2016-12-31


              e                            
 
 
 
  MISTERIOSOS
      MILAGROS
            DE
    LA SABANA             SANTA
      DE TURÍN
POR
 
               ANTONIO PARRA GALINDO
 
  
 Según un reciente informe de peritos y paleólogos, es cierto que este ornamento pudo pertenecer al Señor


 
Es una historia apasionante que comienza en la Edad Media, en la que se funde la verdad con la leyenda y el mito. Unos dicen que se trata del verdadero rostro de Cristo. Otros que es  un fraude. En realidad la Sábana Santa de Turín se ha convertido en la reliquia más polémica de toda la catolicidad desde que fue captada en los negativos de un fotógrafo italiano hace justo un siglo. La peripecia experimentada por este trozo de sudario hebreo - ) o medieval ? - desde Jerusalén a Edesa, hoy ciudad turca, y de allí a Constantinopla de cuya catedral fue expoliada por los templarios y trasladada a Francia, y de allí a Italia sería materia suficiente como para llenar con libros y documentos toda una recóndita galería  de los archivos secretos vaticanos cerrados a cal Sindonología y canto. Ha dado lugar a  una nueva rama muy específica de la ciencia histórica que se llama . Y, coincidiendo con la salida a luz pública de las famosas placas de Secondo Pía en 1898, la literatura esotérica es un género con garra en la sociedad de consumo, inquieta por las cosas del más allá pese al cacareado materialismo.
  Los cristianos griegos denominan a la famosa efigie  A Mandylion A, que quiere decir el paño sagrado. En el siglo VI el patriarca Nicolás Mesartes ordenó su traslado desde Edesa hasta la catedral de Santa Sofía. De acuerdo con una leyenda apócrifa, Cristo no murió tras su suplicio en la cruz. Cuando lo dieron por muerto, su amigo Nicomedus pidió sus restos al prefecto Pilatos y  saliendo de Jerusalén a favor de la noche se llegó hasta el enterramiento, curó las heridas del crucificado muy maltrecho pero aun con alientos y trasladó al herido hasta Edesa donde el Salvador sometido a un tratamiento de hierbas, pues Nicodemus era médico apotecario, vivió hasta los noventa años una segunda vida oculta. Su mortaja consistente en el paño mortuorio con que los judíos acostumbraban a ceñir a los difuntos quedó impregnado de los rasgos físicos del Señor como consecuencia de las substancias aromáticas y conservantes con las que fue fajado en el acto de inhumación: aloe, mirra y cinamomo y otros aditamentos balsámicos con los cuales los antiguos atajaban el proceso de descomposición.  Las cintas y vendajes que encontraron las Santas Mujeres en la mañanita de Pascua aparecieron impregnadas del olor corporal y las marcas de la silueta de Jesús. Según la costumbre judía, depositaron en la cavidad bucal del finado un denario al objeto de poder pagar al Barquero, cuando se presentase a Caronte quién pasaba los muertos a la otra orilla de la laguna Estigia previo pago del salvoconducto. A todos los difuntos se les introducía en el paladar o sobre la frente el óbolo de costas para la postrer singladura.  Era un rito griego que los hebreos asimilaron en sus exequias. Curiosamente, en la Sabana Santa quedan vestigios metálicos en forma de  redondel que bien podría haber sido producido por un denario. Esta es una historia muy bonita aunque difícilmente creíble.
 Todos los viernes del año hasta su expolio por los cruzados de Godofredo de Bouillon era trasladada la reliquia desde la catedral de Santa Sofía a una iglesia extramuros , que llevara por nombre Agios Ivan Xristiteli, emplazada en el arrabal Blancherna, en la propia Estambul. Los otomanos la destruyeron.


 


 


 El Mandylion o Santo Sudario es seguramente después del lignum crucis que trajo Santa Helena en el siglo IV desde el Monte Calvario la reliquia más venerada y una de las más espectaculares a pesar de que su autenticidad ha sido muy debatida habiendo generado apasionadas controversias dentro de la
comunidad científica. La razón parece amotinarse contra el legado de esta tradición. Sin embargo hay razones que manda el corazón que no entiende la lógica.  Los detractores del Santo Síndone no ven ello más que el prurito de la imaginación calenturienta, un embuste que se sacaron los curas de la manga de la estola para enriquecerse a costa de las credulidades del vulgo. El clero sabe estar al santo y a la limosna. Por consabido hay que dar que  la religión bien administrada  es una fuente de divisas y el soporte más fiel  del poder en todas las épocas, porque no vamos a contradecir a Lenin en lo del opio del pueblo. Esto ha pasado algunas veces. Nadie puede resucitar. Va contra las normas físicas y la naturaleza no puede forzar sus propias reglas , establecidas por Dios. ni ir más allá de sí misma. Los detractores de los milagros y  los que no creen en la Resurrección - tenían ya un precedente en el pueblo hebreo, una de cuyas sectas, los saduceos, negaban el Seno de Abrahán - y de las sofisterías místicas recalcan que el documento de Turín fue una falsificación del siglo XIII llevada a cabo por un experto alquimista que conocía las reglas cromáticas de las manufacturas textiles y manejaba el pincel divinamente, porque seguramente sería un monje del Monte Athos especialista en representaciones iconográficas...Sea...
Es una opinión respetable, igual que las demás, pero, como dicen los británicos: A there is more than meets the eye A. Esto no es todo. Hay aspectos de la cuestión que no los abarca el ojo desnudo. El rostro de Cristo está en todas partes. Se multiplica. Viaja por Internet. La batahola  de ondas hertzianas .En 1997 el paño salió milagrosamente indemne de una fuego que se declaró en la capilla del relicario de Turín. Algunos vieron en este hecho fortuito o provocado un signo.
 
 


LOS TEMPLARIOS
 El legendario Jacques de Molay, maestre del Temple , al que por orden papal se encarceló en la Bastilla y se mandó ajusticiar - subió al patíbulo el 14 de marzo de 1314-, antes de ser  pasto de las llamas formuló una profecía escalofriante por su implicación a tres bandas. Contra el trono de Francia. Contra la Sede Romana quien por aquellas fechas vivía los aciagos tiempos del cisma de Avignon con sus retahílas de papas y de antipapas, bulas, interdictos, excomuniones, etc... Era por lo demás un maleficio contra el trono de Francia pronunciado desde una mazmorra de la Bastilla, que se cumpliría matemáticamente en 1789 la noche que guillotinaron a Luis XVI. A Un monarca de la Flor de  Lís - profería el augurio - pondrá la cabeza en la toza; al papa lo meterán preso, y el rostro de Cristo nos mirará a todos desde el icono santo donde quedó plasmado por testimonio de su Resurrección al final de los tiempos. Será la contraseña de los signados a los que El vendrá a salvar en su segunda venida A. El vaticinio del postrer clavero de los Caballeros del Temple que es muy similar a los que formula Juan en  Apocalipsis anunciando que se estampará en la frente la señal del número de la Bestia: el Aanosmie@ o 666 entre los  elegidos, y sólo ellos podrán vender y comprar ( no pensemos por favor en los intrigantes por lo herméticos y venales códigos de barras estampadas desde las cajetillas de cigarros hasta los paquetes de condones) parece  haberse  cumplido en la totalidad de sus tres apartados según nuestros vislumbres. Porque no solamente murió en la guillotina María Antonieta y el romano pontífice Pio IX fue internado en Santangelo por Napoleón sino que también se está produciendo una verdadera eclosión de iconos. Las estampas modernas de la imagen de  Cristo no son ya las acarameladas calcamonías asexuadas y cursis de hace unos años sino que plasman esa mirada del Hijo del Hombre que puede ser de todos los hombres no de uno en concreto diseñada en el Mandylion o Santo Sudario. Nos referimos al Cristo abstracto posando en majestad y bendiciendo mirando enigmáticamente para nosotros con unos ojos de calor y de comprensión, pero con la frialdad y el hieratismo del Pantocrátor , que ciertamente no son de este mundo, porque trascienden el tiempo y el espacio, y con la caballera abundante y recogida hacia atrás a la manera de los iconos bizantinos .Es la vera efigie de la majestad solemne. Y hablando de iconos, claro está, ésta es la edad de la imagen cuando en cibernética no se podría funcionar sin los consabidos iconos virtuales  del ordenador. Iconos es una palabra nueva que ha resucitado el lenguaje emblemático cargado de símbolos de los antiguos para comunicarse por señas jeroglíficas. Fluye por doquier. La proliferación de estas imágenes supone una verdadera revolución iconográfica en el seno de  la Iglesia latina que ha adoptado las formas estilizadas y  no antropomórficas de la griega a la hora de representar al Señor. En el principio era el crismón, que los cristianos de Roma marcaban sobre las bóvedas ocultas de las catacumbas. Con una ji (X) y la rho (P) griegas fundidas con la prótesis alfa y la apódosis  omega, enunciando el principio y el fin de todas las cosas. Lo que abre y lo que cierra. La clave de la vida y de la Historia.  El crismón se complementaba con el IXTHIOS,o pez eucarístico, que se corresponde a su vez con la palabra que en griego quiere decir pez y que en la simbología paleocristiana se traduce como CRISTO-JESÚS - HIJO DE DIOS. Estamos delante de la gran sigla, de bruces sobre el arcano de los misterios, a la sombra del Grial, que bien pudiera ser el Santo Sudario.
En los retablos de ahora  y en los  modernos altares de los templos edificados durante las últimas décadas se representar con harta  frecuencia al AMandylion@ o Santa Faz, y a la Virgen como AOdyguitria A(la que muestra el camino) de la iconografía ortodoxa, idealización esquemática y escoltada por sendos arcángeles con figura humana con las alas distendidas y por debajo el epígrafe heleno A Mater Theous@( Madre de Dios).  No se sabe cómo era Jesús en su carne mortal, pero éste es el único dato fiable, pues según las mediciones antropométricas del sudario,  debió de medir entre 1,82 metros y 1,90 de estatura. Tenía la cara alargada y debió de ser un varón hermoso y bien proporcionado, la tez trigueña con una cierta retiranza aria más que semita, y los miembros bien proporcionados.
El cuadro de la Odyguitria ( La Virgen del Perpetuo Socorro) se le atribuye al evangelista Lucas que era médico y pintor, pero esta antiquísima tradición ha de ser acogida con reservas ya que tampoco tenemos pruebas precisas al respecto. Sin embargo, este ornamento sagrado, según el dictamen de los expertos que han determinado de un forma categórica e inconcusa las denominadas pruebas del carbono catorce llevada a efecto por científicos yanquis, obsecuentes con el criterio de que era una falsificación de urdimbre medieval.
 
