polaca. Algo vale saber latín  y escuché algo como “relinquo” y sedem apostolicam. ¡Caspita! No podía creerlo. Desde 1415 desde un papa que se llamaba Celestino y al que dedica Papini uno de sus más conspicuos textos no ocurría una renuncia al Poder de las Llaves. A este obispo de Roma van dedicadas por Juan Papini Las Cartas del Papa Celestino. Luego eché mano del ensayo que hace un quinquenio redacté sobre las famosas profecías de san Malaquías que todo el mundo daba por apócrifas pero que se refería al Papa alemán que pontificaría bajo los atributos de rama de oliva y que abandonaría Roma a causa de las corruptelas de la curia.

 

Es el penúltimo; sólo queda uno. El obispo irlandés acertó a mi juicio cuando se refería al predecesor Wojtyla como la labore solis y que en la lista del papado fungió como un astro espectacular. Juan Pablo II fue una especie de Napoleón o de Rey Sol que parecía decir: el estado soy yo, la iglesia soy yo.

 

Creo que Benedicto trató de enmendar los trabajos del sol tendiéndole una rama de olivo a los mahometanos, a los hebreos, a los anglicanos e incluso a los budistas. Mostró su buena voluntad dialogante a los largo del septenio que duró su mandato.

 

Al cardenal Ratzinger yo le había escuchado muchas mañanas decir la misa en latín  por la radio Vaticana. Es la lengua de la iglesia que trató de restaurar pero en la Curia y en el clero no le hicieron mucho caso. La herencia napoleónica que recibió pesaba mucho y yo estaba a pie de obra aquélla tarde de primavera de hace siete años cuando fue designado. Se le presentó como un continuador de la obra del polaco pero el Papa alemán era mucho más intelectual, menos histriónico, tímido y con una voz apagada.

 

Fue uno de los padres conciliares más significados del Vaticano II. Su fracaso en la sede apostólica puede haber sido un indicio que todas aquellas reformas incoadas hace sesenta años se han venido abajo y sumieron a la grey en la desorientación pero Benedicto XVI tiene maneras de santo, se parece algo a Pio X el papa Sarto y con su ejemplo de retirarse a un monasterio y a la vida de oración ha insinuado el camino a seguir marcando la ruta del recogimiento, la despolitización, la enseñanza, la evangelización, resolver la morbosa problemática sexual de buena parte del clero. Que han convertido a Roma en una ONG y que los prelados católicos no cesan de hablar de condones, de píldoras contraceptivas  del método ogino y toda esa casuística que abarrota los muchos artículos del Canónico; me parece una afrenta a las enseñanzas  del Salvador y rendirse al empuje de los lujuriosos y a todas aquellos que tienen una noción farisaica del catolicismo. Se trata no más que de un retirada táctica. Ratzinger no ha izado bandera blanda. Roma no se rinde.

 

El diablo ataca. La masonería se desgañita. Los medios han colocado su artillería gruesa a corta distancia de los muros de la Basílica de San Pedro.

 

Su reinado ha coincido en una cierta normalización de mi vida. Con él me jubilé y sigo escribiendo y aunque no voy a misa los domingos rezo casi diario el breviario y leo la misa del día según el antiguo rito cuyas oraciones y lecturas son para mí una fuente de inspiración y consuelo. Yo no he dejado de ser cura. En estos tiempos de carestía espiritual y de frigidez cuando parece que Dios se oculta me he seguido acercando al Cristo Ortodoxo y cantando la sabatina griega a solas en la soledad de mi celda. Quiero decir el Akazistos. María mater ecclesiae. La mujer calzada de luna y vestida de sol reluciente aplastará la cabeza del dragón.

 

Quizás estas décadas pertenezcan al último capítulo del Apocalipsis. Se cierra la historia pero ni el propio Jesucristo sabía el día ni la hora del juicio universal. Sólo lo sabe el Padre celeste. Es una garantía para este ambiente laico y anticristiano que se respira en el mundo. La gracia que transforma al hombre llevándole por los caminos del progreso iluminándole en sus yerros actúa de forma imperceptible e incoercible. Muchos no la ven pero continua operativa. El cristo ruso cuando lo descubrí redescubrí tambien mi fe.

 

Grabados en la película de mi memoria se hayan los primeros conclaves. Cuando fue elegido Juan XXIII viví la experiencia de una tarde brumosa con viento del sur en mi amada ciudad de Segovia. Olía a manzanas y a uvas.

 

Los latinos unos jugaban al fútbol cerca de los lavaderos romanos, una alberca con sillares tallados y engarzados a flor como los del acueducto junto a la tapia del postigo del Consuelo que tenían dos mil años. Dos corpulentas acacias servían de portería.

 

Mientras, otros estrellaban la pelota al juego del frontón contra el hastial del Teatro Cervantes. Aquella tarde se había suspendido la función de tarde en señal de duelo por Pio XII

 

Al viejo moral rey de aquella huerta plantado en 1595 cuando se construyó la casa del compañía se le caían las hojas. Los menos deportistas que eran la mayor parte hacían corrillos u cruzaban apuestas sobre quien sería el próximo Papa.

 

Pió XII había abandonado este mundo un mes antes entre el llanto de sor Pascualina la patética de Beethoven y el canto triste de su canario que a pocos días de fallecer el pontífice tambien se murió. Sus funerales que vimos por el NODO fueron impresionantes.

 

Y los del Mayor[1][1] organizaron una porra para determinar la identidad del cardenal elegido.

 

Fue un conclave largo y aquella mañana recién acabados por nosotros los ejercicios espirituales en vísperas de san Frutos la chimenea del Vaticano exhaló humo negro.

