Diciembre
2024-12-10
CAYÓ LA NIEVE DE NO POCOS INVIERNOS SOBRE MI CABEZA Y TENGO EL PELO BLANCO EL POCO QUE ME QUEDA
el acueducto, el ama, el cántaro, la fuente y la noche en la que él diablo perdió una apuesta
Juan de Pacheco el conde de Villena se paseaba por la alameda-yo lo vi- con su casaca verde, jubón de tiras almidonadas la sobrevesta grana para espantar murciélagos calzas de seda rosa almilla de hilo sobre la almilla encarnada, borceguíes de lamé, espada de plata.
Estampa de lindo don Gil de las Calzas Verdes la cincha de cuero bien ajustada y sus polvos mágicos dentro de la escarcela.
Iba echando humo por los ojos y por la nariz. Fue el primero en fumar cuando aun no se había descubierto el tabaco. Portaba bajo el tabardo hojas disecadas que luego deshilaba y apelmazaba pacientemente con el puño y así liaba sus vegueros de Vuelta Abajo sus, targaninas y sus farias.
Me fumo un cigarro puro y que se hunda el mundo. Doy mi palabra que no vale nada. Las palabras son humo que se lleva el viento. Por decir y prometer que no quede. Las obras son otra cosa: obras son amores y no buenas razones. Danos y danos hasta que no te
conozcamos, somos la güestia de Fray Jarro. El vino acompaña pero ahí en eso nos mira la Sana Compaña.
—Echemos un culín
Aficionado a la alquimia, contaban por Segovia las malas lenguas que resucitó a un muerto en Toledo cuyo cadáver había conservado en formol en su casa de Toledo pero con tan mala suerte que, estando echando al recién resucitado el exorcismo y vertiendo sobre su cabeza el agua de gracia, en ese momento llegaron los mangas verdes. Alto a la Inquisición. Y allí se acabó el invento del quiromántico. El bautismo del resurrecto quedó enmedias res. Alto a la dueña.
―Daos preso
El diablo se esfumó echando humo por las alquitaras y al marqués metieron preso. Los corchetes miraron por qué Villena que tenía pacto con el diablo no se escapara aunque era hombre gentil y de buenas palabras y por ende decían dél en la corte de Segovia: " el Marqués de Villena ni palabra mala ni obra buena".
Tiempo adelante, siguió practicando la magia negra en sus calderos. Con sus adrollas y embustes tenía cautiva la voluntad del Rey Nuestro Señor el Cuarto Enroque. Fue el primer noble en tener tratos con los diablos y concretamente amigo suyo del alma era un diablo cojuelo que era feo y corcovado y que echaba una peste a azufre que tiraba para atrás pero más listo que el hambre lo sabía todo del mundo. La fortaleza de Satanás está en la sabiduría. Es muy viejo y los tratadistas por eso le llaman el cálido y el antiguo. Ha visto mucho al rodar de los siglos.. Sin embargo, el demonio su punto flaco tambien tiene. Como siempre engaña, se le ve el plumero.
Por lo visto fue el marqués de Villena en consorcio con el Heraldo de las Tinieblas el que construyó el acueducto en una noche. Don Juan de Pacheco se había prendado de una moza muy garrida y salerosa cuyo pesar en la vida era tener que bajar al Eresma,
atravesando la ciudad, con su cántaro a la cabeza para ir a llenarle de agua a una fuente que llamaban de san Geroteo muy extramuros sita en un calvero del bosque del campillo. Por verano ese raudal se secaba y la moza tenía que bajar hasta las riberas del Parral donde el De Pacheco se estaba construyendo una casa para sus frailes.
Águeda se llamaba la interfecta y servía como ama de llaves en cá un cura. Llevaba muy a mal tan trabajoso menester y una noche el diablo disfrazado del marqués de Villena salió a su encuentro y le espetó sin más ni más. Yo te llevaré el agua a la rectoral sin que tengas que ir y venir cada tarde al hontanar. Construiré una larga cañería y podrás tener todo el agua que tú quieras a cualquier hora del día. Aún no se había descubierto el grifo.
―Me lo pensaré
―Doyte tres días de plazo
―Al amo he de consultar
―A nadie se lo dirás
―¿Por qué?
―Porque ese cura es andaluz y al andaluz haz la cruz y a mí no me gusta ese garabato, ya sabes
―Bueno, bueno ya veremos
Sin embargo, allende horas veinticuatro la moza y Pedro Botero concertaron un contrato.
