Los ilusionistas emplean diversas técnicas que desafían nuestras percepciones; son expertos en dirigir nuestra atención hacia donde quieren, mientras realizan trucos fuera de nuestro foco de atención.
Durante meses ha ocupado la primera plana noticiosa en el mundo la amenaza del presidente de EE. UU. Donald Trump relacionada con la «recuperación» del Canal de Panamá, intimidación que rememora el horror de la invasión militar estadounidense de 1989, denominada en código militar Operación Causa Justa.
Trump, en su discurso ante el Congreso, el 4 de marzo, aseguró que su Administración «ya ha comenzado» a recuperar el Canal.
El misterio quedó en el aire ¿A qué se refería el Presidente? ¿Regresa la época de las cañoneras? ¿Pasarán de la coacción a la fuerza?
Cualquier cosa puede ocurrir, conociendo la tradición de los gobiernos del país norteño, pero por ahora se trata de mantener todo el tiempo, en las noticias, el asunto del Canal, como muchos otros de la agenda trumpista: guerra arancelaria, Groenlandia, Canadá, la paz en Ucrania, etc.
Séneca comparaba las técnicas de la retórica y las del ilusionismo, y el magnate presidente es diestro en ambas materias. Como hábil prestidigitador, acostumbra a adelantar supuestas acciones, pone sobre el tapete sus cartas y entretiene con su oratoria al auditorio.
Sin embargo, la realidad no siempre tiene que ver con lo que anuncia y muestra. Desde las sombras, aprovecha los puntos ciegos y actúa.
Por ejemplo, BlackRock anunció un acuerdo comercial para adquirir la firma china ck Hutchison, con sede en Hong Kong, dueña de las terminales portuarias de Balboa y Cristóbal, adyacentes al Canal de Panamá.
Los puertos, situados en ambos extremos de la vía fluvial, componen un escenario estratégico para EE. UU. en sus pretensiones de controlar el Canal.
Black Rock, junto a Vanguard y State Street, son conocidos como Los Tres Grandes en el mundo de las finanzas, tras convertirse en los mayores fondos de gestión de activos del mundo.
Sus respectivos directores ejecutivos, Larry Fink, Salim Ramji y Ronald O'Hanley, son considerados como parte de los mayores poderes en la sombra.
Esta megaempresa acumula un enorme poder en el terreno político, cuenta además con un lobby muy agresivo que actúa en el entramado de la economía y la política global, crea relaciones con funcionarios gubernamentales y presta servicios a agencias de gobierno.
Desde las sombras, se mueven los intereses y corre el dinero, nada nuevo bajo el sol. Recordemos el accionar de la United Fruit Company o de la International Telephone & Telegraph en nuestro continente. Quizá encontraremos las respuestas.