Caracas.- Ciertamente que el Mundial de Qatar cumplió con su cometido, consolidándose como una de las mejores de los últimos tiempos, para satisfacción de la familia Al-Thani, que gobierna al pequeño país (del tamaño del estado Mérida) desde mediados del siglo XIX.
Atrás quedaron las acusaciones de corrupción y las denuncias de violaciones de derechos humanos de los miles de migrantes que participaron activamente en la construcción de los ocho estadios que sirvieron de escenarios y que costaron la bicoca de 6.500 millones de dólares.
Tanto en lo deportivo, con selecciones que pudieron trascender a las adversidades, tal es el caso de Argentina, Francia, Marruecos o Croacia, como en lo organizativo, con un evento que acaparó la atención de todo el planeta a lo largo de 15 días, el Mundial de Qatar llenó las expectativas de propios y extraños.
Uno de los más entusiastas defensores de esta cuestionada cita ha sido el mismísimo presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien consideró que la primera fase del Mundial 2022 fue "la mejor de la historia, un fantástico éxito", y se mostró convencido que el torneo alcanzará "los 5.000 millones de telespectadores por todo el mundo".
Nutrida asistencia
Según datos de la FIFA, la Copa del Mundo de Qatar fue todo un éxito en cuanto a asistencia de los aficionados, que de todo el mundo viajaron al Medio Oriente para vivir por primera vez una justa mundialista en esa región.
La asistencia acumulada una vez concluidos los octavos de final fue de 2,45 millones de personas, lo que representó el 96% del aforo, y lo que se antoja como más sorprendente, es que superó lo alcanzado en el mismo periodo en el Mundial de Rusia 2018, que reunió en sus estadios a 2,17 millones de aficionados.
En este punto es importante significar que el partido con mayor asistencia en la fase de grupos fue el que México protagonizó contra Argentina que concitó a 89 mil personas en el Estadio Lusail. Esta fue la mayor cantidad de público en un partido mundialista desde la final de 1994 que se disputó en el Rose Bowl de Pasadena, California, entre los seleccionados de Brasil e Italia.
Y en cuanto a aficiones puntuales, tenemos que los hinchas de Arabia Saudí fueron los más numerosos en Qatar en esos primeros encuentros con un nutrido grupo de 77 mil fans, seguido de la India con 56 mil, Estados Unidos con 36 mil, Inglaterra con 30 mil y México que logró atraer a 25 espectadores.
Pero en este grupo de entusiastas aficionados hay que contar con los argentinos, que si bien no empezaron de la mejor manera el Mundial, al caer 2-1 ante Arabia Saudí, han incrementado su presencia en Qatar proporcionalmente al buen juego experimentado por Lionel Messi y sus compañeros, quienes se instalaron en la final al golear 3-0 a Croacia.
Según cifras del gobierno bonaerense, alrededor de 40 mil nacionales decidieron decir presente en la cita futbolística, aumentando en un 170% la compra de boletos aéreos hacia Qatar.
De acuerdo a estimaciones oficiales, tanto el aeropuerto internacional Hamad, como el antiguo aeropuerto Internacional de Doha, duplicaron su capacidad durante el evento, lo cual mantiene muy entusiasmado al ministro qatarí de Turismo, Akbar al-Baker, quien además es presidente de la línea aérea Qatar Airways.
Los que quedaron en deuda
Ya en el plano estrictamente deportivo, tenemos que las selecciones de América quedaron en deuda en el Mundial que finaliza este domingo en el estadio Lusail.
Salvo la Argentina de Lionel Messi, finalista de excepción, el resto de los combinados del hemisferio occidental dejaron muchas dudas. Ecuador, Uruguay, México, Canadá, Costa Rica, Estados Unidos, pero por sobre todos, Brasil, equipo que arribó al Golfo Pérsico arropado por un manto de superioridad y favoritismo, decepcionaron.
También fallaron estrepitosamente Alemania, España, Polonia, Dinamarca y Bélgica, seguidos de Suiza, Países Bajos, Portugal e Inglaterra, que lograron solventar la fase de grupos.
Las sorpresas fueron las selecciones de Japón, Corea del Sur, Australia y la irreverente Marruecos, las cuales demostraron enjundia, calidad y unas condiciones físicas que pusieron en peligro a los grandes.
La próxima cita mundialista se realizará en 2026, en el triángulo conformado por México, Estados Unidos y Canadá. La verdad es que estos organizadores deberán apelar a sus mejores argumentos para tratar de igualar el millonario espectáculo que representó Qatar 2022. Hasta entonces.