2020-11-29

HISTORIA DEL SEMINARISTA QUE SE FUE A LOS FRAILES Y VOLVIÓ A LOS DOS DÍAS. NO LE PROBABA

 

CORACHAS,

Habiendo transcurrido mucho tiempo de aquel suceso, cuando veo caer las hojas de los arces y de la sófora plantada por mí mano, me acuerdo de todo lo acontecido aquella noche como si fuera hoy mismo. Sálvame oh Dios y ten piedad. Los árboles de mi barriada se desnudan de su polisón bajo el sol del veranito de san Miguel y las mañanas son claras en este dulce septiembre cuando las plantas dieron su fruto y granzón del año nueve. En Asturias fue una cosecha buena de manzana y la Virgen de las Viñas fue pródiga con nosotros, gran parte del mosto cosechero ya está metido en la bodega. Aquello ocurrió allá por el cincuenta y tantos. Es otro mundo después del móvil y de la televisión interactiva. La Humanidad ha dado pasos de gigantes. No miro pues atrás con ira sino con nostalgia, aceptando siempre la voluntad del Redentor y sus inescrutables designios. Creo que Cristo se ha hecho invisible pero reina en la Historia.

Las hojas del jardín-acabo de cortarles las ramas supernumerarias de las madreselvas con una cizalla eléctrica, ah si mi abuelo Benjamín levantase la cabeza y viera estos inventos, él que fue un labrador segoviano de hoz y de zoqueta e iba a binar las viñas cojeando por su pata reumática- y ya es otoño tiempo de plenitud. Se acerca octubre. El día uno se cumplirá 54 años en que yo detrás de un maletero con gorra de plato pues era jurado fui por las calles de Corobias. Subimos por la canaleja. En un nicho en plena muralla nos dio los buenos días una virgen románica y yo iba detrás del maletero Manolo que portaba mi baúl recién comprado y cuyos herrajes relucían como el oro y la ropa dentro olí a nuevo toda recién comprada por mi madre y repasada por mi tía Dominica. Todos me decían que tenía que ser bueno y comerme los libros y que esperaban la hora de mi cante misa, que abandonaba el siglo, pero no llegué a los extremos de Calixto Priscos uno de mi pueblo al que después de una misión que dieron los pasionistas decidió irse a los frailes. Fue a despedirse del personal. A por la gala. Quien le regalaba unos huevos. Quien un choricillo. Quien le daba dos pesetas. Fue a despedirse muy compungido en la creencia de que no regresaría al pueblo pues tenía intenciones de irse al Congo de misionero.

-Bueno, tía Polonia. Ya hasta el Valle de Josafat que nos volvamos a ver.

-Pues ¿cómo hijo? Eso es el día del juicio final. ¿Es que no piensas volver al pueblo?

Calixto Priscos dijo muy sentencioso.

-No.

-Abandono el mundo, sus pompas y sus vanidades, señora Polonia.

-Muy fuerte te dio, muchacho.

-Sí para ganar la gloria y sacrificarse. Hacer penitencias y todas esas cosas que nos decía el cura y que no cumplíamos pues somos pecadores.

-Ay pecadora mía. ¿Y qué te doy de gala?

-Lo que le parezca bien. El camino es largo hasta el convento y vamos en mulo.

-Bueno pues aquí tienes una chicharronada que acabo de cocer. Para que te la comas cuando pases por cercas del río Botijas que allí siempre que voy al Lenar a visitar a la Virgen me da hambre.

-Como usted guste. Y lo dicho hasta que nos veamos en el cielo. Allí a gozar y cantar salmos por toda la eternidad. Ya sabe que el que quiere algo le cuesta.

-Muy bien hijo me pareces que tienes vocación.

Pero el bueno de Calixto a los quince días estaba de vuelta en Valdebriga. La tía Piquilaya que le había regalado una gallina se mostró muy sorprendida.

-Hombre, Calixto, ¿tú por acá? Pues nos decías que hasta el Valle de Josafat. ¿Qué pasó?

-No me probaba, tía Piquilaya.

-Anda demonio. Y no me vuelvas a llamar tía Piquilaya que yo me llamo tía María.

-Pues vale, tía María.

Yo no sabría a puntualizar a ciencia cierta qué hecho desencadenante motivó mi llamada al sacerdocio. Tal vez fueran aquellas confesiones torturantes con el fraile jerónimo después de haberle visto las bragas a May mi vecina o si sería por ferias cuando un arcipreste que andaba por ahí desterrado por los pueblos de la iglesia porque había tenido un lío con una moza a la que sacó palante por dos veces y me dijo hazte cura que se vive muy bien. Mira yo. Digo mi misa y todos los días a cazar y a pescar, no parao. Mis feligreses son muy buenos las feligresas sobre todo. Hemos formado un coro y tenemos un club parroquial y echamos cine los domingos. Además los curas somos siempre un seguro de vida para los padres cuando se hacen mayores a la vejez. Yo los tengo conmigo a una hermana y una sobrina. Casi somos familia numerosa. El cura aquel se llamaba don –Evaristo y era amigo de mi padre con el que había estado en guerra. Era un tipo muy sano que se fumaba sus buenos puros y no se andaba con remilgos. Pero lo que creo que me empujó al seminario fue una película que echaron en los claretianos que creo que se llamaba Siguiendo Mi Camino y trabajaba Bin Crossby. O puede ser que tambien influyera mi carácter introvertido, mi amor a mis libros y sobre todo a las ceremonias litúrgicas de cuando era monago en la catedral. Más adelante lo explicaré.

Están cayendo las hojas de este otoño y qué lejos están aquesas primaveras del 55 y no me rindo sigo siendo un idealista. Caen las hojas de la acacia de mi jardín. Una a una dos a dos y musitan una canción al caer:

-Púdrete grano que mañana serás espiga.

El mundo sigue su rumbo imparable y en la historia como vengo diciendo no cabe marcha atrás. Los acontecimientos nos desbordan. Carecen de lógica o no hay un diseño establecido. Pero debemos ser optimistas y confiar en Dios. Ese pipo de melocotón o de durazno que ahora arrojamos al desgaire sobre la cerca dentro de un tiempo será un frutal frondoso. Es la estela que dejan detrás los hombres un árbol, un libro, a lo mejor un hijo.

Hoy devano recuerdos y en el flahback del tercer ojo de la memoria regreso a aquel paraninfo en aquella noche del velatorio del pobre Pénjamo que paz descanse. Miro para los altos techos de la ataujía del artesonado mudéjar (Corobias puede que fuese una ciudad judía aunque todos se convirtieron con su rabino y todo en las luchas dinásticas de los últimos reinados de los Trastamara cuando en Castilla eran preponderantes pero también fue significativa la aportación árabe con sus alarifes y huertanos; bajo el reinado de Enrique IV había en el alcázar una guardia mora y el propio rey se sentaba a la morisca y sabía leer en letra cúfica, escuchando con gusto la música de adufes, laudes y chirimías; cierto que tuvo algunos detractores que le llamaban impotente pero en esta ciudad al hermano de Isabela lo queremos mucho) y parece que contemplo aquella decoración de roleos en los bordes con carreras de ninfas que saludaban a Afrodita saliendo del baño (Anadiodema) como si el artista hubiera querido realizar un recorrido por toda la mitología.

