GIRONELLA “UN HOMBRE” NADAL 1946
Siempre me asustaron por su volumen las novelas de este gerundense, epígono de aquellos tiempos de grandeza literaria, cuando Barcelona era el epicentro de la literatura española.
Ahora la jubilación me vaga a leer profusamente. We never had it so good, nunca lo tuvimos mejor Churchill dixit. Pero antaño las estrellas brillaron en este duro oficio cuando los que amamos las bellas letras nunca salimos de pobres y vamos por el mundo, inéditos e incomprendidos, suplicantes de un lugar al sol. Hogaño las cosas se han vuelto más difíciles y la calidad artística de lo que se publica es vino perronero, pura bazofia.
La muerte de la palabra tal vez nos esté acercando al apocalipsis. In principio erat Verbum. Esta Cataluña nacionalista empeñada en un separatismo tribal de una región española empequeñecida nada tiene que ver con aquella de Tomás Salvador, Manuel Agustín, D´Ors, Joan Pla, Carandell, Concha Alós, Espriú, y los grandes títulos de la Editorial Bruguera, Planeta etc.
En ellas se imprimía casi todo lo que se publicaba en España.
Gironella en Un Hombre realiza todo un tour de forcé siguiendo la trayectoria de Balzac, Dostoevsky y los maestros de la novela clásica. Todo un descubrimiento a tenor con los orígenes de este gerundense que conoció la pobreza, y los duros oficios de taponero (moldea el corcho en todas sus obras), empleado de banca, librero de lance, botones de un banco y ex seminarista.
Se trata de un libro forjado en su imaginación no exento de anacronismos. En Tipperary no hay montañas. It is a long way to Tipperary pero descubrió el camino. Y el rio de Dublín es el Liffey, y el Dartia.
Gironella no había estado en Irlanda jamás, tampoco Ratisbona, ni Friburgo, ni Budapest capitales que recorre el protagonista Miguel Serra al frente de un circo. Los caracteres femeninos que describe son endebles Lisette, Janett, Ivonne, o Eva su madre personajes de cartón piedra.
Así y todo el lector percibe en sus páginas resonancias de la melancólica sardana, amor y odio al Ampurdán. Su padre tuvo que emigrar desde Darnius a Paris por ese derecho de primogenitura que manda al hereu hijo mayor toda la herencia.
Su descripción de Cadaqués del paisaje y paisanaje de aquel centro turístico es majestuosa. En algunos personajes puede apreciarse la atingencia que podría tener el Pintor de Carne con Dalí, o Charly Rivel el mejor payaso de todos los tiempos con Rudy.
Son más de 300 páginas de un texto ameno que a ratos se vuelve premioso, oneroso o repetitivo, en el cual no hay ninguna referencia política habiendo sido escrito al final de la segunda guerra mundial cuando Europa tiritaba de frío y de hambre.
Se trata de un Bildung Roman o novela de iniciación. Gironella hace músculo y ensaya su talento narrativo que habría de culminar con la trilogía de los Cipreses creen en Dios y Ha estallado la paz.
Fueron el gran
bestseller de la literatura castellana. Se vendieron cinco millones de
ejemplares que consolidaron el emporio editorial de Lara
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