                                                             
                                                                 II
 


 El normando Geoffrey de Charny, un discípulo de Morlay , que estuvo preso en San Juan de Acre durante las cruzadas, llevó a Roma el lienzo funerario, para ser bendecido y cotejado. Con  la anuencia del papa Clemente VII   lo colocó en la cripta de la iglesia de Lorey. ) Formaba parte la famosa  reliquia del legendariamente fabuloso tesoro de los templarios tan codiciado por el rey de Francia? Los historiadores se muestran de acuerdo en que una de las causas de la muerte del preboste de la Orden más importante que tuvo la Iglesia en los siglos finales de la Edad Media fue la codicia de Felipe el Hermoso de consuno con las apetencias de la Silla Romana. No se sabe a ciencia cierta bien lo que pasó, pero corría la voz de que los templarios eran grandes alquimistas y que guardaban no solamente el Grial que abría las puertas del cielo y de la felicidad en la tierra,  sino que también habían alcanzado la fórmula secreta de transformar cualquier metal en lingotes de oro. Porque, familiarizados con las ciencias ocultas e íntimos conocedores de los arcanos de la crisopeya, habían accedido al ultimo grado de los conocimientos gnósticos . El que da llegar a la piedra filosofal. Pero todo esto es fabuloso. Volvamos a los hechos contrastados por la historia.
       El lienzo funerario fue exhibido en París por la viuda de Geoffrey de Charny, del que se decía que era un hijo natural del maestro del Temple, Jacques de Morlay, que murió en el tormento de  la hoguera. La condición de sacerdotal  no era óbice por tales calendas para que    personas consagradas como eran los monjes de las órdenes militares se reservasen el derecho de procrear y tuviesen comercio carnal  con mujeres, y esto deshace también la especie vertida contra los templarios de practicar la pedofilia , reduciéndola a la categoría de bulo. Fue uno de  tantos infundios que contra ellos fueron propalados por aquella época: la homosexualidad.
  Clemente VII publica un rescripto para que la joya pudiera ser expuesta al público en la ciudad de Lirey. En 1578 ya está en Turín donde consigue  convertirse en una de las grandes atracciones místico históricas de la capital del Piamonte, pero su ostentación a la devoción popular se restringe a días muy concretos del año. La reliquia había llegado muy dañada como consecuencia de un fuego que hubo en la ciudad de Lirey ; quedaron algunos chamuscones en los bordes, pero la pieza salvó también aquella vez milagrosamente.
 Hasta el presente siglo a raíz de las espectaculares fotografías tridimensionales obtenidas en 1898 no se somete al pertinente análisis químico Con técnicas muy depuradas como los rayos infrarrojos y la utilización de sales especiales para rastrear toda su estructura con rigor exacto.
Se observa  en la composición una serie de elementos conservantes como el áloe, savia de Terebinto, mirra y otras substancias balsámicas, pero lo que llama la atención de los estudiosos es un hecho poco común: en el lienzo aparecen partículas de plantas liliáceas hoy extinguidas y cuyo florecimiento los palinólogos( especialistas en botánica arcaica) fijan en Asia Menor y  Palestina hace muchos siglos; esas yerbas nunca crecieron en Europa, a decir de los expertos, que vienen a ser los arqueólogos de la fitología. No es posible que en la Edad Media pudieran haberse producido estas flores en el Viejo Continente,  a no ser que hubiesen sido transportados por vilanos o en alas de algún pájaro migratorio o por el aire mismo. Este es un argumento a favor de los que creen en la autenticidad de la tan controvertida  tela.    
Los estudios en razón de la polémica mundial suscitada fueron en  incremento después de la II.G.M. cuando Turín , tomada por  los americanos, a raíz de la caída del fascismo, llega a ser la capital europea del esoterismo. Los científicos USA  han capitalizado el asunto desde aquel  primer reportaje por la TV. en 1973, y sobre todo, a partir de las conclusiones de un equipo de investigadores de la NASA que detectaron en el paño las secuelas de lo que pudiera haber sido una explosión nuclear. Hay en todo ello materia esotérica para dar y tomar. Un género literario que inunda las librerías del mundo. Hoy muchos se refieren a la Sábana Santa de Turín como el Quinto Evangelio.
 
CUERPO MÓRBIDO
  Todo es tan aleatorio como inconcuso a la vez. Cabe la instancia de que la tela en la cual fue envuelto el Señor fuese una falsificación llevada a efecto por algún ducho A manitas A italiano avezado a la técnica de la reproducción oleográfica precisamente en una época en que proliferaba el culto a las reliquias como retributivo fenómeno de fe en el más allá y en el negocio, que en este mundo pecador no hay ganancia mayor que allí  donde se atisba algún hecho preternatural, supuesto o real, porque la aparición da siempre lugar a la peregrinación y, ésta al emolumento y  la ganancia, como demuestra el hecho de que Fátima sea el capítulo más importante en el ingreso de divisas que tiene montado el gobierno portugués, y otro tanto podría decirse de Lourdes, y nada se diga de Jerusalén.


   Es verdad. Tales apostillas son absolutamente razonables, pero tampoco hay que dar de lado al carisma como categoría inherente a la religión predicada por el Nazareno, que cerró la boca de los leones en el circo de Roma, sobrevivió a las herejías, las revoluciones aguantando el filo de la espada y sobrevivirá a sus enemigos de dentro y de afuera, a los errores de sus ministros, a las modas y a la especulación política. El icono de Turín en esta época iconoclasta e iconográfica a la vez , puesto que domina la imagen que triunfa y vende, la que entra por los ojos, se ha convertido en un símbolo de la espiritualidad de nuestros días, un tanto supersticiosa, la verdad sea dicha, porque no cabía otra fórmula. Puede ser un argumento también  de que las relaciones con la divinidad, pese al mecanicismo, el materialismo y el racionalismo de la  época no han quedado rotas. El hombre no puede remediar su fascinación por la trascendencia en medio de las dudas y del ambiente propicio a no creer  más allá de lo que se plasma delante de  nuestras propias  narices.
 La Santa Sábana con su hermetismo misterioso parece encerrar la clave de ese misticismo gnóstico que fascinó a los Templarios tan vilipendiados pero al mismo tiempo tan en boga. )Está volviendo el Temple ? )Marcará el milenio entrante el cenit  del culto gnóstico como elemento catalizador de síntesis entre todas las religiones en la época del ordenador y de las conquistas espaciales a la sombra del Evangelio? Es a lo que aspiraban estos frailes, grandes constructores de catedrales, introductores en Europa de la tradición caballeresca, apasionados de la sabiduría y de la ciencia ( en todas sus construcciones arquitectónicas introducían como elemento decorativo o mascota de protección un A baffamot Aque era una especie de cerebro electrónico) pero Roma, que años más tarde procesaría a Galileo, celosa de su poder desmedido, y que nunca ha permitido que nadie le hiciese sombra, como se comprueba a lo largo de los turbios manejos  de los papas de la Edad de Hierro, entre el siglo VII y el año 1000, o la oposición con el emperador germano en la siniestra cronología de las Investiduras, sin hacer excepción de los pocos edificantes pontificados Borgia, mandó a Jacques de Morlay al quemadero. Su maldición  pesa cual  negra sombra sobre Sede Apostólica. ) Pedirá ella perdón rehabilitando al ultimo clavero de la Orden de San Juan Bautista - algunos anales lo acreditan como mártir - como ya hizo con Galileo o con Savonarola?
  Todo eso está por ver. En cualquier caso , los templarios, iniciados en  los secretos gnósticos y teniendo en cuenta su condición militante y penitente, porque en eso siguen al Precursor, tendrían la clave del futuro y pudieran salvar a la Iglesia de tanto poder, tanta regalía, tanto ir y venir en papamovil, rescatandola de las garras de los italianos y del mal más grave que siempre la amenaza: la macrocefalia  y el dogmatismo, tan lejos del Mensaje del Sermón de la Montaña  Eso pertenece al aparato externo y a la hojarasca vicaria de los intereses humanas. Por eso, la Iglesia que es eterna y se encuentra dominada por la sabiduría del Espíritu , cuando muere un papa, lleva a cabo uno de los ritos funerarios más emocionantes y significativos. El anillo pastoral del pontífice fallecido es machacado con un martillo de grandes proporciones y en torno al cadáver se hacen nueve abluciones y se rezan nueve responsos, no uno como al común de los mortales, porque el pontífice al heredar la tiara se cree que está sujeto a más tentaciones - sobre todo las que otorga la gloria y el poder en ejercicio - que los que nunca tuvieron sobre sus espaldas responsabilidad tan abrumadora como la de ejercer las funciones de representante de la divinidad en la tierra. Suele decirse que casi todos los sucesores de Pedro al llegar la hora de la muerte se sienten atormentados y sobrecogidos pues temen más que las personas ordinarias el juicio de Dios. Su responsabilidad es entonces mayor y al rendir cuentas se le reclamará en grado consonante con las obligaciones. En la ceremonia de entronización hay otro rito pontifical que recalca ese aspecto de la fugacidad de las cosas humanas: el cardenal arcediano va delante de la cruz procesional portando en la mano una tea encendida que pronto se apaga, mientras exclama:
        - Pater sancte, sic transit gloria mundi. (Así se esfuma la gloria del mundo, Santidad).
Por desgracia -  lo demuestran los anales - muy pocos elegidos para tan alta misión entre los sucesores de San Dámaso hacen demasiado caso del imperativo de rúbrica en el ceremonial de coronación .Solieron caer en la tentación del poder y de la vanagloria por causa de la flaqueza de la condición humana. El poder  supone una tentación, porque  corrompe, y el  poder absoluto más aún.. Sin embargo, portentos como el que nos ocupa, o los sucesos extraordinarios de las apariciones de los que se tienen noticia en el mundo de hoy, pero , sobre todo, esa llamada interior de la fe que sienten en su interior muchos cristianos, esa intuición, esa luz interior, que es lo más maravilloso del cristianismo, que nos ayuda a pechar con las múltiples dificultades de nuestra vida, consuela en las aflicciones, y guía en la oscuridad de los caminos de la existencia plagados de abrojos y de peligros, apuntalan más nuestro compromiso con el Evangelio a despecho de las pompas y vanidades terrenales o las miserias y grandezas del peso de la púrpura, que no todos saben llevarla con dignidad. Es lo de fuera, hojarasca que mudará el viento de los otoños. La savia está en el interior del tronco del árbol y seguirá brotando cada primavera. La  Iglesia esotérica siempre estará más viva que la exotérica que es  la aparece relacionada con las fuerzas seculares.
                                       
                                                                      III 
 


 
        En el oficio divino se repite con frecuencia un adverbio  latino (multifariam = en muchos puntos y lugares) que expresa ese alto concepto sobre la multiplicidad sorprendente y de las formas más inauditas con que se deja sentir la acción divina sobre el mundo. El rostro de Dios es poliédrico y su casa encierra infinidad de moradas. La idea que esbozó el Maestro a lo largo de sus predicaciones por Galilea pertenece a la filosofía gnóstica que fue la primera en descubrir la diversidad de la realidad casi inabarcable por lo complejo de las situaciones en que se manifiesta y recapitula  Einstein en su Teoría de la Relatividad. Aquel descubrimiento hizo que el mundo dejase de ser el mismo. Por lo pronto, puso  a toda la Física patas arriba, disparó las naves espaciales hacia el cosmos,  colocó sobre el frágil planeta nuestro el cartel de: A No tocar .Peligro de explosión nuclear@ con la tibia y la calavera imbricadas. Jesús insiste en este principio calcado de la ideología de Hermes por lo menos en tres ocasiones cuando dice:@ No juzguéis y no seréis juzgados@...@ Dejad que los niños se acerquen a mí@ ... Amáos los unos a los otros A . Es decir: dejaralo estar, no busquéis los cuatro pies al gato, que la verdad está en el amor. Pero el amor es conocimiento y es correlativo a la sabiduría porque sólo el que conoce vive y ama. Por contra, el odio, los prejuicios humanos siempre suelen amancebarse con la ignorancia y con la inquietud. Esa idea la había predicado, casi veinte siglos antes que Cristo, Hermes Trimegisto de Alejandría, el tres veces grandes, tres veces santo, tres veces sabio , convirtiendola en piedra angular de su filosofía. Es un maravilloso canto a la vida interior, atrio inviolable de la libertad de pensamiento y de acción.
      El  Santo Síndone, curiosamente, en abono de un enigma que no cesa, fue guardado sólo en iglesias y basílicas dedicadas a la advocación de San Juan Bautista ( en Edesa, Lirey, Estambul,Turín) , porque iglesia templaria del Precursor era la de Lirey e iglesia del mismo nombre es la de Turín donde se encuentra la más famosa teca de la Cristiandad. Su primer bastión fue San Juan de Acre  orilla de Jerusalén.) Es una casualidad o un signo de la Providencia ?
     A He aquí el monumento eterno de la gloria de los sufrimientos de Jesús Crucificado. Venid a adorarlo...@ Ave, o bona crux , spes unica@, dijo en un sermón pronunciado el 24 de junio de 1898 en la iglesia de Turín antes mencionada el arzobispo metropolita, Agustín Richelmy en los fastos de la ostentación de la reliquia a la veneración popular. Por tales fechas el mundo entero se conmovió con las impresionantes fotografías obtenidas por un fotógrafo local, SECONDO PIA, el cual en enero del mismo año obtuvo unas placas del Síndone en tres dimensiones, en las cuales los científicos apreciaron signos de haber estado enrrollada la sábana a un cuerpo mórbido en estado de putrefacción. En el pecho quedaban marcas de flagelación. En las sienes, las de las espinas  y en las muñecas los estigmas de los clavos. Es el primer testimonio  que ratifica  que el reo no pendió del madero por las palmas de las manos sino por las muñecas, y que no hubo cruciferagio o rotura de las piernas , como testimonia el Evangelio  contraviniendo así las normas del tormento infligido por los romanos a condenados a morir por muerte de cruz. Para acortar la agonía se les partían las piernas a los crucificados , pero con Jesús  no hubo necesidad al comprobar sus esbirros que acababa de expirar. El centurión optó por el golpe de gracia de hincar la lanza por los ijares, de donde manó sangre y agua .La Quinta LLaga.
   El reportaje de Secondo Pía dio vuelta al atlas. Muchos creerían,  pero otros pensaron en un montaje bien amañado por los curas. El rey Humberto I de Italia prohibió hacer más fotografías. Las instántaneas aparecían en todo su esplendor como dotadas de un fuerza indeleble que conmovió a las naciones ante el aspecto sereno de aquel varón de dolores de faz augusta que recordaba la visión del semblante de Cristo ya manejado por la iconografía oriental. El arte de la fotografía estaba en pañales, pero la cámara oscura y el trípode de Secondo Pia utilizando los polvos de oxalato de hierro y de manganeso habían sacado una reproducción perfecta y hasta diríase que inquietante. Tras los baños de plata pertinentes quedaría positivada sobre el negativo  la imagen en cuestión  proyectando una silueta indeleble del cuerpo del Señor, una composición en la que destaca la faz inalterable del sujeto  pese a los sufrimientos. El varón de dolores que profetizara Isaías se muestra ajeno a sus propios padecimientos, porque los ha vencido, los ha remontado.
En diciembre de l899 otro francés aficionado a la fotografía, Ulises Chevalier, fue llamado a declarar ante un tribunal de Lyon, donde un grupo de católicos habían sido denunciados por falsarios, después de haber comercializado y puesto a la venta las famosos negativos de su colega italiano. En la deposición  forense que haría Chevalier delante del juez,  declaró que las placas habían sido tomadas del natural sobre el original existente y que no estaban pintadas ni retocadas. Francia vivía entonces conmovida por el asunto de Dreyffus y las revelaciones de Ulises Chevalier a muchos les parecía una salida de tono. Se exaltaron los ánimos de los círculos agnósticos y ateos preponderantes en la Francia de fin de siglo. Se reclamó el veredicto del Pontífice sobre el tema,  pero ni León XIII ni su sucesor se pronunciaron ni en un sentido ni en otro al respecto del escabroso aliciente del Santo Sindone. Sería Pio XI, un intelectual y escritor que pasó la mayor parte de su vida hasta su elección encerrado en la biblioteca y que, contra todo pronóstico creía en el carisma de los milagros ( él canonizó a Teresa de Lisieux proclamando la A lluvia de rosas A) el que dictaminara que la reliquia del Santo Sudario estaba admitida por la Iglesia.