 

Todos estábamos excitados y expectantes aguardando el escrutinio vespertino. Se barajaban nombres como Tedesquini, Cigoniani, Siri, Dellaqua, Tardini o Agañanian un armenio al que se había visto entrar en el conclave, según nos contaba don Cipriano Calderón, corresponsal en Roma del diario YA, luciendo el cónico  “ k l o b u k” y la panagia de los popes pues pertenecía al rito oriental.

 

El único que acertó la quiniela al pleno fue nuestro rector quien por corazonada o por aviso de los cielos (era un santo varón  don Julián García Hernando) daba por ganador al patriarca de Venecia el cardenal Roncalli. Era un obispo gordo de aspecto campechano y paternal con una facha poco papable. Era la antitesis del hierático y majestuoso Pacelli. Austero distante amigo de los diccionarios y calepinos que era capaz de parar las máquinas de la imprenta de L´Oservattore Romano si el linotipista se había comido una coma en la impresión de alguno de sus discursos.

 

De pronto la campana del seminario empezó a golpear con insistencia. Al minuto se pusieron en marcha las de la Torre de la Aceitera que reglamentaba nuestras vidas y vigilaba nuestros actos y con ella todas las campanas de iglesias y conventos de Segovia que eran unos cuantos. Todos empezamos a abrazarnos. Yo recuerdo que empecé a saltar y a pegar brincos.

 

Perdí una sandalia. Me hice un siete en el guardapolvo al salir corriendo y engancharme al picaporte de la puerta de acceso al patio… Roncalli… Roncalli. La voz del padre Topete que retransmitía el final del conclave del año 58 por la radio Vaticano y que escuchábamos por la megafonía interior y exterior… Habemus Papam. El nombre del elegido sonaba raro y profético. Juan XXIII. Había habido un antipapa con ese mismo nombre cuando el cisma de Aviñón y él seguía la racha de la legalidad. Fuit homo missus a Deo cujus nomem erat Johannes.

 

Nos dirigimos a la capilla a cantar el Tedeum. Venía el Papa bueno procedente de una aldea italiana que se llamaba Sottoilmonte. Luego se descubriría que no era tan bueno como dijeron.

 

Trajo el aggiornamiento la puesta a punto de la iglesia. El Concilio. Si Pio XII le había cortado la cola o capa magna a los obispos un par de metros, Roncalli reformó la clerical indumentaria despojando a las monjas de sus tocas y a los frailes de su cogulla. Los curas se quitaron la sotana, cundían los párrocos ye-ye y hasta los obispos se pusieron de calle dejándole el distintivo del alzacuellos. Los seminarios quedaron vacíos. Sobrevino la gran desbandada. ¿Aires nuevos? Con Pablo VI se profundizaron las reformas pero el adusto Montini se quejaba de que había entrado en los templos el tufo de Satanás.

 

El conclave del 63 a raíz de la muerte de leucemia del “Papa bueno” lo recuerdo con menos  viveza.

 

Era hacia últimos de junio. Yo acababa de colgar los hábitos y se me planteaba la incógnita de mi futuro. Había dejado de ir a misa pero todavía los templos de Madrid se llenaban cada domingo. El concilio había traído la esperanza de una iglesia más abierta a los problemas del mundo, más participativa con un tremendo influjo en la sociedad española durante los últimos años del franquismo.

 

Yo me hacía una pregunta: ¿por qué el judaísmo una religión que empecé a estudiar o el islamismo no alteró ni una iota de sus preceptos de su tradición para aclimatarse a una sociedad laica y secular y la Iglesia se desvive para agradar y por parecer bien a sus enemigos?

 

La pregunta sigue en el aire. Tanto cambio del continente vació el contenido.

 

A la muerte de Pablo VI me encontraba en Nueva York. A través de nuestro familiar televisor de muchas pulgadas y por la NBC en la voz maravillosa de Walter Cronkite asistimos a la elección del Papa Luciani. Cuatro semanas más tarde volvió a tocar a clamor El “campanone” de la basílica de San Pedro. Juan Pablo I acababa de fallecer en circunstancias misteriosas dijeron que de un infarto pero hoy siguen quedando dudas a tal extremo.

 

También era por el otoño y aquel año hubo un verano y un otoño muy calurosos. La designación del polaco Wojtyla llenó a los americanos de curiosidad y de expectación. Se organizaron rogativas en la catedral de San Patricio. Recuerdo un titular del New York Post que informaba de que Juan Pablo II había estado casado o por lo menos había tenido novia. Chuté esa noticia a Madrid pero la crónica fue a la papelera. ¿Un papa no célibe? ¡Qué cosas dices!

 

Nuestra sociedad española era a la sazón todavía muy pudibunda. El pontífice polaco armó el taco en su visita al Yankee Stadium. Yo fui a verle  a Harlem. Más que un papa me pareció un buen relaciones públicas y un gran actor. Demasiado pagado de sí mismo. Demasiado político. Su largo pontificado que tiene dos aspectos el ascendente y el declinante lo he analizado por menudo a lo largo de mis artículos porque seguí muy de cerca su gestión.

 

Ha sido el papa de nuestra vida uno de los pontificados más largos y controvertidos de la historia de la Iglesia. Llenaba las plazas, convocaba las multitudes pero luego que se iba el gran papa viajero, que viviría a golpe del avión, dando la vuelta al mundo setenta veces, los templos quedaban vacíos.