―Yo te construyo el albellón que nunca vieron los siglos y a cambio tú me entregas el alma. Serás mía.
―Y yo te pongo una condición que la obra esté terminada en una noche.
―Vale. Convenido ―dijo Belcebú
―Si en ese plazo la terminas yo me casaré contigo
El diablo embutido en el cuerpo del Marqués de Villena ya se relamía de gusto ante la prospectiva de gozarla. La chavala ciertamente estaba como un tren o mejor dicho como la carroza de n rey porque a la sazón tampoco se había inventado el tren. Trato hecho. Vengan esos cinco. Cuando amanezca el día de mañana que es viernes tú tendrás llenas tus tinajas y el agua no te faltará para beber, para guisar, para limpias las letrinas. ¿Y para bendecirla? El diablo se puso frenético, porque su mayor horror era el agua bendita, al escuchar aquello y por eso hay tanta suciedad y roña en las calderas de Pedro Botero.
Los inquilinos del Orco no se lavan jamás. O eso no. Nunca mentarás tal palabra. Agua bendita.
Águeda entonces se persignó y a don Juan de Pacheco por poco le da el telele. Sin embargo a trancas y barrancas y tras muchos dimes y diretes llegarían a un consenso pues famosas fueron en la Castila de su tiempo las ardides y habilidades del marqués. Era el valido de Enrique IV un experto en la forja de pactos y de consensos. Bien pudiera haber sido militante de la UCD y sacando a plaza toda la artillería de sus persuasivas convenció a la moza del cántaro y alma de cántaro a que formase el papel en el que ponía convengo por la presente a ser tu mujer etcétera… si tu me construyes y elevas hasta mi morada la casa de mi tío el señor deán una acequia.
El diablo con las prisas y rebosante de lascivia pronto iba a tener a mano una perita en dulce no había leído la letra pequeña y una cláusula que decía que el acueducto tendría que ser levantado en una noche. Selló y lacró el documento con balduque como si fuera un diploma regio o una carta emplomada.
De acuerdo. Tenemos que darnos mucha priesa. Yo a mi disposición tengo cien mil obreros. Esta misma noche, todos
estarán en el tajo. ¿Adonde va vuesa merced ahora? Pues a Arévalo, tengo que ver por allí unos amiguetes que celebran una tenida. Comeremos tostón en un mesón de la villa y después del almuerzo vengo volando. ¿Entendido? No faltaba más. Don Juan de Pacheco, como buen ángel caído, poseía el dote de la bilocación. Podía estar en dos sitios a la vez, trasfigurarse en un instante.
Arévalo era un centro de conspiración. Allí por las artes mágicas de quiromante, el marqués podía volar por los aires.
habían montado meses antes de este suceso un tingladillo y pusieron encima de un pavés un monigote que era una caricatura del Rey, colocaron en la tarima un monigote y lo destronaron y nombraron en su lugar como rey de Castilla a su hermano Alfonso XII.
Aquella pantomima conocida en la historia como la Farsa del pelele de Arévalo dio lugar a una terrible y sangrienta guerra civil que terminaría con la abdicación de don Enrique y la cesión del trono a su hermana doña Isabel. No hay mal que por bien no venga.
Águeda, estando en estas zozobras, cuando Satanás se fue a hacer sus cosas, quedó un poco aturdida y arrepentida. De vuelta a casa encendió una vela a la Virgen de la Fuencisla. Madre de los cielos que libraste a María del Salto de los infames sacame a mí de este apuro Madre Bendita.
Y sucedió que don Juan frotándose las manos, después de su aquelarre en la capital de las Morañas, regresó volando a Segovia en el atardecer y allí estaban establecidas as cuadrillas, los picapedreros, los boyeros que transportaban los sillares desde las canteras de Valdevilla, los barreneros, los del buril y del cincel, los carpinteros fumistas. Toda la tropa del infierno se puso manos a la obra.
