NIEVE EN STATEN ISLAND
Recuerdo el viento frío
Y la nieve que caía en la mejana
Isla llana. Nueva York se expandía
Entre llamazares y charcas
El pato salvaje anidaba
Por los cañaverales
Nueva York tiene el alma frágil
De carrizo pero es la voluntad de ser
Una gran manzana
Aglomeración de etnias
Y de países
Aprendía allí a mirar
Al mundo con otros ojos
Escribiendo crónicas aventajadas
Y paseando con mis niños
Mi mujer y mi cuñada
Por el parque del Golden Green
Una mañana de nevasca
Vi venir a mí pisando la nieve
A un monje negro
De luengas barbas
Que entonaba el Gospodi
Y la melodía se expandía por el sabaoth bóveda triunfal de los rascacielos
De la gran manzana
El monje era ruso
Venía de Alaska
Su rostro poseía un aire místico
De velas contemplativas
Y el silencio de mil años
En la claustra
Esta visión la tuve
En Staten Island
La isla de los muertos y de los piratas
Que mi resurrección auspiciaba
Dije: "Gospodi achisti grieji nas"
(Señor perdona mis pecados)
de la vida pasada.
Aquel día yo supe
Que el blanco meteoro
Purifica las almas
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