Trato de leer aquellas grafías latinas bajo las escenas cinegéticas de Diana Cazadora, de la Venus desnuda surgiendo del amor de una ola, como si fuera de la costilla de Adán, según la Biblia. Desde entonces soy del convencimiento de que el cristianismo no se produce por generación espontáneo sino que es el resultado de unos hechos y creencias antiguas. Los héroes del Olimpo se convertirían en nombres del santoral cristiano. Hércules es san Jorge. Hermes Trismegisto ampara y explica en cierto modo el dogma trinitario. Atlas se convierte en san Cristóbal, Esculapio en san Nicolás y así sucesivamente. Venimos del griego- Cristo era un judío helenizante de origen esenio- del latín, esa lengua maravillosa, y del hebreo. Estas tres raíces conforman el mundo occidental mírese por donde se mire.

En estas representaciones la ninfas de vestes etéreas que el dios Neptuno las puso en el mundo soplándolas por la boca sostenían en sus manos vagorosas cuatro camafeos sitos en la mitad de cada ángulo del paralelepípedo. El modillón del norte efigiaza a Luís Vives. Al sur había un retrato de los Reyes Católicos, al este el de Francisco de Vergara helenista de Alcalá y que fue maestro de latinidad en aquel centro. Era amigo del doctor Laguna otro corobino ilustre y que fue perseguido por la Inquisición a causa de sus ideas erasmistas. Completaba la lista el rostro de Laínez el gesto adusto irónico y como sorprendido. Debajo y entre hojas de laureles se leía el epígrafe de la compañía: AMDG. En el de Vives con una gran gorra de visera cubriendo su cabeza se leía “Vives semper vivas. El camafeo de los Reyes Católicos era el que tenía más arrequives más hojas de roble y de laurel alrededor. Bajo el águila explayada ponía “ex pluribus unum” y el “tanto monta” que eligieron los norteamericanos como divisa de su republica federal, sólo que en su lema imperial hay una particularidad, la del águila calva de las Rocosas, la española es sólo águila caudal o de San Juan desplegando un pico enorme y fuertes garras como para levantar a estos reinos hacia las estrellas. Plus ultra. Luego estaban tambien el yugo y las flechas que nada tienen que ver con el fascismo como consideran algunos lerdos. Son simplemente las flechas del poderío y el yugo de la labor.

En esta pared estaba escrito la historia y esbozado los sueños de nuestros ideales.

Sic vos non vobis ponía en el lema del doctor Vergara. De este modo el cuadrado se incorporaba al círculo; es más lo probaba. Lo cóncavo y lo convexo se juntaba. Era toda una parenética de la perfección o sermón pronunciado no con la voz sino pintado al pastel. Sic ad astra. Por ese camino se va a las estrellas. Y es a lo que aspirábamos al citius fortius altius. Algunos se estrellaron o nos estrellamos no cabe duda pero no hay que achacarlo a nuestros maestros que nos dieron lo mejor que tenían sino que nosotros éramos imperfectos y no dábamos más de sí. Y aquí hay que traer a colación la tan manida frase orteguiana de que el hombre es el hombre y su circunstancia.

La búsqueda de la excelencia, la aspiración a todo lo noble, la ruta de la perfección mediante la renuncia y la abnegación cristiana, la doma de la voluntad, el control de las pasiones: la lengua, el vientre, la ira y la lujuria. El rector que no daba puntada sin hilo nos decía que aquellas ninfas descocadas representaban a los siete pecados capitales. Éramos de barro y querrían hacer de nosotros superhombres. Pero el padre Cabezas le contradecía.

-Esas señoritas, señor rector, son las nueve musas: Melpómene, Tersicore, la teatral Talía, Polimnia, Urato, Erato, Euterpe, Clío y Caliope que es la más bella de todas.

El profesor Cabezas aunque era de ciencias sabía también lo suyo y daba gusto escucharle sobre todo cuando no estaba cabreado porque no nos entraban los logaritmos ni eso de los números primos. Sin embargo apuntaba un detalle que toda esta mitología de Venus Anadiodema, Diana, Neptuno, las Nueve Musas parecen estar corriendo por la pared y parece que van al encuentro del cristo de los ojos bajos que constituía el epicentro de toda la representación pictórica. La precisión del matemático me pareció sumamente importante y no he dejado de cavilar a lo largo de los años. El Verbo humanado es el epicentro de todo lo que acontece y que la cruz seguirá presidiendo el horizonte de todos los siglos y nadie la podrá arrancar ni derribar. Pero venimos de los griegos los latinos y de la Biblia y estos tres polígonos basan el Nuevo Testamento. Mi carga es ligera y mi yugo es suave. Desde aquel crucifijo que pendía sobre el baldaquín de damasco que amparaba el sitial donde se sentaba el obispo nos ligaba al pasado clásico y nos invitaba al futuro y a la modernidad pero sin renunciar a la tradición porque sería destruir el molde en el que nos vaciaron a los europeos.

Nuestro profesor de literatura, otro gran hombre y otro sabio, don Tirso al que llamaban Coramvobis no se cansaba de insistir en este punto y parecía entrar en éxtasis cuando explicaba a cicerón, escaneaba los espondeos de Virgilio y nos familiarizaba con Eneas, con el gallo a Esculapio y hacia que aprendiéramos las cinco declinaciones, las conjugaciones, los ablativos absolutos, los verbos irregulares y nos ponía tareas, un párrafo o pensum que teníamos que memorizar y soltarlo en clase. Ahora mismo todavía me acuerdo porque lo que pronto se aprende tarde se olvida y decía así:

“Flumen est Arar, quod per fines Aeduorum et Sequanorum in Rhodaum influit incredibili lenitate ita ut oculis, in utram partem fluat, judicari non possit” (el río es el Saona que en las fronteras de lose eduos y los secuanos con lentitud increíble desemboca en el Rodano de manera que no se puede decir a simple vista qué río es el principal y cual el afluente)

Por aquella traducción algo libre Coramvobis me puso un diez. Nunca se lo agradecerá bastante aquel canónigo gordo y ágil que venía al estrado siempre deprisa y llegaba cinco minutos más tardes a veces oliendo un poco a anís, pues incentivó un amor al Latín que sigue vigente en mí hasta el día de hoy. Dios tenga en su morada a aquel buen sacerdote.

HERCULES POIROT

 


De modo y manera que doña Ágata que en paz descasen no se escapó al Yorhsire con un cabo de regulares o con un lancero escocés mejor dicho cuando las aguas fluviales de su matrimonio se salieron de madre y amenazaron desbordarse. Se vino a Tenerife hace ahora justo ochenta años y los tinerfeños lo celebran y lo explotan. Me parece de perlas. Pero antes se había dicho que la novelista desapareció víctima de una crisis de ansiedad o de amnesia. Esta noticia me ha hecho recordar cuando se murió hace 31 años y yo que estaba de corresponsal en Londres enhebre una de esas crónicas de campanillas y hasta un cuñado mío juan me felicitó. 

Todos se quedaron bocas y yo pasé por ser un gran entendido en Ágata Christi. Confieso y yo me acuso de que jamás he logrado terminar un libro suyo en toda mi vida pero habría que ponerle paños al púlpito e inflar un poquito el perro que a veces no viene del todo mal. 