La impresionante estructura con sus mas de ciento sesenta ojos que serían luego una de las maravillas del mundo iba a ser edificada en una sola noche por arte de magia y las tercerías o malas artes de don Juan Pacheco testaferro de Belcebú pero tambien Belcebú con las prisas puede meter. No se había visto tanto trajín. Nadie oyó hablar de tanta pericia en el manejo de la llana el cartabón de la plomada. Los últimos parroquianos de las tabernas de Segovia que con un jaro entre los labios y una baraja entre las manos se asomaban a la puerta de las tabernas e iluminaban con un candil aquella escena. Eran testigos de la gran azofra. ¿Irían a abrir una brecha en la montaña? Bo, dijo un mesonero que se llamaba Cándido y miraba la obreriza parapetado detrás del mostrador de su figón viendo caer monedas al cajón: maravedíes y doblones que les derramaban los soldados en sus consumiciones. Segovia fue desde los romanos plaza de asiento de las legiones lo que le da un aire mitad militar y mitad castrense. Nos va a hacer un puente un puente que no necesita río― sólo una acequia que va por arriba― pero será una cosa grande. Así habló el mesonero famoso por el cochinillo que preparaba ak horno. Nunca se había visto tanto trajín Previamente con un berbiquí taladraban los lingotes que quedaban acoplados al salmer y al contra salmer mediante taladros de plomo. La cimbra del arco de medio punto era perfecta. Esto es el no va más. Obra de romanos. El diablo se había propuesto devolver a los segovianos una replica exacta de la fabrica que mandó edificar Augusto.
Subían y bajaban las piedras elevadas por poleas y otros ingenios buscando el garfio que los juntaba a una velocidad de vértigo. Águeda que espiaba la construcción de rodillas mientras rezaba a la Virgen de la Fuencisla orando ardientemente para que se le perdonase su pecado. Ay, madre, buena, la hemos hecho. Prefería ser la coima del deán a la mujer del diablo y virgencita, virgencita, que me quede como estoy, prometió en aquella febril noche de los encantamientos ir descalza a Compostela a arrodillarse ante la tumba del Apóstol, juró hacer mil limosnas,
llevar cilicio un mes, pidió que la emplumaron por haber caído en aquella irrisoria tentación, y a medida que avanzaba la madrugada daba ya la apuesta por perdida. El diablo trabajaba a destajo con una febrilidad que Segovia parecía la noche en que los americanos eligieron a Trump. Nadie se lo creía. Imposible que la hueste diabólica saliera derrotada. Todo te lo daré si ante mí te prosternas y me das alabanzas. Recordaba la frase de Cristo apártate de mí Satanás, vade retro. Sólo a tu Señor adorarás. Ella no había tenido la suficiente presencia de ánimo ante la llegada del diablo que incluso lo llevó en volandas al pináculo del templo y desde aquella atalaya le hizo contemplar todos los reinos y las naciones, el devenir del progreso, el avance técnico y todos los inventos que muchos atribuyen al acumen y la magia del Ángel Caído. Cristo fue tentado y venció. No así el ama del cura. La carne es flaca.
Mientras tanto se desarrolló una actividad frenética de golpes y voces que alarmaron al vecindario. Las mujeres salían a la calle en camisón y se preguntaban unas a otras qué pasa qué ocurre. ¿Se acaba el mundo?
―Qué, bah. Estamos trabajando. Nosotros somos unos "mandaos".
Desde los tiempos del moro Almanzor que destruyó el acueducto romano y de él no quedo piedra sobre piedra no se vio cosa igual. ―Deben de ser los del ayuntamiento que como es verano están en obras y quieren poner la ciudad patas arriba- explicaba a su vecina una dueña descreída.
Todo la noche se escuchó el lamento de la lechuza, se sentía volar aves hacia no sé donde y los ruidos de las carrerillas y los reniegos de los obreros llegaban mezclados con un olor a azufre. Los entendidos en exorcismos comentaban que era evidente que por allí andaba el Pateta que volvía a tentar a Nuestro Señor Jesucristo... todo te lo daré si te prosternas ante mí y me adoras.
Las legiones infernales habían subido a Segovia y se habían puesto manos a la obra. Iban los areneros arrimando material. Los esportilleros porteaban yeso en sus artolas. Los boyeros vascos llegaban de los montes arrastrando piedras.
En lo alto del andamio estaban los encofradores del barrio de San Lorenzo muy duchos en albañilerías todos ellos moriscos y que para mayor honra de Alá desobedecían a los maestros de obra y revocaban las fachadas sin colocar jamás la figura humana o animal porque dice el Coran que eso es idolatría y esgrafiaban los muros con gran pericia y paciencia experta poniendo unas simetrías que simulaban los brotes de pámpanos y arrequives floridos, de una geometría esotérica y al revés. Para hacer más llevaderos los trabajos canturreaban lilaila y aires de su tierra que los cristianos no entendían. Eran jarchas. Pero allí osaban los areneros de Tejadilla con sus carromatos, los panaderos de Encinillas con sus bodigos para que comiera el personal. Don Juan había mandado traer tallistas orensanos, rudos mozallones trabados de hombros como bargueños y altos como castillos con la cabeza grande y las narices romas.
