María Cristina de Habsburgo emparentada con la casa de Austria y descendiente del emperador Leopoldo tuvo que soportar no sólo la perdida de las colonias de ultramar españolas. A ello se sumó el dolor de ver perecer al imperio austrohúngaro en la primera guerra mundial. Había nacido en Brno en la frontera con Rumanía en 1858 (hablaba el alemán el checo, húngaro y rumano y gracias a sus facultades lingüísticas consiguió expresarse en castellano sin acento)
Iba para monja y el emperador Francisco José la nombró abadesa de un convento de Viena. Estando en estas llegó la petición de mano del rey Alfonso XII que acababa de perder a su primera mujer la reina Merceditas que murió tísica (su nombre fue popularizado por la gente sencilla y las niñas invocaban su nombre en las canciones de corro… donde vas Alfonso XII donde vas triste de ti) se casaron en la basílica de Atocha en 1859. Su matrimonio no fue feliz, tuvo que reprimir sus celos debido a los excesos mujeriegos Alfonso XII el cual como buen borbón no había actriz o cantante de rumbo que no se la pasase por la piedra.
De él concibió tres hijos dos infantas que murieron de sobreparto y Alfonso XII que cuando murió su esposo de hemoptisis estaba en cinta. Jurada como regente hasta la mayoría de edad de Alfonso XIII le guardó luto toda la vida. Fue siempre querida y admirada por el pueblo dada la integridad de su carácter y su moral austera. Ella fue el baluarte de la Restauración de la monarquía. El general Martínez Campos fue su artífice. Cristina se apoyó siempre más en los militares que en los políticos. Weyler, Polavieja, Martínez Campos. Como primeros ministros los tornantes Cánovas y Sagasta dos grandes hombres de estado, aunque a Sagasta le cupo la desgracia de tener que someterse al trágala del Tratado de Paris firmando la entrega de Cuba y Filipinas a los norteamericanos. Cuando una reina como ella es morigerada de costumbres el pueblo la admira y adquiere. Ella fue la que impulsó la belleza urbanística del nuevo Madrid El Prado, la Gran Via, los palacios y monumentos, el barrio de Salamanca, esta checoslovaca resultó ser una gran española que estuvo al frente del gobierno en tiempos traumáticos para el mundo y para España. Terminó su regencia al concluir la minoría de edad de su tercer vástago Alfonso XIII. Durante la primera guerra mundial se sintió germanófila pero gracias a su influencia España no se alineó con ninguno de los dos bandos lo que ahorró muchas vidas y deparó un tiempo de prosperidad para las arcas estatales. Esta tarde en Ribadeo siento un grito brotar de mi :
─Viva el Rey y Arriba España
Ojalá todos nuestros reyes fuesen como ella.
sábado, 29 de octubre de 2022
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