DICCIONARIO SECRETO OBRA DE ARTE
El hombre es la medida de todas las cosas el sexo inclusive se lee en el prólogo citando a Cratilo y a las cosas hay que llamarlas por su nombre, las palabras no erosionan el lenguaje no son buenas ni malas, carecen de moral; la maldad o la bondad están en el animo del que las oye o el que las pronuncia: “las palabras se prostituyen o se angelizan, se degradan o ascienden de categoría mediante el uso” este puede ser el caso de conde. Su origen es comes lacayo o caballerizo y asciende de categoría en la Edad Media, se convierte en una dignidad palaciega. “No digas Domine meo que es termino muy feo,digas Domine orino que es termino más fino”.
En inglés tenemos la palabra cock (gallo) que se convierte mediante el uso en la glándula sexual masculina.
Así que es palabra vedada en EE.UU.
Un americano dirá rooster para designar al macho de la gallina. Tampoco se atreverá a pronunciar el adjetivo “bloody” sangriento que se deriva en maldito y que los ingleses usan como juramento cuando están cabreados.
El sinónimo es entre los americanos “damned” (condenado). El lenguaje es algo vivo.
Las palabras suben y bajan por la escala de los siglos. En el prólogo de “Diccionario Secreto” el autor realiza una verdadera exhibición de sus conocimientos al pie de los lexicones.
Trabajo concienzudo y excelso pautado en una prosa sin parangón. Su ascendencia galaica le permitió hacer música con la frase. Siempre encuentra la cadencia y el rigor.
Trabajador incansable me contaba que en su casa de Mallorca tenía un alguarin o apartamiento.
En este cubículo cumplía sin levantarse de la silla un horario de nueve de la mañana a tres de la tarde.
¿Y si no se le ocurre nada, y no le viene la inspiración, don Camilo?... Algo saldrá, decía.
A vueltas con el legado de Venus y de Cupido lo venéreo
lo venusto y las trongas que Quevedo mandaba al hospital de antón Martín el de la sábana blanca. Los enfermos de sífilis eran curados por los frailes de San Juan de Dios con baños al vapor: eran envueltos en una sábana blanca y el trepanoma sifilítico desaparecía de la piel en algunos casos. Otras veces las pústulas no se iban. Las enfermedades secretas rondan versos y prosas de nuesra literatura- hay m´s de cien voces derivados de la palabra cojón. Cela las cita en todos sus sentido de de cojones cojonazos acojonado, cojones de mico aunque no cita a los felpeyos asturianos. Los hay que se los pisan y otros piensan que son claveles. Tener cojones es dar muestras de virilidad y de valor. Bien estará traer algunas coplillas anticlericales al respecto:
los del cura de Almendralejo
le pesan veinte arrobas sin el pellejo
los del cura de Villalpando los llevan cuatro bueyes y van
sudando
los del cura de Argamasilla
le sirven al monago de campanilla
los del cura de san Segundo
no los hay iguales
en todo el mundo
al del cura de Tarancón
le abultan como un melón
los cojones del cura de Valdemoro
los cura el párroco
como un tesoro
al cura de Villarejo de Salvanés
le llegan
los cojones hasta los pies
el cura de Morata de Tajuna
se los rasca con una uña
y el cura de Arganda
se pisa los cojones
cuando anda
¡Rediós y qué locuras
hacen con los cojones
estos curas!
Los cojunes del obispo
los cajones del altar
¡qué cojines! ¡Qué cajones!
¡Qué cojonazos tendrá!
Seguramente que estos motetes anticlericales son para descojonarse de risa
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