2025-09-09

 

CONTICINIO

Caminar de día que la noche es mía

Me gusta el conticinio de las noches

Calmadas asturianas

Luna roja de sangre

El paraselene es una corona

De santidad

Que hace de la luna diosa a la luna

Abajo en el rio de la cuesta

Riberas del Uncin

Cantan las xanas

Se esparcen los sones melancólicos de la gaita

El conticinio tras la fiesta

Me envuelve y me embalsama

No queda ya sidra en el lagar

Bebéoslo la bestia nuclear

Tras la folixia

Que quiere transformarnos en cucarachas

El culebre se desprende de la copa

De un roble

Una xana se sienta en

La rama

Los silencios de la luna

Me acompañan

Es otro lenguaje

Pura metáfora

En tropología

Me curo en salud

Mis huesos se restablecen

Analepsia que recobra el vigor

Tras los dolores

Guardo silencio

Soy un buey mudo

Sigan ellos con su anglomanía

Que yo me la cojo con papel de fumar

Y eché andar con mi rocín

A media rienda

Yo me lo guiso

Y me lo como

Nací de pies cual Xuan Palomo

Estoy más solo que un cerrojo

Tararí que te vi

Es grande el Dios de Israel

Arriba España

 

martes, 9 de septiembre de 2025

 

CLENASMO

 

Vamos a media rienda escuchando voces de los indignados que dicen Y tú más. Eso es una figura retórica atribuir a los otros el mal que tú perpetras. Otros lo definen como falsa bandera pero aquí está septiembre con los baticores de la rentreé que nada tiene que ver con la calma melancólica de la naturaleza con sus días suaves. Veremos a ver

2025-09-07

IMPOSIBLE PISAR TU PROPIA SOMBRA

 

GOOGLE

Saliste de tu cuchitril y te econtraste con Guillermito Puertas un genio para estos tiempos de apocalipsis y de los cambios proféticos unos dicen que es el mesías y otros el heraldo del ángel caído. Que se acercó y te dijo al oído en perfecto español:´

─Escribe, cabrón

Yo me acuerdo de un cuento de Clarín con el mismo mandamiento nuevo y casi las mismas palabras a un gacetillero del Madrid isabelino “Estilicón, recorta cabrón” y aquí estamos duro que te pego Google hizo de mí un escritor. 

Nunca podrás maldecir a los americanos aunque seas progresista y anti sionista aparentemente. Es imposible pisar tu propia sombra 

Tu apellido es de la raza de los elegidos de Castilla la Vieja pero no me vengas con historia que yo en esto de las razas soy un contestatario. Somos todos hijos de Dios raza cósmica.  Pero vaya usted a saber.

Arthur Koestler también me hizo la misma recomendación. La idea del Eretz le pareció un disparate. Y metió la cabeza en el horno de gas no porque disintiese del plan del hogar judío de Teodoro Herzl sino porque ya no se le empinaba. 

Su esposa Cintia que lo amó hasta la muerte se suicidó con él. Se me parten las carnes de pensar que dos mil años de cristianismo sea una trola pero ahí está la sonrisa de Willy Gates para negarlo o corroborarlo. 

Han ganado el partido. Todos somos súbditos del nuevo mundo creado por Billy Gates, Google ovante. Que a mí me hizo un escritor a contrapelo

 

7 de septiembre de 2025

 

2025-09-06

HELEN DE BODA ES UNA BELLA MUJER MI HIJA REZO POR ELLA DESEANDOLA FELICIDAD Y LARGA VIDA- ES ALGO SIONISTA PERO NADIE ES PERFECTO

 


Хор Сретенского монастыря "Херувимская песнь"

ANGUIS IN HERBA LA SERPIENTE ENTRE LA HIERBA

 

QUISE ROBAR LA LUNA PERO ESTABA MUY ALTA Y NO ALCANCÉ

 

Luna llena de septiembre un verano más. Los pavorosos incendios en Orense y el Jerte, apagados pero aun renuentes, inspiraban la serenidad de la noche clara. Salí al estragal a tomar el fresco. Como hacía algo de biruji fui a por la manta del tresillo y se la coloqué sobre los hombros a mi señora compañera de berrinches porque la serpiente se oculta entre la maleza del destino, no la vemos aunque la intuimos. Y yo pensaba en la Suzi. Sus ojos dulces me miraban en inglés a través de la cordillera, ya más de medio siglo sin mirarse en aquel espejo que fue mi vida entera y lo perdí.

