2024-12-27

 

CHEJOV LAS PUTILLAS DE PUTIN. HISTORIA DE MI VIDA

 

Los libros de Chejov infunden en mí una paz espiritual, cierto desencanto con las cosas del mundo. Quietud y tristeza. Todo es efímero, omnia transit. He vuelto por enésima a "Historia de mi vida". Es la vida de un escritor.

 Es mi vida luchando contra los molinos de viento, la brutalidad, de las gentes, el aburrimiento, los fríos inviernos, el teatro, los amores fracasados.

 El padre de Antón Pavlovich Chejov era un hombre cruel que le pegaba palizas de niño a este genio de la literatura rusa.

 Me vi reflejado en cada uno de sus pasajes. Ana Blagovo el primer amor que no llega a colmo y un matrimonio fracasado. Masha su mujer se fuga con un norteamericano. Hay otro tema latente en la obra trabajo intelectual versus manual. El protagonista es un barin (noble) el cual frente a las condenas de toda su familia se convierte en uin pintor de brocha gorda e instala sobre los tejados de las iglesias con cúpulas de cebolla tejados de cinz.

Cuanto me impresionó este detalle, cuando hace más de cincuenta años yo leí "Historia de mi vida" cuando iba en el metro en un libro prestado de la biblioteca de Cuatro Caminos pues no tenía dinero para comprar un ejemplar.

Se trata de una novela ideograma que anunció mis pasos por la vida. Lo iba leyendo otra vez en el avión cuando vine a casarme a una ciudad del norte y mi novia me dejó a las puertas de la iglesia, se deshizo la boda, pero yo no amaba a aquella sondia sotrondia, mi verdadero amor era Ana Blagovo aquella dulce inglesa ojizarca del pelo rubio la piel blanca y efélides tiznado el rostro.

 El amor que no llegó. Luego habría otros amores que sembrarían en mi el desencanto y la decepción, mi vida una pugna contra el aburrimiento, la sordidez, la barbarie, la incomunicación, los cuernos. Chejov fue para mi profeta, heraldo del humanismo ruso, un cristianismo que nada tiene que ver con nuestro catolicismo intransigente e inquisidor.

Todos somos pecadores. Cristo vino a salvarnos. Es el espasiteli. Pero la humanidad no varía. Sólo nos queda su perdón.

La santa Rusia, la Rusia evangélica. Llena de contradicciones. Su hermosa liturgia al lado de los vertederos del sexo. Hermosísimas mujeres con el culo al aire, que muestran su carne por la red. En los meódromos.

Las putillas de Putin, volvieron las pussi girl.

Yo me asomo a ellos alguna vez y mi alma se llena de tristeza al oirlas berrear cual gatas en celo. Rusia es el molde de un enigma. Ya lo dije más de una vez

 

17/12/2024

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