 

Sus mentores le saludaron como la figura que hizo caer el muro de Berlín y sus detractores encuentran en su gestión no pocos fallos, contradicciones, culto a la personalidad, Cesaropapismo mediático. Fue el papa del poder, el amigo de los norteamericanos. Su sucesor Raztzinger y que fue el protegido del polaco en la Curia trató de impulsar el alma del cuerpo místico pero se ha encontrado con una herencia difícil legada por su sucesor. Tal vez por ello haya huido a Canosa. Seis pontífices en poco más de medio siglo en que el mundo tecnológicamente ha avanzado más que a lo largo de mil quinientos años: la demografía, la comunicación digital, los avances en medicina, la era atómica, los vuelos interplanetarios, el hambre en el mundo, la demografía, el laicismo, el holocausto, la descristianización, la corrupción, la irreligiosidad de las masas que siguen pidiendo pan y circo, una juventud que vive alejada de Dios, los separatismo, el poder agareno, la unipolaridad, el feminismo, el poder gay, la inculturación, el rock, la destrucción del medio ambienté, la autoridad paterna por los suelos, la lucha de géneros en sustitución de la guerra de clases-la serpiente marxista ha variado la piel abrazando el capitalismo de núcleo duro- el consumismo, la cruz inversa, el imperio del maligno, las guerras localizadas en un sector determinado del planeta, el armamentismo, la violencia, el terrorismo, el espionaje, la angustia e insignificancia del individuo acorralado por los poderes fácticos.

 

A todos esos retos habrá de enfrentarse, cuando  lo preconicen, el sucesor del papa alemán que sin fuerzas suficientes y ante la gran crisis que atraviesa la iglesia ha preferido hacer mutis por el foro insinuando en tal gesto de renuncia a las llaves de San Pedro cuál puede ser el camino de la salvación: la plegaria, la humildad, el silencio, el regreso a la Tebaida, la vuelta al anacoretismo desdeñando los halagos terrenales

 

 

 

 

 

  Los cardenales electores en fila de dos en fondo se dirigirán al altar de la confesión coreando las estrofas del Veni Creator un himno el más poderoso y milagroso porque es un conjuro. Que descienda el espiritu santo a renovar la faz de la tierra.  Comenzado el conclave, después de las votaciones, sus Eminencias se sientan cerca de una  larga mesa de debajo de un solio bajo  a modo de visera  y comienzan a deliberar.

 

Acto seguido, las votaciones; si hubiere disenso que es lo más frecuente porque de pocos conclaves ha salido un papa al primer escrutinio, encendida la estufa, fumata negra. Cuando las papeletas- en la antigüedad eran habas blancas o negras- superan la mayoría simple, papam habemus y mágnum gaudium nuntio vobis. Fumata blanca. Papam habemus. El baldaquín del candidato elegido queda enhiesto mientras se abaten los de los demás cardenales al tirar de una cuerda.

 

Boleará El campanone[2][2] a  gloria. Lo primero que le pregunta el camarlengo dirigiéndose a él con el apelativo de Santidad es con qué  nombre querrá reinar?  El nuevo obispo de Roma y patriarca de Occidente dejará de llamarse por el nombre  que tenía en el siglo para ser Pío, Calixto, Alejandro, León, Bonifacio o Benedicto seguido del numeral cardinal romano. Estos últimos fueron los preferidos después del de Juan el más frecuente.

 

Ninguno ha querido llamarse Pedro por respeto al fundador de la dinastía aunque se baraja la posibilidad de que el próximo Papa a tenor con ciertas profecías se incline por el de Pedro Romano. Mala cosa. Será una señal de que se avecina el fin de los tiempos. No adelantemos, sin embargo, acontecimientos. 

 

 

 

De momento, todos, fuera tras la orden del camarlengo, pontífice en funciones, sede vacante, quedan desiertas las galerías del palacio de Letrán. No se ve ni a un triste monsigniori por el patio de San Dámaso. Todos fuera, extra omnes, dejadlos solos, como los grandes espadas en las corridas de toros; Hay que poner en suerte al mihura, el toro y la suerte, el toro y la muerte ateniéndose al canon del gran ritual y de una excelsa parafernalia.

 

La iglesia es un coso o hipódromo por donde corren los corceles de la santidad y de vez en cuando asoman los orejones asinarios las mulas diabólicas. Convoca al bien y al mal.

 

Detrás de la cruz está el diablo. En el albero brillan los rehiletes de los banderilleros y primeros espadas de la catolicidad con sus capas magnas de muaré casi seis metros de cola hasta que se los mandó cortar Pío XII, los manteletes de seda y los gorros de piel de conejo que antes eran de armiño, las cruces pectorales que valen medio millón de liras y el gallero o petaso arzobispal con barboquejo bordado en oro. Vistosa procesión y una larga fila de ancianos que se atienen a los cánones de una solemne pompa con cientos de años de antigüedad.

 

Cualquier  creyente a la vista de tal boato y teniendo en cuenta los orígenes del fundador que nació en un pesebre  murió desnudo en el tormento se escandalizaría pero cabe recordar que esta fastuosidad que tanto ha maravillado a los anglosajones (Bruce Marshall, Morris West y otros muchos que utilizan el Vaticano como epicentro de sus thrillers) que la iglesia es cristiana  y es pagana en cuanto heredera de los emperadores.

 

Nadie como los italianos para representar la tramoya del cesaropapismo. Lo bordan.

 

Los picadores afilan la garrocha. Seguirá intramuros el navajeo entre las diferentes facciones en lucha por el poder aunque viene a decírsenos que por las altas techumbres de la Capilla Sixtina revolotea la Paloma del Espíritu Santo.