Ellos hablaban en su fala añorante. Uno le preguntó a otro que cual fue la causa por la cual fue condenado al fuego eterno.
-Eu carayu. ¿E tú?
Un gallego no cambia su estructura mental e incluso en el infierno; es capaz de responder a una pregunta con otra pregunta. Y el que quiera saber más que vaya a Salamanca. Los dos personajes permanecían subidos a una escalera. Nadie podría saber-así eran de prudentes- quien de los dos subía y quién bajaba. Pero los dos machacaban el canto con suma destreza. Uno de aquellos orensanos debía de ser pariente de Mariano Rajoy con su filosofía de que "el que aguanta gana".
Una meiga se acercó entonces al grupo de los gallegos y les entregó una orza que más bien era un cántaro llena de ribeiro.
Tras algunas libaciones los galeotes de la galaico cornisa empezaron a parlar a puñados y se mostraron dicharacheros y amables los que antes anduvieron reservones. No hay nada como una buena jarra del de Rivadavia y una empanada de hojaldre para hacer decir a un gallego lo que piensa. Ah la mia mai, so fillodo demo... El gallego preguntado subió al patíbulo condenado a muerte por un juez eclesiástico. Había matado al obispo de Compostela por haberle encontrado encamado con su mujer. El preguntante había sido cuatrero pues procedía de la zona donde se celebra la rapa las bestas. Lo pescaron en una feria de Medina con una partida de cien acémilas robadas. Fue sometido a tormento de amputación de las dos manos por amigo de lo ajeno. Con tal de tomar un poco el aire y respirar los vientos de Segovia que le recordaban los airiños verdes de a sua terra no les importó tomar parte en aquella magna obreriza aunque el Marqués de Villena les estaba haciendo trabajar como burros. Eso de construir el acueducto en una sola noche, tela marinera. ―Largo me lo fiáis. Eu carallo.
Las cuadrillas de vizcaínos también eran muy interesante y aunque no armaban tanta bulla como los de las Rías Bajas, pues es su costumbre hablar bajo y cantar alto se distinguí por el esmero que ponían con sus yuntas de bueyes en el acarreo de las moles de granito. Cruzaban apuestas sobre cuál era la mejor yunta de bueyes y a ver quien llega antes. Hablaban entre ellos su gacería sin que les entendiese nadie. Venida la alborada, estuvieron ya casi todas las arcadas dispuestas. Y sólo faltaba un arco cuando el sol empezó a lucir por las quebradas de la cordillera. El diablo perdió el pleito y la dama del cura se puso tan contenta que decidió como agradecimiento abandonar el mundo y profesar en Santa Rita. Llegaría a ser tutora de la Reina Isabel de Castilla y fue nombrada abadesa. Todos en Segovia contaban como una hermosa leyenda la historia de aquel milagro y cuando oían hablar del Marqués de Villena escupían para arriba. Ah el Marqués de Villena ni palabra mala ni obra bue
EL GRAN SIONISTA UN PELIGROSO OBSESO CON IDEAS APOCALIPTICAS. BASTE RECORDARLE QUIE AHORA NO HABRÁ ARCAS DE NOÉ TODOS PERECEREMOS
Three assaults against Jews reported in New York in just over 24 hours
Netanyahu easily wins Likud party primary to remain prime minister candidate
אחרי הדיוק המושלם במדגם הבחירות לראשות מפלגת העבודה בשנה האחרונה, נכנסים שוב לשדה המוקשים המפלגתי, והפעם עם מדגם הבחירות לראשות תנועת הליכוד, עם 758 נדגמים ייחודיים וסטיית תקן של 3.2%.