Pues eso que ni me gustaba doña Águeda y ese francés Hércules Poirot me parece que se pasaba de listo. 

Se trata de un género que tuvo su auge. Dice navas que son la de millones de libros vendidos pues por algo será que algo tendrá el agua cuando la bendicen. 

Gustos del franquismo y yo que soy muy admirador de Franco pero nada fresquistas y entonces se llevaba mucho lo de leer a Estefanía que a mi me parecía un tipo mucho más inteligente y con mayor carpintería narrativa que la inglesa y te marcabas una del oeste. 

Las chavalas se marcaban una de “jovencitas”. A todo lo más que llegué yo en el subgénero fue a Roberto Alcazar y Pedrín y a la familia de los Ulises en el TBO. 

Pero Ágata Christie me parecía demasiada complicada por la sencillez zarrapastrosa de los diálogos, los alibi y las coartadas, los presumos y las trampas para jugar a ver quien es el asesino. 

La vida es toda ella un thriller y un esperpento pero en ella estos dos son de otra manera. A Rafa García Serrano le gustaba mucho P. G Woodhouse. 

Era un novelista para zamparse una novela en un cuerpo de guardia por ejemplo. En la mili se leía mucha novela de la Christie y del Oeste. Los cuarenta y los cincuenta fueron los deudores del folletín sicalíptico de los veinte y los treinta. Al gran Pedro Mata creo que la historia de la literatura no le ha hecho justicia pero las christies me repugnan por su excesivo artificio y contribuyeron a esparcir entre nosotros mentiras piadosas: eso de la flema británica, el rito del te, las noches de niebla cuando dan las doce en un carillón de una parroquia de Westminter, el aire frío y poco entrañable. Todo muy deductivo. Me parecían una perdida de tiempo estas entregas. Prefería sumergirme en Chejov. 

Los rusos conocedores del alma humana son mis verdaderos maestros. El anatematismo español también prefiere a los extranjeros. 

España en las ultimas dos generaciones ha producido grandes novelistas mucho mejores que los ingleses pero estos que son unos vivos nos venden hasta el rosario de nuestra madre.

 No sé, esto del asesinato siempre fue un negocio. La explotación del morbo es algo que llevan muy adentro los seres humanos. En la novela policíaca hay que buscar un hilo conductor de una trama para descubrir quien es el asesino, algo que no suele suceder casi nunca en la vida real. 

Sin embargo concedido: la gente de mayor reputación, los intelectuales  buscan en el thriller una válvula de escape. Un genero muy amplio porque dentro del mismo se entallan lo detectivesco, el suspense, la novela policial lo que llaman los americanos “cops” y la novela negra. Muy difícil de ser diferenciada. Dicen que es el genero mas solicitado en occidente. Son los libros que venden. El nudo gordiano de la seducción. 

La Christie está en deuda verdaderamente con Sherlock Holmes. Resolver crímenes. Visitar las morgues y los departamentos de vivisección. El club de detectives aficionados fue fundado en 1928 poco después de la misteriosa desaparición de doña Ágata. 

Créate un nombre y échate a dormir. Su desaparición le dio un nombre y el lector morboso quiso saber cómo era aquella señora tan pudibunda y victoriana que se había fugado del hogar y había ABANDONADO A SU MARIDO. ¿Con quien? En las noveles de intriga se refleja la voda como es no como debiera de ser. N

o tiene que haber intervención divina ni deus ex machina. Por eso viene bien este surtido a una época laica cuando Nietzsche había anunciado la muerte de dios. Cualquier fenómeno preternatural también hay que descartar. No cabe la fuerza de la revelación sino la de la deducción lógica. El novelista tiene que adular un poco al lector haciéndole creer que es un tipo inteligente. En realidad esto es falso. 

Ágata Chritie siempre consideraba que sus lectores no eran más que unos pobres diablos con poco que hacer pero que siga la bola. Y ha de tener mano iquierda para que éste le haga trabajar a su magín y deduzca. 

Tampoco tiene que haber sexo NI palabras fuertes. A todos lo más que llegan los personajes de la Christie es a apostrofar a Zeus o jurar por Jingo. Está visto. El lector. No quiere complicaciones y sí muchos convencionalismos. 

Que no le fastidien la solución de sus crucigramas con las soluciones al dorso. Se me viene a la memoria una imagen que tengo transfixa de la escritora por haber escrito tanto acerca de ella aunque no soportara ninguno de sus libros por parecerme soporíferos. El pelo blanco o teñidos de grises perla. Una gargantilla. La vida modesta en una semi en Cornualles. Las horas tranquilas. 

La meticulosa disciplina del horario y de los ritos como el té y la lectura de las esquelas mortuorias de The Times en el sofá. El gato dormitando junto a la chimenea. Vida placentera y burguesa. Algo prieta de carnes, los ojos siempre bellos pero de vieja la piel se le volvió ajada y muy rugosa como es común entre las inglesas cuya lozana mocedad se agosta al doblar la esquina de los cuarenta. 

Cuestión de piel. Algo artrítica y una señora muy pensada y con escaso sentido del humor que se tomaba su oficio muy en serio. Escribía siempre a mano y tenía un secretario que le pasaba los trabajos a mano. Ágata Christie era una aldeana de la Inglaterra feliz de la Merry Old England tratando de conservar su ritmo de vida y su decencia en medio de los grandes traumativcos cambios que ha experimentado Gran Bretaña y el mundo a lo largo del pasado siglo. Las novelas de Ágata bussines as usual. No nos compliquemos demasiado la vida

dia de los muertos

 

ARRIBA ÁNIMAS (Iste Confessor, continuación)


- Arriba animas.

- Tan. Tan.

-¿Quién es?

-Soy yo.

-Déjalas hijo, rézalas un padre nuestro que ellas solas se irán.

Estaba yo pensando en aquellos cuentos de noviembre cuando había filandón por las casas y nos contábamos cuentos de ánima. Mi anima vagaba por el paraíso de los recuerdos mientras mis labios musitaban avemarías y padrenuestros de réquiem por el seminarista fallecido.Y sucedió- caso curioso- que estando los tres acurrucados en nuestro reclinatorio con el apoyabrazos de terciopelo rojo, casi cagados de miedo con Peralta y Fenogreco que le habíamos ido a rezar al hijo de María la Viuda la lavandera que tuvo la desgracia de ver morir a su marido en presidio y todos los jueves hacía el trayecto que separaba su casa de planta baja en las Escalerillas de san Policarpo donde estaba la judería vieja para traerle al difunto la muda, algún bocata y alguna estampa de san Antonio-todo iba y venía en el talego nuestro matute que esperábamos los jueves a la hora del coche de línea como agua de mayo- meditando sobre la vanidad de las cosas terrenas, algo que no se comprende muy bien a los once años, tampoco aquella absurda muerte, dieron las doce muy solemnes y sonoras con un sonido lúgubre que amedrentaba toque de queda.

Era la hora del curfew o couvre le feu, cuando se cerraban las puertas de la ciudadela, pasaba la ronda y se escuchaban las alarmas de los centinelas. Tapemos el fuego. Vayamos a acostar, apaguemos las hogueras exteriores y encendamos las del alma, y fue en ese momento en que tocaron a clamor las campanas de la Aceitera cuando el muerto al que velamos alzó una de sus piernas. La izquierda. Se escuchó como el crujido de unos huesos. Crac. Fue un movimiento mecánico pero su zurda quedó en vilo, como preparada a darle una patada en el culo a todo esto. La cara no se movió. Seguía arrebujada en aquel mórbido pañuelo blanco con que se ataban los maxilares de los difuntos para que no se desprendieran. A los muertos parecía que les dolían las muelas.