 

Es un aleteo que nunca se ve pero a fin de cuentas fe es creer en lo que no vimos. Los cardenales italianos los más hábiles, los más astutos, los más artistas para la componenda, han constituido el más numeroso grupo. Sixto V fijó la cifra de 70 pero al conclave de estos idus de marzo asistirán 115.

 

¿Fallarán las previsiones esta vez de que después de dos papas extranjeros uno polaco y tudesco optarán por lo más seguro? ¿Se cumplirá el apotegma de que el que entra Papa en el Conclave sale cardenal? El vaticano es la cuna del maquiavelismo y del sigilo.

 

Con harta frecuencia pocos son los humanos que consiguen penetrar en sus secretos sellados al mundo exterior con llave como son las deliberaciones que designan al nuevo pontífice o los fondos de la Biblioteca Vaticana con más de cinco millones de documentos que se archivan desde el año 238 y donde se guarda la historia de la humanidad de dos milenios. Todos se registra, todo se conserva, nada se pierde.

 

Es un laberinto. Incluso los más disertos vaticanologos suelen fallar al formular sus previsiones.

 

¿Enigmas, o verdadera intervención del Espíritu Santo?  Cuesta creer que la Tercera Persona de la Santa Trinidad baje desde la cúpula y sople el apellido a sus eminencias reverendísimas de quien deberá ser elegido.

 

Lo que sí sabemos es que hay un cierto resquemor de los padres electores a la abrasiva presión mediática que pueden acabar con  el invento. Bajo tales premisas nos atrevemos a augurar que el próximo que sea preconizado volverá a ser un recluso del tercer piso de palacio custodiado por un fornido guardia suizo esgrimiendo su enorme adarga y el kolbach siguiendo las pautas del dimisionario Ratzinger que se retira a un monasterio al igual que Bonifacio VIII. Los Papas vienen y van.

 

No hay que preocuparse demasiado por el individuo. Lo importante en este caso es el colectivo pero sigamos con el conclave. 

 

El himno a la Virgen Madre y Protectora de la Iglesia Alma Redemptoris mater resuena bajo las cúpulas. Todo igual que hace diez siglos. Empieza el sínodo cardenalicio. Los padres conciliares se encierran con el toro del futuro. Dios y los hombres juegan al escondite. Las augustas posaderas de sus eminencias reverendísimas se sentarán sobre las misericordias del coro pontifical diseñadas por Bruneleschi.

 

Empezará el escrutinio. ¿Cuál será el dosel de entre los padres conscriptos que no se cierre? 

 

Hay algo que me llama poderosamente la atención desde niño y es la impavidez y austeridad del rito romano. No hace ninguna concesión al sentimentalismo Otros como el ambrosiano, el canon Crisóstomo el de san Basilio el maronita y el mozárabe son más expansivos. Los papas vienen y van. El ciclo vital se consuma. Son designados ad vitam por sufragio colegial costumbre heredada de los cesares.

 

Eran los summí pontífices arúspices que auscultaban los designios del destino a través de signos tan sospechosos como el vuelo de las cornejas o el graznido de los gansos capitolinos. Puentes  eran los pontífices de conexión entre las divinidades olímpicas y los simples mortales.

 

Pontifex quiere decir viaducto o administrador dela jurisprudencia divina cargo adjunto al emperador que gobernaba la terrena.

 

Sin las reminiscencias constantinianas quedaría la iglesia reducida a muy poca cosa, dejaría de ser  una religión mistérica. Ahí reside su tremenda fuerza

 

Extra omnes. Fuera todos. Cuando muere un papa su anillo es machacado por un orfebre, un gesto impresionante simbolizando de que su poder ha fenecido.  Vendrá otro. Y la cadena no queda interrumpida. Los cardenales capitulares hacen las veces de los antiguos arcontes. Los conclaves a la vez mundanos y divinos no dejan de ser un espectáculo misterioso que despierta la curiosidad de creyentes y no creyentes, de paganos y católicos. La iglesia superará su crisis pues así está escrito: las fuerzas infernales no prevalecerán. A decir verdad por el momento no lo parece. Pero el cambio no tardará en llegar portado en el pico de esa Paloma Blanca que se pasea por la cúpula de la Sixtina admirada de los frescos de Miguel Ángel.

 

Extra omnes.

 



 
 

helen we are jewish


HELEN WE ARE JEWISH FROM SPAIN

Dearest daughter, my Helen, my Pickle, ¿How are you? I missed you on Fathers Day Saint Joseph when we Spaniards celebrate the fathers it is all commercial but I, as very religious man, prefer to stick to the meaning of the figure of the progenitor of our Savior, a hidden guy "the absconditus one" the Bible mention him only a couple of times.

He was always in the shade always behind the screen but a truly son of David´s brethren, labour and prayer a left aside, his motto, a bit like me who has led his life praying and crying for your absence. Probably a punishment from above for my great sins.

Now I would like to tell you one thing: we are Jewish from Spain settled in the Peninsula before the Christ was born. We did not take, then, part on the crucifixion. That was a job from the big guys of Israel, the politicians. Jewish but not Zionist reciting the Psalms and the Shemá every day. Sepharad for us is the veritable Israel a land with fountains of milk and honey. Loving books and living inner liveskind of mystics and rebellious is part of of our condition.

We are not conventional but we have compassion for the common man and feel sorry for thm because they are searching for the light never found in their souls. That is why we are being prosecuted because  we don't fit in the schemes  of their narrow minds. I have written a book "Franco and Sepharad a secret love" projecting the notion that all good and all bad comes sometime from Israel but your father doesn't belong to the Establishment, he is a "refusenik" not in communion with political correction.