Anguis est in herba (la serpiente se oculta entre la hierba) pensé todo arrepentido pues aquel amor, yo lo traicioné, pero me divorcié y volví a desposarme con la literatura. 

Palo y mala vida, vita est. 

Quise robar la luna redonda perfecto círculo como una hogaza blanca colgada en la lejana panadería del firmamento. 

Hacía frío, teníamos el alma congelada, aquella no era mi mujer sino una peregrina que conocí en el camino para aliviar la fatiga y la sed y todos esos avatares de la existencia, A su lado no fui feliz. Sólo hubo coces, voces y desatinos pero tomábamos el fresco de los desengaños como si tal cosa y acababamos de celebrar las bodas de oro, medio siglo de exilio, Hablabamos del amor como quien oye llover.

He aquí que a través del valle del Aulencia llegaba el sonido de las olas al romper. La mar bufando estaba aquella noche. Las ondas estallaban contra los cantiles de la playa y yo quise robar la luna. Soñé con metas inalcanzables.

 ¿Puedes subir? Traerme una escalera. No llegarás nunca alcanzarás la cúspide, el último piso ni te coronarás de laurel, pero mira que hermosa está la luna del plenilunio. Aires de septiembre.

 Un verano más en tu vida y tú empeñado en empresas quijotescas, siempre anduviste metido en camisas de once varas, Antoñito. Quisiste romper una lanza por Olga la larga y acabaste molido entre las aspas del molino de viento de la prostitución. Te metiste a redentor de cautivas y estaban ellas tan agusto en el harén esperando la llamada del sultán para una nueva noche de amor. Eso se llamaba trabajar para el turco.

 Escuchabas sus mayidos de gata en celo y sus apasionados suspiros las frases entrecortadas del deseo Fuck me, I want your cock. No pares ay que gustito oh my god, metemela otra vez.

 ¿Por qué aquellas barraganas en lo alto de su coyunda se acordaban de Dios cuando estaban jodiendo?

 Una a una iban quedando preñadas las odaliscas rusas del gran harén de Estambul y tú Antoñito no eres un mercedario, llevas cerquillo y tu tonsura pero rescatar a estas mujeres, sacarlas del vicio y de la prostitución va más allá de tus fuerzas. 

No tienes jurisdicción. No eres don Quijote. Y Olga la larga era un caso perdido.

 Deja que la luna se pierda por el oeste cuando amanezca y no le cuentes a nadie tus desventuras. Quisiste robar la luna y llevártela a tu casa gozarla como aquel personaje del cuento de Gogol. Se te pasó a la edad, estás para pocos trotes. Es verdad. Cerramos la puerta de nuestra casa mi mujer y yo. Aquella noche dormimos como dos bebés. La luna envió a un mensajero un angel a velar nuestros sueños de cincuenta años de desamor. La serpiente se escondía entre la yerba.

 

Божественная литургия 6 сентября 2025 года, Успенский собор Московского . MISA DE NUESTRA SEÑORA DE LA DORMICION EN LA CATEDRAL DE LA ASINCION CON LA ORDENACIÓN DE UN OBISPO..

2025-09-04

escribir para el turco el mensaje del naufrago en la botella MI BLOG CUMPLE 35 AÑOS

 

 

 

Treinta años dándole a la tecla haciendo volar mis ideas pero soy un incognito, un donnadie, me siento derrotado y sin fulgor, soy un vencido. Ellos han ganado. Me duele pronunciar mi capitulación ante enemigo Tan poderoso, lo controlan todo

Sin embargo, yo sé que estás conmigo tú Señor. Oh Xto estás en la historia, nuestros enemigos serán derrotados