Los tres nos miramos lívidos. A Fenogreco se le erizaron los cabellos. Que yo nunca vi tal cosa y clavaba la mirada presa de terror. Peralta salió de estampida y fue dando voces despavoridas por los tránsitos:

-Ha resucitado. Ha resucitado. Gudiel vive.

Fueron a dar aviso a la comunidad. A los pocos minutos estaba allí el padre rector blanco como una pared pero sereno. Con el jaleo se despertó todo el seminario y pronto un tropel de filósofos y de teólogos con la sotana desabrochada o bien en pijama o en calzoncillos unos cantando el Tedeum, otros gritando:

-Milagro…milagro

Se preparó una bulla histérica. Los seminaristas se agolpaban a las puertas del salón de grado formándose un tapón como en el callejón de la plaza de los encierros de San Fermín. Querían ver al resucitado. Don Chespi se había revestido de capa pluvial y acudió al lugar con la cruz alzada. Se organizó una procesión con dos velas encendidas, salmos. El coro entonó las primeras estrofas del Iste Confessor. El inglés nos quería llevar a todos a la iglesia del mayor para celebrar una misa de acción de gracias. El padre Rector tuvo que mandarlos parar. Porque no había tal. En realidad la muerte es el triste sino de los nacidos del vientre de una mujer y pocos resucitan. Sólo Xto resucitó y Penajamo no era Lázaro. Todo se debía a algunos actos reflejos que se operan cuando el corazón deja de latir. Mientras, las demás vísceras siguen funcionando. El profesor de Matemáticas el padre Cabezas que era un jesuita muy competente nos explicaba de la mano de la biología que la muerte física es un proceso lento que tarda varias horas a veces hasta dos días en consumarse una vez incoado el rigor mortis. De ahí que la iglesia oriental sea remisa al levantamiento del cadáver hasta el día siguiente del óbito. Durante el interregno y antes de la putrefacción que acontece cuando el corazón deja de bombear sangre se producen infinidad de movimientos reflejos. Hay partes del cuerpo que continúan funcionando. El pelo y las uñas crecen, pueden moverse las pestañas e incluso el globo ocular al tacto, se entonan los esfínteres, la vejiga exonera orines y la próstata flujo seminal. De ahí que cuando se va a proceder al levantamiento del cadáver de los ahorcados el juez de paz se encuentre en un aprieto al comprobar que el interfecto tuvo una erección al expirar. Es lo que decía el P. Ros jefe de estudios de la Sección de Ciencias y que venía de la Pontificia de Comillas. Tenía tres carreras y al terminar la de Ingeniero de Telecomunicación se había metido a jesuita.

Así que hasta para estirar la pata se toma la muerte su tiempo. No es algo instantáneo, contrariamente a lo que se considera, incluso en las situaciones de muerte súbita. Con tales explicaciones alumnos profesores y criados se volvieron para la cama un tanto decepcionados por la falsa alarma. Don Marciano el Ecónomo entonó otro responso. Estaba el hombre muy compungido pues nos dijo que sentía un gran aprecio por Enrique Gudiel. El coro de los teólogos se despachó por ultima vez con la secuencia del dies irae cuyas notas no podían ser más tétricas máxime pasada la media noche… in die illa tremenda Recordare Jesu pie quod sum causa tuae viae ne me perdas ille die. La imprecación solemne de Tomas Centano preguntando solemne sobre el misterio de esta existencia y sonando solemne bajo la losa del firmamento en los cementerios o alzándose sobre las cresterías de las catedrales góticas. Así fue siempre. Así será eternamente. El cadáver de nuestro compañero cobraba una lividez amarilla por momentos. Ya empezaba a oler. La pierna volvió a su sitio. Recordaba un poco el cuadro de Van der Weyden lección de anatomía. Su regreso a la vida no fue sino un espejismo.

A Peralta, sin embargo, le dio un taque de nervios. Hubieron de llevarlo a la enfermería y Berengario Fenogreco las monjas de abajo, a las que llamábamos ancilarias por lo de ecce ancilla domini y a esa orden recién fundada por el Rector pertenecían y tambien las invisibles porque nunca se las veía. Nos daban de comer por el torno y era zona de clausura ka cicuta, lo hincharon a tazas de tila. Poco a poco se fueron calmando pero aquella noche mis dos compañeros de terna sellaron el pacto del ángel un convenio bastante macabro. Peralta y Berengario se ajustaron para comunicar el uno el primero que muriese de presentarsele al otro doquiera que estuviera y a la hora que fuese de aparecido para comunicarle cual había sido su suerte el día del juicio particular ese que se celebra en el instante mismo de la muerte según la teología. Tendrían que anunciar se habían salvado o se había comunicado. Ambos asimismo hicieron promesa de entrar en una orden contemplativa. El uno entró cartujo y el otro trapense. Al correr de los años visitando la cartuja de Miraflores algo me dijo un monje de aquel suceso. Peralta fue el primero en morir y cumplió lo prometido. Una noche cuando los monjes celebraban Maitines oyeron un extraño ruido como si hubiera aterrizado un carro de fuego en la nave de la iglesia y tal fue el estremecimiento que hasta la misma estatua de don enrique el Doliente que está allí enterrado al lado del Evangelio experimentó una extraña sacudida y se escuchó una voz muy alegre pero poderoso.

-Salvado. Soy salvo, Berengario por la misericordia divina.

Ni creo ni dejo de creer pero conociendo lo cabezota que era Jesús Peralta no me extraña que movilizase a toda la corte celestial para ir a cumplir su promesa. El fraile me dijo que cesaron en este punto las misas gregorianas y se le tiene como un santo, uno de los muchos santos anónimos que ha espigado como un florilegio de beatitud la orden de San Bruno, a mi viejo compañero de terna. Misterios de la gracia.

Por lo que a mí respecta, y volviendo a cuestiones más pedestres y menos encaramadas, y aun desconociendo cual seria mi suerte, si estaré en el numero de los cordero o en el de los cabritos, entre los bienaventurados o entre los preditos. Me es indiferente. Sólo acertaré a decir que en aquel viejo caserón me enseñaron a amar a Cristo y he tratado pecador de mí seguir su senda. Lo importante es haber vivido esa fe y esa esperanza. Ir al infierno, a la gloria o al purgatorio me da lo mismo. Me trae al pairo como suele decirse.

Me pregunto si no habré tenido ya suficiente infierno y purgatorio con los dolores que me han deparado mis días: las enfermedades, las humillaciones, los fracasos, los desdoros. ¿No ha sido suficiente mi lote? Tiene usted mucho purgatorio, me dijo una vez un confesor.

-Padre-repuse- ¿no le parece que no he sufrido lo suficiente para tener que ir a padecer allá? ¿No bastó mi lote?

-Hijo, hijo, no digas eso. No cometa el mayor pecado de los condenados al averno que es la desesperación.

-Creo que el papa acaba de suprimir el purgatorio y el limbo.

-Entonces ¿qué hacemos con el cepillo de las ánimas?