The priests of the Third Temple did not like my book and they condemned me to the ghenna. Never mind. I achieved, though, my purpose of becoming a good writer and one day when I am dead and gone my books are going to be popular. I hope that some of the royalties can make you, Helen Isabel Olivia Parra-Hugh, rich. Now I am not rich, just a pensioner who has bred a nice second family. I have enough to lead a modest life and give some money to the children of my second marriage. One thing I tell you: you are my favorite the most loved one, since your absence during 42 years

 ¡What a penitence for me! Still I hope to see you and give my blessing before I die. Only when the the hunt for dissidents increases its intensity I cry wolf and proclaim my Jewish condition. In our family from mother side there are quite a few guys named as Benjamin, Isaac, Manahén,  or David, and fumbling in the secrets of our past I find that our ancestors stem from the Jewry of Burgos, they went to Segovia when the pogroms of 1389 and we were baptized and became Catholics in the open, others kept their mosaic believes in the occult but they became eximious  dramatists, good writers, excellent theologians, mystics like Teresa, great doctors and physicians like Andrés Laguna or conquistadores as Cortés or Pizarro.

Their messianic impulse led them to Eldorado in the new continent. but Eldorado is Sefarad. The expulsion of 1492?  Only a few families left. The main bulk stayed here as "conversos". The theme has been exaggerated on my view. Jews always win. They held the protection of Adonai forever.

I tell you these things in an open letter in order to comfort you an thing that you never have been abandoned. You mother whom I loved very much and was the great love of my life and still I admire and respect did not let me access to you when you were a toddler in Hornchurch and I lived in London. That was a tragedy for me.

I offered her the house and good job, she refused perhaps she had her good reasons to take that difficult option because I am not easy to live with. I thought she had found somebody else.  However I don't feel bitter. Life is like that, and one has to swallow sour drinks.

Talking about more menial things, I have a had a present your half-brother Toñin was father of a beautiful baby girl called Laura for the second time. My mother Juanita 94 is poorly

golda meir (DE MI LIBRO DE PRÓXIMA APARICIÓN "CORRESPONSAL EN LONDRES")


GOLDA MEIR AQUELLA JUDIA DE KIEV CUYA PERSONALIDAD COMO ESTADISTA LLENA UNA ÉPOCA. EN SU ESTILO Y A SU MANERA VLADIMIR PUTIN ES IGUAL QUE ELLA:UN ESTADISTA













Golda MEIR

 

 

 

De mi libro de memorias "Gente que conocí. Vivencias de un corresponsal de Franco en Inglaterra".

 

 En una conferencia de prensa en el Dorchester, multitudinaria, en la primavera de 1974 y ante más de dos mil periodistas de todos los países, tuve la osadía o la majeza de preguntarle: cuando piensa la señora Meir del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la España de Franco. Ella hizo un mutis, bebió un poco de agua mineral que había en la mesa del rostrum, encendió un cigarrillo y contestó:
España para nosotros los hebreos no es un país como los demás sino todo lo contrario. Un día regresaremos a España.

 

-¿con el generalísimo en el poder?-insistí

 

-No

 

