FALLECIÓ
PAULINA GALINDO MARTÍN
El
pasado día 5 Miércoles de Ceniza fallecía Paulina. Era mi tía una segunda madre
para mí y ayer la dimos tierra (fuego, quiero decir, fue incinerada) y quiso que sus cenizas reposen en la Torre de
San Gregorio junto a los de su padre y mi abuelo Benjamín en ese cementerio que
tiene más de mil años y cuyas escaleras para subir a la torre muestran los
peldaños desgastados más de una cuarta por las pisadas de los siglos. Son testimonio
de nuestra vieja fe cristiana.
Mucho escribí yo y lucubré al pie de este castro
que vigila la entrada a Fuentesoto (inscripciones romanas, cruces templarías,
hitos y mojones de la Vía Frumentaria, arte gótico combinado con el prerrománico
asturiano).
La iglesia al parecer fue arrasada en una razzia de Almanzor. Allí esperan
los restos de Paulina, de mi padre Silvino, de mi madre Juanita, del tío Pedro
el sacristán, de mi `primo Agustín el sonido de la trompeta de la Resurrección
porque fe es creer lo que no vimos y tener por cierto lo que nos han dicho.
Hubo
dos personas en el mundo a las que quise con delirio. Mi tía Paulina, mi amor
inglés la Suzi. Mis nietos Mario, Laura, Carla, Sofía, Pelayo vinieron después
en mi segundo matrimonio, pero sobre todo mi hija Helen a la cual me arrancó el
destino.
Culpas y pecados míos que no podrán borrar los ríos de lágrimas que
fluyen de mis ojos portando el caudal de
mi arrepentimiento. Paulina era la mujer fuerte de la Biblia, la que cuidaba de
mí en aquellos tórridos veranos en Fuentesoto en una niñez que marcó la pauta de
mis inclinaciones de escritor.
Todo escritor lleva en su alma un niño en su
interior y escribir para mí ha sido revertir a aquellos gozos y aquellas
sombras de Fuentesoto en su forma de parlar, de llorar, de rezar y de reír.
Paulina
se ha ido con 96 años. Y yo quiero expresar mi dolor a sus hijos Juan José,
Mariano al cual saqué de pila, a Leónides y sobre todo a Yolanda que la cuidó
en su enfermedad (curó de un cáncer de pecho) y luego por el reuma que afectó a
su movilidad y estuvo en silla de ruedas largos años. Yolanda ha sido otra mujer
fuerte, heroica, calladamente. Descansa en paz querida Paulina. Y que en el
cielo te veamos.
viernes,
07 de marzo de 2025