המדגם נכון לשעה 22:00. להלן התוצאות שלנו >>>@netanyahu @gidonsaar
CELA, EL CALIXTINO, LOS INGLESES Y EL BUEN DEÁN DE COMPOSTELA AL QUE ROBARON EL CÓDICE Y LO DEVOLVIÓ SAN ANTONIO Don José Mª DIAZ FERNANDEZ fue el mejor deán que haya tenido la metropolitana de Santiago en muchios siglos. Medievalista sabedor profundo, conocía como nadie la historia de la Iglesia Romana, teólogo y canonista pura y al mismo tiempo hombre del pueblo. Tuve la suerte de ser su discípulo cuando era precepto en el diocesano segoviense. Sus clases y sus pláticas eran una delicia sobre todo cuando nos ponía en guardia contra lo que llamábamos amistades particulares ambiente cerrado de los seminarios hormonas en revolución no nos echaban bromuro en el café con leche y algún educando pobrecillo se enamoraba del compañero de terna: ▬ Hay que distinguir entre amigos, amiguetes, amiguitos y amiguiños▬, decía aquel buen sacerdote que venía de la Gregoriana de Roma, nos hablaba de su Mondoñedo natal (su familia procedía de la asturiana parte de los Oscos.) Advertencia profética porque tales recelos han redundado en esa hemofilia de los escándalos sexuales con que los enemigos de Cristo tiran ahora Barro a los ojos de la SRI, precisamente los que secundan el aborto, el adulterio, la buharronería y la promiscuidad sexual. He de confesar mi estupor y consternación cuando aquel electricista hipócrita redomado al que el deán de Compostela había colocado como fabriquero capitular, sustrajo la preciosa joya bibliográfico y la guardó malamente en un muladar. Típico de Chema aquel rubiales al que nosotros conocimos en Segovia de misacantano y nos hacía reír con sus chistes y su maravilloso acento gallego continuará ESPAÑA MI NATURA |
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ANDREIEV NOTAS PARA UNO DE LOS MÁS GRANDES ESCRITORES RUSOS EN SU CENTENARIO Es uno de los grandes luminares de la literatura prerrevolucionaria rusa. Es el carisma del cuento (sdacha) narración breve maestría insuperable en el que se condensa una época que acababa (tristeza, amor no correspondido, el mundo de Petrogrado, los funcionarios escribientes, a empleomanía, los terratenientes que viven en la capital una vida crápula) Andreiev es un místico y un patético que asediado por el hambre y el alcohol plasma en sus libros un trasmundo onírico poblado de fantasmas donde lo esperpéntico se da la mano con lo maravilloso. Una bajada a los infiernos en su pluma puede transformarse en un cuento de hadas; he aquí el alma atormentada de un pueblo que baja la cabeza ante el infortunio y las sorprendentes contradicciones de la conducta y la vida humana. Cantan en estos cuentos los bateleros del Volga. Andreiev forma trinca con Chejov y con Gorki. Leonidas Andreiev nació en Orel 1871 de una familia paupérrima. Se desplazó a San Petersburgo después de cursar los estudios eclesiásticos en una bursa o seminario local y fue tanta el hambre y las privaciones que hubo de soportar en la capital del imperio que a los 21 años se pegó un tiro. Los médicos consiguieron salvarlo, sin que nunca le abandonara esa tendencia suicida. Empieza a trabajar como periodista y se hizo famoso por sus gacetillas e historias cortas que publicaba en los diarios capitalinos por entregas. Alcanzó la fama en 1905 con motivo de la guerra ruso japonesa. “La risa roja” es una evaluación de aquel conflicto en el lejano oriente. Aparentemente había abrazado el camino de la revolución, pero en 1917 se enfrenta con Gorki y ataca severamente a los bolcheviques. Hizo un llamamiento al mundo contra los sectarios de Lenin que suprimieron la libertad de prensa e implantaron el terror de la checa y el exterminio de los que ellos no consideraban progresistas y afectos al régimen. Condenado a muerte, pudo huir a Finlandia. Había sido durante un cuarto de siglo el autor más leído y alabado en Rusia, pero los soviéticos cerraron os periódicos en que colaboraba, volaron con dinamita las casas editoriales (el fenómeno se está dando ahora en España con Pedro Sánchez). El eximio literato vagabundeó sin techo y sim pan por las calles de Helsinki y el día de San Andrés de 1919 lo hallaron muerto en un albergue, acababa de cumplir 48 años. Causa del fallecimiento: hambre. Se le ha comparado con Dostoyevski y Edgar Alan Poe por sus dotes de introspección psicológicas y su facilidad para contar alucinaciones de sus personajes. La muerte y la locura siempre al acecho. Trata a sus personajes con ternura. Sacha Yegulev y los Siete Ahorcados, Dies Irae, Los Espectros, son verdaderos poemas en cierto modo proféticos de lo que iba a acontecer en Rusia, en Yugoslavia y en los Balcanes. Sus narraciones conservan un perfil cristiano con olor a incienso y añoranza por esa belleza del canto diaconal y de la liturgia bizantina. Es un centenario que ha pasado desapercibido. Andreiev fue muy traducido y publicado en España por la editorial Prometeo antes de la guerra del 36. A día de hoy está descatalogado, con todo y eso yo recomendaría a sus lectores que echaran mano de alguna de sus novelas porque el mundo de lo que pasa hoy tiene mucho que ver con el que él vivió. Él es puro arte y belleza literaria como sólo los rusos saben escribir y dar a entender. ESPAÑA MI NATURA |
Posted: 01 Jan 2020 09:47 AM PST FELIZ 2020 Tiemblo bajo la helada Nieve del tiempo Los años perdidos Las secretas miradas Nos derriban, no nos rematan Vencimos a Erifos Escuchamos polifonías Músicas calladas Brave I am I have no fear |
2024-12-09
2024-12-08
UN PAIS DE CAMAREROS Y
DE TURISTAS DE ALUBIÓN
Cuatro € por una
cocacola tres por un café sentado en la terraza al pie de la estatua de
comunero, no se podía dar un paso.