Sus palabras fueron titular al día siguiente del NYT y causaron revuelo en Madrid. Eran muy medidas y guardaban una semántica oculta. La apertura de relaciones se llevó a cabo el año 89, un tanto a la agachadiza y en medio de gran sigilo en un hotel de Ámsterdam. Obedeció al planteamiento del gran diseño que albergan las autoridades sionistas para el dominio del mundo. Se auspiciaba el implante autonómico, licenciar al ejército de tierra que contaba con un numeral de más de medio millón de hombres, algo de lo cual hablaba constantemente la prensa inglesa y a mí me costó más de una polémica con el corresponsal del Times a la sazón Harry Debelius y con el del Telegraph, Harold Sieve que nos trataba a los españoles a batacazos y eso a mi me enervaba. Otro postulado eran el desguace de los medios de comunicación franquistas. El Financial Times ya había entrado en tratos con Juan Luis Cebrian y a mí me hacían ir todas las tardes desde mi casa en South Kensington hasta Fleet Street- tres cuartos horas de metro- a por un servicio que teníamos que dar desde nuestra oficina en Londres a través de la cadena de periódicos y emisoras de la Prensa del Movimiento. Ruperto Murdoch que irrumpió en Fleet Street como un elefante en una cacharrería también nos había echado el ojo. El proceso de enculturación y de asimilación no había hecho más que comenzar. Fue muy lento y obedecía a los planteamientos del Gran Diseño. A la muerte del dictador España era un guirigay. Surgieron tantos partidos políticos que el panorama semejaba a una sopa de letras. Londres se convirtió en el epicentro de aquella movida. Iban y venían desde don Juan que siempre se alojaba en el Claridge hasta Carrillo, Pepín Fernández, Jordi Pujol y los catalanes de la Vanguardia que contaban con el incensario de Luis Foix. Fraga templaba gaitas desde la embajada de Belgravia Square. Incluso llegué a encontrarme en un pub de Fulham Road con el etarra Wilson que fue uno de los que pusieron la bomba en Claudio Coello haciendo volar por los aires al Dodge Dart de Carrero Blanco. El tal "Wilson" un etarra con cara de pobre diablo, gozaba de la protección de los servicios secretos británicos y yo siempre dejaba caer en mis crónicas que en el terrorismo de las provincias del Norte estaba metidos el Mossad israelí y el M05. No me lo creyeron aunque mis intuiciones y premoniciones suelen ser certeras. El paso del tiempo creo que me dio la razón. Esos pistoleros del norte a los que la BBC no paraba de dar coba, esgrimiendo ikurriñas y entrevistando a sus sicarios, precisamente cuando ellos tenían en su propia casa un terrorismo acaso más sanguinario y más valiente porque los del IRA actuaban a cara descubierta y tenían que habérsela nada menos que con el ejército británico que ocupaba el Ulster, ahora enfundaron sus parabella y cobran de la nómina del estado español. Obedeciendo una señal impartida desde las fuerzas ocultas. En mi vida periodística he tenido que pelear contra el argayo de la conspiración. La que se nos venía encima. No dejé de clamar contra esto y aquello pero mis gritos no eran más que voces en el desierto. El germen de este cambio total se hallaba en las palabras de aquella señora gorda de costumbres austeras, un bolso de escay en el que guardaba los cigarrillos, el pelo rizo ya encanecido que otrora fue pelirrojo, la nariz voluminosa y los ojos bellos, gesto maternal y que en su rostro no celaba las arrugas de tantos y tantos sufrimientos. A Golda Meir uno no podía menos de quererla o, si no quererla, al menos admirarla. Impresionante mujer, esta abuela judía, una de las estadistas más importantes que produjo el siglo XX, pionera, que no se casaba con nadie, ni con Ben Gurion. Bueno se casó una vez pero se divorció. Transcurridos muchos años de aquel encuentro, cunde en mí la idea de que los judíos avanzan por la historia guardando la llave que abre los secretos de la caja de Pandora. A lo mejor, ellos son los que llevan la razón y el apóstol de los gentiles con los que abro estas membranzas mentía. Por lo menos ahora tras el vaticano segundo no creo que en las misas se lea esta carta a las tesalonicenses por ser un texto impolítico. En ella San Pablo se nos muestra antisemita. El porvenir del cristianismo que se plantea de cara a la eternidad y a la vida futura está en juego a causa de este sistema de valores democráticos que sólo cree en el hic et nunc. Un nuevo materialismo que trajo aparejado la lucha de clases (todo el poder para los soviets sustituido por todo el poder para los bancos y la oligarquía política) y la lucha de géneros desintegrando a la familia como núcleo social, el poder de la imagen y la propaganda, las consignas. Han callado los púlpitos y sólo se escuchan lemas comerciales instándonos a consumir y a asumir lo políticamente correcto. El que piense diferente habrá de enfrentarse a cadena perpetua o vivir en el limbo del ostracismo del silencio e incomprensión. Pero ¿Dónde está Dios? ¿El dios de Israel? Los padres fundadores que cantaron la hativka con Bengurion aquel mes de mayo de 1948 eran ateos procedentes de la diáspora. Golda Meir no era creyente sin embargo la nueva Palestina funciona siguiendo las pautas de las antiguas teocracias. Es una teocracia laica que no contó con el beneplácito de insignes escritores de origen hebreo como el anglo-húngaro Arturo Koestler[1]. Muchos dirán que son contradicciones del pueblo elegido que contiene en síntesis todo lo humano habido y por haber: lo grande en lo pequeño, el bien y el mal, lo demoníaco y lo angélico, la tecnología más avanzada y esos hassidim con tirabuzones que visten dulleta y el caftán ese horrible sombrero de píeles circular y guardan la ley, se pasan la vida estudiando el Talmud y viven como en la edad media. Tal vez sea algo prelaticio al pueblo de la Vieja Alianza entender el lenguaje divino, algo que nos está vedado al resto de los mortales. En cualquier caso siempre me sentí muy atraído por la señora Meir cuya biografía estudié cuando era mozo. Era ucraniana de Kiev. De su infancia recordaba en sus memorias aquellos sábados que se pasaba su padre cantando salmos en la sinagoga. Era un bendito de dios, un inocente que creía en el mundo y el ser humano. Trabajaba como carpintero como San José. Aprendió el ucraniano y hablaba el ruso perfectamente lo que fue aliciente de su nombramiento como primera embajadora de Israel en la Urss. Antes la familia había emigrado a América. No basta creer es preciso solucionar y enfrentarse a los problemas fue la idea motriz de su alejamiento de la ortodoxia hebrea. Asume el inconformismo porque venía de un país donde los nihilistas rusos se pasaban horas charlando de política ante tazas de té con limón. Estaban tuberculosos y yo tenía que desinfectar los vasos y el samovar cuando se iba. Quería ser maestra. El idioma inglés era un idioma hermoso pero en el gueto de Chicago se hablaba el yiddish y algunos decían sandeces (shandeh, una palabra hebrea que pasó al castellano como sandio que era un judío ignorante y pobre. Sólo su propio trabajo podría liberar a los judíos del gueto. Tradicional casamiento o shadacha en 1922. Golda se colocó sobre el rostro la chuppah o velo de desposada. Habían fundado Tel Aviv en 1909 poco más de medio centenar de familias judías. Luego llegan las aligah u olas de emigrantes. No vale con rezas. A dios rogando pero mediante el esfuerzo el judío puede hacerse dueño de su destino. Hemos sido hasta ahora víctimas de la fatalidad pero tenemos que luchas contra esa fatalidad teniendo en cuenta que el judaísmo como religión siempre se refiere a cosas pragmáticas. Aquí salta el pragmatismo de este gran personaje. Su matrimonio dura sólo seis años. Se separa de su marido Morris en 1928. Cuando  llegó a Jerusalén a pesar de haber perdido la fe colocó una kritlach o recado escrito en un papel como una carta a Jehová en una socarrena del muro de lamentos. Nunca fue una feminista como esas exaltadas que queman sostenes, odian a los hombres y hacen campaña contra la maternidad y piden el aborto. Se nos muestra gallarda como un turdión en estas aseveraciones. Los judíos aunque, contrariados con Adonai, siguen escrutando los cielos por ver la llegada  del Mesías y buscando las fuentes que manan leche y miel en la tierra prometida. Aprendió oratoria subida a los cajones donde largaba impresionantes discursos. Decían que era el único hombre en el gabinete de Ben Gurion. Este por el contrario era la única mujer. Pero Gurion es la personificación misma del estado recién fundado. Estaba escoltado por judíos la mayoría de origen ruso. Otro misterio. Cuando Gorbachev viajó a Tel Aviv no necesitaba hablar ni inglés ni  yiddish. Todos le encendían en el idioma de Pushkin. Sólo había un sefardí David Remez que era de Constantinopla. Este ministro impulsa el establecimiento del kashrot o kosher que en judeo español es alimentación trufa sin sangre o animal de pezuña. A Golda Meir no le gustaban los ingleses. Nunca quedé prendada por ellos a diferencia de otros colegas que sentían admiración por sus instituciones y por el sentido de la convivencia pero Inglaterra fue el pueblo que más dolor causó a Israel. En sus memorias elogia a Franco por el amor mesiánico con que amaba a España, algo que para nosotros resulta comprensible porque él se rebeló contra la desgarrada historia de España y crear un país nuevo. Sin embargo, su camino no fue fácil. Hubo escisiones internas. El Hadas acusaba a Mrs. Meir de ser una apoderada de la burguesía capitalista cuando entre los pioneros lo que abundaban era gente de la izquierda anarquista, comunista o socialista. Se produjeron asesinatos como el de Jaim Aerlossof un emigrante de origen alemán muerto a tiros por el polaco Stravsky. El violento revisionismo chauvinista- escribe en sus memorias- va causar estragos entre el ala izquierda y la derecha del sionismo. Aparecen como movimientos como el Irgum que se propone echar a tiros a los ingleses de Palestina. Manahén Beguin el que había de ser en los 70 primer ministro organiza el atentado contra el hotel David de Jerusalén con más de cuarenta fallecidos. El bien y el mal está en manos de Israel. El nuevo estado judío se edifica sobre planteamientos de la acción directa. Ellos crearon los movimientos de liberación y la fórmula del terrorismo como sustituto de las confrontaciones globales y de las guerras.