2025-09-03

Cantos Ambrosianos de la Iglesia Primitiva | Himnos Cristianos Antiguos

ME HONRO SER PAISANO DEL DOMINE CABRA Y DE PABLILLOS EL HEROE DEL BUSCON UN CUENTO DE SEGOVIA. EN LA PUERTA DEL SOCORRO CABE EL BARRIO JUDIO NACI YO Y NO TENGO NADA QUE VER CON TRUMP NERANYAHU Y COMPAÑÍA ESIS SON KAZARES NADA TIENEN QUE VER CON MI RAZA Y MU REKIGIÑON SINIS EK OYEVKI EKEGUDI OARA EL DIKIR Y PARA CANTARLE LAS CUARENTA A LOS ASESINOS Y TIRANOS

 



VIENTOS TRANSVERSALES

Continúan azotando mi rostro los vientos transversales gélidos heraldos de gripes y pulmonías, al remontar el mirador de la Canaleja allí do la ciudad muestra su culo de piedra al visitante. Tales caprichos eólicos incuban la peste y la muerte. El covid es el cólico miserere de los nuevos tiempos pero yo gracias a la doctora Zapata y a mi ángel guardián lo superé y estoy tan pichi. Una mano siniestra lo metió en la incubadora y luego lo lanzó al aire contaminando villas y ciudades del mapamundi. El asunto era disminuir populación ya  que somos muchos millones y habría que diezmar al género humano. Siempre que calle real arriba me asomo a la Canaleja se me vienen pensamientos lúgubres. Mis paisanos son gente con mala leche y a veces so capa de familiaridad y campechanía te apuñalan por la espalda. Bajo el perfil señorial y prócer se ocultan malos quereres de los hidalgos de gotera que viven en casa de piedra con blasón en el portalón esparcen migajas por la pechera para demostrar que han comido pero en sus casas no hay cena. Tienen la manía de acantear a sus profetas que ya se dijo pueblo chico infierno grande. A los de mi turno lo que más les enardecía era tirar cantos contra las casas de putas. Se acercaban a la Farela el lupanar que estaba pared con pared con el convento de las clarisas y apedreaban sus puertas laminadas de cinz. Cierta vez tuvo que salir era la abeja maesa de aquella colmena pegando voces… chicos que hacéis… es pecado grave dilapidar la casa del amor… no os da vergüenza cacho cabrones que tiráis cantos contra vuestro propio tejado y disparáis contra vuestras madres.

─Toma ya. La Farela nos estás llamando hijos de puta─ exclamó el Vitines.

Acto seguido descargó una lluvia de pepinazos contra la pobre mujer que hubo de guarecerse en el atrio del convento de Santa Isabel. El Vitines lanzaba sus disparos hacia el objetivo con habilidad suprema, ora a barrisco ora a machote. Don Valeriano nuestro profesor de latín que era muy entendido en tales cuestiones ante la habilidad del Vitines para tirar canto dijo que en el ejército romano le hubieran reclutado para una de las legiones que se distinguía por contar con soldados de elite experto en tirar con honda la cohorte de honderos mallorquines (funditores).

La Cirila hablaba muy bien, daba gusto oírla, había sido monja benita en el monasterio de san Vicente extramuros en el barrio de san Lorenzo dicen que en la antigüedad fue templo de Minerva. Era muy donosa y los galanes de monjas bordoneaban el cenobio como moscones. Uno de ellos fue el capellán de las Claras don Rosendo el cual la hizo un chico. A la criatura la llevaron al torno del hospicio y la Cirila abandonó la clausura, y como no había trabajo se metió a puta.

