2022-05-14

 THE DAY HELEN WAS BORN


 


He woke up splendid but then the air turned haze. Westow Croft Maternity in North Yorkshire was an old mansion that had served as a blood hospital during the war. Few know of the strength and suffering of the English people during that fight when the Germans bombed the entire county. It was a Victorian building surrounded by pine trees behind a cemetery. I went in the early hours of the morning and they didn't let me in:


—Your wife is in labor


My wife had been transferred in an ambulance at dawn and I hitchhiked to York and from there I moved to the town on a barren called “moors” where the wind blows hard. I was very nervous and I amused myself taking walks around the place, there was not a soul, I entered the cemetery. I remember well there was a recent burial of a twenty year old girl. The flowers and the mortuary wreath were fresh and the disturbed earth was piled up in a mound. I took out the rosary that I always carry with me and prayed the five mysteries for that unknown young woman who had just been buried precisely when my daughter was about to be born. It was a slow and difficult birth. Suzanne was given chloroform, no epidural. In the 1970s, English gynecology was still in its infancy and seemed very primitive to me. All day I entertained myself absorbed in my thoughts. Finally, at half past nine at night, precisely at that time I had come into the world twenty-six years ago, my first daughter arrived in this valley of tears; I still can't get rid of that impression. Suzanne was tired but she gave me a smile with her gay green eyes, she was a beautiful woman the most beautiful in England and she squeezed my hand. And I told her: “Well done Zanny you are a heroine”. Shortly after, Dr. Isherwood, brother of the famous English poet of the 1930s, approached and shook my hand:


 —Mister Parra you have a beautiful daughter.


—Thank you Sir, She is going to be beautiful. We'll call her Helen the shining one.


Isherwood was Pocklington's doctor, he always had a leather briefcase in his hand and a smile on his lips, the stethoscope hanging from his chest. He was the classic English doctor with good bed side manners.


Suzanne's mother and I took a taxi back to Wilberfoss. My poor mother-in-law from whom my wife had inherited her beauty was a bundle of nerves. I think we celebrated the arrival of my firstborn with half a pint of ale me and a babysham ni mother-in-law, it was twelve o'clock at night when we entered our house in Wilberfoss. There was still light in the sky. The limelight the interlubrican of the northern hemisphere. Helen wanted to be born when the days are the longest of the year. Waiting for the midnight sun. The nerves, the love and the longing of that day have not passed me yet. It took me a while to sleep and I wrote this poem


 


WESTOWCROFT CEMETERY


 


Some come and others go, that's how life rolls on and on


Nobody remembers you deceased buried here but I murmur a prayer for your soul when my daughter is going to be born


You sleep there in the churchyard behind the Norman tower of the church


Rest because you are promises under the grass


Of a new life that begins


I can comfort you by saying that there is no death


Vita mutatur non tollitur

Life changes, it doesn't take away


the resurrection will come


sleep and rest


waiting for your arrival


christ will come


The wells of dawn will frolic in the cove


You will hear the cricket sing


in the interregnums


They are secret documents that my Faith has revealed to me


You are dead in hope


 


 


 


HELEN OLIVIA ISABEL JOANA


 


 


Go with such names to life


daughter of my entrails


To the joy of living from suffering, and suffering


Elena the resplendent


Olivia olive branch


what peace you brought us


Fruit of our love and our blood


You were given to us by God


meat of my meat


crying of my crying


Life of my life


that you made more beautiful


 


SAINT JOHN OF BEVERLEY BISHOP AND MARTYR


 


I am dark night


 trafago of my books christmas eve that returns once more


The short and cold nights of Santa Lucia


I hear the bells from the tower of Beverly Cathedral


And the sounds chime your name


That when pronouncing it, the pitchers of happiness of the Danaides are filled


It was the glory of being you


And your image of that girl's photo


Playing with the sand on a Welsh beach


that I carried in my wallet


distant, think,


next feel


Well in love never dies


It is one and indivisible


the smoke from my pipe


Go up to the porches of my room


This little cell where I take refuge


With writing message


I play chess with words


I despair and I get excited


I run away. I cry and shut up


Quiet is the night


An angel next to me smoked


A cigarette


It is comforting to feel the beating of its wings


When it was


He left never to return


And she left on her

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 EL DÍA QUE NACIÓ HELEN

 