 

 

 

GOGOL OTRA VEZ


La ucrania de Gogol

El autor ruso/ucraniano fue uno de los reclamos de mi vocación literaria empecé a leerlo a los 18 años y ahorraba las pequeñas monedas de mi asignación de estudiante para comprar algunos de sus libros publicado por Austral años 60.

Libros como "Almas Muertas" "Nochebuena" y "Noches de Mayo" llenaron mi alma de amor y de entusiasmo por la literatura. A punto de cumplir 70 años el alma rusa que pervive en mí y busca místicos derroteros de amor al ser humano de belleza y de armonía el conflicto de Donetsk y otras ciudades de la frontera del Dnieper y el Volga ha sido como un golpe de vara en las canillas.

Recuerdo que en la guerra de Kosovo también sangró mi corazón no tanto como ahora porque se derrumban muchas esperanzas al comprobar que la bestia campa por sus respetos pisoteando el derecho internacional y asesinando a civiles inocentes.  Son ya centenares de muertos a los que esta sociedad nuestra sucia entrampada de corrupción hasta las orejas vuelve la espalda. De tales cadáveres no dan cuenta nuestros informativos

Como soy un pobre viejo no me queda otra opción que rezar arrepentirme de mis pecados y llorar por el eterno descanso de las víctimas de esta injusta guerra fratricida y extraña. Todo un asedio a la línea de flotación del paneslavismo la serpiente repta y se arrastra. Misericordia, señor, te imploramos los hombres y mujeres de buena voluntad que aun viven en el mundo.

En todo caso el patriarca de la novela rusa Nicolás Gogol que pasa por ser uno de los grandes maestros en describir la naturaleza. En sus "Veladas de la alquería" escribe lo siguiente: "¿Conocéis las noches de Ucrania? ¿No? Vedlas. La luna brilla en la mitad del cielo la bóveda celeste infinita quema y aspira toda la tierra refulge con un brillo argentino el aire fresco y cálido corre en un ambiente lleno de dulzura en medio de un océano de perfumes. Noche divina... se deja oír el canto misterioso del ruiseñor de Ucrania y parece que la luna se para en mitad del cielo para escucharle" Después de leer este hermoso párrafo y ver la horripilante fotografía de una pobre señora destrozada por un obús me pregunto si no estarán llorando de pena los ruiseñores ucranianos y por qué Moloc el dios semita de la sangre derramada se ensaña con los inocentes

2016-03-04

cuaresma tiempo de penitencia


San Martín 1997

 

El día tal me abracé al círculo de la penitencia decidí mandar sobre mí. Y ejercer el control de mis pasiones dejé de ir al bar y tomé la decisión de comer para subsistir y no comer para vivir. Ocurrió un milagro. Se me apareció en el camino de Morañas Santa Fuerza de Voluntad. Muchos monteros la garza combate, malo será no la abatan. Pero era pobre. El salvohonor de mis pantalones delataba remiendos. Eran las perdigonadas del Baladrón un tipo que me perseguía cuando trabajaba en la Administración.

