2025-11-22

COMUNIDAD DE VILLA Y TIERRA DE FUENTIDUEÑA EXCELENTES FOTOS DE MI PUEBLO PECHJARROMAN LA VILLA BPODEGAS DE SACRAM,ENIA LA INSCRIPCION DE LA CRUZ DEL CALVARIO

 


fuentesoto bastión del temple. dedicado a mrs. uzanne marie parra (suzi hugh) a la que tyanto gustaron estas tierras. in testimonium gratitudinis y residente en boshop stortford que es otro bastion templario de esse. en lña esperanza de que alhun día vuelva. las puertas y los corazones de funetesoto están siempre abiertos para ella que fue profesora e historiadora de Arte

Posted: 14 Sep 2019 06:03 AM PDT





































































































































DEL PADRE EUTIMIO MARTINO REDONDO SJ MI PROFESOR DE RETORICA ACABA DE CUMPLIR 94 AÑOS UNA EMINENCIA JESUITICA EL MEJOR CONOCEDOR DE LA ESPAÑA HISPANOROMANA

Posted: 14 Sep 2019 05:56 AM PDT





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Homenaje a Eutimio Martino Redondo S. J., con la participación de Juan Pedro Aparicio

El pasado sábado, día 15 de marzo de 2014, tuvo lugar en la Casa de León en Madrid un homenaje al jesuita, historiador y filólogo leonés Eutimio Martino. Aunque para alguno no sea un autor muy conocido, Eutimio Martino es una personaje clave para entender la conquista del impero romano de la península ibérica, además de ser un fantástico filólogo y políglota. Su relación con la Casa de León en Madrid viene de lejos, pues es miembro del Consejo de Honor. El merecido homenaje estuvo relacionado con la presentación de la revista XI de la Asociación de Amigos del Patrimonio Cultural de León, ProMonumenta, de la cual Martino es socio honorario.

La obra de este autor leonés viene explicada perfectamente por su origen y su formación, como ocurre en la mayoría de los casos. Eutimio Martino nació en Vierdes, un pequeño pueblo perteneciente al municipio de Oseja de Sajambre, en pleno Parque Nacional de Picos de Europa. Formado en el colegio jesuita de San Zoilo de Carrión de los Condes, Martino se especializa en griego y latín, imprescindibles para conocer la literatura y filosofía clásicas. Su formación continua en la Universidad Pontificia de Comillas, de donde es Catedrático Emérito, además de otros lugares como París, Dublín, y sobre todo Alemania, en la Universidad de Fráncfort, por eso habla además de lenguas clásicas, alemán, inglés, francés e italiano. Como él mismo dice, todo este bagaje es el que le ha formado como un investigador de fuerte tesón, inconformista en sus publicaciones, en las que necesita llegar al fondo de las cuestiones que tratan. Pero Eutimio no sólo destaca por su labor investigadora, también por su labor docente, pues ha sido profesor de lengua y filosofía, y desde hace varios años imparte la cátedra de Historia del Instituto Bíblico y Oriental, otra institución con estrecha vinculación a la Casa de León.

La mesa estaba formada por varios ponentes: Manuel Revuelta S. J., profesor emérito de la Universidad Pontificia de Comillas; Miguel Díez, profesor y antiguo alumno, que recordó muy buenas anécdotas de esa época; y un representante del Instituto Bíblico y Oriental, quien en nombre de Jesús García Recio, su director, leyó un precioso poema en latín, jugando con los orígenes del lenguaje, particularmente del nombre de Eutimio. También acudió el prestigioso escritor Juan Pedro Aparicio, cuya intervención entrelazó muy bien los conocimientos que comparten ambos. Si hacemos memoria, Juan Pedro Aparicio es un fantástico conocedor de la historia del Reino de León, como autor del documental que conmemoró los 1.100 años de su fundación, y Eutimio Martino, centro su labor investigadora en las batallas de cántabros y astures contra el imperio romano, con lo cual, a través de ellos, se estableció un diálogo muy instructivo sobre dos puntos que aunque distantes en el tiempo, conforman hitos de inflexión en la historia de León, y de España. Juan Pedro Aparicio lamentó además que frente a teóricos de la romanización de Inglaterra o Alemania, no se le dé más divulgación a las teorías de Eutimio Martino, que cuenta con una ventaja enorme, y es que conoce Picos de Europa como la palma de su mano, y su trabajo de campo no tiene parangón. Es por ello que Eutimio derriba todos los mitos y falsedades sobre astures, cántabros y romanos, centrando como epicentro de estas batallas los pueblos leoneses que él tan bien conoce. Sobre este aspecto, ambos coincidieron en el daño que había hecho Menéndez Pidal, que como historiador castellanista, equivocó su identificación nacional, atendiendo más al romance y la leyenda del Cid, que a los datos, falseando tanto la romanización, como la realidad del Reino de León.

Así pues, debemos tener en la memoria la figura de Eutimio Martino, como uno de esos hombres tenaces de los que quedan pocos, un prohombre y erudito que debería ser la verdadera referencia científica en los estudios que ha realizado, y que pone en valor el papel de nuestra provincia en la historia universal, como lugar clave de la romanización. Como dijo Aparicio, sólo lamenta que todo ese trabajo de investigación no lo haya realizado también en aspectos más cercanos a su obra, pues le hubieran sido de fantástica ayuda.