Amaneció espléndido pero luego tornó el aire de calima. La maternidad de Westow Croft al norte del Yorkshire era una vieja mansión que había servido de hospital de sangre durante la guerra. Pocos saben de la entereza y sufrimientos del pueblo inglés durante aquella contienda cuando los alemanes bombardearon todo el condado. Era un edificio victoriano rodeado de pinares detrás un cementerio. Acudí a primeras horas de la mañana no me dejaron pasar:

—Your wife is in labour

A mi mujer la habían trasladado en una ambulancia de madrugada y yo hice autostop hasta York y desde allí me trasladé a la localidad en un yermo que llaman  moors” donde el viento sopla con ganas. Estaba yo muy nervioso y me entretuve dando paseos por el lugar, no había un alma, penetré en el cementerio.  Lo recuerdo bien había una sepultura reciente de una muchacha de veinte años. Las flores y la corona mortuoria estaban frescas y la tierra removida se amontonaba en un túmulo. Saqué el rosario que siempre llevo conmigo y recé los cinco misterios por aquella joven desconocida que acababa de ser inhumada precisamente cuando mi hija estaba a punto de nacer. Fue un parto lento y difícil. A Suzanne la pusieron cloroformo nada de epidural. En los años setenta la ginecología inglesa estaba aún en agraz y me pareció muy primitiva. Todo el día me entretuve ensimismado con mis pensamientos. Por fin a las nueve y media de la noche precisamente a esa ahora había venido yo al mundo  veintiséis años atrás llegó mi primera hija a este valle de lágrimas; aun no consigo zafarme de aquella impresión. Suzanne estaba cansada pero me lanzó una sonrisa con sus ojos verdegay, era una mujer hermosísima la más bella de Inglaterra y apretó mi mano. Y le dije: “Well done Zanny you are a heroine”. Al poco rato se acercó el doctor Isherwood hermano del famoso poeta inglés de la década de los Treinta y estrechó mi mano:

 —Mister Parra you have a beautiful daughter.

—Thank you Sir, She is going to be beautiful. We´ll call her Helen the shining one.

Isherwood era el medico de Pocklington, siempre llevaba una cartera de cuero en la mano y una sonrisa en los labios, el fonendoscopio colgado del pecho. Era el clásico doctor inglés with good bed side manners.

La madre de Suzanne y yo tomamos un taxi y regresamos a Wilberfoss. Mi suegra la pobre de la cual había heredado mi esposa su belleza era un manojo de nervios. Creo que celebramos la llegada al mundo de mi primogénita con media pinta de ale yo y un babysham ni suegra, eran las doce de la noche cuando entramos en nuestra casa de Wilberfoss. Todavía había luz en el cielo. The limelight  el entrelubricán del hemisferio norte. Helen quiso nacer cuando los días son los más largos del año. Esperando el sol de media noche. Los nervios, el amor y la añoranza de aquella jornada no se me pasaron todavía. Tardé en dormir y escribí este poema

 

WESTOWCROFT CEMETERY

 

Unos vienen y otros van que así es la vida rueda que no cesa

Nadie se acuerda de vosotros difuntos aquí enterrados pero yo murmuro una oración por vuestra alma cuando mi hija va a nacer

Dormís ahí en el cementerio detrás de la torre normanda de la iglesia

Descansad pues sois promesas bajo el césped

De una nueva vida que empieza

Os puedo consolar diciendo que no hay muerte

Vita mutatur non tollitur

La vida cambia no se arrebata

Vendrá la resurrección

Dormid y descansad

Esperando su llegada

Cristo vendrá

Retozarán los pozos del alba en la ensenada

Oiréis cantar al grillo

En los interregnos

Son secretos documentos que mi Fe me ha revelado

Muertos sois en la esperanza

 

 

 

HELEN OLIVIA ISABEL JOANA

 

 

Ve con tales nombres a la vida

Hija de mis entrañas

A la alegría de vivir del sufrir, y padecer

Elena la resplandeciente

Olivia rama de olivo

Que paz nos trajiste

Fruto de nuestro amor y nuestra sangre

Nos fuiste dada por Dios

Carne de mi carne

Llanto de mi llanto

Vida de mi vida

Que tú tornaste más hermosa

 