Mi reverendo se quedó de un aire:

-Eso digo yo

La muerte no me asusta y no tengo miedo a nada, únicamente al pecado y a Dios, por más que en nuestra primera entrevista Aldeorrillo me espetase a bocajarro que era un miedica y en aquella ocasión me quedé clavado en mi reclinatorio viendo cual sería el desarrollo de los acontecimientos. Mis dedos se aferraban maquinalmente al rosario y me dio por reír en lugar de salir de estampida como hicieron Peralta y Berengario. Había algo cómico en aquella situación. No tuve un acojone. Tuve un descojone. El muerto había alzado una de sus extremidades como si estuviera en clase de gimnasia. Ciertos eran los toros: la pierna izquierda de Gudiel se elevó. Arriba España. Se echaba de ver por dentro de la sotanilla los fondillos de sus pantalones bombachos de pana muy corcusidos. En la pernera aparecía una mancha sospechosa color marrón que corroboraba la diagnosis del P. Ros sobre el rigor mortis. Al morir unos se mean de gusto otros se van por la pata abajo y otros eyaculan. Avante toda. No somos nadie.

Diré en conclusión que me dan menos miedo los muertos que los vivos aunque las cosas del más allá y los fenómenos preternaturales incentivaron mi morbosa curiosidad y de ahí mis idas y venidas durante cinco años al prado de las apariciones o de las suposiciones. Huelgo con libros esotéricos que nos hablan de los enigmas y hasta creo en duendes y aparecidos y leo con fruición las vidas de los santos-algunas me parecen infumables pero en fin quien no conoce a los hombres no conoce sus aberraciones y sus vicios. En el Escorial no he visto a la Virgen aunque ocurrieron cosas inexplicables. Por donde anda Dios anda también el diablo. De ello hablaremos más adelante. Por el momento: arriba ánimas.


EL OPUS ATACA DE NUEVO

 

RODRIGO ROYO Y EL BANQUERO SIN PILILA

Antonio Parra

Hace un par de semanas murió Luis Vals Taberner banquero y antagonista del Establishement la gran novela de la transición que firma Rodrigo Royo periodista y escritor el gran ninguneado e ignorado. Cosas de la vida y de la muerte. La parca gran niveladora triturará en tría y expurgo de olvido los orígenes de una gran pendencia transformada en un proyecto de futuro que quiso poner en pie aquel gran periodista valenciano y español del que me cupo el honor de ser amigo, confidente y colaborador.

A cada uno ha puesto en su lugar. Creo que del amigo Vals, miembro honorario de la Obra, el banquero sin pilila pues mucha facha, muy soltero, mucho ruido y pocas nueces que invitaba a Carrillo a comer y le regalaba cohíbas de mil duros, y de niño meón, que una noche nos llevó de putas a Rodrigo y a mí para hablar de negocios y aquello fue el mayor gatillazo que vieron los siglos para desilusión de aquellas chicas de tarifa y buen culo pues resulta que aquel punto tenía voto de castidad y lo mismo que en el convidado de piedra daba el pego hace que cena y no cena etc., creo que no hablará nadie. Aun estoy temblando de lo que ocurrió aquella noche toledana. Aun se me parten las carnes al recordarlo.

Sin embargo, mucho me temo que Rodrigo Royo aunque las fuerzas oscuras hayan intentado borrar su memoria, su vida, la de una gran periodista llena de pasión, truculencias y sobresaltos, como su obra serán hitos de referencia en las facultades de periodismo.

Le llamábamos el Rorro cariñosamente porque bien mirado era un quijote un hombre solo en pugna contra las aspas inquebrantables del sistema. Estaba más sonado o al menos así nos lo parecía entonces que las maracas de Machín pero era un genio. Uno de los mejores periodistas y escritores que dio Valencia desde Blasco Ibáñez – Alcira era su pueblo creo recordar- y entregó a las prensas la novela que les adjunto y cuya lectura recomiendo. Prosas falangistas, ilusión revolucionaria pues la verdad sea dicha y mal que les pese a algunos mendas la revolución social no la hizo aquí ni don Carlitos Marx ni don Pablito Iglesias ni los fabianos ni los curas oiga. Ni la madre que les parió. Todo – ni un hogar sin lumbre ni un español sin pan, derecho al trabajo a una educación y a una seguridad social gratuita- vino de la mano de un señor de Valladolid que se llamaba José Antonio Girón.

El Rorro se empeñaba en conseguir para los españoles algo que tampoco tuvieron estos a lo largo de siglos de su azacaneada historia: la garantía y el derecho a una información veraz e independiente cuando todavía acariciábamos el sueño venidero y factible de una grande y libre y no ésta que no la conoce ni su comadrona.

Ay, amigo, topó con los poderes fácticos contra esas cien familias de los poderes fácticos que han regentado los designios de este pobre país que le pusieron la proa y nuestra nave se fue a pique. La culpa la tuvieron aquellos banqueros sin pilila, podridos de dinero que viajaban a Suiza con maletines cargados de fajos de billetes. Fuimos los primeros en denunciar la corrupción del caso MATESA y los escándalos del gas natural que ha hecho que edificios enteros de la Ciudad Condal hayan estado saltando por los aires. Todo a resultas de un pufo.

Yo te pongo el gas y tú me das a mi comisión. El gas que te voy a instalar es de cota baja por lo que puede haber fugas y desequilibrios en el suministro, pero eso no importa aquí la pela es la pela que para eso somos catalanes. La descripción con aquel individuo del Paseo de Gracia, un usurero de Barcelona que se realiza minuciosamente entre las páginas 130 y 142 de la novela “El Establishment” son verdaderamente antológicas. Nadie ni el propio Dickens siquiera ha conseguido plasmar con tanta solercia descriptiva y vividura lo que es un Shylock. Banquetes de catalanes, meriendas de negros, conjuras judías que desde Barcelona y desde el tiempo de los Reyes Católicos puesto que lo del Descubrimiento e incluso la Expulsión de los hebreos el año 1492 no fue más que una pendencia entre diferentes capillas del pueblo electo vienen disparándose contra la línea de flotación de esta barca de Pedro a la cual denominamos España.

No diga eso, don Verumtamen a ver si lo aspan. Pues eso no está permitido. Es positivamente incorrecto.

Por eso fundó SP porque concebía la vocación periodística como un servicio público al contribuyente, al pechero, a la ciudadanía según gusta ahora de llamar ZP a los compatriotas. Ese es un hijo de la Revolución francesa.

  • ¿Ciudadano cómo quieres morir?

  • Con cuchillas Revlon.

Su visión me produce cierta hilaridad y me hace recordar un famoso anuncio de hojas de afeitar de décadas atrás. La guillotina no ha parado de segar cabezas desde entonces. ¿Te acuerdas de cuando entonces? Uy como no me voy a acordar Pero ¡qué delito has cometido hostias! Pues ser un patriota y un compatriota. Has ido de legal por la vida y así le pinta a usted, don Verumtamen.

En esta novela narra su autor el proyecto y el fracaso del lanzamiento de un periódico en cuatricomía rotaplana composición en offset (se adelantó varios lustros al tiempo que le tocó vivir) el Compás que no es otro que el aludido SP que se tiraba en Guadalajara. Con la Iglesia hemos topado, Sancho. A Rodrigo le aplicaron los 999 números un 666 al revés de “Camino”.