LAS CARAS DE BELMEZ
  Hace unos años la España franquista se sintió conmovida por un hecho que se salía de lo corriente. En una casa particular del pueblo jiennense de Bélmez aparecieron una serie de rostros  en el muro perfectamente diseñados. Se comprobó que allí hubo enterrados o emparedados personas. Sucede que el sudor mórbido de los moribundos y de los cadáveres exhala urea  , una sustancia química que al fermentar produce amoniaco. Cuando se evapora el amoniaco éste a su vez cría tanino; el tanino determina finalmente que surjan imágenes. Es una reacción química equiparable al proceso que utilizan los fabricantes de calcamonías. El amoníaco de las caras de Bélmez y las impregnaciones de la Sábana Santa obraron ese milagro inexplicable aparentemente, aunque en el fondo estén perfectamente incardinadas sus causas en las leyes físico químicas.
Hubo un factor de sorpresa añadido cuando en 1973 los militares estadounidenses J. P. Jackson y Eric Jünger revelaron que habían encontrado en el sudario marcas de lo que podía haber sido un estallido de radiación solar. Los evangelistas narran cómo las santas mujeres que se acercaron al sepulcro vieron una luz sobrecogedora que las hizo temblar, pero un ángel vino a confortarlas al tiempo que decían que al que buscaban no estaba allí, que había resucitado. Sus declaraciones estallaron como una bomba. Los más aviesos fueron diciendo por ahí que Cristo era un extra terrestre. La Nasa estaba por esos días metida de lleno en la investigación de los platillos volantes. Las teorías de Jackson y Jünger no pudieron concretarse en demostraciones fehacientes pero contribuyeron a que no menguase el interés por la venerable reliquia.
Resulta que ésta era de una textura inconsútil al igual que la túnica de la cual hablan los evangelistas y que los soldados romanos se jugaron a la taba al pie de la cruz. Era de lino sin costuras y en un segundo análisis volvieron a aparecer los restos de pólenes y de yerbas exóticas. Las pruebas del carbono catorce incoadas en la segunda mitad de la década de los 90 dieron resultados negativos sobre la antigüedad del documento, pero, a decir de determinados sindonologos,  las pruebas del carbono, que dataron el lienzo hacia comienzos del siglo XIII y nunca en los inicios de la era actual dijeron que no habían sido llevadas a cabo convenientemente. Otros alegaron que dichos experimentos fueron una forma de poner a la Iglesia contra las cuerdas mediante comprobaciones periciales . Ésta hubo de admitir que, si bien es posible que la sabana no fuese  el sudario de Cristo lo resulta infalible  que se trata de la reliquia  más veneradas del orbe. La que ha creado a lo largo de los siglos un mayor nivel de fervor y de expectación..
En éstas estábamos cuando se produce un pavoroso incendio en la capilla de San Juan Bautista de Turín en 1997 con el papa en el estribo del avión para emprender uno de sus múltiples viajes. Todo el edificio fue pasto de las llamas pero el vestigio de incalculable valor sale indemne del fuego, un hecho que unos reputan de milagroso, pero que otros atribuyen a la pericia y al arrojo de un bombero que logra rescatarlo cuando ya el cofre de metales preciosos donde se guarda el corporal  daba señales de fundirse. Hay quien atribuye el  percance a la acción intencionada de una mente maligna y criminal. Porque ha de ser tenido en cuenta que  Turín es una de las ciudades mundiales donde más casos de posesión diabólica se han dado últimamente , al ser la industriosa capital del Piamonte sede de sectas  y conventículos que profesan el culto al diablo. A los pocos meses del incendio sobreviene el terremoto de Asís, otro hecho que tampoco  los estudiosos de las ciencias ocultas del siglo XX dan por casual, porque así estaba escrito de antemano. Ya lo anunciaban algunas profecía
 
 
                                                       
 
                                                                  IV
 
    Cabe la posibilidad de que nos encontremos ante una falsificación, obra de la alquimia que bien pudo ser trocado en la retorta de algún monje oscuro conocedor de las leyes secretas que rigen el crisol de los metales y la combinación de los ungüentos y colores. La alquimia era el arte sagrado , el gran A desideratum A de la sabiduría hermética.. Se cultiva durante toda la Edad Media en Europa. Fue traída por los árabes. Nunca se practicaba a la luz del día sino en el interior de lóbregas cavernas, donde hombres excéntricos de narices corvas y largas melenas de guedejas grises, rodeados de matraces, alquitaras y otros cachivaches y vidrios tallados que contenían líquidos de diversos colores en ebullición llevaban a cabo sus investigaciones. El introductor de la alquimia en España fue Raimundo Lulio el Venerable. El doctor iluminado como se le conoce en los estudios teológicos murió mártir apedreado por los sarracenos fundamentalistas. Si no ha subido hasta ahora a los altares quizás se deba a haber cultivado esa actividad tan sospechosa como es la alquimia.


Hubo un papa, Juan XX, que cultivó la panacea universal o arte de transformar en oro los metales; en su testamento otorgado el l334 legó a sus herederos una suma considerable de 28 millones de florines obtenidos en el alambique secreto que transmutaba en metales preciosos los  viles y que practicó las ciencias ocultas toda su vida. Era un alquimista, y alquimista fue el famoso quiromántico y adivino de la corte de Juan II, el marqués de Villena,cuya tumba puede visitarse en los Jerónimos de Segovia. El tal marqués también conocido por A el de Villena, ni palabra mala ni obra buena A - tal debería de ser su catadura moral y su perfidia - se rumoreaba tenía pacto con el diablo y gracias a estas mañas conseguía resucitar a los muertos . Incluso llevó a cabo el primer caso de clonación de la historia fabricando un personaje que era idéntico a sí mismo. Merced a este doble logró salvar el pellejo multitud de ocasiones.
En la época de los magos medievales hacer una réplica o fabricar un sudario semejante al que tuvo en sus manos José de Arimatea no era cosa difícil. Había tecnología suficiente para ello, una tecnología que hoy se ha perdido como se ha perdido el secreto de los maestros que edificaron las grandes catedrales europeas. La alquimia y la sabiduría hermética era la pasión de aquellos siglos , tanto como pudo serlo la cetrería o el conocimiento de las yerbas.
 Un médico francés, el Dr. Barbet , comprobó en el lienzo de Turín hasta 120 marcas de azotes o golpes de A flagrum A- un palo al que iban unidas unas correas de cuero rematadas por bolas de acero A verbera A con las que se flagelaba a los condenados - llegando a la conclusión de  que la paliza fue administrada por dos verdugos diferentes los cuales se habían ido turnando en la tarea.
 Cinco hebras de la Sábana escudriñadas al microscopio en 1973 revelaron que la imagen se plasmó sobre un cuerpo mórbido porque había rastros de amoniaco y partículas de sustancias aromáticas y residuos de fanerógamas no habituales en el continente europeo pero bastante frecuentes en Asia . Se encontraron manchas de sangre coagulada y las ya consignadas marcas de clavos en las muñecas. Cristo pesaba unos ochenta kilos y medía poco más de un metro ochenta centímetros. Murió de asfixia a causa de su posición en la cruz que determinaría un encharcamiento de los pulmones al  cesar éstos de bombear aire. Las pruebas del carbono catorce fueron efectuadas por William C. Libby, premio Nobel de Química 1960, uno de los investigadores que contribuyeron en 1946 al hallazgo de los tan traídos y llevados Rollos del Mar Muerto . Aunque se trata de una reacción química harto compleja podría sintetizarse de la manera siguiente: cada minuto que pasa los seres vivos crean una cantidad determinada de isótopos carbono catorce , pero cuando esas plantas o animales cesan de absorber oxígeno terminan al punto las emisiones del isótopo. Es posible calcular la edad de un fósil o de cualquier materia siguiendole la pista al carbono catorce estudiando al microscopio las adherencias y trazas que deja en torno suyo todo cuanto tuvo vida. La edad de un árbol se puede colegir al trasluz de  los arillos concéntricos .que aparecen como un diagrama  al hendir la sierra en el tronco para cortarlo .El surco de cada circunferencia es una floración. Pues muy similar a esto es mutatis mutandis la prueba del carbono catorce. La energía ni muere ni se destruye, sólo se transforma. A tenor con ese axioma hay una interdependencia cósmica o lo que llaman algunos científicos el A EFECTO MARIPOSA@. El batir de las alas de un insecto  en  Nueva York puede provocar un huracán en Mallorca. La biblia traduce dicho principio sinérgico con una frase que nos debe llenar de esperanza a los creyentes: A vita mutatur non tollitur A. La vida se cambia o transforma nunca se arrebata. La materia se adapta y adopta otras formas (metamorfosis). Los que creen en la reencarnación se basan en este principio del Aefecto mariposa A , porque la energía es indestructible y todo lo que vive deja un rastro indeleble en algunos casos como demuestran algunos estudios con fósiles. Las investigaciones palinógrafas a que ha dado lugar el Santo Síndone determinan la existencia de otra flora muy diferente a la que hoy conocemos. Algunos folículos aparecen  estratificados cuando se contempla toda la pieza a través del ojo implacable del microscopio, en forma de muescas o adoptando otras formas caprichosas de la naturaleza.
La familia Charny lo tuvo en su poder hasta 1356. El Santo Sudario ha resistido dos incendios, varios intentos de robo. La imagen aparece estampada o impresa mediante una técnica xilográfica, de la misma forma que pudiera ser estampado un vestido a la moda.  La faz del Señor emerge con una semblanza  muy humana y muy divina al propio tiempo, emanando toda su figura recogimiento y quietud sin convulsiones macabras ante la muerte.  Es un rostro de varón muy de antes y después, en el que se funden el hoy , el mañana y el ayer, porque es valedero para el ser humano de todas las épocas. Se da la coincidencia de que la reliquia más venerada por la Iglesia latina presenta una clara tendencia griega. En ello tal vez haya que encontrar un síntoma de hacia adonde apuntan en eclesiología la dirección de los turnos de la veleta que marca el rumbo de los vientos. EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ. AEx oriente, lux A. La luz alumbra ya sin más requisitos para los tiempos venideros. Ex Oriente Lux. La luz del día augural de la fe remonta por Levante.  Es el rostro del Redentor que viene, y su presencia se siente  cada vez con más fuerza también.
En el caso de que sean ciertas las aseveraciones de los científicos americanos que aseguran haber hallado el rastro de radiaciones que impregnaron el cadáver devolviéndolo a la vida, cabría suponer que la fuerza de aquella eclosión hizo saltar por los aires la losa del sepulcro  y que Jesús transformado en cuerpo de luz venció a la fuerza de la gravedad . Hay un halo inexplicable en toda la composición. En la región intercostal destacan las secuelas de una incisión o boquete, pero sobre todo, examinada la cavidad bucal, en su interior fue encontrado vestigio de una leptón ( moneda antigua hebrea de los tiempos de Pilatos) en cuya sobrehaz se dibujaba la efigie del emperador reinante, Tiberio.