SAN JUAN DE BEVERLEY OBISPO Y MÁRTIR

 

Estoy noche oscura

 trafago de mis libros vísperas de navidad que vuelve una vez más

Las noches cortas y frías de santa Lucía

Escucho las campanas de la torre de la catedral de Beverley

Y los sonidos repican tu nombre

Que al pronunciarlo se llenan los cántaros de dicha de las Danaides

Fue la gloria de ser tú

Y tu imagen de aquella foto de niña

Jugando con la arena en una playa de Gales

Que yo llevé en la cartera

Lejano, pensar,

Próximo sentir

Pues en el amor no muere nunca

Es uno e indivisible

El humo de mi pipa

Sube hacia los portantes de mi cuarto

Esta pequeña celda donde me refugio

Con recado de escribir

Juego al ajedrez con las palabras

Me desespero y me entusiasmo

Huyo. lloro y callo

Quieta está la noche

Un ángel a mi vera fumaba

Un cigarrillo

Es consuelo sentir el batir de sus alas

Cuando fue

Se fue para no volver

Y dejó en su partida

Regueros de pensamientos de libros

Que nunca escribí

 DELITESCENT


 


Delitescens is a beautiful Latin word meaning to hide and in the midst of so much noise and screaming, many of us have no other choice but to hide.


We fled to the desert looking for an apartment that would distance us from the media horde. The loudspeakers of the ether keep referring to the Corona Virus. It has become the fray and trough of the media. I'm not making this cataphasis or affirmation out of hand, I'm not crazy either, although sometimes I look back with anger and feel the sting of memories that hurt me.


My soul is raw and that's why I write from this catabulum. zaquizamí literary zulo, watering hole and refuge or stable in the basement of my home converted into an oratory, smoking room, desk, library and apiarium (apiary) where I drink the attic sweetness of the honey of the word.


All that is no longer useful for anything is to my liking. They say that I am a man who lives in yesterday and I take refuge in the machicolations of the old wall of York sentinel in my embrasure listening to the evolutions of the River Ouse that flows until wedlock with the Thames, the winds change. Yesterday we had milk, today the terral is blowing and you, Etsi, where will you be? What will have become of your life? You married? like me. And yes, I went through the vicarage again, but this second substitute love for what you and I had was a bitter pill, I put a cross on my back, I rented an Aragonese mule that kicks me every day, I hired an executioner. Noramala, because my second wife became my henchman. She became the arráez that whipped my back with the whip of ignominy and I have been paddling through the seven seas under the shadow of that whip that whips the poor unsuspecting comitres condemned to galleys. It is the fate that awaits the insane and the criminal. I regret my luck because far from you this is not life. Fate treated me cruelly, although I think I deserved it for the mistreatment I gave you, the jealousy, the voices, the recriminations. I live surrounded by papers and written words that the wind will carry. Sometimes girdled with a bundle, I sing the trade. Hear us God. I had a sweet tooth for words because I firmly believe in the axiom that in the beginning was the Word and words keep a bit of that divine breath. Am I crazy lost? They have all shed their skin (versipelis) I continue to adhere to my principles. Am I a diamond in the rough or a flower in agraz which has not quite matured? Quiet. The peristyle is still in its sheath. It dawns every day. To all this is directed my cry against the sidewalk preachers. The emulators of Fray Gerundio de Campazas have returned to the gatherings. They no longer speak of eternal life but of methods to preserve health. Radio Carcamal vociferates against toxins and Don Rafa turns his cape into a coat, vociferating against the dangers of cancer, crassitude, sedentary life and lack of exercise. The whole country puts on their sandals and runs down the sidewalks. A barrage of information tells us about the dangers of Covid, which has become the driving force of the system. Internet pages are a perpetual obituary that brings us every morning the list of the deceased. Against the grain of his sermons, I am not going to quit smoking no matter how much these gentlemen thunder my meninges warning me of the dangers of tobacco, there will always be an enemy in perspective, someone to fight against. Once it was the Russians. When I lived on the Island of the Dead (Staten Island) I was always on the job site listening to the news from Manhattan Radio WW700W7. This station from time to time interrupted its broadcasts. An alert siren sounded and at last the smug voice of an announcer emerged to make a call:


—Dear listeners, this is an alert drill. Attention. Attention. If it had been a real emergency, we would give them instructions on how and where to go to one of the different shelters on this island.


