DIEGO DE SAN PEDRO
CÁRCEL DE AMOR
Al pasar por Peñafiel
a veinte km. De mi pueblo Membibre de la Hoz miro a lo alto y me topo con el
castillo una corbeta de piedra que cruza los mares. Emblema del sueño
castellano. Ancha es Castilla. Alcaide de dicha fortaleza fueron don Juan
Manuel y Diego de San Pedro laberintos de fortuna y cárceles de amor. Vibran en
su entorno los poetas. Concretamente Diego de San Pedro autor de Cárcel de Amor fue el poeta de la corte
de Isabel la Católica a quien cantó ensalzando
su belleza y su fortaleza:
─la gracia de su mirar, el primor de su hablar, la gala de su vestir… la
más alta maravilla de cuantas pensar podáis es la reyna de Castilla
Esta primorosa
novelita es un retrato de las costumbres amorosas al final del siglo XV. El amor
cortés termina en el lecho del deleite. Al final de sus días el autor se arrepiente
de haber probado con fruición la “salsa del pecado”. Teme ir al infierno. Sexo.
Instinto, pasión. Una cuestión sin enmienda es la jodienda; con la cual no consiguen acabar ni
los moralistas ni los predicadores ni aquellos puritanos horribles y herejes protestantes que colocaban al cuello de cualquier mujer que tuviese un momento de debilidad la
letra escarlata. Cristo renuente a toda condena y conocedor de la condición
humana dijo el que esté limpio de pecado tire la primera piedra. Y la cuestión está
ahora tan terne y en agraz como en la época de los Reyes Católicos. Abramos cualquier
chat de Internet.
sábado, 12 de julio de
2025
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