Los griegos y los rusos celebraban ya en el siglo VIII la fiesta de San Mandylion, o la del Santo Rostro. Este es un dato muy a tener en cuenta para obviar las cábalas de aquellos que datan su aparición en el siglo XIII.
Asimismo, ceba la hipótesis de que la sábana de Turín pudiera no ser la auténtica sino una copia de la original que estuvo mucho tiempo en Constantinopla. Hay en el mundo varios santos rostros. Sin ir más lejos en España hay dos, el de Jaén y el de Oviedo.
Javier Briansó, ingeniero de Minas y miembro del Centro de Sindonología corroborando los trabajos de los profesores italianos Bollone, Ballosino y Zacà,en un interesante trabajo aunque demasiado técnico aparecido en el periódico ALa Nueva España@(10-II-1997) data mediante fórmulas químicas que el lienzo de la Cámara Santa ovetense fue fabricado en el siglo VII, por lo que no puede ser el original. Sin embargo, es del todo seguro de que la reliquia de José de Arimatea existió y que , si no en su estado original, al menos ha llegado hasta nosotros como  una señal cierta de la existencia de Cristo y que su espíritu pervivirá hasta el fin de los tiempos. El quinto evangelio se transforma de esta forma en la máxima reliquia de la cristiandad. Su rostro se estampa por doquier y está resurgiendo. Es la mirada que vuelve para dar esperanza a los hombres. Es una luz interior que se siente adentro más allá de las diferencias externas de criterio, las reivindicaciones históricas, la malicia de los hombres o las razones de Estado o de la alta política. Son ojos llenos de misericordia y de perdón, porque pertenecen al orden esotérico ( lo que está dentro ) y que trascienden lo exotérico, lo aparente, lo externo. Sobre ambos planos del Espíritu y la Carne se proyecta el gran combate, el largo camino de la Humanidad hacia su destino. Quizás haya muchos que sigan poniendo en tela de juicio los milagros. Se precipitan sin duda al rechazarlos categóricamente, porque , como escribía Agustín hace mil quinientos años, A un milagro no acaece en contradicción con las leyes de la naturaleza sino en contradicción con las leyes de la naturaleza que nosotros, en nuestros limitados alcances, conocemos@. El obispo de Hipona deja así la puerta abierta a la investigación y al progreso.
 
 
Antonio Parra Galindo
 
                          


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TARDE MELANCOLICA DE SAN SILVESTRE CARTAS A UNA VIEJA NOVIA

CARTAS A ERIKA. El TESORO DE CISNEROS (novela epistolar, mails al cruce)
 


 


 


Hola Eri ¿cómo te va? Yo bien, gracias sean dadas a los dioses, pero un poco melancólico. Fíjate qué fecha es hoy, la tarde de san Silvestre. Para los alemanes es el Silvestre Abend. Agarran unas cogorzas que tú no veas, pero lo mismo pasa aquí con el rollo mamonero de las doce campanadas, las doce uvas, las saturnales. Ya sabes mi pasión por Roma pues fui profesor de latín en Oxford y se me daba bien la lengua del Lacio, recuerda aquellas clases en la facul hace ya más de cuarenta años como a ti el árabe. Eras muy cuidadosa con los libros, muy elegante, decíamos una tía con clase, no una pija vulgaris de esas de Serrano aunque tú vivieras en la calle Velázquez. La gente que tiene clase pues tiene clase y no todos esos tipos que aparecen en la tele como el josemi y otros bodigos por el estilo impartiéndonos cursos y reglas de urbanidad. Estos nuevos ricos son una peste, ya te digo. Tú lo llevabas en la sangre, la alcurnia se nota y hasta para tomar un papel entre los dedos eras elegante. Pero ya se me está yendo el santo al cielo, canastos. A lo que iba el árabe pues tú sabes que el cardenal tu antepasado lo hablaba. Cierto que en un auto de fe en Granada quemó no sé cuantos alcoranes pero no eran más que libros de devoción. Salvó de aquella almenara todos los libros importantes que habían escrito los moros sobre álgebra, trigonometría, hierbas, ciencias naturales y se los trajo para Alcalá y a él se lo debemos los investigadores que tengamos un cierto conocimiento de la España que tabularon o escribieron los árabes en sus historiadores. No te voy a hablar de cronicones ni ponerte la cabeza tarumba con citas. además de ese tema estás tú mucho más puesta que aqueste pagano. ¿Cómo va la tesis? Espero que bien.  Has tenido que jubilarte tras tu divorcio con tu esposo mantecoso para dedicarte a lo que te iba que era escribir, soñar, dar ideas a los pobres mortales, dirigir, gobernar, contar las habas y establecer del cupo de las cantidades cantantes y sonantes. Yo ya sabes, desde que pasó aquello me he quedado soltero. Tuve mis rollos claro está y mis líos no los iba a tener, no me avergüenzo de nada o de muy pocas cosas. He derramado mi semen tontamente por esos mundos de dios, materia de olvido y de dolor. Ya te contaré historias por ese cabo, pero no deben de ser importantes, son aburridas, Erica, y como todas. Nihil novum sub sole. Las tuyas ya me las dirás aunque a nuestras hay que decir alea jacta est y pensar en la frase de Pilatos quod scripsi, scripsi. Perdona si me abruma con tanto aforismo latino pero es mi debilidad. En mí puede que cupiera el esplendor de algún emperador romano. Honro a aquellos dioses y trato de conservar el fuego sagrado de los Numa Pompilium. Te diré que he renunciado al cristianismo pues me parece que fue esa religión un invento de los judíos para acabar con el imperio romano. No te escandalices. Sé lo que me digo, no te creas. Y ha sido la voluntad de los dioses p mi Fatum el que haya venido a residir en el último tranco de mi existencia (que confío que por la largueza de la diosa Hera que cuida de mi salud y con los alifafes y alguna hierba que me proporciones Esculapio sea lo más larga posible) en este antiguo campamento romano que llamaron Compluvia. Aquí estuvieron todas las legiones y era el punto de recalada desde donde se iniciaban todas las campañas en la Hispania Citerior y Ulterior. Con ellos y con mis recuerdos, los versos de Horacio, Juvenal, Plinio, las arengas de Cicerón y las cuartetas algo indecorosas del Satyricon de Ovidio que demostraban cómo ligar en el coliseo o qué postura conviene más en el amor cuando se han alcanzado los cuarenta años- átese el varón después de rendir tributo a Falo con un lazo de sede y contenga la eyaculación, hará gemir a la hembra de placer, inundará el lectum de flujo, esto es se meará de gusto, a mi me pasó una vez con una fue un coito largísimo interminable y por poco me quedo tieso y como dicen los ingleses on the job, con el instrumento en la mano, con la mano sobre la esteva del arado. Asi que los venustos consejos del bueno de Plinio yo no se lo recomendaría a la juventud. Dirás, amada Erika, tú que eras una valkiria, una vestal romana, que estoy hiriendo tu pudor. Suplicote me perdones si ves en ello alguna intención aviesa pero no es así. Sólo me impulsa el placer de narrar y reírme un poco del destino que me privó de haber gozado de gustos tan estupendos en tu compañía la mujer que amaba por entonces, la estudiante de Filología Árabe, la marquesa de no sé cuantos títulos, y grande de España. Creo que sigues teniendo más clase que la duquesa de Alba que a mi me parece una guarra con el belfo fruncido pero siempre con ganas de picadero pues en sus días jóvenes montó mucho a a caballo. A Sanlucar a ver al duque ya sabes y al pobre duque su marido le crecía toda una arboleda encima de la testuz. Pero bueno ya me estoy desparramando por donde no debo. Gracias al cardenal estos tienen lo que tienen y son lo poco o lo mucho que son. Algunos le comparan con el Richelieu hispano pero su idea de España iba más allá. Quería crear un imperio mesiánico. Roma le venía estrecha a don Gonzalo y fue materia de escándalo aquellos cardenales con sus barraganas, el voto de Santiago, una limosna y sales del purgatorio. La lujuria y  simonía de la Ciudad Eterna debieron de fatigarle a este hijo de un oscuro zapatero de Villamar, seguramente un judío converso, que quieres que te diga, pero con todas las luces y carismas del mensaje de Israel, un mensaje salvador por otra parte que jamás se ha puesto en práctica porque roza atingencias imposibles. Yahvé está arriba y nosotros abajo. Por mucho que estiremos la puerta ni él bajará ni nosotros subiremos. Son dos planos diferentes. Sin embargo, fray Gonzalo cuando estudiaba Humanidades calzaba los borceguíes más “polidos” de todo el claustro. Sus enemigos no tardaron en murmurar por ese lujo, por ese derroche pero como fraile franciscano no se le pudo coger en un renuncio ni tal que así. Debajo de la púrpura y de la seda llevaba el sayal y el cordón de esparto de los hijos de san Francisco y nunca utilizaba el lecho arzobispal de blondas de brocado y patas de nogal sino en un jergón de paja en su celda asistido siempre de cerca por su fámulo que le acompañaba día y noche, fray Narciso, y se maceraba las carnes todas las noches con disciplinas. A veces no dudaba en trocar la cogulla monástica por el casco de guerrero. Eso sí, según mis entendederas, de su ascendencia algo oscura le venía la inclinación por el oro y a guardar para el día de mañana. El dinero es el mejor salvoconducto, compra voluntades, derriba todas las murallas y es un pecado contra la vieja mosaica el derrocharlo por las buenas y te participo Erica, amor, que al morir le dejó un buen montón de ducados a su fiel escudero el citado fray Narciso quien se fue con su amo al cielo al poco de fallecer. No testó pero hizo una manda de que se le dijeran misas en una iglesia que yo conozco de este pueblo que es el tuyo y el de don Manuel Hazaña. Por lo visto en los saqueos de la guerra civil alguien encontró un cofre tras una puerta excusada de aquel convento y arrampló con todo ese dinerazo. Yo no soy un detective, soy solo un investigador jubilado lo mismo que tú eres una profesora de árabe, hija de condes,  mujer de buenas partes- hay que ver lo buena que estabas- y que en todo demostraste tu buena crianza. Yo te invito un poco a resolver  conmigo este galimatías de descubrir el tesoro de Cisneros en esta España por él constituida y remozada en su unidad que hoy se está yendo al garete. Aunque ni tú ni yo, querida, seamos Sherlock Holmes Hay que recuperar el alijo de doblones, cierto, pero sobre todo el legado emocional, cultural, espiritual, de tu antepasado, habibi, salam  malikum. Que Alá sea contigo o Cristo o la      Virgen        Maria si es que crees en algo, como yo creo en ti y te  tuve y te tengo amor, y te tenga de su mano. Me voy a comer al Geston. Es un bar donde yo acostumbro a parar y me quieren mucho. A la tarde si es que el valdepeñas no es óbice, proseguiré esta misiva la primera en el último día del año, Erica. Pero año nuevo vida nueva

2016-12-30

cela el cafe gijo y yo

https://youtu.be/ZBRvCnA8YJU

LES PRESENTO MI CORESPONSAL IN LONDON

Corresponsal en Londres

/ Relatos


Vivencias personales o imaginadas de un periodista español en la Inglaterra de los años 60, antes de la llegada del pensamiento único, y de la globalización, se refieren en este libro. Narra de forma oblicua e interactiva, tratando de evitar la autobiografía, la turbulenta época de Manuel Fraga, como legado español en laCorte de San Jaime, cuando se “desmontaba” el franquismo, y daba comienzo la Transición, con el desmantelamiento de la Prensa del Movimiento que tuvo a Fraga por supremo artífice, secundado por el grupo de Jesús Polanco. PYRESA se transformó en PRISA. El embajador, por otra parte, fracasó en su aspiración a ocupar la presidencia
de Gobierno. Y aquellos en los que confiaba “lo traicionaron”. La Transición se “coció” en pucheros londinenses. Antonio Parra fue testigo de cargo y cuenta cómo lo vivió.