Bien recuerdo a aquella impresionante hembra la tarde del 22 de julio la fiesta de la Pecadora cuando apareció por la puerta de la mancebía en el momento en que salía un teniente de la IPS con una sonrisa de oreja a oreja. Apareció medio desnuda mostrando sus ubérrimas tetas a la puerta de la mancebía. Estaba hecha una Eumenide. Salió en defensa de sus pupilas, las chicas que se ocultaban tras las paredes de aquella casa con las puertas forradas de hierro. Asustados de las voces de la manceba, blandiendo sus puños volvimos grupas y buscamos refugio en el pequeño parque de la iglesia de santa Eulalia, pasado el atrio señorial de la casa del marqués de Buitrago y buscamos cobijo entre las ramas del almez centenario. La Cirila seguía llamándonos hijos de puta. Parlaba con acento aragonés pues era de Calatayud, paisana de la Dolores y únicamente le faltaba el cachirulo para bailar la jota. Qué buena estás, maña. Se había corrido la voz que la casa del marqués de Buitrago estaba habitado por fantasmas. Había ocurrido un crimen en el siglo XVII (una moza había sido asesinada por el marqués que era su amante y recurrentemente el alma de la difunta recorría las dependencias pidiendo cuentas) y justo al lado había una serrería en la cual vivía Agapito Marazuela que ya desde primera hora de la mañana estaba tocando la dulzaina, los bellos arpegios subían con impulsos celestiales del compás del tres por cuatro hasta la torre románica de la iglesia de santa Eulalia y todos los de mi cuadrilla se embelesaban escuchando tocar a aquel hombre que tenía un ojo tapado, estuvo en el corredor de la muerte por rojo pero fue indultado a última hora. Pocos hubo en el mundo que tocasen la chifla y el tamboril con tanta virtualidad como Agapito. Yo pertenecía a dicha parroquia. Recuerdo sus catorcenas triunfales, los monaguillos nos hinchábamos a rosquillas de palo y vino de misa. Otra cosa no había. Dicen los historiadores que aquel barrio de santa Eulalia había sido el del Domine Cabra el inmortal personaje creado por Quevedo que dormía de medio lado por no gastar las sabanas. Allí en la serrería  en la casa donde ensayaba Agapito sus cantares abrió en el siglo XVII su casa a pupilo donde al pobre Pablillos casi lo mata de hambre. Allí se desarrolló la trama del Buscón- ojo  Pablo que asan carne. Su padre murió en el cadalso por no sé qué cuestiones de religión. No era cristiano viejo sin perder hasta el último momento su sentido del humor. Como segoviano me honro de ser paisano de este gran personaje paradigma de la picaresca. Que es vida de dolor, humor y sabiduría

 

miércoles, 3 de septiembre de 2025


2025-09-01

 


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A PERRO VIEJO NO HAY TUSTUS PERO AUN VALEMOS ALGO

 

 

Antonio Parra

 

Con el Calixtino por libro de cabecera, guía y vademécum de peregrinaciones, un legajo del siglo XII escrito por un tal Américo Picaud, un gabacho que ya nos pone de vuelta y media a los españoles esgrimiendo los antecedentes que esboza la picaresca sobre buen pueblo pero mala gente que dijo el otro cuando se topó con los muros de Benavente (escopeta nacional y España sin españoles sería el paraíso terrenal), mi amigo don Xanti y yo nos hemos echado a los caminos, bordón en la diestra, nuestras recias botas, nuestros buenos peales, buenos propósitos y mejores resoluciones en el alma que pecadores fuimos y pecadores somos. El vino que no falte. Y el breviario de antes de la nueva reforma también iba en la mochila. Para espantar el diablo que no deja de enredar incluso en las soledades cantábamos en latín los maitines y laúdes a la aurora con el preciso himno monacal de “Iam lucis”, la tercia antes de la siesta, vísperas con el primer rayo del crepúsculo y completas al entrelubricán somnoliento. Nos lo pasamos bomba.  Damos grandes rodeos al pisar las ciudades pero los viejos lugares de la Transcantábrica posábamos en veneración. Esquivábamos las carreteras y los farolillos rojos de los puticlubs que animan las cálidas noches agosteñas, cabe el arcén de las autovías, los apartábamos con un vade retro. A estas edades no es para que te den una medalla de condecoración si no te llama la atención la jodienda. A perro viejo no hay tustús. ¡Oh pecadores de la nueva Babilonia!

En una localidad del camino cantamos la  Passio a dúo al pie de un Santo Cristo milagroso y lo hicimos con tanta unción, mi buen Xantipa de grave y yo atacando los agudos del cronista que narra los acontecimientos en la noche del Jueves Santo, un diácono ruso se nos agregó y bordaba los bajos del repertorio de Palestrina, que el cura y algunas beatas nos invitaron a chocolates con churros. Grande es nuestra fe y grande es España por más que me pongan como un trapo.

-Eso no tiene enmienda. A otra cosa mariposa.

