ARTICULO COPIADO DE libertad digital
La Toma de Granada, mucho que celebrar
Ignacio Pozo.- “Mañana, antes del amanecer, TOMAREMOS GRANADA”, dijo la Reina. Y así fue. El rey musulmán hace ademán de bajarse de la mula pero se lo impide el rey cristiano, según estaba pactado, una derrota con honra. Se quita el turbante, se acerca al rey Fernando y le dice:
-Toma, señor, las llaves de tu ciudad, que yo y los que estamos dentro somos tuyos. ¡Por los ínclitos Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel I de Castilla!.
Posteriormente, en la Puerta de la Justicia de La Alhambra, que tiene varias leyendas, una de ellas, en relación a La Toma, es que en la pequeña capilla existente que se abre solo el 2 de enero, se celebró la primera misa tras la reconquista de los Reyes Católicos de Granada, y de ahí subieron a la Torre de la Vela varios nobles y prelados dónde se trémolo el Pendón real, y se lanzaron tres cañonazos para que entraran los ejércitos de los Reyes Católicos, se levantó por tres veces el signo de la cruz, el pendón del Apóstol Santiago y el estandarte del rey Fernando, mientras un heraldo con potente voz formulaba la toma de posesión: “¡Santiago!, ¡Castilla!, ¡Granada!, ¡por los muy poderosos señores don Fernando y doña Isabel, rey y reina de España, que han ganado esta ciudad de Granada y todo su reino por fuerza de armas de los infieles moros con la ayuda de Dios, de la Virgen gloriosa, del apóstol Santiago y de Nuestro Papa, Inocencio VIII!”. Esta ceremonia, con algunas modificaciones, se ha ido repitiendo durante 531 años desde los 533 de esa fecha. Incluso en la pasada Guerra Civil, y solo fue suspendida en la pasada pandemia de la COVID.
Con la Toma empezó el primer estado moderno de la historia, y la primera globalización política, económica y cultural con los virreinatos hispanos en América. Se recupera la Hispania heredada de romanos y visigodos. Y con la Toma culminó la Reconquista para los cristianos, iniciada 700 años antes como último bastión musulmán en Europa.
El acontecimiento histórico fue en su época casi tan importante como el descubrimiento de América para el mundo cristiano. La noticia fue llevada a Roma por el embajador Juan de Estrada el 1 de febrero, con gran regocijo: “Gaudeamus omnes in Domino in festum celebrantes dedicionis Granate!”. El Papa romano, Inocencio VII, ordenó que todas las iglesias del Orbe cristiano lanzaran sus campanas al vuelo, ya que representaba el dominio contra el Islam en el único rincón de Europa en el que aún perduraba, el Reino de Granada, y en cierta medida compensaba que los turcos hubieran tomado Constantinopla unos años antes amenazando a la Europa cristiana por el Este.
El júbilo vino acompañado, incluso de farsas satíricas alegóricas representadas en Nápoles, como la de Sannazaro, y obras de teatro, como la de Verardi de Cesena, que fue estrenada ante el Papa de Roma, sorprendentemente tres meses después de la Toma, y que constaba de 23 actos. ¡Todo un record!. Hasta, por primera vez, se les brindó a los romanos un espectáculo típicamente español de una corrida de toros.
Al divulgarse el fausto hecho, ese mismo mes fue festejado con procesiones, luminarias y corridas de toros en Málaga, Barcelona y Vitoria. En Sevilla salieron los juegos del día del Corpus y “los entremeses de genoveses y mercaderes”; y en Gerona “se representó la toma de Granada con un castillo defendido por los moros y asediado por las tropas cristianas con sus tiendas de campaña”.
Volviendo a los detalles de la ceremonia granadina, la reina Isabel mandó elaborar “un oficio religioso” que celebrase la Toma y Dedicación, o sea, su doble conquista militar y espiritual. En 1497 un privilegio real obliga a que cada 2 de enero “se hagan para siempre jamás Misa y oficios”. El propio rey Fernando en su testamento regula dicha procesión “en la que hayan de estar el pendón y estoque que su alteza dejó”. Curiosamente, durante el pasado régimen la festividad de la Toma fue perdiendo fuelle, resurgiendo en los inicios de los años 80 con la inclusión de numerosas modificaciones e inclusiones de la función y procesión cívico-religiosa-militar, en gran parte introducidos por el edil, y llorado socialista, José Miguel Castillo Higueras.
*Abogado y colaborador de AD
No hay comentarios:
Publicar un comentario