Portada:

Corresponsal en Londres - libro publicado en Círculo Rojo
Colección: Relatos
Páginas: 230
ISBN: 978-84-9126-529-0
Tamaños: 15x21
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  • Antonio Parra

    BIOGRAFÍA

    Antonio Parra es periodista, licenciado en Lenguas Modernas y en Ruso por la Complutense. Ha publicado "Remember Brunete" "Franco y los Judíos", "Seminario vacío", "Lloviendo rosas" y "Quien encontrará a la mujer fuerte".

    Otros títulos del autor


    Sobre los puentes de York

    Antonio Parra Galindo
    Editorial: Círculo Rojo
    Tapa blanda: 10,00€
    Género: Poesía
    ISBN: 978-84-9126-065-3

    Teresa, la judía conversa

    Antonio Parra Galindo
    Editorial: Círculo Rojo
    Tapa blanda: 25,00 €
    Clásicos universales
    ISBN: 978-84-9115-095-4

    666 La hora de la bestia

    Antonio Parra Galindo
    Editorial: Círculo Rojo
    Tapa blanda: 19,99 €
    Clásicos universales
    ISBN: 978-84-9076-753-5

    Remember Brunete. La batalla de la sed

    Antonio Parra
    Editorial: Círculo Rojo
    Tapa blanda: 19,50 €
    Género: Investigación
    ISBN: 978-84-15093-58-9

    Seminario vacío. Los pecados mortales de la iglesia

    Antonio Parra Galindo
    Editorial: Círculo Rojo
    Tapa blanda: 15,00 €
    Género: Novela
    ISBN: 978-84-15093-38-1

    JABALÍES

     

    Bajan de la braña al trote cochinero, hozan y escarban los prados, arruinan las cosechas de patatas, destrozan el maíz. Al cerdo salvaje que sembraba el terror entre los árabes de Tingitania por ser animal impuro — la denominación de origen castellana es un arabismo como tantas  otras palabras españolas, pues los moros dejaron una fuerte impronta en la lengua castellana, porque llevamos un moro dentro — los romanos llamabanlo Aper.

    Su carne y su tasajo constituían la base de su alimentación y de las cenas de Lúculo. Era el sustento de las colonias y  algunas legiones al sus scofra colocaban en su insignia sobre el lábaro; era animal de la suerte su ferocidad le hacía envidiable porque no ceja hasta la muerte y cuando está herido muere matando.

    El más ruin jabalí se zampa la mejor bellota. De ahí que haya algunos chicos de la política y de la prensa que no saben hacer otra cosa que joder la marrana, mira por donde.  Mas, no os preocupéis que a todo cerdo…

    Es un animal fecundo y muy sociable que se revuelca para despiojarse en el barro y la paja del escarbadero y dejan la marca de sus revolcones  en esos hoyos que, en medio del prado, cusan graves daños en las caserías, cabreando  a los labriegos.

    Es noctívago o nictálope muy listo y rebañiego.  Sabe cómo moverse y adonde tiene la querencia hasta el punto de que visitan de madrugada los contenedores de basura de las ciudades, a sabiendas de que hay veda y que allí no pueden ser molestados por los cazadores con sus jaurías de podencos.

    Con movimientos impetuosos avanza monte arriba tenazmente, sirviéndose de su afilado hocico y de sus poderosos colmillos los cuales le sirven de antena, como sistema de navegación abriendo brecha. Aunque ve muy mal, está superdotado de un gran olfato con el que ventea a sus presas. Se le creyó en la antigüedad que esos dos cuernos que le nacían en el morro curaban la impotencia sexual masculina, como los del rinoceronte, siendo muy apreciados.

    El celo les dura de noviembre a marzo; las hembras paren  dos incluso tres veces por año lechigadas de hasta doce jabatos.

    Pueden concebir de antemano las gorrinas a los quince meses.

    El macho alfa consigue patente de apareamiento peleando con sus rivales y monta y deja preñadas a las numerosas hembras de su tropel. Es rebañiego ya digo y nunca va solo sino en cuadrilla.

    El colmillo retorcido característico del verraco salvaje, sus dentelladas y golpes son certeros  —cerdo alunado o puerco padre al que los dientes se le forman como una media luna— es lo que le distingue del cerdo doméstico. Con esos caninos rasga las carnes de sus presas. Muy voraz y omnívoro se alimenta de carroñas inclusive, a decir de los entendidos.

    En una apartada aldea de este concejo se le ha visto saltar las tapias de un cementerio y escarbando en una sepultura devorar el cadáver de un paisano que acababa de ser sepultado.

    A la Metida la finca donde paso temporadas acude una cerda con sus rayones de anochecido. El otro día me topé con la piara cuando bajaba a tirar la basura,  ¡menudo susto¡

    Enchufé al verraco con mi farol y salieron de estampida detrás todos los miembros de la familia.

    En algunas partes de España están adquiriendo una mala fama que no le corresponde: el jabalí animal prehistórico y su cabeza apepinada ilustra los motivos heráldicos y blasones de algunas casas solariegas de Asturias, Galicia y Cantabria.

    Por todo el norte salían—por costumbre del tiempo invernal— las partidas de los señores con sus lebreles para dar la batida a la caza del “gochu”.

     Constituyó la presa más codiciada de los monteros medievales y su carne algo agraz y montisca la sirven en restaurantes asturianos como plato del día.

    Sin ir más lejos días antes de Nochebuena, por poco apaño una cólico por la ingestión de estofado de “mortecino”, del súrido, que estaba un poco indigesto, dentro del menú a base de fabada, guiso de jabalí, arroz con leche, pan de borona, y una botella de peleón, ocho euros, en el mesón del Alto el Praviano.

    Tambien se dice del puerco salvaje, al igual que del gocho, que del mismo están buenos hasta los andares pero no he visto nunca adobarse sus jamones o no se tiene dello costumbre por estos pagos, ya que sus grasas son menos suculentas que las del cerdo doméstico y saben  a montuno.

    Anteanoche sentí aullar a un perro. Salí a la puerta y vino cojeando hasta la antojana una podenca. Tenía la pata destrozada. Se la había comido el jabalí de una dentellada en su lucha cinegética.

    Al chancho lo tienen miedo los galgos y los perros de presa. Era una herida de guerra, signo cruel de la eterna batalla de la supervivencia. ¡ Animalito!

    30 dic 2016

    BOTELLÓN LA NOCHE DE SAN MIGUEL

     

    Antonio Parra

     

    Era el día de san Miguel patrón de iglesia y sinagoga y yo quería soñar no sé por qué en el largo de los caminos tépida noche de otoño las aceras de Veláquez alfombradas de las brillantes y rotundas pilongas que por cierto fueron la base del descubrimiento por el israelí Weissemann en 1942 del TNT (no creo ser yo un químico profesional pero tampoco hablo a humo de pajas) ofreciendo su virginidad a los pies de los pasantes urbanos; noches de Madrid en que la ciudad parece que trae música en el aire y nostalgia de juventud.

     Beba, padrecito. Corro de jóvenes del botellón saliendome al paso por una alea del parque, me vacilaban y chicoleaban desde los jardines de Moncloa. Probé pero no degusté al igual que Xto en la vía dolorosa. Buenos chavales algo pijos faltos de mili. Un paso ligero os daba yo. Algún que otro refuerzo y veintisiete imaginarias. Lo que ven mis ojos es una tenida triste pero hay noches en que uno no está ni para ver visiones. Te quedas clavado en la albarrada. Bolsas de plástico y ginebra de garrafón risas y carreras todo a favor de muy dolorosa resaca y vómitos al pie de un pino oh divino arcángel resguardame bajo tus alas. Los setos de circunvalación hacen las veces de columna mingitoria y las muchachas sin ningún pudor acuden a mear en batallón entre risas y chanzas y mensajes SMS con llamadas de móviles. Se bajan los vaqueros y las bragas y hacen un calvo a los viandantes pero no pasa nada. Algún mamporrero debe de haber oculto entre la oscuridad dandose un lote de vista pero no aparece en el horizonte.  Todo es como muy jovial. No hay altercados lo que demuestra que  saben beber si no con moderación al menos con tiento estos chavales que decía ya mi abuelo al agua como rey y al vino como rey.

    felicito a mis lectores por el año 2017

    s nowi god

    bon natale

    fröhliches and friedliches Neue Jahr

    Bonne Année

    happy new year



    PULLAS ANTISEMITAS DE QUEVEDO CONTRA GÓNGORA Y LOS JUDIOS (capitulo no publicado de mi libro sobre Andrés Launa autor del lazarillo". Se trata de un texto que me salió redondo y yo al leerme a mi mismo me maravillo


    Quieren hacer al Manzanares Navegable... ayer meome un burro y hoy me ahogo, parodia de la sequía

     

     

    este blog defiende la unidad de España y a su cultura
    EL MANZANARES EN QUEVEDO Y GÓNGORA