I was scared to tune in to such a message. I was thinking of the war of the worlds. They are already here. The Russians are coming. As in Wells's War of the Worlds that spread panic in that capital. I thought that we live in a world in which fiction is intertwined with reality and in the supremacy of the media to dominate the masses. He was Jimmy Carter's America, a disciple at the Annapolis war academy of Admiral Rickover, a specialist in intercontinental missiles. It was the 70's when the Yankees lived in full effervescence of the wars of the galaxies. The Soviets were the bad guys, just like the virus and tobacco are now. Ronaldo Reagan won it and it would determine the fall of the USSR. For my part, poor little Spaniard born in a provincial city, an episcopal city like York had landed since the Middle Ages on the Big Apple, the emporium of the future, the automatic city that Julio Camba said. He was nothing but a ruinlicker

FIFTY TWO YEARS AGO HELEN WAS BORN LAMENTS AND GREAVINGS OF A STRANGER FATHER. EVEY DAY I PRAY FOR HER HEPPINESS I AM VERY PROUD OF HER

 

 

HISTORIA DE UN AMOR INGLÉS

 PERIODISTA 1966

 

 

DELITESCENTE

 

Delitescens es una bella palabra latina significado esconderse y en medio de tanta bulla y de tanto grito a muchos no nos queda otro remedio que encuevarnos.

Huimos al desierto buscando un apartamiento que nos aleje de la horda mediática. Los altavoces del éter no cesan de referirse al Corona Virus. Se ha convertido en el afrecho y abrevadero de los medios. Esta catafasis o afirmación no la hago a humo de pajas, tampoco estoy loco aunque a veces miro para atrás con ira y siento el punzón de los recuerdos que me hieren.

Tengo el alma en carne viva y por eso escribo desde este catábulo. zaquizamí zulo literario, abrevadero y refugio o cuadra en el sótano de mi morada convertido en oratorio, fumadero, escritorio, biblioteca y apiarium (colmenar) donde libo el dulzor ático de la miel de la palabra.

Todo eso que ya no sirve para nada es de mi gusto. Dicen que soy un hombre que vivo en el ayer y me refugio en los matacanes de la antigua muralla de York centinela en mi tronera auscultando las evoluciones del río Ouse que fluye hasta matrimoniar con el Támesis, los vientos cambian. Ayer teníamos lebeche, hoy sopla el terral y tú, Etsi, ¿dónde estarás? ¿Qué habrá sido de tu vida? ¿Te casaste? como yo. Y sí volví a pasar por la vicaría pero este segundo amor sucedáneo de lo que tuvimos tú y yo fue un trago amargo, me eché una cruz a la espalda alquilé una mula aragonesa que me cocea cada día, contraté una verduga. Noramala, porque mi segunda mujer se convirtió en mi esbirra. Pasó a ser el arráez que fustigaba mis espaldas con el látigo de la ignominia y he ido bogando por los siete mares bajo la sombra  de ese rebenque que fustiga a los pobres cómitres incautos condenados a galeras. Es el destino que aguarda a los locos y a los criminales. Lamento mi suerte porque lejos de ti esto no es vida. El destino se portó conmigo de manera cruel si bien creo que lo tengo merecido por los malos tratos que te di, los celos, las voces, las recriminaciones. Vivo rodeado de papeles y de palabras escritas que llevará el viento. A veces ceñidos los lomos con un atillo, canto el oficio. Escúchenos Dios. Fui un goloso de palabras porque creo firmemente en el axioma de en el principio era el Verbo y las palabras guardan un poco de ese aliento divino. ¿Estaré  majareta perdido? Todos han mudado de piel (versipelis) yo continuo adherido a mis principios. ¿Soy un diamante en bruto o una florecilla en agraz la cual no acaba de madurar? Tranquilos. El peristilo sigue en su vaina. Amanece todos los días. A todo esto se dirige mi clamor contra los predicadores de vereda. Han  regresado a las tertulias los émulos de fray Gerundio de Campazas. Ya no hablan de la vida eterna sino de los métodos para conservar la salud. Radio Carcamal vocifera  contra las toxinas y don Rafa hace de su capa un sayo vociferando contra los peligros del cáncer, la crasitud, la vida sedentaria y falta de ejercicio. Todo el país se calza las abarcas y se tira a correr por las veredas. Un aluvión de informaciones nos refieren los peligros del Covid que se ha convertido en eje de marcha del sistema. Las páginas de Internet son un perpetuo obituario que nos traen cada mañana la lista de los fallecidos. A contrapelo de sus sermones yo no voy a dejar de fumar por más que estos señores me atruenen las meninges advirtiéndome de los peligros del tabaco, siempre habrá de tenerse en perspectiva un enemigo, alguien contra el cual batirse. Antaño fueron los rusos. Cuando yo vivía en la Isla de los Muertos (Staten Island) siempre estaba a pie de obra escuchando las noticias de una emisora de Manhattan Radio WW700W7. Dicha estación cada cierto tiempo interrumpía sus emisiones. Sonaba una sirena de alerta y al cabo surgía la voz engolada de un locutor para realizar un llamado:

