FUE UN BUEN PERIODISTA DE AGENCIA CON MUCHO GÜISQUI Y LITERATURA EN LAS VENAS

JESUS PARDO

Le conocí en aquel pequeño garito que tenía la delegación de EFE en Londres una buhardilla en Bouverie Street. Era nochevieja y por san Silvestre todos los gatos son pardos. Hablaba bajito. No conseguí sostener una conversación ahilada con él. Llevaba ya siete güisquis al coleto y le aquejaba la nostalgia de un matrimonio fracasado. Dicen que era un genio pero jamás conseguí terminar ni ninguna de sus novelas como "Ahora es poreciso morir".  SIN EMBARGO, FUE UN BUEN REDACTOR  PERIODISTA DE AGENCIA.

Yo creo que estaba atiborrado de literatura y ya por aquel entonces de los felices setenta estaba calvo y barrigudo. Se abstraía como el mejor de los autistas en su mundo con un libro que siempre tenía en la mano. Hoy lo han enterrado y creo que si le hicieran la autopsia el forense encontraría en sus venas un torrente de vino circulando por su torrente sanguíneo y lo demás sería tinta de letra de molde. El morapio creo que ha conseguido hacer de este cántabro aprensivo e hipocondríaco un veterano escritor que ha llegado a nonagenario con un comprobante: el franquismo para la gente de izquierdas no fue tan malo. Jesús siempre trabajó para la oposición.  RIP Y HIP DEL SANTO BEBEDOR.