Y dijo el Marquillos de Obregón y es a lo que iba pues no puedo desenredar ese enredijo de misterio que me hace tirarme al monte, claro, o buscar el refugio de las tabernas, pues la frase forma parte del laberinto en el que estamos inmersos:

Si eres por ventura español donde quiera que llegues has de ser mal recibido aunque te pongan buena cara. Que aquesa ventaja hacemos a los nacionales del mundo ser aborrecidos de todos; cuya sea la culpa yo no lo sé.

Ni yo tampoco pero vengo empapado del rocío de las veredas, con la música de algún malvís entre las orejas, el rumor del agua cerca de las cárcavas,  la visión edénica de los gollizos y cuchillares, restos de antiguos glaciares que alfombran la manta de los montes de la Robla, el silencio edénico de los castañares ocultos entre las sierras, los cristos rotos y las imágenes venerandas de santos arrumbados que esperan en las iglesias cerradas a cal y canto, el tañer del cimbelillo en las ermitas del monte que a veces nos parecían tocar solas y nos parecía milagro no sé por qué, el donaire de algunas mesoneras que no niegan una sonrisa y un vaso de agua al peregrino, la borrina de los puertos, suspiros de tul en el paisaje de encaje, o el sonido isócrono de las olas sobre la mar de Vegadeo. O los ecos del canto de una salve al atardecer en alguna aldea perdida del Bierzo. O la armonía de la catedral de Santiago que dicen que el que llega allí por primera vez  se transforma; si está triste se alegra y, si enfermo, cura de toditas todas, y si nervioso le penetra en el alma una calma infinita que trastoca el hervor diabólico, el tráfago luciferino de la ciudad hediendo a azufre y a exhausto de tubo de escape. Transpuesto el monte de Gozo, es cosa digna de mención que parece que se te alegran los pies y dejan de protestar como en algún tranco de la ruta en que estuvimos a punto de tirar la toalla. Gracias al vino que es sangre de Cristo y la fe. Toda esa belleza y dolor que trajo al mundo el cristianismo y que para mí sigue siendo la religión alegre y verdadera diga lo que diga don Haro Tecglén. Tachín tachén. Áteme esa mosca por el raro. Y luego en la catedral compostelana estaban los paneles que mezclan el cielo con la tierra del Pórtico de la Gloria. La perfecta caja acústica de la ortofonía con que fueran diseñadas las bóvedas. El canto llano que ensalza con salmos acompañantes el movimiento pendular del botafumeiro. Los miembros cansados, el rostro contento.

 ¿Habremos conseguido la gran perdonanza? No lo sé ni tampoco me importa mucho. Se hace camino al andar y es más importante  Hemos ido por las ranuras de la puerta estrecha pero aquí hemos vuelto con nuevos bríos y con fuerzas de refresco.

No hay no puede haberlo país más bello en la tierra. En mi zurrón, yo hubiera querido meter en mi zurrón de peregrino tanta hermosura. No me cabía  tanto amor en las alforjas. Al volver de Compostela regresaba ligerito y casi repartiendo besos.

-Oye a ver qué hacemos.

-Vamos de correría.

-¿De correría sin la guardia civil?

-De romeros camino de Compostela. A misa no voy porque estoy cojo pero a la taberna poquito a poco.

-Alguna vez habrá que compaginar la religión y la diversión y con esa idea fija en la mente hicimos la salva de los andantes. Una hogaza de pan tierno, algunos torreznos y tajadillas de la olla que saben a gloria en pleno campo y algún  que otro laustibideo con un par de besos al jarro. Y de hoy en un año que el Dios nos conserve en paz y buenos

-Qui multo peregrinanntur paulo minus santificantur (mucho peregrinar y santificarse poco.

-Eso es el del Kempis. Imitación de Cristo. Pero aquel monje flamenco dice que luego se suicidó o que murió mal y por eso no lo canonizaron aunque gracias a su libro- admirable poder de la literatura que una cosa es predicar y otra dar trigo- canonizaron a muchos. Ya ve usted lo que son las cosas. Ese librillo es una fábrica de santos aunque con un poco de oscurantismo, un si es no es misoneísta y sobre todo quietista. Hoy si viviera el anónimo autor lo escribiría de otra forma. En la actualidad los émulos del evangelista actúan de otra forma pero se sigue el modelo copiando. Cristo alfa y omega hoy ayer y siempre. Y lo demuestra el hecho de que siga habiendo tantos crucificados y tantos crucifijos incluso en el canalillo del tetamen de Prosperina. Las nuevas chulas se colocan el símbolo al pecho que no saben lo que es pero que en el fondo las debe de proteger en medio de la hoguera de sus vanidades. Que les sienta como un tiro a tanta paganía.