    El arte de Quevedo es el luquete de naranja/limón que ponemos al vino para quitarle el acíbar y despojar a la vida de todos esos posos de amargura que la circunda, aunque, bien es cierto, los que seguimos a Xto hemos de beber el cáliz hasta las heces como lo bebió don Francisco tres veces desterrado, dos a punto de morir, una en la emboscada que le tendieron los venecianos, y se libraría por pies, por hablar el italiano sin acento ninguno, como un toscano, y la segunda en un lance amoroso en que acabó con tres de sus oponentes, que, en sacando la de Toledo, no había espadachín que le pusiera un pie delante y eso que era zambo, por lo que Góngora se mofa de sus cacorros, hacia adentro y desmangallados, así como de su presbicia (tenía los ojos malos y era cegato aunque su vista de lince fuera tan aguda como su daga). Dos veces lo desterraron de la Corte a sus predios de la Mancha y en una ocasión lo llevaron a presidio cinco años a León, en una fría mazmorra del convento de una orden militar
    (1) llena de humedades, lo que aceleraría su muerte.
    Como buen español(1), fue victima de la malsana yedra, que con harta frecuencia crece al sur de los Pirineos como el mal francés que del otro lado viene y que aquí se convierte en morbo visigótico, que llevó a Fray Luis, a Jovellanos, a Cervantes a la cárcel y a otros tantos al destierro. Dicen que la saña constituye el vicio y el deporte nacional. Por eso se ensalza aquí, hasta los cumbrales, a las medianías. Para triunfar en este país hay que ser del montón o tener buen parecer. ¡Ah! Las apariencias españolas. Aquí los mediocres nunca hicieron daño, mientras al que despunta en algo se le corta la cabeza.
    Y un consejo- vademécum para andar por las españas: ser siempre del montón. Como Quevedo era egregio y aventajaba a todos en estatura literaria y en calidad humana, fruto de su vividura, pues fueron a por él. Tengo para mí que el mejor libro, la mejor novela, y única en su género, es el Buscón, todo un tour de force estilístico y de solercia en el manejo del idioma castellano, del que su autor conocía todos sus recursos secretos. Que maneja como si fuera mago del idioma. Y esta esgrima verbal le hace fulgurante en el estilo y en sus estocadas, certero.
    Escritor, todo meollo, o carne sin hueso, nunca cáscara [hoy no lo entenderían] nada de hablar por hablar. El fondo se adecua a la forma en una perfecta hipóstasis del mensaje. Y esto es el desiderátum de la perfección. El no va más Mujeres y gallinas, vecinas, todas ponemos. Unas, cuernos; otras, huevos. ¿Se podrá contar mejor una historia sobre la condición femenina en este ras con ras, en este par de líneas, dos auténticos tijeretazos de versos? No. Los libros y los versos de este prócer, desde sus tratados teológicos hasta las letrillas jocosas como Erase un hombre a una nariz pegado en que pone en berlina a Góngora y con él a todos los sayones y escribas de nuestra España, tan voluble, tan tornadiza, turiferarios de Caín, no son para paladares delicados. Hay en ellos mucho cuajo, por lo que su literatura nunca será apta para cuáqueros miramelindos. Es Quevedo la antítesis de la cursilada a lo Julián Marías. Por eso le salieron enemigos a mansalva y aún lo queman en efigie los hijos de los hijos de los nietos de aquel linaje de narigudos ridículos, cornudos, o simplemente malvados que él tanto festejara.
    Aún lo tienen por peligroso y lo queman en efigie a la chita callando pero él sigue siendo el coloso del parnaso de las letras castellanas. Parece que me mira don Francisco desde la calcomanía con que honro su memoria en mi despacho y se sonríe con sorna. Saca pecho, enseña sus guedejas cansadas de tanto afán dejándolas colgar en desaliño de estudioso sobre el pescuezo y oculta el pie equino, de nacimiento, lo que, aún renqueante, no le impidió cabalgar y ser el mejor espadachín de la corche y no esos matasiete que pinta de cartón piedra e imitación Pérez Reverte en sus novelas de época. En el callejón de la rinconada de la iglesia de san Martín, justo donde está la calle de La Ballesta, un jueves santo, a la salida de los Oficios, tiró de espada y dejó muertos a tres contrincantes que le cerraron el paso. Todo un maestro de esgrima y no los de las novelas por entrega de Reverte.
    ¿Causa del riepto? Uno de los caballeros abofeteó en el atrio del templo, a la vista de todos, a una dama. En guardia. A la salida nos vemos. Pues vale. Pero de uno en uno, caballeros. El maestro de esgrima no era un matasiete o uno de esos jaques que lampaban por la corte, galanes de monjas, cortejadores a la hora de misa y el triduo, única ocasión en que aparecían en público las señoras como dios manda. Las que iban al prado en coche tenían mala reputación. Dentro de las carrozas con las cortinillas bajadas recibían a sus amantes. Podía pasar de todo. A veces los bastidores se meneaban con un ritmo sospechoso, el tiro parado y tieso el tentemozo, dormitando el cochero ciego de vino y sin menearse silenciosos con el saco de granzas al morro los caballos ruanos de los caballeros o las mulas episcopales, pues también tenían por costumbre de bajar al Prado los eclesiásticos en desguisa.
    Este era Quevedo. El caballero de las espuelas de oro como le llama casona. ¿Misógino? Ni por pienso. A su pluma debemos el mejor soneto en castellano y en él canta a la mujer. Y su lamento de letra herido y de amante despachado aun esparce el eco que han conseguido quebrar la vara de la muerte:
    "Cerrar podrá mis ojos la postrera

    sombra que me llevase el blanco día
    y podrá desatar el alma mía
    hora a su afán ansioso lisonjera
    mas no desta parte en la ribera
    dejará la memoria donde ardía
    nadar sobre mi llama el agua fría
    Y perder el respeto a la ley severa;
    Alma a quien todos sus días pasión ha sido;
    Venas que humor a tanto fuego han dado;
    Médulas que han gloriosamente ardido;
    Su cuerpo dejará, no su cuidado;
    serán ceniza, mas tendrá sentido
    polvo serán, mas polvo enamorado
    "
    Se refería a Lisi. De quien fuera Lisi poco sabemos. Sólo que el poeta la inmortalizó en estos pensamientos. La vida real fue mucho más cruel con él. Los grandes hombres acaban contrayendo matrimonio con la que menos les conviene y su bodorrio de mozo viejo con una tal Felipa acabó en desastre. Pero ahí queda como pecio de aquel desastre conyugal aquella antífrasis: "mujeres y gallinas, vecinas, todas ponemos".
    ¿Don Francisco putañero? No sé pero conocía el mundo por de dentro y de ese mundo parte fundamental es el bello sexo. Habría que colegir al trasluz de sus escritos que ese conocimiento íntimo de la condición femenina no la ganó en los libros o en los confesionarios como Tirso, que era fraile, sino "viva voce" alternando en las tabernas
    (2) y abriendo la puerta llana de las mancebías. Su concepto de la existencia era demasiado grave para tomarse en serio a las mujeres.

    De ahí sus exclamaciones utópicas sobre el amor, el olvido y la muerte. Polvo y ceniza en definitiva pero polvo enamorado. "En tus ojos, Lisi, vi el oriente en hermosura duplicado", etc. Cruzaba el deán el portillo y venían detrás un par de diosas. Amor divino y amor profano que lo uno no quita para lo otro.
    A lo que se ve debió de ser visitador frecuente de los puticlubs de entonces que se llamaban cuexcas
    (3). Había una en Madrid, la Casa del Tócame Roque y otra en Alcalá que dio pie al dicho de "A Alcalá, putas, que llega San Lucas"(4).
    Es posible que la tal Lisi por la cual bebe los vientos el poeta fuera una de aquellas mozas de partido tan abundantes en Madrid, a lo mejor una de aquellas irlandesas tan mal vestidas y hablando con acento de Coca por su afición a empinar el codo, "tan mal vestidas y tan bien hechas" de cuya arribada da cuenta en alguna de sus cartas. Así que Alcalá, putas, que viene san Lucas y mujeres y gallinas todas ponemos. Ojos ponéis de vendimiar agüela, frase con la que alude a las alcahuetas. "Cuando te abracen, advierte, que segadores semejan, con una mano te abrazan, con otra te desjarretan... con un cuarto de turrón y con agua y con gragea goza un Príamo, barata, cualquier Tisbe gallega... corita
    (5) en cogote, gallega en ancas, gran mujer de pullas para los que pasan" está describiendo a las ventaneras, costumbre que tenía un nombre legal: solicitación... al trato torpe.
    So capa del desenfado burlesco, Quevedo es de una profundidad aterradora. Toda su poesía recuerda un cuadro del Bosco por las descripciones que hace de la corrupción y relajo de costumbres del Madrid del primer cuarto del siglo XVII.
    La rechifla con que describe el Manzanares es deliciosa: "Tiéneme del sol la llama tan chupado y tan sorbido que en mi se mueren de sed las ranas y los mosquitos".

    Y es facistol de chicharras en la solfa de lo frito el aprendiz de río que lleva penosa vida condenada de charquillos, merendero de tusonas y de mirones que bajaban a ver las ninfas desnudarse en el arroyo estantío... muy hético de corriente, muy angosto y muy roído, con dos charcos con muletas... acostado en un puchero el cuerpo y el sueño a gatas", etc.
    En las numerosas aceñas que debía contar a la sazón la raquítica ribera del Manzanares observa el paso del tiempo, otra de las preocupaciones de Quevedo: "azudes de la noria de la vida son las horas; ayer ya no es, no existe mañana y hoy es un punto fugitivo... soy un fue y un será y un es cansado..".
    Pero hay otro detalle, aparte del panorama jocoso que traza sobre el Manzanares, en lo social y costumbrista con sus lavanderas a las que algún beneficiado baja a ver las nalgas mientras recuden los pañales del niño, con sus trémulas pausas y los mastines de Sodoma que hacen acto de aparición de atardecida, los azacanes o aguadoras, las damas de toldo y arandela o meretrices, los mendigos que acuden a despiojarse, los niños que van a bañarse en las pozas o a jugar al marro, y es la información meteorológica que facilita. Como colofón de lo dicho, el Manzanares, a falta en Madrid de una plaza del Potro cordobés, del Arenal de Sevilla, el Perchel malagueño, el Zocodover de Toledo, el Arrabal arevalense o el Azoguejo de Segovia, punto de encuentro de perailes, pícaros, rameras y gente del bronce, hace las veces de "locus communis", paradero del que va y viene. Garcilaso que debía de ser tan inocente como buena persona y mejor poeta ve al Manzanares lleno de cisnes, ninfas y nereidas, utilizando un tropo muy común entre los poetas del Renacimiento en su afición a la mitología. Era mucho pedir. La ribera del Manzanares estaba poblada de ninfas pero de otra especie diferente a las que describe Garcilaso. Góngora y Quevedo en su sorna son más realistas al tiempo que nos proporcionan valiosa información sobre el referido "locus amoenus" que no era tan ameno como para mirarlo con ojos idealistas sino realistas.
    Por tales trazas el siglo XVII debió de ser seco. Se había producido un cambio climático en toda Europa. El clima que era lluvioso y bonancible en las centurias precedentes debió de acusar los efectos de una glaciación. En 1666 a causa de esta sequía acontece el gran fuego que arrasa Londres y la plaza mayor en 1634 también se quemó quedando sólo la Casa de la Panadería.
    Esta sequía trajo consigo aparejada la hambruna. Mientras, los literatos se toman la cuestión a pitorreo. Eso y empezar las jácaras todo fue uno. Fue tan capona la primavera que no pudo abrir. No hay agua pero no falta el vino. Se alude a los moscos irlandeses cuya borrachez se hace manifiesta en las calles de Madrid o a los moscos tudescos que ingerían una cantara de un golpe en las bayucas aledañas a las escaleras de San Felipe.

     España se desentiende, se despreocupa. Toros y cañas y autos sacramentales para olvidarse de los desastres de Flandes o los naufragios de la Flota de la Carrera de Indias. Los piratas ingleses estaban siempre al acecho. Ande yo caliente ríase la gente. Aquí cada uno va a lo suyo y eso le saca de las casillas a Quevedo. Empieza una refriega, una lucha entre dos colosos. Los dos tenían un conocimiento eximio de los idiotismos del idioma y no se les iba lo que se dice la fuerza por la boca
    Góngora a la vista de la escualidez del "Támesis de los Madriles" y del escuchimizado hilo de agua que vertía en aquellos tórridos veranos exclama: ayer meome un burro y hoy me ahogo. Y se cachondea con la misma insolencia de sus puentes. "Mucho puente para tan poco río" dice del de Toledo, y del de Segovia, "señora puente castellana cuyos ojos están llorando arena" y en otro verso de su letrilla hace referencia a que "los orines de las mulas den salud al río". De lo objetivo se pasa a lo subjetivo y el río de una ciudad va a ser el pretexto para una recia enemistad entre don Francisco y don Luis. La reyerta literaria hará las delicias de los amantes de las bellas letras porque en ella predomina el insulto. Sí pero hay que saber insultar. Además, la sangre nunca llega al río. Y en este donoso cruce de invectivas Góngora llama a Quevedo Anacreonte, melifluo y zambo y putero. Cegato y pelotillero. Quevedo se despacha motejándole de tahúr, mal sacerdote, judío y narigudo. Los dos poetas mayores de nuestro siglo de oro se ponen de vuelta y guerra o a caer de un burro. Lo de ayer meome un burro debió de ser ficción de Góngora pensando en su rival




    MEOME AYER UN BURRO


    Y hoy me ahogo en aguaduchos de orines. Poco más o menos Góngora y el ínclito Quevedo se mofan a porfía del río de Madrid que no es el Eúfrates ni el Tigris. Más bien un cagadero. Tuvo por afluente el Arroyo Abroñigal que es un río meadero, todo boñigas. Allá donde la villa y corte exonera su vientre, lava sus culpas y antiguamente había verbenas. Por la de San Marquillos el Verde y luego la de San Antonio que es la primera que dios envía. Bajaban allí las ninfas disfrazadas de chulapas, a hacer de cuerpo, y viejos verdes tonsurados arrastrando la loba y el manteo al salir del coro las espiaban desde las peñas con un catalejo que el locus amoenus siempre tuvo mirones para el amor de alquiler. Darse un lote de vista y llevarse las manos a la cabeza con un adonde vamos a parar y cómo están los tiempos no estaba mal visto.
    El propio autor de Los Sueños murmura del rumbo aciago que cobraban sus tiempos. A juzgar por estos versos todo sigue igual en el hombre. Nada cambia:
    Todo se ha trocado ya. Todo del revés se ha vuelto.
    Las mujeres son soldados y los hombres doncellas.
    La obsesión que manifiesta Quevedo por los putos entre los que incluye a Góngora también había gente saliendo del armario en nuestro Siglo de Oro
    Por Cuaresma, combates nabales que nabos y cohombros los daba excelente su ribera, lo mismo que cebollas y orondos tomates de un rojo casi lujurioso. ¿Rábanos? Los de su ribera, los mejores. Aunque siempre picaron un poquito. En la costanilla del Ava Pies y el postigo del Avemaría había sinagogas y muchos rabinos.