San José María hizo el milagro de ponernos a todos al hilo y a la puta calle joder.

Desde entonces y siendo cristiano pues aquella inmensa duda no hizo reblandecerme sino afirmarme en los principios sólidos de mi fe sigo pensando que ese libro con el Evangelio tiene muy poco que ver. Pero España sigue doliéndome en el corazón como a mi maestro Rodrigo, Ibrahim Heredia el protagonista de esta novela un corazón generoso que abrió mis sendas y en alguno de cuyos personajes me he visto reconocido… José Ángel González “un escritor disparado hacia la consecución del Nóbel por la robustez cervantina de su prosa y la solidez de sus imágenes literarias” o Ambrosio Sánchez Gijón (Félix Ortega) cuyos artículos de tema nacional e internacional nada tienen que envidiar a los ensayos de Ortega y Gasset.

Félix escribía largo también y creo que fue el mejor de todos nosotros. Los que salimos de aquel vivero y de los que Royo hace mención: Iborra, Ángel Vilches, Julio Merino, Juan Pla, Calviño, Julian Ayesta, Dámaso Catalá, Perreta o Gaciño al que describe perfectamente con aquella su perilla de revolucionario ruso salido de alguna covachuiela del San Petersburgo de 1906. Porto, y hasta la Loli que era la hija de la señora de la limpieza y la telefonista que nos traía el café a aquel garaje destartalado de la calle Santiago Cordero en el barrio de los traperos del viejo Madrid cuatrocaminero donde estaba la redacción de SP.

Se me han quedado grabadas algunas escenas de la novela como aquella en el que el banquero Rueda (Vals Taberner) recibe a un colega en una habitación alfombrada de billetes de mil pesetas. Y te mandaba pisarlos para desbastarlos para que perdieran la humedad y adquiriesen pátina de antigüedad cuando estaban nuevos. “Se sabía –dice de Valls- el hombre más guapo de Europa y el mejor vestido”. Luego ni fu ni fa como quedó comprobado en la noche de alternes por los derrumbaderos de la Costa Fleming. El señor de la caja fuerte luego resulta que era un amo sin pilila. Cosas veredes.

Y algunas frases: “Le dolía ver el uso que se había hecho en el país de tanto esfuerzos tantas vidas ofrendadas a los buitres históricos de España”. También me reconozco en este pase: “Cuando estábamos en la ONU él lo pasaba a sus anchas. Tenía un despacho en el tercer piso del edificio azul, un despacho de corresponsal maravilloso con vistas al East River y al otro lado se podía ver Queens y el Bronx”. Seguí la misma senda que mi preceptor y yo también fui corresponsal en la ONU con un despacho con vistas al perfil urbano de New York. Que nos quiten lo bailado.

Lean por favor El Establishemt. Esta novela es un “must” como dicen los ingleses si quieren saber lo que está aconteciendo ahora mismo en nuestra desgraciada patria. Hay muchas maneras de destruir a un hombre y de matarle sin quitarle la vida. Se le cerca se le quitan los créditos se le retira la confianza y después el saludo. Queda acorralado y hecho un pelele hablando solo por las calles en medio del mundanal ruido.

Los conspiradores de ahora quizás tengan y no utilizan pistola como los nihilistas pero siguen matando a gente muy de guante blanco, eliminación sistemática del que incordia que va a parar a las horcas caudinas del gulag de la incorrección política. The beat goes on y las sacas del Madrid de antaño no han terminado en este Madrid de 2006 cosmopolita y brutalmente global. Va otra vez de banqueros catalanes y de asesinos que matan sin necesidad de pegarte un tiro y sin descomponer el gesto.

Pero son mucho más peligrosos que sus abuelos anarquistas. Y, además., Gastan chaquetas cruzadas y son miembros de la Obra..

Royo un valiente le quitó la máscara por una vez a la bestia sin rostro.

16/03/2006

declaraciones de un almirante gallina con sus veinte pagas y otros tantos trienios sobre la invacion de canarias hay que subirlos a bordo. que venga dios y lo vea una afrenta para toperte, churruca, villamil y blas de lezo

 buestra marina al servicio de marruecos


Almirante Teodoro López Calderón, jefe de Estado Mayor de la Armada: «La obligación de un buque de guerra es rescatar inmigrantes en el mar»

Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada, Teodoro López Calderón

El almirante jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), el almirante Teodoro López Calderón, no ve posible aplicar un bloqueo naval de Canarias como plantea Vox ante la actual crisis migratoria y ha recordado que la obligación «legal y moral» de un buque de guerra en caso de encontrar una patera sería el rescate de sus ocupantes.

Vox ha reclamado durante las últimas semanas la intervención de las Fuerzas Armadas para impedir lo que denomina como una «auténtica invasión inmigratoria». «Más de 17.000 invasores ya han asaltado Canarias desde África y decenas de miles más lo harán si no se moviliza al Ejército», reclamó esta semana la formación liderada por Santiago Abascal.

Sin embargo, el jefe de la Armada no ve posible esta petición. En primer lugar, el almirante López Calderón ha recordado en un encuentro con los medios de comunicación que el término bloqueo naval se aplica al bloqueo de un segundo país y no para el propio estado.

Pero además, ha incidido en que cualquier buque de la Armada que localizara una patera tendría la obligación «legal y moral» de rescatar a sus ocupantes y no de impedir su avance.

En este sentido, Vox denuncia que la mayoría de esos migrantes son lanzados desde buques nodriza a pocos kilómetros de las costas españolas. La Armada sin embargo no tiene constancia de la existencia de esos barcos. OPERACIÓN CENTINELA EN 2006

Buques de la Armada ya participaron en la respuesta a la crisis migratoria que vivió España en el año 2006 dentro de la misión ‘Centinela’, pero su operación fue humanitaria debido al elevado nivel de naufragios y muertes en el mar que se estaban produciendo entonces. Su misión constituía básicamente en el rescate de las pateras que se localizaban y cuyos ocupantes estaban en peligro, una labor que ahora ejerce Salvamento Marítimo con sus propios medios.

SI ESTUVIERA EL CAPITAN VILLAAMIL EL MORO NO INVADIRÍA CANARIAS

 











AL MARINO DON FERNANDO VILLAAMIL Y CANCIO CAPITÁN DE TORPEDEROS HÉROE DE SANTIAGO DE CUBA 3 DE JULIO 1898

 

 

A recostín voy de los acontecimientos

Hundido por la ingrata actualidad

El horror me sobrepuja

En medio de cobardes

Sin embargo tú alzaste la bandera

Del honor

Que España no muera

En una mano la escota

En la otra el timón

Firme la mirada en la mar océano

Horizontes de grandeza las Antillas y Filipinas

Calcándote cual filacterias

Las letras del mote

Del escudo de tu casa solariega

Los Villaamil avante

Y la cruz delante

Brisas del abra de Serantes

Hoy soplan tu recuerdo

Heroico capitán

Que amaste a Cuba de piel canela

Muriendo por España y por tu reina

Qué gran lección para estos almirantes acomodaticios y venales

De medallas y estrellas

Y paga y buena nómina en los desfiles

Luciendo en su pechera espantadizos y gallinas

Que está ayudando a la invasión de las Afortunadas

Les suben a bordo, les dan mantas, tazas de té y de café.

