2024-08-22

como escritor y periodista rindo culto a la libertad, la vida, la belleza y el vino no hay religión sin liturgia





















































































































































































































































































































































 

UN LIBRO ENTRE LAS MANOS EL PECIO QUE ME QUEDA DEL NAUFRAGIO DE AQUEL AMOR INGLÉS. ERA EL ROMEO Y JULIETA CONSERVA EL NOMBRE DE LA PROPIETARIA Y ALGUNAS ANOTACIONES AL MARGEN DE FORMA MUY CUIDADOSA O SUZANNE MARIE HUGH I ALWAY LOVE YOU, TUVE LA SUERTE DE AMAR A LA MUJER MÁS BELLA DE INGLATERRA Y DE MEJOR CORAZÓN. GRACIAS POR ESTA DADIVA, SEÑOR, QUE NO SUPE APROVECHAR PUES MALGASTÉ EL AMOR Y AHORA DE VIEJO ME ARREPIENTO. SHAKESPEARE NO OSTANTE ES ETERNO Y LEER SUS OBRAS MI ACTUAL CONSUELO

 ROMEO Y JULIETA

 

Love is a mire, be rough with it. Lovers are often liars

 

No sabemos si será verdad pero lo cierto es que el amor físico tiene que ver con la suciedad de la naturaleza. Es una pringosa porquería. Somos creados entre la conjunción del semen y los flujos vaginales y venimos al mundo entre la sangre y la mierda. 

Leo en inglés en un libro de mi amada Suzanne Hugh. Fue uno de los pecios que conservo del naufragio de nuestro amor. Cuando se destruyó nuestra casa de Edenthorpe arreé para España  en el mini cargado con mi guitarra algo de mi ropa y mis pocos libros.

 Vine llorando todo el camino, cerca de mil kilómetros por las infames autovías francesas. Au volant La vue c´´ est la vie, ponía un cartel para disuadir a los carreristas de que no corrieran tanto. La velocidad era locura. 

Pero aquello fue una huida hacia delante y me consuela saber que mi amor es  ahora una hermosa viejecita inglesa del pelo blanco y la sonrisa pizpireta con ese sentido del humor que eche de menos toda mi vida.

 El cenit de la palabra de Shakespeare. No hubo otra igual que Suzanne Hugh ahora Suzanne Parra. Yo no estuve a la altura de aquel amor.

Al abrir las paginas de este drama al cabo de cincuenta y dos años  el Cisne de Avon en sus versos me ha traído el perfume de  aquellos labios nacarados que yo besé. 

England made me. Moriré con el recuerdo de aquellos días. El tiempo más feliz. No pudo ser. Y digo con el vate de Stratford upon Avon:

Go, go, girl, seek happy nights and happy days.

Excelso Shakespeare cuando pone en boca de Romeo:

─ Tengo el corazón de plomo, Marcuchio. Pero pediré a Cupido que me preste esta noche sus alas… Love is a tender thing… pero pica como una ortiga.

No pude devolver el libro. Mi amor no sé donde vive, el número de su calle o el lugar al sol que guía sus pasos

 Es uno de los pecios  de mi matrimonio cuando se fue al fondo del océano aquel amor que creíamos eterno. Tuvimos a los hados de cara pero lo que perdura es algo místico, sensual, espiritual. Nada carnal.

I was bad. O my God it is the morning. Pasados los años, casi medio siglo, me da vergüenza, pero el libro de Shakespeare sigue impoluto entre mis manos. Evocación de aquella pasión de juventud para mí indeleble. 

Al principio de la obra cantan los coros cual será el fin de la tragedia de dos amantes pertenecientes a dos familias de Verona enfrentadas secularmente. Pero que con su muerte traerán la paz a la ciudad. La obra con la exquisita facilidad lingüística de Shakespeare  promete ser una comedia de capa y espada para convertirse en tragicomedia de atadero. 

La muerte gana y los personajes luchan contra el tiempo y el destino. Están en alto las espadas de Marcucho. 

Montescos y Capuletos a la greña y el aya derramando consejos maternales sobre su niña la pequeña Julieta. You beat men… but where is Romeo? Pregunta el príncipe después de apaciguar a los querellantes.

 Lo primero que resalta un lector de nuestros días en los dramas de Shakespeare es la vivacidad y locuacidad de una sociedad oral. La palabra es pujante y elegante en la época isabelina.

 Entra en escena el protagonista y en su dialogo con el primo Benvolio aduce ciertas cuitas de amor que lo tienen secuestrado. Entonces dice:

─ El amor es humo fraguado a partir de suspiros y de miradas.

Benvolio le pregunta:

─Dime francamente a quién es la que amas.

─A una mujer, primo. Ella es casta como Diana.

Benvolio le pide el nombre pero éste no se lo quiere dar. 

Capuleto pretende que Julieta que tiene catorce años sea desposada con el conde Paris quien esa misma noche invita a toda la ciudad de Verona a una fiesta. 

Lady Capuleto se lo comunica personalmente en medio de un brillante parlamento de la nodriza que recuerda el día que la destetó poniendo en su areola una rama de absintio, hacía catorce años por el mes de agosto  Lammastide, según el viejo calendario inglés que contaba por quarter o trimestres: Cristmass, Lent. Lammastide, Michaelmass. 

Con suma delicadeza la heroína da negativa al requerimiento pero accede acudir a la gran fiesta. El gran baile del príncipe Paris. La vida es un gran baile  de máscaras

 

Continuará