Y es que cuando Martino publica algo, sin duda es con gran conocimiento de causa, tanto es así, que él mismo se enorgullece de que jamás ha tenido que desdecirse de nada de lo que haya escrito.

 Posted: 12 Nov 2019 03:57 AM PST


Vendimos la casona

 

Llego a Oreanda entre fusco y lusco (el atardecer es hora bruja no hay luces del véspero llueve en la corredoria y llueven lágrimas en mi alma). Quitaron el cartel de “se vende”.

Fueron cinco años de mostrarla, vino mucha gente. Yo, duro ensalzar las calidades mágicas de esta mansión —mansión viene de mansio del verbo manere (permanecer) lugares donde posaban los soldados de las legiones de Augusto cuando iban de marcha —pues debió ser construida  con las bendiciones de un arúspice, y un flamine de Júpiter bendijo el pazo y la sebe.

El hórreo  cayó una noche de ventalle. La antojana y la portalada con sus correspondientes cuadras se conservan intactas a la entrada con un banco de piedra y una puerta de cuarterón. Desde el balcón  de solanera veíase la mar y, ya digo, un sacerdote de Júpiter, calibrando la bondad del aire la lenidad de las aguas, hizo la nuncupativa solemne y dedicó la casa a la diosa Diana que veneraron muchos siglos los de las aldeas del Manto en la cumbre del Montarés.

Pero, cuando nos cristianizaron, cambiamos de lealtad onírica y Diana cazadora cedió el puesto a santa Ana.

Mis explicaciones esotéricas cayeron en saco roto; todo en vano: el personal se desentiende puesto que el horno no esta para bollos ni el alcacer para zampoñas, tampoco el manto de Magdalena está para pitos. Aquí lo única que interesa es la pasta.

Mis explicaciones a los compradores en perspectiva les sonaban a música celeste; todos decían lo mismo “llamaremos”, no llamaron nunca, y si te he visto no me acuerdo.

Por fin quédasela un vecin por el precio irrisorio de 75.000 euros, un regalo para una finca de cien áreas y dos días de bueyes, estragal, portalada dos alturas, tillado de madera de castaño, una mesa de nogal donde cabían doce a las cenas de nochebuena doce apóstoles,— y por san Pedro los señores curas de Cudillero y los de las parroquias de la contornada—, el arca de caoba que trajo uno de diestros abuelos el general Batalón que estuvo en Filipinas con mando en plaza, algunas fotos y recuerdos de la guerra de Cuba soldaditos vestidos de rayadillo y sombrero jipijapa.

Hubo tambien postales de un teniente de artillería en la campaña de Rusia murió en la batalla del lago Ilmen y del cual era madrina de guerra una de nuestras tías. Yo le tenía dedicado un sitio especial a este caído en el frente ruso, cuando venía a Oreanda encendía una lamparilla en su memoria que lucía al pie de un icono con la imagen del Salvador frente a un espejo (z a r k a l o) según la usanza rusa.

Allí estaban las cartas del pariente al cual fusilaron en Barcelona por orden de Companys ese siniestro personaje de infausta memoria. Y otras muchas cosas.

Esta casa nuestra siempre  fue de derechas. El abuelo hubo de huir al monte cuando los rojos vinieron a buscarle querían pegarle un tiro por tener fincas y estuvo viviendo entre jabalís rebecos  a la sombra de las hayas de Faedo  todo un año. Volvió como salvaje y algo trastornado. Sólo pensaba en ir a mozas.

Esta casa fue para mi un oratorio y un reclinatorio, un hospital donde curé las heridas del alma, y fue el paraíso soñado de los veranos de mis hijos que acá pasaron su infancia. Gozaba de energía positiva.

Recuerdo aquellas noches de plenilunio en calma o las de niebla cuando rugían las sirenas de los barcos que pasaban la marola y por el invierno calendándonos al amor del llar con el suelo de terrazo y un tiro chinea perfecto.

Fue construido por los mejores alarifes asturianos a fines del XVII. El hórreo mostraba una inscripción; “Fizolo Lucas Fernández carpintero de ribera” y una fecha fatídica: 1789. fue el año en que guillotinaron a la monarquía francesa.

La casa ya digo gozaba de un aura inexplicable que destilaba energía positiva, y buena vibraciones, con alegría de vivir, un indicio de que había sido morada de gente noble y feliz. El ultimo de sus inquilinos que murió la víspera de Nochebuena  le dijo a la abuela:

—¿Hay pera con compota, Manolita?

Fueron sus ultimas palabras. Tuvo el abuelo Pepe una dulce agonía. Cuarenta años deshabitada la humedad la lluvia algunas goteras y el comején de la hiedra del ribazo  o las zarzas hicieron sus estragos aunque los muros de algo más de medio metro resisten. Ya no se construyen en piedra casas así.

Los compradores pues se llevaron un tesoro por cuantió perras y yo me huelgo de que haya sido alguno de la aldea que se quede aquí a vivir en esta manor que fue posada sita en la cuesta que condice al valle de Artedo. George Borrow, el escritor espia ingles que viajó por Asturias vendiendo biblias, tuvo que pasarlo en barca. Hoy no hay barquero ni barca; la ría de Artedo la cruza un puente cabe un molino. Las lajas de la antigua estrada romana están gastadas a causa del paso de legiones de peregrinos. Por lo demás, creo que está intacta. Salutem plurimam.