España país de albergue y acogida

pero invadida

Una añagaza que esconde aviesas intenciones de reconquista

Un programa sionista

Spain. awake

Pues estás dormida

Escucha los relinchos del caballo del engaño

Que trota con furia de Apocalipsis

Marinos de agua dulce al servicio de la Bestia

Querido capitán nuestro ejército es una ONG de  Soros

Renunció al honor

Mejor que se disuelva

Rompan filas

¡Ar!

Hoy en tu recuerdo valiente asturiano

Vierte lagrimas España entera

Invade las Canarias el moro

Y están al apostadero amarrados a puerto

Nuestros barcos de guerra

¡Qué vergüenza!

Con la colaboración de la ministrilla esa

Papos caídos y medio metro de estatura

La nombraron los judíos

Por venganza

Para la cartera de Defensa

Por roja

Por enana

Por feminista

Por antimilitarista

Todo en España está al revés

Vamos al reconstín de un actualidad perversa

en letanía de desdichas

Es lo que dicen

Y farfullan

Por Radio Macuto

Cámaras y micrófonos en manos del

666

El anosmie habitó entre nosotros

2020-11-28

pusae todo el empeño en esta empresa pero no puso ser. el obispo puso oidos de mercader. encontréd odio y envidia entre los que creía mis compañeros

 

POR FIN NOS REUNIMOS LOS DE LA PROMOCIÓN DEL 55. ¡BENDITO SEA DIOS!

Será el 5 de septiembre en nuestro viejo seminario de Segovia, aquel caserón herreriano en el que enseñó Retórica Diego Laínez, el segundo prepósito de la Cmpañía después de Aguaviva.

En la noche del 9 de agosto, acababa de bisbisear Completas en honor del santo del día: el Santo Cura de Ars, patrono de los párrocos. Todo un síntoma. Siempre le tuve una gran devoción a este cura francés que, corto de luces, y al que siempre tumbaban en latín y estuvieron a punto de negarle las ordenes del presbiterato porque era un negado para el musa /musae pero a fuerza de tesón y con las ayudas y remaches de Sancti Spiritu llegó a dominar la lengua de la Iglesia con la elegancia de un Agustín, de un Cicerón.

Bueno no tanto; pero san Juan María Vianney -en su persona hablaba elocuente el poder de la gracia- le hizo un corte de manga a Voltaire y fue uno de los héroes de la Iglesia que más pelearon contra el diablo, viviendo una época terrible para la iglesia francesa como fueran los días antecedentes a Termidor y al terror de los enciclopédicos muy liberales, equitativos y fraternos pero que acabaron cortando cabezas.

¿No me digan que tales membranzas nos llevan al hic et nunc actual? Cada día tiene su afán y cada tiempo de la iglesia su santo. Pero hay que dar la cara. Y él presentó cara y batalla contra Satanás con el que sostuvo una lucha atroz; fue uno de esos santos valederos para mí al que profeso gran devoción casi desde niño. Por desgracia no todos podemos ser el Cura de Ars.

Entonces sonó el móvil y al otro lado del espacio estaba Ángel San Vicente, el que saltó tan alto "que llegó a cura" (era el cabo gastador del curso) y hoy cura almas de Basardilla y de no sé cuantos pueblos más de nuestra querida diócesis de Segovia, la sede de san Geroteo, si no la más antigua de España al menos una de las que siempre conservó una recia personalidad. Era una voz que no escuchaba yo en medio siglo o más, la del querido compañero, el pipi alto, buen defensa en el equipo y que no ganaba su padre para sotanas, pues cada semestre crecía un palmo, y sostenía aquel tono firme y joven de misacantano cuando arrecharon bandera blanca en la torre de su pueblo, allá en Valverde de Majano hace ya la tira de años.

Pues "business as usual" y "decíamos ayer. Más de medio siglo ha transcurrido pero en las mismas estamos creo que entonces, cada uno portando su cruz, dueño de sus esperanzas, alegrías, desesperos y fracasos. Seguimos en las mismas, algo más viejos y vencidos por la edad. Veteranos pero no anquilosados ni caducos (¡qué más quisieran nuestros enemigos y los que nos persiguen!) y hombres de hoy San Pablo decía: os derriban y no podrán remataros. Por más que la ley de las horas inexorables haya pintado de nieve nuestras colodras, los que todavía conserven el pelo, que algunos estarán calvísimos. Vaya que sí.

Pues fue todo un síntoma lo de la fiesta del Santo Cura de Ars y el libro que tenía yo entre manos que era la Epístola Ad Romanos donde se descubre a los enemigos de siempre que ponen chirlas en el zapato de los pobres apóstoles y chinas en las cáligas de los venerables obispos. Son siempre los mismos: la misma rebeldía, esa protervia, ese odio contumaz a la cruz. Idénticos argumentos. No cambian el chip. Sin embargo, no dicen una verdad y, carentes de escrúpulos o de entrañas, hacen pasar por verdadero lo falso.

La paz significa guerra en su lenguaje; pacto, rendición; laicismo, anticristianismo o ateísmo; Violencia de género -y esta es una sociedad violenta- destrucción de la autoridad paterna, patente de corso para el libertinaje y el adulterio, y emasculación del macho al que las feministas quieren transformar en hombre objeto, en papel decorativo de zángano de colmena; inmigración quiere decir invasión. Hablan de solidaridad a todas horas pero ninguno cree en la caridad cristiana. Y ubi Charitas et amor Deus ibi est, nos recordaba el papa meses atrás en una encíclica, glosando al augusto Agustin. Como han puesto todo del revés y adoran la cruz inversa, todo es posible, todo les está permitido pues su poder carece de límites. Cuentan con el ejecutivo, el legislativo, el judicial, y la massmedia. Ahora tratan de someter a la SRI bajo su férula y esto es lo que más me encorajina a mí.

Así ya se puede, abusones, los ministerios de la Verdad están en vuestras manos.

San Pablo, duro con ellos, se las tuvo tiesas con esa estirpe de adoradores de Belial, y por eso lo degollaron. Pero en fin él fue alférez de nuestra lucha. Y todavía algunos, en medio de nuestras dudas, vacilaciones y humanas miserias, militamos bajo sus banderas.

Alguno tiene que volver a cantarles las cuarenta. Alguno ha de colocarle el cascabel al gato. Al calducho. Al calducho. Ex ore infantium et lactantium y, si no habláis vosotros, serán las piedras las que tengan que contar el caso.

Te entiendo, Remondo, ya sabes, el chiste que nos contaba don Valeriano en tercero de latín de aquel que cruzó una apuesta con uno. A que le digo al alcalde lo que es en sus propios morros. ¡A que sí! ¡ A que no! Ya veremos.

Fueron entonces convidados a una matanza. En la mesa se sentaba el alcalde cacique y tiránico de aquella localidad. Sirvieron el primer plato. Y el buen munícipe algo tirano tuvo ración doblada de "entre claveles y rosas su majestad es coja". El que estaba en la matanza muy bien pudiera haber sido George Bush y su cohorte patibularia de Warmongers agitadores profesionales y profesionales del agit prop que pasan por ser honestos, gente decente y de confianza en apariencia de un probidad. Por dentro son malvados. Aquellos sepulcros blanqueados a los que se refiere Nuestro Señor.

