General de División natural de El Ferrol, estuvo nueve meses en el cargo en Valladolid. Destacó por aplicar sus investigaciones científicas al Ejército y pasaba sus vacaciones en Santa María la Real, donde ha muerto en una residencia
El pasado martes falleció en la residencia para mayores de la localidad segoviana de Santa María la Real de Nieva, a los 91 años, el general de División José María Suanzes Siljeström, que había ejercido el cargo de gobernador militar de Valladolid entre los años 1989 y 1990.
Nacido en la localidad gallega de El Ferrol el 7 de septiembre de 1928, era hijo del famoso almirante Pablo Suanzes Jáudenes y durante su carrera destacó por su dedicación al estudio, a la enseñanza y a la investigación, muy especialmente por su contribución a la incorporación de tecnología de vanguardia al campo de las ciencias de aplicación militar.
Ingresó en la Academia General Militar en 1946 y fue destinado como teniente al Regimiento de Artillería 41 de Segovia y después al 2 de Ferrol; como capitán estuvo en la Escuela de Aplicación y Tiro de Artillería y, ya de comandante, fue destinado a la Junta de Investigación y Desarrollo de Cohetes. En el empleo de teniente coronel y coronel ocupó el destino del Mando del Centro de Mantenimiento y Sistemas de Artillería Antiaérea y, como general de Brigada de Artillería, fue jefe de la Sección de Vehículos y Helicópteros de la Dirección de Material.
En noviembre de 1986 fue ascendido a general de División del Ejército de Tierra y nombrado director de Material del Mando Superior de Apoyo Logístico. Tomó posesión como segundo jefe de la VI Región Militar Noroeste y gobernador militar de Valladolid el 25 de septiembre de 1989, fijándose como objetivo prioritario el perfeccionamiento e instrucción de los cuadros de mando. Suanzes sustituía en el cargo al general Balmori quien, a su vez, lo había ejercido en funciones desde el cese del anterior gobernador militar, Agustín Quesada Gómez.
Un hombre «de ideas y de voluntad»
Durante su estancia en Valladolid le golpeó la tragedia en la persona de su secretario, el coronel de Artillería Manuel López Muñoz, asesinado en un atentado terrorista por los Grupos Revolucionarios Primero de Octubre (Grapo) el 15 de junio de 1990. Cuatro meses después, Suanzes era sustituido en el cargo por Antonio Martínez Teixidó.
Definido por sus colegas como un hombre «de ideas y de voluntad, apoyadas en una profunda preparación científica y técnica», en 1993 recibió en la Sala de Reyes del Alcázar de Segovia, de manos del entonces príncipe de Asturias, Felipe de Borbón (hoy Felipe VI), el prestigioso Premio Daoíz, instituido en 1908 con el objetivo de reconocer al general, jefe u oficial del Cuerpo de Artillería que haya prestado más relevantes servicios a la nación con inventos, estudios o trabajos directamente relacionados con la carrera. Suanzes, en efecto, fue reconocido por la junta calificadora del galardón por su «iniciativa y visión fundamentales» en el campo de los misiles, siendo aún capitán, fomentando la incorporación de nuevas técnicas y armamentos y la formación de oficiales en el área de la electrónica.
De hecho, además de impulsar de manera constante las labores de mantenimiento del material, proponiendo la integración del Servicio de Mantenimiento por sistema de armas, en 1975, siendo teniente coronel, José Suanzes había creado el Centro de Mantenimiento Electrónico del Cuarto Escalón, que en 1983 pasó a desempeñar el Apoyo General Antiaéreo y dos años después se transformó en Centro de Mantenimiento de Sistemas Antiaéreos, Costa y Misiles. En 1987 concentró el Mantenimiento de la Artillería de Campaña, incluyendo el sistema lanzacohetes Teruel, y puso en marcha los laboratorios de calibración de instrumentos.
Padre de siete hijos
Autor de artículos como 'Artillería y Electrónica', publicado en 1960 junto al teniente Alberto Piris Laespada, y 'La logística en los Ejércitos', en 1997, entre sus maestros señalaba a José Luis Sánchez Domingo, su primer comandante; Manuel Balseiro Cornejo, pionero del progreso tecnológico del Arma, y a su primer coronel, Manuel Morcide Odriozola. Junto a sus diplomas y cursos de especialista en Sistemas de Dirección de Tiro, piloto de helicópteros, diplomado de Mando y Estado Mayor del Ejército de Estados Unidos, estaba en posesión de las condecoraciones de la Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo y la Gran Cruz del Mérito Militar, con distintivo blanco.
Casado con Pilar Rey y padre de siete hijos, desde hacía mucho tiempo pasaba sus vacaciones en la localidad segoviana de Santa María la Real de Nieva, en cuya residencia para mayores vivía y donde falleció el pasado martes.