—Estimados radioescuchas, esto es un simulacro de alerta. Atención. Atención. Si hubiese sido una emergencia real, les impartiríamos instrucciones sobre cómo y adónde acudir a un refugio de los diferentes que hay en esta isla.

Yo estaba acojonado  al sintonizar tal mensaje. Pensaba en la guerra de los mundos. Ya están aquí. Que vienen los rusos. Como en la Guerra de los Mundos de Wells que hizo cundir el pánico por aquella capital. Pensaba que vivimos en un mundo en el cual la ficción se entrevera con la realidad y en la supremacía de los medios de comunicación para dominar a las masas. Era la América de Jimmy Carter discípulo en la academia de guerra de Anápolis del almirante Rickover especialista en mísiles intercontinentales. Eran los años 70 cuando los yanquis vivían en plena efervescencia de la guerra de las galaxias. Los malos eran los soviets como ahora es el virus y el tabaco, Ronaldo Reagan la ganó y determinaría la caída de la URSS. Yo por mi parte pobrecito español nacido en una ciudad de provincias había aterrizado desde el medievo una ciudad episcopal como York sobre la Gran Manzana el emporio del futuro la ciudad automática que decía Julio Camba. No era más que un lamerruinas que viajaba desde el humanismo católico y sentimental hacia la tecnología del gran diseño de los nuevos amos  del mundo. Todas aquellas garamainas me sonaban a pollo frito de Kentucky. Cogí el tranquillo.

Un día escuché una voz interior que me dijo:

Tú serás el Rey del Pollo frito… Rey de Gallos por la Candelaria.

A continuación vi dibujarse en el cielo una carta. Era la sota de bastos.

─¿El apocalipsis?

─Hombre, todavía no aunque ya falta menos.

 

Me costó lo mío pero aquel mensaje de la radio de Manhattan emitiendo noticias las  24 horas del día para la ciudad que no duerme y aterriza como puedas marcó mi existencia, desde entonces tengo pesadillas y, émulo del almirante Rickover, odio la guerra especialmente una de  exterminio que supondría una conflagración nuclear. Pero ya están ahí en Ucrania. Después del virus, ahora la guerra. Luego, el hambre y la desnudez.

Aquello me marcó, conservo su huella indeleble. Vivimos con miedo a la bomba aunque no deja de ser una ironía que el enemigo a batir sean las toxinas que encargó mister Trump a los chinos y esas toxinas corporales y bacterias que andan por el aire al que se refiere don Rafa el de Radio Carcamal. Hago propósito de apagar el transistor que no deja de difundir proclamas y consignas sobre los peligros del tabaco y la vida sedentaria, yo seguiré escribiendo en mi catábulo del jardín de atrás y fumando en pipa, mi cachimba estamos unidos hasta que la muerte nos separe

 

 

 

EL DÍA QUE NACIÓ HELEN

 

Amaneció espléndido pero luego tornó el aire de calima. La maternidad de Westow Croft al norte del Yorkshire era una vieja mansión que había servido de hospital de sangre durante la guerra. Pocos saben de la entereza y sufrimientos del pueblo inglés durante aquella contienda cuando los alemanes bombardearon todo el condado. Era un edificio victoriano rodeado de pinares detrás un cementerio. Acudí a primeras horas de la mañana no me dejaron pasar:

—Your wife is in labour

A mi mujer la habían trasladado en una ambulancia de madrugada y yo hice autostop hasta York y desde allí me trasladé a la localidad en un yermo que llaman  moors” donde el viento sopla con ganas. Estaba yo muy nervioso y me entretuve dando paseos por el lugar, no había un alma, penetré en el cementerio.  Lo recuerdo bien había una sepultura reciente de una muchacha de veinte años. Las flores y la corona mortuoria estaban frescas y la tierra removida se amontonaba en un túmulo. Saqué el rosario que siempre llevo conmigo y recé los cinco misterios por aquella joven desconocida que acababa de ser inhumada precisamente cuando mi hija estaba a punto de nacer. Fue un parto lento y difícil. A Suzanne la pusieron cloroformo nada de epidural. En los años setenta la ginecología inglesa estaba aún en agraz y me pareció muy primitiva. Todo el día me entretuve ensimismado con mis pensamientos. Por fin a las nueve y media de la noche precisamente a esa ahora había venido yo al mundo  veintiséis años atrás llegó mi primera hija a este valle de lágrimas; aun no consigo zafarme de aquella impresión. Suzanne estaba cansada pero me lanzó una sonrisa con sus ojos verdegay, era una mujer hermosísima la más bella de Inglaterra y apretó mi mano. Y le dije: “Well done Zanny you are a heroine”. Al poco rato se acercó el doctor Isherwood hermano del famoso poeta inglés de la década de los Treinta y estrechó mi mano:

 —Mister Parra you have a beautiful daughter.

—Thank you Sir, She is going to be beautiful. We´ll call her Helen the shining one.

Isherwood era el medico de Pocklington, siempre llevaba una cartera de cuero en la mano y una sonrisa en los labios, el fonendoscopio colgado del pecho. Era el clásico doctor inglés with good bed side manners.

La madre de Suzanne y yo tomamos un taxi y regresamos a Wilberfoss. Mi suegra la pobre de la cual había heredado mi esposa su belleza era un manojo de nervios. Creo que celebramos la llegada al mundo de mi primogénita con media pinta de ale yo y un babysham ni suegra, eran las doce de la noche cuando entramos en nuestra casa de Wilberfoss. Todavía había luz en el cielo. The limelight  el entrelubricán del hemisferio norte. Helen quiso nacer cuando los días son los más largos del año. Esperando el sol de media noche. Los nervios, el amor y la añoranza de aquella jornada no se me pasaron todavía. Tardé en dormir y escribí este poema

 

WESTOWCROFT CEMETERY

 

Unos vienen y otros van que así es la vida rueda que no cesa

Nadie se acuerda de vosotros difuntos aquí enterrados pero yo murmuro una oración por vuestra alma cuando mi hija va a nacer

Dormís ahí en el cementerio detrás de la torre normanda de la iglesia

Descansad pues sois promesas bajo el césped

De una nueva vida que empieza

Os puedo consolar diciendo que no hay muerte

Vita mutatur non tollitur

La vida cambia no se arrebata

Vendrá la resurrección

Dormid y descansad

Esperando su llegada

Cristo vendrá

Retozarán los pozos del alba en la ensenada

Oiréis cantar al grillo

En los interregnos

Son secretos documentos que mi Fe me ha revelado

Muertos sois en la esperanza

 

 

 

HELEN OLIVIA ISABEL JOANA

 

 

Ve con tales nombres a la vida

Hija de mis entrañas

A la alegría de vivir del sufrir, y padecer

Elena la resplandeciente

Olivia rama de olivo

Que paz nos trajiste

Fruto de nuestro amor y nuestra sangre

Nos fuiste dada por Dios

Carne de mi carne

Llanto de mi llanto

Vida de mi vida

Que tú tornaste más hermosa

 

SAN JUAN DE BEVERLEY OBISPO Y MÁRTIR

 