-Cruz al revés.

-No creo que llegue a tanto. Es la puñetera coquetería. Ya sabe usted que si tres son los peligros del alma mundo, demonio y carne, las mujeres agregan otro que las pierde: el buen parecer. Pero yo quería volver a la Imitación pues de niño lo repasé cien veces.

-No me vaya usía a salir con toda una teología de la peregrinación que ya sabemos por donde va y los sabuesos de la información o de la inquisición andan peinando las Web en pesquisas de sospecha y si con barbas san Antón y si no la Purísima Concepción. Hechos. Y nada de dichos. Facta non verba que dijo el clásico. Cíñase a la banda.

Pues eso mismo. Salimos don Xanti y yo- su nombre de pila es Xantipa- un hermoso día de la transfiguración después de llevarle laureles  a san Salvador cuya talla se venera desde hace siglos en un rincón junto a uno de las responsiones del lado de la epístola en la catedral ovetense. Allí es un día grande el 6 de Agosto y cumplimos la promesa del viejo rito de llevar el ramo y colocarlo a los pies de la imagen en la peana. El que a Santiago va y no visita San Salvador por honrar al siervo se olvida del Señor.  Y tanto.

Por eso, muchos a Oviedo lo llevamos en el corazón. Es la ciudad de siempre, nuestro “oppidum” anímico, un refrigerio de cortesía y de elegancia, oasis en el desierto intelectual que nos aqueja, punto de fuga, venero de dichas y de desdichas, memorial de recuerdos, unos buenos y otros no tanto. Oviedín del alma, sombra de la aceitera donde don Fermín enfilaba su catalejo, plaza del Fontán y fachada de san Isidoro donde jugaba a la pelota Tigre Juan. El cuerpo podrá salir de tus recintos sagrados pero el alma jamás te abandonará. ¿Oviedo? ¡Presente!

A mí me nacieron en Segovia de la misma manera que a Clarín lo parió su madre en Zamora por una casualidad pero es – omnium consensu- que yo me he vuelto pixuetu hasta las cachas y hasta lo dice mi forma de parlar y de expresarme con giros y expresiones de la antigua fabla jovial. Dejamos la Argañosa y el roquedo del Padrún a un lado y a la vera del Nalón río matriz de las Españas con un descansín en Mieres del Camino para yantar dimos vista tras largo trajín a los airosos muros de Santa Cristina de Lena en lo alto de un mogote que fue para los primitivos asturcones monte sagrado  al que escoltan rodales de castaños y un buen manto de abedules de copas esquemáticas y tronco albar.

Dios debiose de echar siesta en el paraíso antes de venirse a fundar por aquí estas encartaciones donde los horizontes son sublimes, buen refugio para el que venga huyendo del moro, o de la quema y quiera vivir a escondido. El oratorio de Santa Cristina joya embelesada del ramirense reina señero en el horizonte. Es la llave de los puertos.

Sacha, nuestro ruso y del que hablaré más adelante hizo la genuflexión prosternada según el rito bizantino ante el altar de la santa. Estaba abierta la ermita  y delante del iconostasio, en pié, como mandan los cánones, entonamos el Akathistos el más antiguo himno a la Madre de Dios que se conoce. Como se nos había olvidado el griego a Xanti y a mí que también estuvo conmigo en el seminario de Comillas, lo tarareábamos dejando que el diácono ruso llevase la voz cantante. Respondíamos a la plegaria con el radesti (alégrate) cuando el oficiante concluía una de las veintitantas estrofas. Ora pro nobis.

Fue emocionante y como se nos hizo de noche allí mismo en aquel Tabor de veneración  de la vieja España cristiana tiramos la boina y acampamos la noche, para, al alba, con el sol ya en las bardas de Campomanes, acometimos la recia subida al Pallares que no es grano de anís.

-Antoñito mucho te pesan las arrobas.

-Más me pesan mis pesares por mis pecados.

