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AMSTERDAM (JTA) — There’s a huge pipe organ where the Torah ark should be, but otherwise this city’s Royal Concert Hall looks, sounds and feels like a synagogue for one night each year.
That’s because since 2015, this 132-year-old establishment, one of the world’s most prestigious music venues, has hosted an annual cantorial Hanukkah concert.
A tradition that had been paused for 70 years after the Holocaust, its resumption is helping to unite and revitalize a dwindling and divided community with its glorious past.
The program ranges from traditional numbers like “Maoz Tzur,” a 13th-century poem, to “Al Kol Eleh,” an Israeli hit from 1980. The predominantly Jewish audience sings and claps along — a major faux pas at almost any other concert here — as those unaccustomed to singing in Hebrew struggle to pronounce the words correctly in an evident attempt to connect with their roots.
No la despliegues sin razón
Ni la enfundes sin honor
Ya se dijo
La cruz y la espada
Llevo siempre por bandera
Hijo soy y soldado de España
Defensor del derecho y la Ley
Nací quijotesco
A desfacer entuertos
Sin lucrarme
De las corruptelas imperantes
Cuando esos malandrines asedian
Papá, este espada
Que tú me legaste al morir
Porto en mi corazón
He sacado la cara por ti
Amada patria
Con la escritura y la palabra
Un periodista a rebalgas
Y a contrapelo
Pero España contra todos
Dijo Francisco de Quevedo
no sucumbirá
Juro que derramaré por tu honor hasta la última gota de mi sangre
Este afán espero
Evite que Tú, España, me lo demandes
Hoy escucho, patria tu aflicción
Me indignan los ataques
Vertidos contra mi bandera
Por ese lechero chaquetero
Que vistió camisa azul
Rivilla mandarín incombustible
De una taifa norteña
De este régimen procaz
Pertinaz
Broncas por todas partes
Alegatos leguleyos
Que va a lo suyo
Pero ahí está mi alfanje
Podrá cortar alguna que otra cabeza con su filo justiciero
Padre mío, requiem aeternam
En tu tumba duerme tranquilo,
capitán
ARRIBA ESPAÑA
06/12/2020
EL SABLE DE MI PADRE
No la despliegues sin razón
Ni la enfundes sin honor
Ya se dijo
La cruz y la espada
Llevo siempre por bandera
Hijo soy y soldado de España
Defensor del derecho y la Ley
Nací quijotesco
A desfacer entuertos
Sin lucrarme
De las corruptelas imperantes
Cuando esos malandrines asedian
Papá, este espada
Que tú me legaste al morir
Porto en mi corazón
He sacado la cara por ti
Amada patria
Con la escritura y la palabra
Un periodista a rebalgas
Y a contrapelo
Pero España contra todos
Dijo Francisco de Quevedo
no sucumbirá
Juro que derramaré por tu honor hasta la última gota de mi sangre
Este afán espero
Evite que Tú, España, me lo demandes
Hoy escucho, patria tu aflicción
Me indignan los ataques
Vertidos contra mi bandera
Por ese lechero chaquetero
Que vistió camisa azul
Rivilla mandarín incombustible
De una taifa norteña
De este régimen procaz
Pertinaz
Broncas por todas partes
Alegatos leguleyos
Que va a lo suyo
Pero ahí está mi alfanje
Podrá cortar alguna que otra cabeza con su filo justiciero
Padre mío, requiem aeternam
En tu tumba duerme tranquilo,
capitán
ARRIBA ESPAÑA
06/12/2020