2021-01-11

la gran evasión suprema decepción fracaso de mis intentos por la promoción de sacerdotes abuelos eñ vaticano prestó a mi demanda oídos de mercader











Seminario desierto duelen los recuerdos

 

Semblanzas y añoranzas

Todos los días la misa y el breviario

Liturgias  latinas

Quise ser clérigo

Pero soy un hombre casado

Enderecé mis pasos

Hacia el viejo seminario

Tránsitos vacíos

Caras conocidas

Pero no reconocidas

Allí ya no estaba el niño que fue

de la Schola cantorum

Todo ha cambiado

Templos cerrados

bancos espectrales

silentes retablos

El gran rodillo  trituró nuestros sueños

ha pasado la apisonadora apocalíptica

Esta Iglesia ya no es mi iglesia

Todo ha degenerado

Barca de Pedro navegando a la deriva

Timón escota y jarcia en mano

El timonel argentino va borracho

Ha entregado las llaves de san Pedro

Al terror del milenario

Se rieron de mí

Me insultaron

El chaquetero Porreros

Se fue a un puticlub

El Herguedas fue nefasto

Pues de Cuellar nada bueno podrá salir

Aquel hijo del cabo de la guardia civil

de Vegafría que torturaba a los ciclistas

que pedaleaban por la cuesta Tejares

sin candil

Serrano el primero de la clase

El más lerdo y más fanático

No eres de los nuestros

Me dijo

Ni te queremos ni admiramos

¿Habíais leído mis libros?

repuse yo humilde

No porque sus paginas son gusanos

Serrano el lechuguino de Posadas

Un hijo de la gran puta

Crispé los puños ante la injuria

 plegué la navaja

Y fuime por donde había venido

Para no ver a los del curso nunca más

Segovia conversa católica y cruel

Risa de hiel

Morada del falso amigo

Lunas de enero al pie de la catedral

Tabernas de la calle Escudero

Vendió el obispo el palacio episcopal

Arciprestes y presbiterios de mi quinta

Todos padecen de algún trauma mental

Por las tardes juegan al capadillo o al julepe

O se embostan de encíclicas y vino de misa

En la sala capitular

Algunos fueron capados

Otros barajan la brisca sin parar

Sin embargo a mí esta gentuza

Mi fe en Cristo no me quitará

Oh católica y cruel majestad









































































































 

ante el nuevo expolio de nuestra patria VIVA EL CID CAMPEADOR




 





VIVA EL CID CAMPEADOR CABALLERO DE CRISTO

 

Decía Larra el afrancesado que había que candar el sepulcro del Cid con siete llaves. Yo digo lo contrario:"¡qué buen vasallo si hubiese buen señor". España debe volver a su historia, olvidándose de la cretinización ambiente y la cobardía que nos envuelve a los españoles que hemos renunciado a nuestra lengua y a nuestra historia. Fue don Rodrigo Díaz el caballero muzárabe casado con una fiel asturiana el que peleó por España para ganarse el pan siguiendo los consejos paulinos de que la vida es milicia, un constante batallar, batallando a veces contra los moros y otros con ellos en contra de aquellos condes jactanciosos tocados del morbo visigótico y preterido por un rey que no le supo comprender porque ya lo dijo el Cantar de Mio Cid Castiella face los omes y los desface. Se apoyó para sus campañas en el oro judío sin reparos a engañar a estos con la estrategia del arca llena de arena que hizo pasar por tesoro de oros. Fue la semblanza de un luchador contra la injusticia y el mal inscritos en la condición humana. Pasó en la afrenta de Cospes cuando sus dos hijas doña Elvira y doña sol fueron ultrajadas por dos mangantes. Vita militia est. Batallemos sí pero sin violencia y sin rencor buscando el reino del amor y la justicia lo demás se nos dará por añadidura. Fue un templario un verdadero caballero de Cristo al que injurian ahora los que rescriben nuestra historia y ponen todo del revés. En España quedan muchos malvados y traidores. Abramos el sepulcro del Cid que pervive aun cuando lo robaran y profanaran los franceses. Devolvamos a Raquel y Vidas usureros la jugada. Sus adeptos nos tienen enemigas desde entonces para hacernos desaparecer como nación

 


CARTUJO

 

QUISE SER CARTUJO

San Bruno me tocó

Misterioso

Las cuerdas del alma

Escapulario níveo

Y blanca cogulla

El silencio es oro

La palabra plata vana

Vivimos aturdidos entre tanta plática

Cantar vísperas a la tarde

Y maitines de madrugada

Porto a este santo alemán

Bruno de Hartenbush

En mi mirada

Huid de la conversación ocioso

Escuchad

La voz interior

De Dios

Que os habla

Para morir al mundo

Y nacer a una vida

Que no acaba


 

NIEVE EN STATEN ISLAND

 

Recuerdo el viento frío

Y la nieve que caía en la mejana

Isla llana. Nueva York se expandía

Entre llamazares y charcas

El pato salvaje anidaba

Por los cañaverales

Nueva York tiene el alma frágil

De carrizo pero es la voluntad de ser

Una gran manzana

Aglomeración de etnias

Y de países

Aprendía allí a mirar

Al mundo con otros ojos

Escribiendo crónicas aventajadas

Y paseando con mis niños

Mi mujer y mi cuñada

Por el parque del Golden Green

Una mañana de nevasca

Vi venir a mí pisando la nieve

A un monje negro

De luengas barbas

Que entonaba el Gospodi

Y la melodía se expandía por el sabaoth bóveda triunfal de los rascacielos

De la gran manzana

El monje era ruso

Venía de Alaska

Su rostro poseía un aire místico

De velas contemplativas

Y el silencio de mil años

En la claustra

Esta visión la tuve

En Staten Island

La isla de los muertos y de los piratas

Que mi resurrección auspiciaba

Dije: "Gospodi achisti grieji nas"

(Señor perdona mis pecados)

de la vida pasada.

Aquel día yo supe

Que el blanco meteoro

Purifica las almas