-Pero estás aun hecho un recental. Tira palante.

El bordón, la capa de límiste o paño de Segovia de color amusto (pardo), el sombrero capón en son de penitencia, la calabaza que yo sustituí por una cantimplora militar que me legara mi pobre padre recuerdo de los campamentos y las maniobras y todos los arreos del peregrinaje debían de ser un curioso espectáculo para los que pasaban por aquellas soledades. Estampa curiosa que no pertenecía al tiempo del ordenata y del móvil.

Los pueblos están casi desiertos, las casas deshabitadas. Ya no quedan niños y probinos los viellos no pueden ni tenerse pero alguna abuela salió a la puerta para saludarnos deseándonos buen viaje.

-Vayan con Dios

-Y que Él a usted la  acompañe, hermana.

Hace treinta años hubiésemos sido un espectáculo y hubiéramos arrastrado tras nos a una recua de rapaces saliéndonos al camino a pedirnos una estampa o una perra para caramelos.

El peligro de los romeros jacobeos eran los canes. Ahora es la velocidad y hay que hacerse a la cuneta no te lleve por delante un treinta ruedas. Algunos camioneros saludaban con deferencia y otros con compasión al vernos vestidos de aquellos capisayos pasados de moda. Una malos pelos y la cara pintada de daifa que por lo que dijo nada amistoso llamándonos cabrones y del pepe por la ventanilla:

-Relicarios, tenéis más moral que el Alcoyano.

Era una rubia de bote y a mí quedaron ganas de retrucar lo del bueno de Jimmy que ya se sabe rubia de bote el chocho morenote por no caer en su misma falta de decoro y devolverla el corte de manga.

-Andididiai.

Otro motorista nos hizo el signo cabruno. Por lo visto le irritaba nuestra cruz de palo al pecho, la calabaza, la ristra de veneras y la esclavina penitente. Nosotros respondiendo bien por mal contestábamos con el signo apotrocaico o señal de la cruz que es aval de paz, de reconciliación y de volver la otra mejilla. En fin que parecíamos unas antiguallas en este siglo de vórtices y de telediarios para perder el resuello. Les da corte nuestra presencia. Nos persignamos. El paisaje era de auténtico cuento de hadas. Los pueblos de la derecha reclinados sobre el vértigo de la montaña parecían figurillas de un belén. Tanta hermosura quitaba la respiración.

Abandonamos morriñosos Asturias pero respirando a pleno pulmón el aire limpio de las cumbres. Don Xanti que anda un poco frayau con lo del azúcar perdía huelgo en algunos recuestos y hubo que parar varias veces hasta coronar el alto.

Arbás, arriba de las revueltas de Pajares, vino a darnos las tardes. Es también un emplazamiento producto de alguna nuncupativo a Júpiter pues los romanos sabían donde alzar sus piedras y prueba de ello es que en todos los lugares elegidos por ellos uno se siente siempre a gusto. Eran los arva o campos. En este emplazamiento mágico y magnífico se establecieron los cistercienses. Era el primer monasterio de las Monas o Nonas, nueve en total que abrían el paso a los límites astures como un cordón de oración y de trabajo. Fue una de las fundaciones más antiguas de los bernardos. El sitio le encantaba a Menéndez y Pidal, oriundo de Pajares, y todos los veranos se perdía por aquí.

Pero de estos extremos, así como de otros, sobre qué hacíamos tres sexagenarios locos embarcados en la aventura del Jacobeo así como de quien eran mis misteriosos acompañantes, un cura corito al que le habían quitado las letras dimisorias por darle al cristal y un diacono ruso que no sabemos de donde había salido se lo contaré en la próxima entrega, si Dios me guarda alguna semaneja más, sobre mis andanzas por el camino de Santiago, y si vuesas mercedes me dan gracia y un poquito de su paciencia. Por el momento, vale. De regreso saludo a mis lectores que a buen seguro no me habrán echado de menos pero de algo hay que morir y algo habrá que escribir y más se perdió en Cuba y regresaron cantando.  Vueltos a la faena, la verdad es que te añoraba, Madrid, que ya no te quedas sin gente sino más llena a rebosar. Pues antes que te olvide, Virgen de Atocha, se secará la fuente de la alcachofa, que decía  Luis Candelas que tampoco vivir muy lejos de la Mariblanca y fue allí donde le apiolaron.