Y ante la carestía de sacerdotes y la penuria de apóstoles ¿por qué no se hace uso de nuestros servicios en lo doctrinal o en lo pastoral a los que iniciamos la carrera y llevados por el ventalle del cambio que sopló sobre nuestra sociedad y la propia iglesia aportando muchas cosas buenas pero llevandose otras en lo atañedero a la fe y a la defensa de los valores cristianos, y que eran medulares a la esencia de nuestra religión [no me refiero a cambios accidentales a los que se daba tanta importancia] que han vaciado algunos aspectos del contenido de la fe, hoy sólo son reminiscencia, no fuimos capaces de culminar la carrera? Si nos llamarán yo gritaría inmediatamente: Adsum. ¡Presente!

Aportaríamos veteranía, un cierto conocimiento de los hombres y el amor imperecedero a la Iglesia por cuya libertad y exaltación oramos. Supongo que mi pregunta propuesta sonará a herejía en muchos oídos o inspirará la sonrisa de compasión que se dispensa a los ilusos y a los que a los ojos del mundo parece que no andan bien de la cabeza. Sin embargo, el pensamiento de Dios, y su lenguaje, va por sendas diferentes a las de los hombres. Toda nuestra esperanza está en Él.

Recuerdo a muchos obispos que andan también sumidos en la confusión de estos convulsos tiempos que la SRI hubo un tiempo en que era un poder independiente frente al poder civil e incluso plantaba cara a las tropelías y malfetrías de la jurisdicción. Añoro a aquellos Gelmírez, a aquellos Ximenez de Rada, caballeros con espuelas de oro que alternaban la mitra con el casco de acero pues vita militia est y eran capaces de defender a su grey incluso con la espada. Actualmente entre los creyentes crece una sensación de indefensión y de indiferencia. Parece que nos dicen: los cristianos a los leones. Habéis hecho las diez de últimas. Y sin embargo...

No he de callar por más que con el dedo, signando ya los labios ya la frente, silencio avises o menaces miedo, ¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Ha de sentirse lo que se dice, nunca decir lo que se siente(1)

Sus predios eran inviolables y la iglesia y los monasterios brindaban protección a los perseguidos. Acogerse a altana se llamaba esa figura y con esas intenciones yo diría que me gustaría refugiarme dentro del recinto sagrado de nuestro viejo seminario. Acaso esta ilusión no sea más que un sueño, un desiderátum quijotescos pero no sólo de pan vive el hombre. Y la fortuna ayuda a los audaces.

Hoy, en los días del pensamiento único y de las decisiones unilaterales aparentemente democrática pero fruto de la componenda y del trapicheo, cuando unos pocos deciden el futuro de unos muchos, hay mucho trágala. Vive mucha más gente perseguida, ninguneada y pisoteada en sus derechos de lo que parece. Nos sume la batahola del doble lenguaje que alimenta el monstruo de la confusión, la contumelia y la tristeza. El pensamiento plano reclama sumisiones al Nuevo Orden y al Doble Lenguaje que pronosticó George Orwell.

Cunde la apostasía y eso es aterrador. En sus orígenes la Barca del Pescador alzó proa contra las olas del pensamiento único, plasmado en el sincretismo pagano y la férula ideológica del Sanedrín. Quizás tengamos que volver a los orígenes, aunque sin obviar los dos mil años de nuestra tradición milenaria, el martirologio, la liturgia y el rito latino (soy partidario de la misa y las preces en ese idioma, según las recomendaciones de S. S. Benedicto XVI y del celibato ad libitum de los presbiteros, una norma que es contingente, procedente de un canon del Concilio de Toledo , no de un mandato de los apostoles, y que no fue firme hasta el siglo XIV, a instancia de los papas de Aviñón para la iglesia latina), y todo lo demás se nos dará por añadidura. Toda religión ha de ser mistérica y culto de adoración, como legataria de los viejos ritos órficos. A veces el lenguaje de Dios no tiene porque entenderse. Pero está ahí. Es palabra de vida.

La Bestia, con todo, es muy fuerte. Convendría rezar con más frecuencia al Arcángel San Miguel y que la oración del "Sub tuum praesidium" no se apee de nuestros labios. Tengo ganas de volver al seminario y cantarle salves al Virgen de los Tránsitos como lo hacíamos con tanto fervor e ilusión en aquellas sabatinas de Mayo.

Las verdades al lucero del alba. Aunque duelan. Retumbe sonora la voz de los diáconos. Ha habido una matanza en el Caúcaso y un tipo que debe de ser pariente de Stalin pues se llama Dzhigasvili o algo parecido ha organizado un holocausto en toda la regla y ha acusado a los rusos de la masacre cuando los autores de los bombardeos que asesinaron a victimas inocentes eran aviones norteamericanos. Vivimos en un mundo bronco donde nada es lo que aparece, donde se proclama la verdad útil. Un mundo plagado de trampas y de recursos torticeros.

Otra vez regresan las guerras de nuestros antepasados y nada menos que a una región tan peligrosa como es el Monte Ararat donde posó el Arca de Noé. Me perdería en consideraciones sobre arcas y alianzas pero preferí la noche pasada escuchar el responso doliente de un chantre ortodoxo que entona las preces desde un monasterio lejano en esta mañana de domingo a través de una radio lejana que las elaboradas explicaciones interesadas de los entendidos de la Sienén. Otra vez Rusia, la Rusia cristiana, fue agredida, y aquí se trata vender la idea de que fue la agresora. Nos rodean por todas partes los profetas falsos y los manipuladores de la verdad.

Porque son breves nuestros días y nuestro paso por la tierra como el humo. La voz de ese monje sigue resonando en las cavidades lo mismo que la de mi viejo compañero de curso que hoy me ha llamado. "Alcalducho". "Alcalducho". Bueno vayamos al caldo que luego vendrán las morcillas. Por fin nos reunimos. Loado sea Dios.

No estamos viejos. Solo de cuerpo. Pero nuestro amor a los hombres no menguó y seguimos tan ilusionados con el mundo, amando a los hombres como entonces. Claro que ya vamos de vencida. Pero la palabra y el amor el verdadero amor que conocimos en el viejo caserón alguna veces a palo pero ello no es óbice para que sigamos amando a la iglesia, aunque la critiquemos pues las cartas cantan y así lo dicen las epístolas de San Pablo. Una cosa es la cáscara, lo exterior, y lo que es accidente y otra la medula eterna de nuestra comunión con Cristo.

El día 5 de septiembre a la sombra del la Aceitera estaremos dispuestos a entonar un Te Deum, con la secuencia del Veni Creator o el himno de San Frutos, si nos vaga. Acudid a la cita, hermanos. Hoy estoy lleno de ardores. Día de San Lorenzo diácono de Huesca. Ando en ascuas. Ya soy tostoncillo asado de un lado y pediré al pretor que me den la vuelta. No cabe el regreso al pasado. Esa es mi oferta. Y las condiciones para la vuelta al redil, consignadas arriba. Mi fe no es más que la fe de la Iglesia, aunque tal vez esté soñando con los ojos abiertos. ¿Un iluminado? Ese remoquete ya lo he escuchado unas cuantas veces. Pues bueno. Pax vobis, mis queridos pipis. Paz y Bien. Sí soy un iluminado. Corramos un tupido velo