El morbo visigótico la envidia y la calumnia habitaron entre nosotros. Subí la cuesta de las Perdices y luego la del puerto de los Leones más trabajosa. Saqué mi bota y eché un par de tragos a la sombra de la torre del Viento, un venado y tres ciervas  y un me observaban entre los berruecos.

Descendía respirando el aroma de los pinos. ¿Dónde vas? A vender libros. Odietamo un personaje de Catulo se carcajeaba de un servidor cuando le expliqué mis razones de acudir a la plaza del Arrabal con mis cajones de letra impresa. Mis sueños de librero de lance dieron de través. No vendió nada aquel día el pobre bibliognosta ni los martes subsiguientes.

Tome varias fotográficas del señorial escudo de los Verdugo, uno de los siete linajes castellanos que dieron fama a la villa, puertas con herraje y de firme clavazón y un ventanario arruinado. Asomada a aquel ajimez lloraba una princesa. Cantaba mi dueña en ese momento un madrigal cuya letra no recuerdo del todo bien.

“A quien ventura olvida sóbrale la vida” pero yo pensaba para mis adentros que tal cosa ventura te dé dios hijo que no por mucho madrugar amanece más aína. Y aquí en España donde no hay harina todo es mohína. Creo que el Coletas vocinglero debiera conocer este refrán pero ayer eran un pitorreo los parlamentos con sus catilinarias niños amamantados y besos en la boca. Histriones.

De ellos huyo y por eso tomé las de Villadiego, quiero decir las rectas de Arévalo. Hable con un cura que después de misar en Santo Domingo se vino conmigo al barrio húmedo. Los dos acabamos borrachos como cubas pero un día es un día, que leche. ¿Qué fue de mis buenos propósitos al amanecer de aquel día del Glorioso san Martín? Pues lo que dijo el ama de Guadalajara de los que dije anoche no hay nada en la madrugada.

Llegamos a  comer y llamó al ama una tía gorda vestida, de buen ver como la Ester, la tertuliera, esa de Toledo, de hábito que lucía en el colodrillo albanega de lana.

El cura no hacía otra cosa que darle pellizcos en el culo a su ama de llaves pero el cabritillo estaba superior y el vino pasaba con alegría. La felicidad dicen que viene de darle unos cuantos tientos al jarro y bugger expenses, que se jodan los de Podemos. Cuando me fui ya el señor arcipreste estaba preparado para consumar el ágape rindiendo culto a Venus.

Un tanto corrido y avergonzado salí de la rectoral dejando atrás los jipios jaculatorias y exclamaciones inconexos de parte de la boca de las mujeres en la coyunda.

Supe después que aquel párroco debieran abandonarlo aquí para simiente. Garañones así que no se mueran nunca.

Había dejado preñadas a cincuenta mujeres de la contornada. Maravílleme un punto pero me dije que un librero de lance no debe asustarse de nada ni tampoco meterse donde no lo llaman. Estas cosas pasan en las buenas familias.

La vihuela de un rabelero que estaba en el centro de la plaza del Arrabal ensartaba dulces melodías y canciones antiguas del ayer.

Ante tales cosas experimenté un ataque de tialismo. Ay que me meo. Debe de ser la próstata. Manaba saliva de mi boca y yo no hacía otra cosa que escupir. Yo tenía la culpa de aquel auto exilio interior por haberme enfrascado en homéricas peleas a favor de las causas perdidas, algo muy español. ¿Constitución?

No prostitución. Siempre venía bien porque te dejaba el cuerpo como un reloj pagar una visita a mis deudas rumanas de san Vicente del Palacio. Adopté a una sobrina de Timiseora a la que felicitaba las pascuas en su idioma “Xapum perisit” (feliz Navidad.) Empero,  la víbora de Asnieres no me mordió, vivía en el poblado de Hammersmith en el número 152 de Kings street. Visité la tumba de aquel poeta hispanocubano en el cementerio de Kensal Green.

También era un bala rasa luchador de las causas perdidas. Se enzarzó a puñetazos con “Clarín” pero esa es historio. Bonafoux en la colección de malditos estaba en la baraja de mis autores preferidos. Sostuvieron una ardiente polémica literaria que eran los espasmos del arco y la cuerda… Y al juez Álvarez del llano que le den por el ano.

No se andaban ni uno ni otro con chiquitas ni se dedicaban a las zalemas que acabamos de ver en el palacio de congresos con esos besos en la boca y esos amamantamientos al niño muerto. Tal vez no nos merezcamos otra cosa, aunque ayer estaba doña Ester la gorda, la de Toledo “tertuliano” como de costumbre al lado de Benavides que es el león que monta guardia en el estilóbato del congreso y al que llaman Malos Pelos”. No me despeluchéis a ese tartaja del canal 24 a ver si lo mandáis a una clase de locución. Caquexia mental injurias pasquines a cada hora un sobresalto esa es la vida en este país, donde los padres de la patria que por poner el culo en el escaño y pisar moqueta cobran sus buenos sueldos maldicen de España y del país que los abatanó. Fue un crimen acabar con la vida de José Rizal el prócer filipino pero al general Polla Vieja el insurgente se le metió entre ceja y ceja.

Dichas estas razones y después de contemplar el castillo donde pasó su niñez la reina madre, regresé nostálgico a Madrid. Convertido en todo un prometeo un autentico librero de lance. Difícil empeño vender libros a los muchos analfabetos del país. Sufren y añoran los mejores tiempo franquistas. Pues que se jodan. Suya es la culpa. Al librero de lance le parecía un sacrilegio que aquellas buenas gentes desconocieran e incluso hubieran renegado de su heroica historia.