El puente de la
Inmaculada un pretexto para el turismo en manada y en mi pueblo no se podía dar
un paso. Fui a Segovia a dar las gracias a la Virgen del Perpetuo Socorro por mis ochenta años y a
ofrecer a mis nietas. Que las cuide.
La del perpetuo Socorro seguía allí en su camarín del postigo de san Andrés mirando para la Hontanilla sobre su cara de cera soplaban las brisas del Eresma y a mí me parecía que nos sonreía a los cuatro. A Almudena Sofia Carla y a mí.
Detrás se veían las
escalerillas de San Roque, el Corral de los Huesos, antiguo camposanto hebreo,
el matadero, la Casa del Jurri y la Gota de Leche. Esto era la judería vieja.
Algo se nos debió de pegar de aquellos ancestros tanta biblia, tanto rezo, sartas de salmos, las dudas y las creencias, pero por un café casi seiscientas de las antiguas pesetas qué judíos se han vuelto los de mi tierra.
Claro que es de lo que viven
y por eso te clavan los muy abusones.
Nos estamos
convirtiendo en un país de camareros para nuestra desgracia.
Nada producimos, lo importamos todo. Y para colmo estamos levantando gente puertas abiertas. Medio Marruecos está aquí.
Al cruzar un paso de cebra de Fernández Ladreda un coche en el que
iban unos negros recién desembarcados de la patera toda la pinta de haber
robado el vehículo faltó un tris que no me arrollan, son cosas de la
globalidad.
¿Qué mano infernal mece
esa cuna?
Estamos metiendo al
ladrón jifero en casa, no se cansen los bocazas de proferir loas a los derechos
humanos.
La caridad bien
entendida empieza por uno mismo y veremos lo que la desepañolización da de sí…
dice el refrán metí un ratón en mi cillero e hizose amo del granero.
Los de Segovia lo
sabemos bien que no hay peor cuña que la de la misma manera.
Los actos de la
celebración del cuarto centenario de la Reina Católica han discurrido con
sordina como con temor y sin demasiados alardes.
Subiendo de la Fuencisla hacia el Camino Nuevo me detuve ante el que dicen cementerio judío que ofrece un aspecto semi abandonado.
Pero no recé un kadish por los difuntos y este estado deplorable tiene una justificación: las matanzas de Gaza, el fantoche de Zelensky un tipo sanguinario lo mismo que Netanyahu el sacamantecas no son bien quistos en esta plaza aunque murmuren alabanzas con la boca pequeña para no incurrir en el anatema de antisemitas.
Es el propter metum judeorum de los de abajo mientras los de arriba se deshacen en elogios a esos carniceros judíos que quieren acabar con la paz del mundo.
Bueno la cosa viene de lejos. El arcipreste de Hita empieza su maravilloso libro del Buen Amor con esto: “Señor Dios que a los judíos, pueblo de perdición, sacaste de las garras del faraón, y a Daniel libraste de las zarpas del león, sácame a mi, cuitado, de esta mala prisión”
Y eso que el bueno de Juan Ruiz era de la raza y conocía el paño.
Y lo termina con otra frase un poco más alegre: “Como
dijo Aristóteles es cosa verdadera por dos cosas trabaja el mundo. La primera
era por haber mantenencia y la otra cosa era tener ayuntamiento con hembra
placentera”. Dejémoslo ahí