FAJANA, ANTOJANA Y MEJANA
El hallazgo filológico de la palabra fajana por mi hijo Toñete despertó un gran interés en las redes sociales, vivimos en un mundo de comunicación instantánea si se emplea bien como puerta de entrada a un futuro de esperanza y no para el mal (pornografía, alcahuetería, delincuencia o la calumnia arropada de mentira).
Felicito a Toñete por su solercia y sagacidad. Ya digo, es un lince, las coge al vuelo
Porque son bellas las palabras y una situación tan dramática como el Volcán de Cumbre Vieja ha sido incentivo para una ola de solidaridad en España pero también fue acicate para ahondar en los tesoros ocultos yacentes bajo la lava del volcán en una lengua tan rica como el español.
Fajana viene del bable (faxana) a través del portugués. No es voz latina. Es visigótica, acaso celta. Tiene que ver con la tierra y el agua. Así mejana— resuene en mis oídos aquel cantar de la guerra “Pamplona tiene cadenas y Tudela su mejana pero valor y virtudes los tiene sólo Navarra”— es una isla de tierra en medio del agua fluvial y antojana es el el espacio de tierra que antecede a la casa.
Así que “faxana” y “mexana” tal vez tengan que ver con las “xanas”(la diosa del bosque y la madre tierra de rubios cadeixos que peina en la fuente, enamorada del Nuberu que arrastra el agua).
Se refiere en consecuencia a los cuatro elementos: la linfa, el viento, la tierra y el fuego o Ctnos, el patrón de los volcanes en la mitología griega.
A través de esta mitología astur llegamos a la conclusión de las grandes y tragedias de la naturaleza: erupciones, volcánicas, avenidas e inundaciones, terremotos, ciclones, bosques incendiados, sismos, epidemias, que viajan a través del aire.
Estos hechos y estas palabras nos hacen volver los ojos a la realidad de que hay que vivir en comunicación y respeto al medio ambiente, lejos de la barahúnda de una vida artificial.
Admiración por el progreso tecnológico sí, pero sin perder de vista nuestra fragilidad porque estamos dentro de una caja de cristal.
Para corroborar esta creencia hoy un pinzón— es tiempo de emigrar— atolondrado que hacía su primer vuelo entró por mi ventana y me las tuve tiesas para echarlo, despues de muchos vuelos, asustado, por toda la casa.
Y ayer todo un bando de jilgueros los pájaros mas bellos de nuestra ornitología posó en el pretril frente a la antojana de la corredoria de la casona.
Buscaban el rumbo de los cielos africanos.
Tal vez emigrasen a Canarias llevando en su canto aires de solidaridad y alegría por los afectados por el siniestro de la Palma. !Animalitos!
Era el día de San Francisco. Todo un símbolo.
Tuesday, October 5, 2021
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