-     Viene usted hoy de una euforia que lo tira.

-      Pues sí la verdad es que no me puedo quejar de la vida.  Parezco un buque de guerra dispuesto al combate.

-      Hombre, no creo que esto sea la guerra

 

 

LA FARELA FAMOSO BURDEL SEGOVIANO AL LADO DE UN CONVENTO DONDE SE CUENTA LO QUE PASÓ CON SU PUERTA DE CINZ

 Coaxas y casas llanas

 

La coaxca de Segovia calle de Santa Isabel número 4 detrás de las caballerizas de Artillería olía a boñigas de mulo y a la fragancia del incienso de las misas de las clarisas. Era una casa misteriosa la puerta siempre cerrada estaba reforzada con lámina de zinc para defenderla de los cantos de los rapaces. De vez en cuando salía un hombre y vimos una tarde de julio a un teniente de artollería salir sonrisa de oreja a oreja por aquel portón del paraíso o del infierno según se mire. Era el misterio del sexo que nos llamaba y en nuestro desvarío no reparábamos en que estábamos cometiendo un sacrilegio. Tirar piedras contra el amor es acantear la vida, cantazos contra el tejado de uno mismo. Alguna bagaza salía de vez en cuando a tomar el sol.

·         Esa es la tuberculosa - decía mi compadre Vitorines.

·         A Vitorines le llamaba la atención de aquella rubia que salía tosiendo malamente, después de despedir al teniente de la sonrisa de oreja a oreja, a la puerta de la casa llana a tomar el sol un ratito y a echar un cigarro después del trajín.

·         Aquel teniente de Artillería debía de haberla dado una buena paliza  Tenía los ojos dulces muy lindos y divinos.

Arcadio por su parte otro de la cuadrilla afirmaba que había oído decir en su cole que era la que bautizaba pijos y volvía locos a los clientes con sus técnicas de amarre.

Por el 18 de julio cuando Franco daba el gran guateque de la Granja se organizaba la de dios; por allí se vio pasar a la agachadiza y sin dar cuartos al pregonero a un señor obispo. También se decía que los frailes y los ministros jodían de balde por mandato de La Farela que así se llamaba la celadora del lupanar al objeto de ganarse el favor de las fuerzas vivas.

Una de las pupilas la más guapa y garrida era una virtuosa del pedorrismo.

Largaba sonoridades extremas en las narices de sus clientes y estos quedaban aterrados y sorprendidos de modo que eyaculaban a barrisco. 

·          Era un burdel discreto y bastante limpio cerca de la casa del canónigo don Benedicto pues de noche había un pasadizo bajo la calle a través del cual eran rumores de la gente que las noches de luna ganaban la vivienda de incógnito algunos frailes del Parral, el abad de la Granja, dos o tres sochantres catedralicios con buena voz y mejor pija que eran dos mocetes muy finos.

·         A un beneficiado tuvieron las señoras ninfas del cantón de santa Isabel que despertarle la libido con mucha maniobra. Era viejo y encanecido y se vino a acostar con aquellas imponentes damas teniendo el pico sumido. No arrechaba ni se le levantaba por ser la impotencia mal de viejos. Para esta clase de individuos el trincadero es duro flagelo. El preste aquel, pobrín, en un lugar así hacía el ridículo.

·         Vamos fray Pedro que no es para tanto ya se le pasará. ¿Volverá el buitre de antaño a su madriguera? Ni hablar, hijo. No quedan pájaros hogaño en los nidales de antaño...

·         Ya no vuela con lo bien que planeaba los cielos de mozo aquel buitre divino. Por desgracia para esa pieza no hay recambio ni vacuna. Si se derrumba nadie lo reconstituye. A mí lo que más me apetecía era que la Sole, una gallega de anchas caderas, espaldas de cavador y ubres colgantes y pendulares me diese de mamar. Soñaba muchas noches con estar amarrado al pezón y acariciando las ubérrimas areolas de aquella mujerona. Con ella el sueño de mi vida nunca se cumplió. Pero de mamar me dieron otras. Así que, lo comido por lo servido.