2011-06-30

ah Galicia terra nosa

VIDA ESPECULATIVA GRACIAS A LA IGLESIA




Ciertamente que la iglesia es atacada y denostada por sus acérrimos enemigos eternos que son los de siempre pero si bien se mira no hubo ninguna institución que hizo tanto por la mejora del ser humano la reforma de sus costumbres y la educación. Como todos los colectivos humanos hay imperfecciones asperezas pero recorriendo la península ibérica en el paisaje saltan a la vista del viajero las cúpulas de las iglesias las cruces de las espadañas y esa filigrana del alma que es Europa y uno se maravilla del éxito apoteósico del cristianismo hoy tan en entredicho y bajo la mira del cañón deletéreo de los mercaderes de Bruselas y de los señores de la guerra de Washington y Tel Aviv. Esas torres esas cúpulas son la resultante de una idea. Yo hubiera sido un buen archivero en la catedral de Compostela pero troqué la vida quieta y contemplativa de las misericordias del coro donde posan sus eminencias las reverendas posaderas por la espada y la pluma y el periodismo de trinchera. Mirar esas catedrales esas abadías escuchar la esquila que llama a misa o el voleo de las campanas de vísperas me da fuerzas. ¿Quién me metería esa idea en la cabeza? El timón de la nave de mi vida cobró otros rumbos. Hoy tengo un lugar al sol en los montes de Asturias. Cuando cruzo el puente del Eo ahí está Galicia a la expectativa con sus carbayos fantasmales y las meigas que parlan con las ondinas y rapazas que van a lindar la vaca marela.

-Buenas tardes el peregrino.

-A la paz de Dios mi neña

Y la rapaza me mira con sus ojos de saudade y se pierde con su rumiante por el recodo de una calella. Es de noche y me parece que van a hacer sus rondas los duendes familiares. En Galicia puede ocurrir cualquier cosa. Nadie se sorprenda. Saco el breviario y canto completa junto a las tapias de una ermita en ruinas. A lo lejos suenan las campanas de aldea anunciando la queda. Los paisanos se recogen y miran huraños pero todos dicen saludar y por la mía nai que de lo hondo de algún cocedero se oye pasar las cuentas del rosario a una vieja muy requetecieja. Debe de ser una saludadora que reza junto al lecho de un agonizante. ¿Es el rumor de una fuente o un cisterciense que salmodia? Ah Galicia terra nosa. Galicia tiraba de mí. Ofreciéndome una mitra en Compostela. Yo quería ser obispo pero no un obispo cualquiera sino uno como Jiménez de Rada o Rodríguez de Rada. Que mi báculo pudiera ser adarga y mi mitra yelmo para mayor gloria de Cristo. El recuerdo de los versos de Valle Inclán me asaltan pero yo sigo mi camino sin hacer caso a las divinas palabras. Cruzo la linea entre ortodoxia y herejía. Mi pensamiento anda un poco retinto en pelagianismo. El cristianismo es la túnica sagrada que trajeron los romanos de oriente y se pusieron los pueblos a la espalda. Algunos vuelos de estga buena capa que todo lo cubre que todo lo tapa incluso nuestras miserias insoslayables me venían grande. Gloria a la Trinidad… Bo imia otsá i suna i siatovo duja. Cantaré eternamente las glorias del cristianismo. Seas bendito y por siempre alabado Tú Cristo Jesús. AMEN. Sin el evangelio no hubiese habido ciencia y seguiríamos siendo los caníbales que nos devoráramos los unos a los otros. Pero estos predicadores de gotera estos volterianos encorbatados añorando el buen salvaje quiere que nos volvamos en fieras. ¡Ah noche oscura del alma!