La
teología judía, si algo tiene de inmenso, es que considera que el mundo es
eterno. Nadie está autorizado a escudriñar el pensamiento del Padre eterno y
Cristo el Hijo de Dios abundando en lo mismo se refiere, cuando los discípulos
le preguntan sobre el fin de los tiempos dice que eso es un secreto que guarda
el Altísimo. Es más si alguien se atreve a anunciar la Segunda Venida (está
allí o está allí) nunca le creías. Este acontecimiento será como un relámpago. Su
llanto profético sobre la destrucción de la Ciudad Santa se cumpliría algunos
lustros después con la irrupción del ejército de Vespasiano. En cuanto al final
de los tiempos Nuestro Señor fue mucho más reservado aunque advirtió de la
aparición de señales y el signo más contundente sería la destrucción del amor
(cuando la caridad se enfríe) conjugados con la
aparición de ciertos fenómenos de climatología:
sequías, inundaciones, terremotos. O guerras
tan deletéreas como la primera guerra mundial. En Este contexto
ha de analizarse el complejo entramado de Fátima. Y sus tan traídos y tan
llevados secretos como el hombre de blanco. Pudo ser Wojtyla, pudo ser
Pacelli, pudo ser ese cura loco que intentó acuchillar
al pontífice anterior. que Francisco y Jacinta murieran al poco
tiempo de los acontecimientos no es una prueba válida.
En aquella depauperada Portugal la mortalidad infantil era una lacra y
con respecto a la conversión de Rusia la Virgen se muestra
totalmente de derechas. Rusia nunca dejó de ser cristianas
y gracias a Yeltsin y al patriarca Alexis II
de feliz memoria se ha convertido y es una iglesia pujante. De Roma
no puede decirse lo mismo. América sigue siendo anticristiana lo
mismo que la Europa de los Mercaderes la de Juncker la Merkel o Macron la de la
banca Rochild que nada tiene que ver con la Europa de nuestra fe la de las
catedrales. Y mientras Europa se paganiza, viviendo la gran apostasía,
amenazada de sucumbir bajo la cimitarra yijadista nadie habla de la conversión
de Israel que dentro de lo que anuncian los Santos Padres será el primer paso
hacia la Parusía. Al contrario, es cierta parte de la comunidad eclesial
la que renunciando al Evangelio se vuelve veterotestamentaria.
Ahora puede que nos encontremos en el Milenio Igualitario un
tiempo neutro predecesor de contiendas bélicas y cataclismos.
Así pues, el signo más cierto es el de la congelación del amor.
estudié durante bastantes años el fenómeno paranormal de las
apariciones del Escorial. Y me parecieron un absurdo montaje, verdadero gamberrismo espiritual aunque
mi devoción marial no experimentó merma ninguna. es más se
acrecentó. En Fátima se respiraba un ambiente muy similar al igual que en
Lourdes. a pesar de tales supuestos y aunque la impostura no tenga fin la
protección de Nuestra Señora sigue derramándose sobre
la Iglesia y sobre todo el género humano. Los milagros
ocurren cada día cerca de nosotros y no los vemos. Esas son las visiones
y revelaciones importantes. El alma cristiana es participe de la gracia
divina del Consolador que fluye. Esa ha sido la misión
de la Virgen a lo largo de los siglos pero que nadie espere truculencias.
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