    Con el edicto de expulsión muchos de ellos se metieron a frailes y colgaban morcillas y botillos a la puerta de sus conventos por bien parecer. Madrid no es lo que parece. Aquí el personal siempre vivió hacia adentro. Un lastre que arrastramos de nuestros antepasados los judíos. También, se cursa estudios por ser más. Nunca por más saber. Y por mejor parecer. El parecer es el súmmum bonum de los hidalgos de gotera, la honra, el buen criterio. Hasta, sin haberse desayunado muchos días, como nos refiere el Lazarillo se echaban migajas en la barba para anunciar que habían comido. Por ahí vienen los calvos. Observa Quevedo que hay calvas de muchos tipos: sacerdotales, jerónimas, y calvos calvísimos, aprendices de calvo y aquellos que no saben portar su calvicie con dignidad, a lo Anasagastegui, que la por entonces se hacían el recorrido. "Hay calvo que re rebuja para tapar el melón y aparece hecho un basilisco". Aquí estamos yendo y viniendo del "no te jode a nos ha jodido". Vivimos un sinvivir de la política entre el tupé de Sagasta y el recorrido de Anasagastegui, áspero tribuno de la plebe vasca, que, por no saber, no sabe llevar su calva con dignidad.
    Luego llegan los sastres. ¿Sastres vienen?  Al infierno vamos. El ángulo de visión de Quevedo, el de un verdadero buzo de las clases sociales en el maremágnum de gentes con los que le tocó convivir. Odiaba a las viejas, pues no en vano tuvo fama de misógino. A los sastres. A los médicos y a los sacamuelas.
    ▬Ay sí.

    El Manzanarillos debe de tener la sangre municipal y espesa y por eso y por la mierda que corría en los remansos, pasada la Virgen de Atocha, se criaban tan buenos tomates, lechugas y pimientos. La Villa y Corte era un pueblo desde 1606 en que obtuvo el título de capitalidad por orden del tercero de los Felipes. Góngora fue nombrado capellán regio y puede que la ojeriza con Francisco de Quevedo, aspirante al oficio de cortesano y que tuvo vara alta en la ante corte la del valido el Duque de Lerma se debiera a ser los dos contrincantes para un mismo empleo...
    Además, dice el refrán que quien es tu enemigo el de tu oficio. Aparte de gananciosos de la sopa boba y anhelando un beneficio, una sinecura, una prestamera, los dos eran grandísimos poetas. Los mejores que hubiera jamás en esta lengua. Las rivalidades a muerte se originan precisamente en esos concursos oposición en que los españoles se queman las pestañas memorizando textos que no les servirán para nada sino para colgar un título en la pared y pasárselo a los demás por el pico, aparentar más, ¿veis?
    Yo estudio, yo soy algo, más que tú, el origen está en el puñeteros morbo visigótico y buscarse un carguete de por vida a costa de la iglesia que fue la primera que abrió el torno o lotería de las oposiciones a canonjía, luego vendrían las de notarías, que esas sí que son peliagudas o las del ingreso en el Cuerpo Jurídico del Estado o en la Cuerpa mismamente. Luego a tumbarse a la bartola.
    Manía del español que quiere vivir sin pegar golpe. Góngora ganó un beneficio en la catedral de Córdoba pero no pisaba la mezquita, no iba nunca al coro y tuvo que tener que pagar, como consta en los archivos, multa de muchos maravedíes por su inasistencia pero ay amigo obtuvo aquel beneficio a fuerza de codos y estuvo una hora de reloj, en lo que caía la arena por la clepsidra, recitando una tesis de la Summa de Santo Tomás. Tenía un título. Hoy mucho más rentable que aprobar oposiciones es meterse a político y entonar la coplilla gongorina sobre la meada del burro que provoca inundaciones por Madrid.
    De nada sirve que fuera si no un mal sacerdote al menos muy negligente ▬apenas se le conoce haber abordado el tema religioso en su obra▬ y de origen converso al que asustaba comer jalufo. Pero había ganado las oposiciones. Ayer meome un burro y hoy me ahogo. Agua va. Cuando las dueñas se ponían a arrojar los pericos o servicios de aguas mayores. Góngora se fumaba el Oficio divino y se quedaba en alguna timba o se iba por las rinconadas de la vera del Guadalquivir a la búsqueda de algún efebo.
    Sacerdote sin vocación y cura de misa y olla. Por la mañana cátedra de Prima y por las tardes, de sobrina. Ahí nos las den todas. Se da la buena vida y busca, villano en su rincón, una misericordia segura en la que sentar sus posaderos y tener ración por oposición que es para lo que empollaban latín los españoles de entonces y los de ahora se atiborran de temas. Aspiran a un buen pasar, eso que se llamaba antes la vita bona del Beatus ille. Echa la galga, amigo. Tumbémonos a la bartola. Pasan los clérigos con el bonete de tres puntas, las mulas hacaneas con un paxio o artolas cargada de libros camino de Alcalá terciado el manteo y la loba cuajada de cazcarrias y de barro de los charcos del camino. Suben la cuesta los arrieros. Huele a ajo y a vino y a trasudores de Castilla cuando va el personal trajinante y detrás llegan los ministriles. Un domine con antiparras acaba de pasar camino de su casa a pupilo. Va a dar "lición" a sus gramáticos. Les enseñará algo de gramática parda.
    Un morisco cargado de un banasto con hortalizas. Una vieja marabina a la que hiede el aliento podrido del mosto, la cebolla y las caries. Y sigue la comitiva con ministriles, algún jaque arreando un macho burreño de gran alzada y ahí están las lavanderas cantando las coplas del momento mientras restriegan la colada que reúne las bragas de una marquesa y los calzoncillos con palominos de un obispo. Y no podían faltar en esta escena los azacanes cargados de cantaros de agua de nieve. Delante de las damas de toldo y arandela, "cisnes del placer, y fenices del gusto". Abigarrado retablo de tipos y de costumbres. A cada profesión le corresponde un vicio.
    Un niño llora y un viejo con su lazarillo canta la oración del Justo Juez. Las capas negras de los letrados se confunden con las capas pardas de los mercachifles y labradores, las tocas blancas de las dueñas hacen contrapunto con los velos negros de las viudas. Cantan los cubos de los carros a los que no se permitía pasar por la puente y han de vadear por el albero salpicando los charcos o hundiéndose en el légamo. Estallan en el aire las trallas. Se escuchan algunos juramentos. Algunos carruajes hacen molino y los carreteros se quejaron toda la vida del pontazgo de la Puente Castellana.
    Los borrachos de Velázquez se han reunido en un corrillo y coronan a Baco desnudo con una corona de laurel y lo cubren con un manto púrpura como el que cubrió las desnudeces de Noé. Uno de ellos que debe de ser fraile huido del convento les sermonea en latines. Nadie le hace caso. Mucho puente para tan poco río sí pero con mucha humanidad viva que se mueve por abajo y por arriba. Señora doña puente Castellana, tus ojos están llorando arena.
    La literatura estando más allá de la imagen que en encandila y decipit (decepciona), según los escolásticos, es vividura y trascendente. El imago es una noción ficticia de lo intrascendente. La imagen destruye y deslumbra pero la palabra o el concepto construyen e ilumina. El arte de la palabra va mucho más allá de la cinemática y el cine es cínico pues poseen el mismo étimo griego; "kinos" designa al movimiento pero también al perro.
    Quevedo y Góngora que son a la vez culteranos y conceptistas nos llevan por las altas sendas de la imaginación. Nunca frisó nuestro idioma tan alto como en estos dos vates, tan diferentes y tan parecidos. Esta trifulca sobre el río de Madrid en el que coinciden descriptivamente pero que luego van a desenvainar, por rigurosidades e inquinas personas que no hacen al caso, las plumas, convertidas en lanzas. ¡Y qué lanzas, madre mía! Al ver lo que escriben el uno del otro los ahora políticamente correctos, escritorzuelos de toma chicha y nabo, se llevan las manos a la cabeza y gritan:
    ▬Insulto. Insulto.
    Pero hay que saber insultar, señores míos, y hacerlo con cierto salero. No ese desmantelamiento que les es propio a los anti-castizos.
    La literatura, insistimos, es vividura. Y vividura profética. Por eso mismo cuando nos encontramos en un libro donosamente escritos nos asalta la impresión de haber estado en aquel sitio, en aquella casa o a la vera de aquel río que nos pinta el autor. Uno ha subido y bajado unas cuantas veces por el Puente de Toledo y está familiarizado con el genus loci y los manes madrileños.
    Nos han sucedido aventuras. Vimos no a las ninfas y nereidas pero sí bastante ninfas del cantón que en el Cerro la Plata cobraban a duro el "polvo". Niños y militares sin graduación algo menos y una paja tres pesetas. Algunos fuimos iniciados en el amor a tan módico precio por la Josefa una sacerdotisa de Venus al aire libre, que venía de Valencia, culona, de amplias tetas, tenía un poco de bigote pero compensaba. Cela dixit.
    Hemos visto desfilar a los pastores de la mesta. A los jaques sacamantecas con la "poderosa" entre la faja, y a los mismos borrachos de Velázquez dar tumbos por las bayucas aledañas a la catedral de san Isidro que ya estaban abiertas hace cuatro siglos. Nos hemos puesto la coroza de los penitentes que salían en Viernes Santo detrás de un paso al lado de las vestidas de dolorosas luciendo cuerpo y jeme... Tan chulas y presumidas ellas. La religión aquí estuvo íntimamente relacionada con el sexo.
    Acompañar al Santo Entierro era un pretexto para lucir su cuerpo serrano. Debían de ser las mismas damas que acompañaban a Felipe IV tan salaz como piadosísimo a los triduos y oficios de las Cuarenta Horas que organizaban los jesuitas. Nuestro catolicismos es áspero, algo tristón y pasionista. Ya lo decía don Francisco: "Católica y cruel Majestad".
    Hemos padecido y gozado de situaciones similares a las de Quevedo o a las de Góngora. Los genios en sus escritos nos invitan a hacer un viaje hacia el futuro. Ay Madrid que te quedas sin gente, la ciudad por la que ha discurrido gran parte de nuestro vivir. Universidad de picaresca y de misticismo. Aquí la luz tutela y es tan ardiente que acaba destruyendo. Madrid me mata a mí. Madrid te mata a ti. Por eso tanto le queremos.
    A veces tuvo aire de sepulcro. Cuando Dámaso Alonso se refería a un millón de cadáveres ambulante sabía bien lo que se decía. Con algo de sepulcro pues todo en la vida es cárcel y todo en la vida es sepulcro.
    "Del vientre a la prisión
    vine en naciendo
    de la prisión iré al sepulcro amando
    y siempre en el sepulcro
    Estaré ardiendo.
    ¿De amor? Por supuesto. Quevedo y Góngora que conocerán tan bien a las mujeres las dan poca importancia. Lisi la amada inmortalizada en el soneto del polvo enamorado es un accidente. Don Francisco lo que conoció mayormente fueron las Lisis a la vera del Manzanares, las tusonas, busconas y godeñas, en particular las hijas de la Verde Erín cuya arribada a la Corte desde la católica Irlanda era todo un acontecimiento, y que tanto le entusiasman, tan mal vestidas como bien hechas, un tanto inclinadas al mosto, las coritas asturianas y gallegas de ancas triunfales, que con una mano te abrazan y con otra te hurgan la faldriquera.
    ¡Ah las dulces mozas! querenciosas del oro, todas del partido de Santo Tomé, zamarreando por la orilla del río estantío "en esta capona primavera que no pudo abrir un lirio".
    No le gustaran a Quevedo, a lo que se ve, mucho los ríos; lo intuía, estaba oliendo el poste. Parece sentir en sus versos las humedades reumáticas de aquella mazmorra a orillas del Bernesga, del Órbigo y del Castro que son cachirríos y del Duero meninos (por afluentes). Allí le esperaban las sombras. Todo en la vida es cárcel. He ahí otro signo del poder premonitorio que mueve la pluma de los que escriben, sobre todo, si lo hacen bajo la luna de la inspiración y el poderío que brinda la introspección profética.
    No se entiende muy bien esa tirria que le inspira don Luis. ¿Serían ramalazos de ese anticlericalismo proteico que se detecta en toda la literatura castellana? ¿Odio de clérigo? ¿Rija de opositor a Corte?
    Yo te untaré mis obras con tocino
    porque no me las muerdas, Gongorilla,
    perro de los ingenios de Castilla
    Docto en pullas cual mozo de camino.
    Apenas hombre, sacerdote indino.
    Que aprende sin Christus la cartilla,
    Chocarrerías de Córdoba y Sevilla.
    Y en la corte, bufón a lo divino.
    ¿Por qué censuras tú la lengua griega
    siendo rabí de la judía,
    Cosa que tu nariz no lo niega?
    No escribas versos más, por vida mía,
    aunque esto de escribas se te pega
    Por tener de sayón la rebeldía.
    Duros epifonemas. Le tacha de judío converso y de maricón (poco hombre) y de narigudo.
    La odiosidad debió de nacer en el complot contra el Duque de Lerma que significaría la caída del Señor de la Torre de Juan Abad de patitas en el destierro. En su invectiva apunta un dato de una gran solidez histórica que ha sido poco estudiado: la influencia que tuvieron los criptojudíos en la corte de Felipe IV a través de los jesuitas. Pero se da asimismo la paradoja de que Quevedo se va a coger a la protección de los jesuitas y durante sus presidios y destierros sus amigos serían los jesuitas y su biógrafo sería un jesuita. En otros epigramas censura a su rival su afición al juego: tahúr, poco cristiano, mal clérigo. Misal apenas. Naipe cotidiano. Capellán del rey de bastos que en Córdoba nació. Murió en Burgos. Y en Pinto le dieron sepultura.
    Por su parte Góngora en un poema escrito ahora justamente hace cuatro siglos dice de Francisco de Quevedo lo siguiente:
    Anacreonte español, no hay quien os tope,
    que no diga con mucha cortesía
    que ya que vuestros pies son de elegía
    vuestras suavidades son de arrope
    ¿No imitareis al terenciano Lope
    que al de Belerofonte(6) cada día
    sobre zuecos de cómica poesía
    Se calza espuelas y le da un galope?
    Con cuidado especial vuestros antojos
    dicen que quieren traducir al griego
    No habiendo mirado vuestros ojos.
    Prestadle un rato a mi ojo ciego(7),
    porque a luz saque ciertos versos flojos
    Y entenderéis(8) cualquier gregüescos(9) luego.
    El soneto gongorino tampoco tiene desperdicio. Tilda a su oponente de poeta descuidado, suave, zambo, mal caballero
    (10), espadachín y matasiete. Y le pide que le ponga la mano en el culo para escuchar una ventosidad de sus adentros. Góngora no se tira un farol. Se tira un cuesco.
    La polémica entre los dos grandes literatos, aunque profusamente estudiada por la erudición, ha dejado inédita una idea importante: el enfrentamiento de Quevedo, caballero de la orden de Santiago, que ridiculizó a los que querían hacer santa patrona de España a una judía Teresa de Jesús, y los cristianos nuevos. Tanto él como Lope -éste de una forma más superficial- tomaron partido por los cristianos viejos.
    De modo que sus diferencias con los conversos, que tanto nombradío e influjo trujeron bajo el mandato del valido del Rey, el Conde Duque de Olivares, y su aireamiento con los franceses que tenían el criterio de que la Santa Sede había caído en manos de los judíos, pudo ser un motivo de su detención y posteriormente su encarcelamiento en San Marcos de León durante un quinquenio. Una flagrante injusticia.
    Al parecer, el mejor escritor en lengua se movía en contextos políticamente incorrectos para su tiempo. De todos modos, espíritu crítico y valiente, mete el dedo en la llaga y descubre uno de los enigmas de la historia española y las causas de su decadencia.
    Aunque cegato, su pluma era certera, y su visión de águila caudal que diquelaba desde muy lejos.
    Su fama de chistoso y jaranero que tiene en la cronología hispana, donde todos los chistes guarros se atribuyen a Quevedo, no se compadece con la hondura de su pensamiento tan español, tan entero. Miré los muros de la patria mía. ¿Acaso este postergamiento y ninguneación a que se someten sus obras, más citadas que leídas, sea otra venganza judía?
    Mientras tanto las aguas del Manzanares siguen fluyendo enterradas bajo un bunker de hormigón por decreto de los nuevos munícipes faraónicos anhelosos de convertir a este afluente del Tajo que pasa por los Madriles en un nuevo Guadiana. Pronto lo harán navegable y habrá choque de escuadras y batallas "nabales" por menos de un pimiento. Es igual. Ayer meome un burro y hoy me ahogo. Ay, Manzanares, Manzanarillos, en ti se mueren de sed las ranas y los mosquitos.
    14 de agosto de 2008
    1. Todo este mundo es prisiones;
    Todo es cárcel y penar.
    Los dineros están presos
    en la bolsa donde están
    la cuba es cárcel del vino
    la trox es cárcel del pan
    la cáscara, de las frutas
    Las espinas del rosal.
    El cuerpo es cárcel del alma,
    la tierra es cárcel del mar
    2. Fue cliente del figón de Juan Lepre que abría sus puertas en la calle Huertas de Madrid. Parroquiano de ese establecimiento fue también Diego Velázquez y alguno de sus comilitones del jarro le sirvieron de modelo al cuadro Los borrachos
    3. Casa de tolerancia (Germ.)
    4. En la fiesta de san Lucas el 18 de octubre se solían impartir los grados a los estudiantes
    5. Corito, asturiano. En el siglo XVI las gallegas, asturianas y vizcaínas no gozaban de buena reputación.
    6. Belerofonte, el hijo de Neptuno, que montó a Pegaso y venció a la Quimera
    7. El culo
    8. Por oír
    9. Pedo
    10. Quevedo fue el caballero de las espuelas de oro. Su defecto físico no le impedía ser un consumado experto en la equitación

