CONOCÍ A PACO UMBRAL en la boda de Florencio Martínez Ruiz el gran poeta conquense. en la foto aparecen Diego Jesús Jimenez, otro vate descolorido, ganador del Adonais,España su mujer entonces su novia, Tarsila Peñarrubia, un servidor y Paco Umbral quien ya apuntaba maneras de dandy. Leí luego sus libros. Era un genio del periodismo áspera corteza y dulce por dentro limón y almíbar de ambas cosas estaba hecho el alma de este leonés de Valladolid. En su columna retrató a la sociedad del tardofranquismo y el juancarlismo una sociedad corrupta y cursi. Lindas mujeres mucho sarao. Le encandilaban dos morenas Lita Trujillo y Pitita Ridruejo.
Ahora comprendo perfectamente por qué tiraba muchos libros que le mandaban a la piscina de su dacha en Majadahonda. la gente escribe mal sin predominio de los auténtico.
Ayer en el canal 2 la TVE se le recordaba con un homenaje en el que no faltaron los gaznápiros de siempre: la Rosa Montero nazi feminista (sus libros van todos al fuego de mi chabola), el palmero siempre subido a la palma Juanito Cruz con su voz de pito, échale guindas al pavo y alpiste al canario y Raul del Pozo otro que le echa muchas ínfulas y muchas guindas al pavo yo se los echaré a la pava su sucesor en la columna del Mundo que no ha llegado a su altura. El Umbral era imbatible en las treinta y dos lineas, paría un artículo en quince minutos contundente y vivaz, no era un estilista pero trasudando el lenguaje de la calle creó un estilo inimitable.
El tema del homenaje póstumo al autor de "La noche que llegué al café Gijón" y de "Mortal y Rosa" era sobre la paternidad biológica del escritor, al a que apuntaron como hijo fornecino de un tal Urrutia. en su carne de identidad figuraba el latigazo bastardo de hijo de padre desconocido, un baldón en el país de hideputas blasón de la honra. Yo me quedo empinado sobre el enigma y considero que el verdadero padre de Umbral era un falangista leonés un tal Somovilla que tuvo que salir de naja de León por la oposición del mandamás de sus fuerzas vivas literarias un tal Victoriano Kremer. Creo que el mejor libro sobre el tema lo lanzó sin mucha fortuna, nadie le hizo caso, porque aquí sólo el que se apunta al sionismo triunfal se bautiza Juan Maria Fernández Krohn con su "El padre Falangista de Paco Umbral". Krohn vive exiliado en Bélgica debido por aquel gesto en Fátima de amago de atentado al papa Wojtyla.
Ni quito ni pongo rey pero siempre ayudaré al que dice la verdad aunque sea un preterido y no esté en la lista.
Umbral no era buen novelista. Siempre hablaba de sí mismo pero tenía la garra y pungncia del quinqui que sabe escuchar el lenguaje de la calle, algo que no ha conseguido su sucesor columnista Raúl del Pozo demasiado fatuo y rimbombante
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