Putin retrata a Occidente como moralmente degenerado: El abuso de niños por pedófilos se considera la norma allí. El clero se ve obligado a casarse con parejas del mismo sexo, Dios se hace "neutral en cuanto al género".
"Las élites se están volviendo locas, y parece que ya no se curarán", dice Putin sobre Occidente. Rusia protege a sus niños de tales fenómenos. Y en Occidente, también, "millones de personas entienden que las élites los están llevando a una catástrofe espiritual". En esta parte de su discurso, Putin recibe varios aplausos.
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En los primeros minutos de su discurso a la nación, Putin repite las acusaciones contra Occidente que han sido parte de muchos de sus discursos durante años: "En los años treinta del siglo pasado, Occidente prácticamente abrió el camino al poder para los nazis en Alemania. En nuestro tiempo, está creando una 'anti-Rusia' en Ucrania". El objetivo es siempre el mismo: Rusia debe ser privada de parte de su territorio.
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