     

    2016-12-28

    ALEGRATE QUE ES NOCHEVIEJA молитва Архангелу Михаилу - архангел Михаил очень сильная защита |#Архан...


    LA TELEVISIÓN LLEGÓ A SEGOVIA E INVENTARON EL GAS BUTANO (reflexión en la tarde de San Silvestre)

     

    Aquellas navidades de 1956 fueron especiales. Las recuerdo como si fuese ahora. han pasado sesenta años. Aparecieron unos alambres muy raros en lo alto de los tejados cuatro barras horizontales que parecían tendederos de ropa, de los que colgaba un alambre conectado a unas jarrillas. Eolo los zurraba de lo lindo, mas no se desplomaban. Seguían ahí enhiestos, haciendo posible el milagro de las 625 líneas para un mundo que vivía todavía en blanco y negro. Se trataba, claro está, de uno de los dos inventos que cambiarían la vida en Segovia y en España entera, el modo de ser y de pensar de la gente. Encarnarían la rebelión de las masas de las profecías de don José Ortega y Gasset.

    El otro sería el gas butano, las cocinillas camping que echarían a nuestras abuelas del llar, de la cocina de carbón y el horno de leña. Después llegarían la lavadora, el 600D, el tocadiscos, el ordenador, el veraneo en la costa, y todos esos adminículos de la sociedad de consumo, los cuales, de consuno, determinaron una revolución social en todas las esferas. Sin animo misoneísta y de ir contra el espíritu de los tiempos nuevos, en lo que ganamos también perdimos porque se acabaron aquellas veladas del invierno, aquellos jolgorios y reuniones vecinales, aquel amor, aquellas risas de las noches de filandón al calor de la “gloria” o hipocausto, un invento que trajeron a Castilla los romanos. Era la “vela” — desde los Santos hasta las Candelas— cuando se contaban cuentos y consejas, se cantaban villancicos y jugábamos a las Siete y Media, el Se Cansa, a coger el Polvorón, la Malla o el juego de las prendas.

    Los muchachos nos calentábamos en la portada jugando al Zorro Pico Zaina a fuerza de morradas y empellones. Era una juego para conjurar el frío de nuestros cuerpos y curar sabañones a lo bestia estacazo y tente tieso. Todo aquello se acabó.

    Los segovianos de ahora se desparraman en el sofá frente al televisor contemplando aburridos o crispados el chismorreo político de las tertulias o las noticias insustanciales de los nuevos ecos de sociedad.

    Sólo aquellas familias con posibles pudieron adquirir algún receptor telefunken que costaban un ojo de la cara y son piezas de museo tecnología de los dinosaurios pero que invitaban los vecinos, amablemente, a pasar a ver aquellas galas del sábado y los concursos en los cuales Laura Valenzuela y José Luis Peker estaban inmensos, o las noticias del telediario que daban al alimón David Cuero y Jesús Álvarez o el gran locutor segoviano Santiago Vázquez.

    En Segovia empezaron a captar la señal de la antena situada en la cumbre de la Bola del Mundo siete u ocho aparatos.

    Uno de ellos era el don Nicomedes García el millonario (su fabrica adinerada perfumaba los contornos del barrio de la Estación con los aromas del licor anisado) y otro el del magistral de la catedral don Bienvenido López Bayón al que yo ayudaba a misa en San José Obrero. Era un sacerdote muy austero y de santidad de vida, pero al cual le gustaba modernizarse con los nuevos descubrimientos de la ciencia.

    Tocaba la batería y el acordeón eléctrico y bajaba a dar sus clases al seminario en Vespa una de las primeras motocicletas que hubo en la ciudad.

    Cura bondadoso, instigaba a las familias del barrio de San José Obrero a que pasasen a ver la tele. Él junto con don Efrén Lobo, su coadjutor, instalaron el primer teleclub en los bajos de la parroquia.

    Recuerdo aquella noche de san Silvestre de 1956. Subimos a casa del canónigo y en el rellano de la escalera estaba un señor de Frumales dando voces.

    Era el abuelo de don Bienve. No quería estarse en la salita donde daban un programa de variedades porque le parecía que aquel artilugio donde las imágenes hablaban y se movían era diabólico.

    —Huele a azufre, Bienve. Satanás anda metido en esa caja. Te lo digo que esto me apesta a chamusquina yo por ahí no paso.

    —Abuelo, no es para ponerse así. Es la vida moderna.

    Esto diciendo y algo amoscado con su nieto se caló la visera de labrantín y se fue al hogar de jubilados a tomarse un chato.

    No hubo manera de reconciliarlo con la vida moderna. Moriría al poco tiempo el señor Baldomero a punto de cumplir cien años.

    Todos ellos ya fallecieron; amigos míos y de mi familia: el magistral Bienvenido, el presbítero Efrén, Jovita, su madre, el señor Baldomero, mi madre Juanita y mi padre Silvino.

    A todos ellos recuerdo en esta melancólica tarde de san Silvestre entre los clamores y la alegría hueca de la Noche Vieja cuando la gente se desmelena y se descorchan tantas botellas.

    ¿Estarán todos ellos viendo Galas del Sábado desde el cielo?

    Hoy el sistema Pal ha sustituido al UHF de las 625 líneas y los televisores son de plasma y no aquellas misteriosas pantallas de cristal gris empotradas en un mueble de caoba. En parte las conjeturas del abuelo del magistral que olía el azufre satánico de la caja tonta no fuesen cabales del todo.

    Sin embargo el buen labrantín de Frumales, oliéndose la tostada, tuvo el presentimiento de que estaba llegando la venida de un mundo global, muy diferente al que él vivió, manipulado por la gran teología de los bits y bites de Internet y de las ondas hertzianas, tributo del Zeitgeist.

    En la vida nueva no cabe pensar cada uno por su cuenta. Hay que estar en la onda y sumarse a la plebe y al mogollón. De lo contrario, serás señalado con el dedo.