2017-04-04


 (del repertorio castellano de Joaquin Diaz)
CANCIÓN DE ROGATIVAS
 
POR ALLÍ
viene una nube
toda vestida de blanco.
es la Virgen de Luguillas
que viene regando el campo
santo cristo del Amparo
nuestro padre y redentor
amarrado a la columna
danos el agua, Señor
dadnos el agua, Señor, aunque no
lo merezcamos
que si por merecer fuere
ni la tierra que pisamos
por la corona de espinas
que tu frente taladró
los dolores de mis culpas
danos el agua Señor
Santo Cristo del Amparo
que estás entre dos caminos
danos el agua Señor
que se nos secan los trigos
En Cuba tenemos guerra
llevan  de España la flor
y si no llueve Dios mío
será nuestra perdición
mira por los angelitos
que en la tierra están llorando
y no lo podemos dar porque se nos seca el campo
Santo Cristo del amparo nuestro padre y salvador
amarrado a la columna danos el agua señor
aunque no lo merezcamos
que si por merecer fuera ni aun la tierra en que pisamos

2017-04-03

antonioparragalindo.blogspot.com: BECQUER EN EL MONASTERIO DE VERUELA ENCONTRÓ A XTO...

antonioparragalindo.blogspot.com: BECQUER EN EL MONASTERIO DE VERUELA ENCONTRÓ A XTO...: BÉCQUER EN VERUELA BELLEZA DEL CRISTIANISMO Cerraron sus ojos que aun tenía abiertos. Taparon su rostro con un blanco lienzo- y ...

BECQUER EN EL MONASTERIO DE VERUELA ENCONTRÓ A XTO








BÉCQUER EN VERUELA BELLEZA DEL CRISTIANISMO

Cerraron sus ojos que aun tenía abiertos. Taparon su rostro con un blanco lienzo- y unos sollozando y otros en silencio de la fría alcoba todos se salieron” estos versos que debieran estar esculpidos en la historia de las literaturas con letras doradas fueron escritos en la fría celda monacal de Veruela. Son el registro más patético que del misterio de la muerte.
Debieron estar inspirados por la joven de Trasmoz que le servía fallecida durante su estancia. Luego el poeta que más y mejor cantó al amor etéreo en lengua castellana y muy enamoradizo las mujeres fueron su gloria y su perdición ▬ sus Rimas y Leyendas era el libro que regalamos, víctimas de una especie de sarampión platónico, a nuestras novias los mozos de mi generación se casaría con su hermana.
Fue un casamiento turbulento y desafortunado.
Los grandes hombres matrimonian con niñas que no son de su condición. Es la eterna dicotomía entre el buen amor del arcipreste de Hita y el amor villano y lunfardo. Celos, gritos, adulterios, hijos que no fueron suyos, broncas, palos. Un artista como él no merecía eso.
La muerte se lo llevó joven al héroe del romanticismo hispano no había cumplido casi los cruenta años. Es la amarga cara  de la moneda.
“Discreta y casta luna
copudos y altos olmos
paredes de su casa
umbrales de su pórtico
La heroína que inspira las rimas becquerianas es una ideal inasible. La poesía del genio sevillano parece condenada a gemir bajo el peso de lo que pudo ser y nunca se realizó.
cuando me lo contaron
sentí el frío de una hoja de acero
me apoyé contra el muro
y un instante perdía la consciencia
donde me encontraba
cayó sobre mi espíritu la noche
y en ira y en piedad
se anegó el alma
y entonces comprendía
por qué se llora
entonces comprendí por qué se mata”
El monasterio de Veruela marcó sus destinos. Allí le salió al encuentro esa belleza del cristianismo que es privativa del catolicismo y del que carecen otras religiones como el judaísmo desde la destrucción del templo  esto quia sea una maldición no le dan importancia al habitáculo desdeñan el lujo exterior pero los musulmanes. Sin embargo, según atisbó Bécquer, fueron los grandes alarifes que contribuyeron a la riqueza artística de Aragón y Andalucía. Teruel es muladí y Zaragoza aljamiada. A lo sumo esa descripción de la vida de los monjes blancos le hace soñar en un pasado cuando los frailes calzaban escuelas e iban a la guerra a caballo combinando el peto y la espada del guerrero con la cogulla monacal. Tropieza bajo el eco de las bóvedas.
Cimbras encajonadas, capillas donde reposa el último doncel de don Enrique el Doliente ▬ Veruela me salió al encuentro cuando pasé por allí con mi mini de regreso de Inglaterra y sentí la llamada de San Bernardo pero no quise hacer caso ay de mí pecador ▬ y de los arcos de medio punto del monasterio el eco de los cantos en gregoriano las misas a la virgen las plegarias y una actividad incesante de roturar los campos sarmentar las vides vendimiar trillar beldar. El vino y la plegaria son partes de esa herencia.
El evangelio guarda arcanos misteriosos que descubre el vate en las noches de luna entre el crujido de las puertas y el resonar de pasos fantasmales por los ánditos y tandas de los claustros abandonados.
Y obra al pie de las estatuas yacentes de guerreros como el condestable Atares al que enterraron de medio lado y aun luce su sepultura los colores medievales de su armadura de guerrear.
Allí una dama más allá la mitra de un obispo al que guardan en su sueño eterno de mármol dos dogos de su jauría inmortalizados en la piedra:

En la imponente nave
del templo bizantino
vi la gótica tumba a la indecisa luz
que temblaba en los pintados vidrios
las manos sobre el pecho
y en las manos un libro
una mujer hermosa reposaba
sobre la urna, del cincel prodigio
del cuerpo abandonado
al dulce peso hundido
cual si la banda pluma y raso fuera
se plegaba su lecho de granito
De la postrer sonrisa
El resplandor divino
Guardaba el rostro
Como el cielo guarda
Del sol que muere el rayo fugitivo
Del cabezal de piedra
Sentados en el filo
Dos ángeles, el dedo sobre el labio,
Imponían silencio en el recinto
No parecía muerta
De los arcos macizos
Parecía dormir en la penumbra
Y que en sueños veía el paraíso
M e acerqué de la nave
El ángulo sombrío
Como quien llega con callada planta
Sobre la cuna donde duerme un niño
La contemple un momento
Y aquel resplandor tibio
Aquel lecho que ofrecía
Próximo al muro
Otro lugar vacío
En mi alma avivaron
La sed de lo infinito
El ansia de la muerte
Para la que un instante son  siglos
Cansado del combate
En el que luchando vivo
Alguna vez recuerdo con envidia
Aquel rincón oscuro y escondido
De aquella muda y pálida mujer
Me acuerdo y digo
¡Oh qué amor tan callado el de la muerte!
¡Qué sueño el del sepulcro tan tranquilo! 

Este es Bécquer inmarcesible. Su lira a cuantos `pensamos y amamos en castellano conserva esa plasticidad del periodismo lírico que estremece. Veruela. El Cister. La Virgen María nuestro norte y guá y aquí topamos con lo inefable algo que sólo entiende el corazón, mas a la razón no se le alcanza.

ENGLAND MADE ME

 AMOR INGLÉS

Tuve un amor inglés pienso en la Suzi ni el Brexit ni Picardo ni los monos de Gibraltar podrán arrebatarme aquellos recuerdos de Hornchurch inconsciente de mí cambié el oro por el oropel. Uno no es de donde nace ni de donde pace, pertenece al país donde conoció el amor. Oh Suzanne toda roja y toda azul bajo la niebla de Hull. Me calzo las antiparras del retrovisor y te veo bella y esplendente tal cual eras, ya sé que te hice sufrir con mi inconsciente pero tú fuiste lo mejor que ocurrió en la vida. Una vez te llamé por teléfono y al despedirte:


  • Zany, dame un beso
  • you took them all – dijiste: te los llevaste todos tú
  • oh dulce Suzanne espero que hayas sido feliz. Gracias por cuidarte de nuestra Helena.
  • Doña teresa May esa señora agambada y algo cargada de hombros no nois puede separar. Tampoco la pipa de Harold Wilson puso nuestras almas de por medio. God save the queen. Helen nuestra Helen es española inglesa poco más se puede pedir. Gracias por aquel amor indeleble que llevo por bandera y por insignia hasta la muerte. Por haberte conocido fue una granjería haber vivido

2017-04-02

BECQUER VIAJA A VERUELA





Bécquer en el monasterio de Veruela

Un día de la primavera de 1863 tomé en la estación de Delicias el tren de Ariza. Aragón era un vergel. El ruiseñor  cantor anidaba entre las ramas de los piescales a los que la primavera había vestido con la purpura cardenalicia.
Nuestro vagón iba atestado de baturros calzón de media anqueta el cachirulo de yerbas en la frente. Y de peregrinos madrileños que iban al Pilar por promesa.
Sonaban aires de jota en el siguiente vagón del convoy donde una batería de artilleros marchaba camino del frente del MAESTRAZGO. Iba a luchar contra los facciosos de Zumalacárregui y sus bandas carlistas.