Estoy noche oscura

 trafago de mis libros vísperas de navidad que vuelve una vez más

Las noches cortas y frías de santa Lucía

Escucho las campanas de la torre de la catedral de Beverley

Y los sonidos repican tu nombre

Que al pronunciarlo se llenan los cántaros de dicha de las Danaides

Fue la gloria de ser tú

Y tu imagen de aquella foto de niña

Jugando con la arena en una playa de Gales

Que yo llevé en la cartera

Lejano, pensar,

Próximo sentir

Pues en el amor no muere nunca

Es uno e indivisible

El humo de mi pipa

Sube hacia los portantes de mi cuarto

Esta pequeña celda donde me refugio

Con recado de escribir

Juego al ajedrez con las palabras

Me desespero y me entusiasmo

Huyo. lloro y callo

Quieta está la noche

Un ángel a mi vera fumaba

Un cigarrillo

Es consuelo sentir el batir de sus alas

Cuando fue

Se fue para no volver

Y dejó en su partida

Regueros de pensamientos de libros

Que nunca escribí

 

 

El cielo siempre fue azul

Empíreo arcano de ideas infinitas

Una noche en un baile de Hull

Toda roja y toda azul

Viniste a través de la niebla de Hull

Y me hablabas en tu dulce acento londinense

El querube guardián vestía largas colas

Sus alas eran túnicas

Paso pasito a paso

Se eleva el incienso transformado en tabaco

No me deja la tos

Ni se aleja la fiebre

Tengo efervescencias en la garganta

Qué será de ti me preguntaron al alba

Donde y con quien estarás

Viejita de mis sueños

Yo estaba prisionero de los jerséis de cuello alto

En cuanto puedo

Y me ponga bueno compraré los dominicales

Preparé mis lecciones

Corregiré cuadernos

Seré un profesor modelo

Enseñando abecedarios en el aula vacía antes de sonar los timbres del recreo

Time for a break

Rezo por los tuberculosos

Y por los camioneros caritativos

Que me llevan gratis

A mí y a mi bufanda en bandolera

 

 

TODO ES VANIDAD Y NECEDAD

 

Todo es vanidad

Mataiotes mataioteton kaI panta mataiotá

Los coños grandes se asoman a la ciudad

Hay vaginas de todos los tamaños

En esta ciudad

¿Cultura viejuna?

No, tía, la cultura es inmortal

El mundo es un tonel de palabras huecas

Los diablos cantan The tale of the Tub

Siembra de palabras circunloquios eufemismos

Al fuego de Navarra irán tus libros

Los periódicos forran sus noticias de vanidad

Leo las esquelas a ver quién se ha muerto

Calzan los domines antiparras

En la animadversión global

Me río del vuelo de las mariposas

A lomos dellas

Muestras necedades

Al limbo de los justos

Subirán

Dios mío, todo es vanidad

Me ahorco en mis deseos de triunfar

Hago planes

Mi alma se llena de euforia y vanidad

Elijo mis crestomatías personales

Agarro con los dedos la vida que se va

Líbranos, Cristo

De tanta falsedad.

Pasa el Señor en la carroza del corpus

La ciudad se acicala.

Tanto profesor experto encaramado

Tanta alcahueta doctoral

Me miro las manos

Están vacías

Me devuelven una imagen triste de mi cara

Los espejos

No sé mis pies adónde van

Todo es confusión

Perplejidad

Atolondrados ojos míos

Sin razón y sin historia

¿Padezco acaso una enfermedad mental?

Es locura rodar de noche

Y loco mi peregrinar

O son en otros

Do posa la locura

Mi personalidad

Sufre dolores de parto

Sobre el manillar

De mi bicicleta

He dejado de fumar

Vuelvo a la dulce trapa mía

A ser el monje que soñaba

Cantar vísperas

En la abadía

La saya de estameña

Y el blanco escapulario

Negra capa y delantal

El sol de tarde

De hunde por el horizonte

Entona el pintacilgo la última tonada

Del día

Y a su nido va a posar

Acude el búho ave de la noche

Mirándome sin pestañear

Abriendo un ventanal de luz en mi cogulla

Son mi escudo de defensa contra todo

Hasta que Tú quieras, Señor

Razón infinita

Dulces nirvanas

Suaves ásperos caminos

De la metamorfosis

Transfiguración de larvas en alas volanderas

Que aletean por el campo en primavera

Alguien en estos momentos

Da una conferencia

Y yo me amarro al guial

De mi humilde bicicleta

Algún día gastaré coche

Soy pobre

Pero ufano de mi imperturbable independencia

Paso por el campo dejando un reguero

De interrogantes y de tristeza

Se ha puesto mala mi mujer

Suzanne Dulcinea de mi querer

Y vengo a Dios rogar

Que sus males la dejen a ella

Y me las pasen a mí

El gran invento de la humanidad fue la rueda

Son salmos de un poder indescriptible

Y al coño la Bernarda ¿dónde la dejas, eh?

