La Asociación Patrimonio Hispania Nostra ha incluido a el castillo de Calatañazor y la atalaya de Valdetorre, ambos Bienes de Interés Cultural (BIC), en la ‘Lista Roja de Patrimonio’ por encontrarse “arruinados y abandonados”.
El colectivo reseñó que su “pésimo estado de conservación” les ha llevado a ser incluidos en la Lista Roja del Patrimonio, que recoge más de 1.000 monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, informa Ical.
El castillo de Calatañazor es una fortificación del siglo XII, reformada en el siglo XIV; lo que hoy perdura del castillo se remonta al siglo XIV, aunque en la torre del homenaje se distinguen algunas piedras aparejadas al modo árabe que hablan de un origen anterior.
La leyenda sitúa en esta zona la batalla entre las tropas cristianas y las del general andalusí Almanzor en el año 1002, recibiendo una terrible derrota por las tropas de Castilla en el llamado Valle de la Sangre, allí donde ‘Almanzor perdió su tambor’. Del castillo fueron propietarios doña María de Molina, el linaje de los Padilla y la Casa Ducal de Medinaceli.
La atalaya de Valdetorre (Barcones) es una fortificación del siglo X, que formaba parte del sistema de comunicación defensivo durante la época de luchas entre cristianos y musulmanes al sur de Soria. Se edificó para controlar un lugar de tránsito. El paraje en el que se ubica le debe su nombre ya que se denomina Valdetorre.
Desde esta se conectaba con Rello y con otra torre, a 1,5 kilómetros del despoblado de San Jorge, que conectaba a su vez con el castillo de Atienza, ya en Guadalajara. La degradación por derrumbe no permite conocer su verdadera altura, que pudo alcanzar los ocho o die