En nuestro compartimento un cura rezaba el breviario o hacía        que farfullaba preces en latín, terciado el balandrán, los ojos puestos sobre una moza que acababa de entrar en el compartimento llevando una inmensa cesta de huevos a la cadera. 
La teja del cura o gorro eclesiástico ocupaba buena parte del testel de equipaje. 
Descendió al anden en Agreda donde  era esperado por el sacristán de su parroquia, y una oronda maña con el garbo de la tierra en los andares de las hembras aragonesas y una monaguillo que era tan parecido a él que los ingleses dirían que era su spitting image. seguro que aquel cura era su padre,
Un joven sevillano estaba en frente de mí; ojos ardientes melena y perilla se sentaba en el rincón de la ventanilla no podían ser sus ojos más soñadores. Era Gustavo Adolfo Bécquer. No habló en todo el trayecto, miraba el paisaje. De vez en cuando sacaba un prontuario que escondía entre su manta de viaje y apuntaba alguna palabra o una frase feliz alguna ocurrencia de sus compañeros de ruta.
No pude distinguir el tenor de aquellas notas pero observé que pintaba en su cuaderno de campo el rostro del cura, la cabeza romana del labrador del cachirulo y fuertes pantorrillas o la figura esbelta de la joven que nos dijo ser esposa de un militar de Zaragoza.
Cuando le ofrecieron beber vino de la tierra lo desdeñó con mucha elegancia. Luego supimos que aquel joven de aspecto tan señorial y elegante marchaba a un balneario de Borja a tomar las aguas termales.
Luego cayó en lánguido mutismo soportando las cuchufletas de los acompañantes las torvas miradas del cura y las agresividades de un seminarista de Zaragoza que plantaba su pierna indecorosamente al lado de la lady pues la mujer del militar era inglesa. Tampoco se quejó de los baches y las  incomodidades de la tartana por camino de herradura, que hubimos de tomar en Tudela.
Veinte leguas en carne mortal hasta Cariñena pero al fin llegamos con el cuerpo dolorido a causa del traqueteo, los reniegos y blasfemias del delantero y hartos del cante y del vino áspero de Cariñena que dicen que es garantía de salud y resucita a los muertos.
El poeta tosía con frecuencia. Acaso era este el motivo de su tristeza el de su precaria salud. Posamos en una fonda de la capital del Somontano y al día siguiente, de amanecida, enganchamos la riata de la posta (seis pares de mulas, un arriero que ya de madrugada se había tomado sus traguillos de aguardiente) y recorrimos las siete leguas que separan dicha población de Veruela.

El lugar es un recóndito paraíso escondido en un fértil valle entre montañas donde se alza uno de los primeros conventos cistercienses edificado en el siglo XII por el conde don PEDRO ATARES y dedicado a la Virgen María 

TARDE DE DOMINGO UN POEMA




Soledad Y Dolor
 
Soledad de español
Español solo
Peleando con las aguas
Al remo en su galera de la incomprensión
Golpes de rebenque
Arrea el cómitre de la información
Bogar en la mar mediterránea
De la gran mentira
Iza, iza y rabiza
Boga y cía la vida es remar
Comer y cagar
Que cada palo aguante su vela
Soy esforzado proel de ideas y noticias prohibidas
Voy a tierra de los autrigones
A escribir sobre el vuelo de las aves
Aviceptología
Maravillase el portugués
Que en Francia todos
Supieran hablar francés
Curen otros del gobierno
Del mundo y sus monarquía
Las alidadas de mi huerto de fabes
Tómbolas en el viento
Y esos señores portugueses
Tres efes fútbol fado y Fátima
Tres grandes mentiras
 La Virgen ya no se aparece
Que escudriñan mis páginas
Abajo los nuevos inquisidores
Picaron alto mis deseos
Pero todo ese mundo sucumbió
Arrío la bandera de mi inocencia
En medio del gran dolor

2017-04-01

QUIENES SON ESOS PORTUGUESES QUE ME LEEN ACASO ESPIAS'?

BECQUER







BECQUER TARAZONA CARTAS DESDE MI CELDA


Poeta mayor de la lengua castellana Gustavo Adolfo Becquer se manifiesta como un excelente prosista y periodista en Cartas desde mi Celda. Tuve la suerte semanas atrás de visitar el monasterio cisterciense de Veruela. Está igual que cuando él lo dejara; un apartado recinto a los pies del Moncayo entre Somontano, Trasmoz y Añón con sus matacanes torres, almenas y tumbas de jaspe enterramiento de abades y de señores feudales reliquia del Medievo arrasado por la francesada y por la desamortización del nefasto  Mendizabal. Al pie de un cruceiro a la entrada del cenobio se erige la cruz de mármol donde se sentaba el poeta cada tarde en espera de la diligencia de Tarazona que traía el correo con el periódico La Correspondencia a cuya redacción enviaba las cartas. Son una referencia geográfica etnológica costumbrista e histórica del país. El vate sevillano enfermo del pecho buscó la salud y el retiro del ajetreo de la Corte. El vandalismo la envidia la incuria por el pasado campan por sus respetos. Todo lo que no es nuevo se menosprecia… a la inflexible línea recta se sacrifican las calles  nuestros barrios moriscos llenos de sombra fresca y una tras otra vienen abajo murallas romanas fenicias y godas. El autor de Rimas y Leyendas vive con angustia la mentalidad del ensanche urbanístico que alteró el semblante de nuestras viejas ciudades.

CONTINUARÁ

fuentesoto mon amur en recuerdo de la Suzi. y mi prima Leo baila jota con muy poco gracia a la pobre se la dio siempre m al el baile









LA JOTA EN FUENTESOTO MI PRIMA LEONIDES BAILA AL SANTO CON MUY POCO SALERO