Torres planas enormes de la cooling tower

Esa catedral eléctrica

Por la que paso viniendo de madrugada

Volviendo a mi pobre caso

De un pueblo con el nombre más bello

De la topografía nacional

Que Edenthorpe se llama

Canta el humo

Su canción secreta

Y ¿al coño la Bernarda donde la dejas?

Chimeneas de Barn-by Dun

Es el Yorkshire fuente de la energía nacional

Cooling tower brewing the charcoal

Heat and power

Todo de una hondura matemática

Chimeneas gigantes de Barnby Dan

Saludándome en la noche

Vengo desde Hull en mi vehículo manual

Tracción de sangre no más

Un débil fanal ilumina la carretera

Y una luz roja atrás

Sin saber que Maggy Thatcher cerraría las minas

Y se apagarían las luces de aquella enorme catedral eléctrica

No pasan coches

Me puede atropellar

No tengo miedo

Bebí siete pintas de cerveza

Que me hacen con furor pedalear

He venido a rogar a san Juan de Beverley que cure el cáncer de Suzanne

Aquí voy corre que corre

Mis huesos cansados

Gozando de las oportunidades del

Alguien me está enseñando a odiar

Y odio la sangre

Que no pompean glóbulos rojos

Voy por el camino

En mi bici sin engrasar

Pidiendo clemencia a los dioses

Que engrasen la cadena y el diferencial

Porque el hierro y la rueda

Saben también gemir y llorar

 

Edenthorpe 20 de octubre de 1970

 

 

MIS COLEGIALES

 

Enérgicas mañanitas

Luz de vida en los semblantes

Restos del porridge y del bacon and eggs, beans y patatas fritas

En sus labios cristalinos

Un vaso de leche o una taza de té

Los hijos de los mineros

Llegan con sus grandes carteras

Repletas de libros

A ganar la palmeta

A dar lección

Conjugan los verbos transitivos

El pronombre y el artículo

El sustantivo

Los verbos irregulares

Conjuguemos el futuro

Sus rostros me revelan la interrogante

De un por hacer de imprecisión

Qué serán el día de mañana

Estos pupilos

¿Irán a Oxford o bajarán a las minas de Armthorpe

¿Serán magistrados, periodistas, médicos, enfermeras,

Soldados, marinos de la Escuadra,

¿Vagabundos derrelictos?

En el aire una pregunta

Y una oración

Líbralos del mal, Señor

Les gusta la sangría y la paella

Fueron con sus padres

De vacaciones a la Costa del Sol

Sir, too much oil

¿Y la tortilla de patatas?

Puaf Sangría is better, Sir

Me la tortilla causa indigestión, señor

Trepad hijos míos por el árbol de la ciencia

Aprended buenas maneras

El mañana es ahora

Y aguarda a la puerta de la clase

Un misterio fugitivo

Time present and time future

Vuestro es el avenir incierto

Se deshoja en nuestras manos

Un redondo girasol

Un incierto horizonte

Y yo soy más lo que he sido

No podré añadir un palmo a mi estatura

Sólo puedo daros

Lo poco que he aprendido

Palabras para la ruta

Las nociones que estudié

En un seminario vacío

Os enseñaré a caminar

Por los baldíos de estos tiempos nuestros

Una nueva era está al alcance

Arranca el Tiempo de Acuario

Muchos como yo seremos aniquilados

Aunque algún día os acordareis vagamente

De vuestro teacher de español

Que venía hacia vosotros

Pedaleando en bicicleta

Vuelvan mis colegiales

Al humanismo

Que dignifica plenamente

Nos enseña comprensión y tolerancia

Los tiempos están vivos

Dentro de vuestros pesados

Cartapacios y satchels[1] y cuadernos

Con la hoja de ruta

Subyace una preguntita

Qué será de mí en el futuro

 

Instituto de Segunda enseñanza Secondary School Armthorpe High School

 30 de octubre 1970



[1]           Carteras de colegial que se llevan en bandolera